martes, 11 de septiembre de 2012

España, indiferente ante la tormenta solar del siglo

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España desoye la preocupación internacional por las consecuencias de la temida tormenta solar. Países como Estados Unidos, Reino Unido o Francia preparan sus infraestructuras y protocolos de acción para el ‘apagón tecnológico’ que califican de “catrástrofe nacional”.

En 2010 la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) en Colordo realizaba el primer simulacro ante la tormenta solar. Los resultados fueron descorazonadores: ningún continente estaba preparado para una tormenta solar de gran magnitud. Esta provocaría cortes eléctricos y de suministros en extensas zonas de EEUU y Europa.

La magnitud del problema reside en que la sociedad actual se basa por completo en el suministro de electricidad y energía. Sin estas, no se podrían abastecer las ciudades de agua, gasolina, alimentos o medicinas. Esto provocaría el colapso de todos los medios de transportes y un gran caos generalizado.

La amenaza es, por desgracia, más inminente y real de lo que parece, ya que según informa el diario ABC, la NASA y a las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos estiman en un 12% las posibilidades de que se produzca un evento solar de gran magnitud en los próximos siete años. El Reino Unido estima las posibilidades entre un 5 y un 50% en los próximos cinco años.

España pasa
Ante estas advertencias, los diferentes países empezaron a evaluar la magnitud del problema, elaborando un simulacro para agilizar las maniobras en caso de que se produjera un ‘apagón tecnológico’ en el que España no participó. Nuestro país, a diferencia de Estados Unidos, Francia, Holanda, Portugal, Alemania o Reino Unido, ha desoído las advertencias y ha enterrado los informes que alertan de la tormenta. España no ha designado ninguna comisión parlamentaria para evaluar los daños pese a que la Asociación Española de Protección Civil para Eventos Climáticos Severos la ha pedido sin tregua, según ABC.

En todo el país, tan solo Protección Civil de Extremadura ha elaborado un decálogo con medidas de actuación ante la tormenta. Un esfuerzo aislado que resulta del todo insuficiente.

¿Cómo debería actuar?
En su lugar, el país debería realizar campañas masivas de información para la población para que sepan como actuar en caso de emergencia y cómo tomar una serie de medidas básicas de abastecimiénto y precaución como contar con suficientes alimentos para un mes, tener pastillas potabilizadoras en casa, contar con una pequeña reserva de dinero en efectivo, agua embotellada y medicinas básicas.

España debería contar con mapas de estimación de impacto y dispositivos de emergencia a prueba de pulsos electromagnéticos para posibles cortes prolongados en las comunicaciones. Las centrales eléctricas han de prever una reserva de combustible de varios meses y se deberían elaborar planes de acción ante un posible corte prolongado de gas y electricidad.

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