lunes, 20 de mayo de 2013

5 rincones desconocidos que hay que ver antes de morir

ay parajes naturales que son el paraíso en vida y que dejan sin habla a cualquiera, incluso a través de una foto. Construcciones del hombre como las Pirámides o la Gran Muralla China que parecen imposibles hoy en día, y que fueron la morada de los dioses en la Tierra hace miles de años.

Los monasterios de Meteora


La traducción correcta de Monasterios de Meteora (Grecia) sería algo así como Monasterios suspendidos en el cielo. Eso dice bastante de lo curioso del lugar. Los edificios se construyeron en la cima de unas gigantescas rocas talladas por la erosión, aunque algunos dicen que fueron los rayos de Zeus los que formaron las rocas, allá por el siglo X, cuando los primeros ermitaños empezaron a vivir por la zona.

Hoy en día, algunos de estos monasterios siguen estando habitados por monjes y monjas, que viven su día a día a sus 400 metros de altura, a los que acceden por empinadas y eternas escaleras o complicados sistemas de poleas. 

Aquí, la primera impresión es la que cuenta, y así lo sintió uno de los viajeros de minube, Dibuty: "Para mí uno de los sitios más espectaculares del mundo... es precioso y tiene unas vistas espectaculares."

Tribu Himba

Esta tribu de Namibia es una de las pocas que todavía conserva el mismo estilo de vida que hace cientos de años.

Aunque los Himba ya no son una tribu aislada debido al turismo que se acerca a visitarles, sí que es verdad que mantienen la gran mayoría de sus costumbres: su piel es roja por una mezcla de polvo de ocre y grasa animal para protegerse del sol; los peinados indican el sexo de los más pequeños y el nivel social dentro de la tribu; su dieta tiene de base la leche y la carne de su ganado y está bien vista la poligamia.

Si alguien tiene la suerte de visitar uno de sus poblados, es importante respetar 100% a todos los miembros y no dar de comer cosas a los niños: se les pican los dientes y sufren de caries, algo que no conocían antes.

Parque Natural de Torres del Paine

Foto de Roger Uceda

"He viajado mucho pero rara vez he disfrutado tanto de la estética de un sólo lugar. Aquí, en plena Patagonia Chilena, mirara donde mirara veía belleza, texturas, colores, composiciones, formas y tonos... en definitiva Arte (sí, con A mayúscula)." Si Chris Pomeroy describe este parque con estas palabras, es porque realmente estamos ante algo único en el mundo.

El Parque Nacional Torres del Paine es uno de los parques más grandes de Chile. Dentro hay grandes montañas, ríos, lagos de un azul intenso, bosques y hasta glaciares. Lo que vienen siendo más de 240.000 hectáreas de naturaleza pura, vamos.




















Biet Ghiorgis

La traducción literal sería Iglesia de San Jorge, en Lalibela, Etiopía. Y, según dice la leyenda, su construcción es un verdadero milagro:

Gebre Mesqel Lalibela, el rey, construyó muchas iglesias en el siglo XIII, pero se olvidó de levantar una en honor a San Jorge, patrón de Etiopía. Lógicamente, San Jorge se enfadó y le reclamó al rey su lugar de culto. El rey prometió construirle la iglesia más bonita del mundo solo para él, y así lo hizo.

Biet Ghiorgis se encuentra a unos 13 metros por debajo del nivel de la tierra y para entrar hay que pasar por una serie de pasadizos subterráneos. No son pocas las veces que han llamado a esta iglesia la octava maravilla del mundo.

Glaciar Athabasca
Foto de Naxos

Aunque el glaciar más conocido del mundo sea el Perito Moreno, el Athabasca es el más visitado de Norteamérica y se encuentra dentro del Parque Nacional de Jasper (Canadá).

Este glaciar ha menguado mucho por el cambio climático del planeta. De hecho, en los últimos 100 años ha perdido la mitad de su volumen y ha retrocedido considerablemente.

Aún así, el Athabasca sigue siendo un verdadero espectáculo. Además, gracias a su fácil acceso y cercanía a la carretera 93, son miles las personas que cada año se animan a visitarlo.

Recomendación: no ir solos. Es realmente peligroso si no se conoce bien dónde están las grietas del hielo que pueden jugar una muy mala pasada.

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