jueves, 20 de junio de 2013

Militarización de Internet en España. Para qué quiere estar el Ejército en Internet? De quién nos quieren proteger?



El Ministerio de Defensa asegura que España sufrió en el año 2012 un centenar de ataques cibernéticos a sus infraestructuras (¿infraestructuras civiles o militares? ¿qué tipos de ataques?). 

Hemos intentado contactar con el Departamento de prensa del Estado Mayor de “Defensa” (EMAD) sin éxito, yseguimos sin poder averiguar lo que entienden por un ataque cibernético y el calibre de los mismos.

El flamante Mando Conjunto de Ciberdefensa

El Consejo de Ministros aprobó a finales de mayo de este año -con el beneplácito del PSOE y sin contar con el resto de fuerzas políticas- un reglamento sobre la nueva Estrategia de Seguridad Nacional que contemplaba a su vez la creación de un Consejo de Seguridad Nacional, que presidirá el jefe del Gobierno de turno y en el que -y aquí viene lo importante- se daba luz verde a la creación del llamado Mando Conjunto de Ciberdefensa.

¿Para qué quiere estar el Ejército en Internet? 

¿De quién nos quieren proteger?

De los ciberdelitos se encargan las fuerzas de seguridad del Estado (incluyendo también a las policías autonómicas), quedando la parte de inteligencia (espionaje) para el CNI. 

Este formaba parte tradicionalmente de Defensa, hasta la llegada de Mariano Rajoy al poder. Desde entonces, depende del Ministerio de Presidencia y, concretamente, de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

Para la protección de Infraestructuras técnicas existe desde hace años el Centro Nacional para la Protección de las Infraestructuras Críticas (CNPIC), que depende del Ministerio del Interior.

Todo ello sin contar con el SITEL (Sistema Integrado de Interceptación de Telecomunicaciones). Este sistema de escuchas telefónicas es usado por la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia.

La respuesta: Para hacer la guerra, como siempre.

El Mando Conjunto de Ciberdefensa podrá planear ataques

El Mando Conjunto de Ciberdefensa tiene como misión “la respuesta oportuna, legítima y proporcionada en el ciberespacio ante amenazas o agresiones que puedan afectar a la Defensa Nacional”. 
Lo de siempre, la mejor defensa… un buen ataque. 

Las amenazas están recogidas y definidas en el Plan de Estrategia de Seguridad Nacional aprobado por el PP y el PSOE (insisto, sin contar con el resto de fuerzas políticas) en el que se definían 12 riesgos de seguridad nacional y en el que que se repiten y mezclan -de forma interesada- conceptos como los boicots a suministros energéticos, el espionaje, los ataques a infraestructuras críticas, los conflictos armados y el terrorismo, para sacarse de la manga uno nuevo de trinca: 

el ciberterrorismo, en el que de forma soslayada se incluye también como amenaza alciberactivismo.

En menos de un año, las aspiraciones de los militares se han visto colmadas: 

El Ejército podrá intervenir en Internet.  Hace menos de un año, la revista especializada en Defensa Atenea Digital se hacía eco de la noticia al informar de la primera simulación de un ciberataque. 

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Y puntuales a su cita, el Mando Conjunto de Ciberdefensa estará operativo este verano.

Las misiones del Mando Conjunto de Ciberdefensa

No se limitarán exclusivamente al ámbito militar y también “protegerán” sistemas civiles. 
El nuevo organismo podrá planear y ejecutar estas acciones relativas en las redes y sistemas de información y telecomunicaciones de las Fuerzas Armadas y en otras redes y sistemas que se le encomienden, por lo que no se limitará a la protección de los sistemas de utilización puramente militar. 

De esta manera, el Ejército entra de lleno en Internet. 

Si Internet es el mejor representante de la revolución digital, el Ejército es el mejor ejemplo de la involución humana.

Internet en España podrá quedar legalmente bloqueada ante casos de emergencia nacional. 

La indefinición de ataque es tan vaga e imprecisa que siempre podrán existir excusas para realizar acciones de guerra.

Podrá “atacar” cuando esté en peligro la Defensa Nacional 

En caso de que se produzcan ciberataques (el CNI afirma que en un año recibió 200 ataques), el Mando de Ciberdefensa será el responsable de obtener, analizar y explotar la información de los incidentes y ejercerá la mencionada “respuesta oportuna, legítima y proporcionada en el ciberespacio”.

Concluyendo, ¿realmente se producen ataques?

En primer lugar, habría que aclarar que, como es lógico, las grandes infraestructuras (aeropuertos, puertos, centrales eléctricas, etc.), así como muchas grandes empresas -y no sólo las más importantes-, no se comunican vía Internet y no digamos ya las fuerzas de seguridad y el propio Ejército, pues disponen de sus propios sistemas de comunicación (mucho más avanzados que Internet)

Y aquí radica el asunto. 

Con la excusa de los ciberataques, “Defensa”, el Ejército, militariza Internet.  Todo ello en pos de nada, de nada beneficioso para Internet. 

Si algo cabe destacar en estas nuevas creaciones como el Mando de Ciberdefensa son tres elementos básicos:

-Que el objetivo último no es mejorar Internet, en ningún momento se habla de luchar contra el spam (auténtica lacra que genera más del 50% del tráfico de Internet y que genera enormes beneficios, especialmente con la venta de productos farmacéuticos) o la pornografía infantil y la trata de personas, cuya lucha, por otra parte, ya está encomendada a las fuerzas de seguridad.

-Que siguen la estela del modelo (conspiranoico) implantado en Estados Unidos tras los atentados del 11-S, donde existen decenas de entidades gubernamentales cuyo objetivo es proteger al país de ciberataques y que, evidentemente, lo que hacen es mover cantidades millonarias de dinero público en contratas con empresas de seguridad.

-Que se mezclan de forma deliberada delitos tangibles ya tipificados en el Código Penal con vaguedades tales como terrorismo cibernético; se hace un uso interesado del término terrorismo para entroncarlo con el activismo político, la piratería informática y la cacareada seguridad nacional;  y, finalmente,  la privacidad y los derechos fundamentales serán efectivamente virtuales para dejar de ser reales.


PUBLICADO POR ARGENPRESS INFO EN 14:35:00


Nos quieren quitar Internet "militarizando" la red


Todos los dìas al levantarnos nos enteramos del último desvarío de quienes intentan cortar los lazos de la democracia en la red. Un software para controlar, para “militarizar” lo que se dice, quién lo dice y cómo se dice en la red. No sólo eso, el día de ayer dio para mucho, y casi todo malo. 

En un sólo día nos enterábamos de lo siguiente: en Estados Unidos se ponía la primera piedra para aumentar la censura, una propuesta en el Congreso con la que perseguir y enjuiciar el uso del streaming como delito. Además, se cerraba la web de foros españolas exvagos.es, una persecución que realmente comenzó en noviembre del año pasado, cuando Estados Unidos decidió “apretar” contra todos los alojamientos que colgaran contenidos con derechos de autor. Como colofón, y desde el mismo país, se sabía de otro software dirigido para controlar las redes sociales. 

Viajamos a Europa. Actualmente, la Unión Europea espera al próximo mes de mayo para la resolución de las nuevas normas de seguridad en la red. Se trata de un movimiento que busca reforzar la seguridad en el usuario, una aplicación que supondrá que la navegación, tal y como la conocemos hoy, variará. 

Ni mejor ni peor, simplemente el usuario podrá adoptar medidas de seguridad ante el envío de publicidad masiva. ¿El fin de las cookies? 

Se verá con el tiempo, pero esta medida invita a pensar que las startups europeas perderán terreno frente al resto en su propio territorio, ya que la medida sólo tendrá jurisdicción en aquellas compañías cuyo origen se encuentra en Europa. 

De las revueltas en el mundo árabe hemos hablado mucho últimamente y casi todo apunta a que las herramientas que nos ofrece la web han ayudado al levantamiento de los pueblos. La mal llamada revolución de la red, es una revolución de la gente a la que las nuevas tecnologías les han permitido estar conectados, informarse y organizarse. 

Es evidente que esta idea no gusta, y no hay más que mirar al pasado reciente y los intentos de corte deInternet en Egipto o en Libia o las propuestas en Estados Unidos del llamado ‘Kiil Switch’ (poder para que el presidente corte la conexión bajo amenaza), para pensar que las redes, tal y como las conocemos hoy, no gustan. En primer lugar porque los gobiernos no las pueden controlar y en segundo lugar porque hay que buscarle “beneficios” a la nueva comunidad. 

En el Reino Unido también se debate estos días sobre la posibilidad de una Internet con dos velocidades. En este caso, el agravante es claro. Se trata de que los proveedores tengan dos “ofertas”, una para el ciudadano normal, y otra dirigida a las grandes compañías que “juegan” en la red. Diferencias: La “nuestra” será más lenta y más barata. 

La “otra” tendrá un ancho de banda enorme donde las compañías puedan manejar muchos datos. ¿Dónde está la trampa? Principalmente, lo que se critica es que este poder podría implicar ralentización a unos y priorización a otros, dependiendo de los contratos o la relación que tenga un proveedor con ciertas empresas. 

Esta es más o menos la situación actual de la red y los debates más calientes. Existen otros, conocemos la Ley Hadopi o La Ley Sinde, pero ambas son derivadas, su origen surge de la necesidad de controlar y de la presión de los lobbies. Existen y existirán, pero son parches mínimos en comparación con las ideas y propuestas de los “grandes”. 

La llegada de nuevos actores como WikiLeaks o los mismos Anonymous arrojan aún más incertidumbre y casi parece que existe una mayor celeridad en concretar un nuevo orden en la red.

Quizá todo se deba a que la propia Internet es un derivado de los grandes monopolios de siempre. Internet ha recogido lo mejor de la música, el cine o la literatura y lo ha transformado. La Industria en cambio no ha modificado, sigue en la misma línea, casi no ha cambiado. A los medios de comunicación les ha ocurrido algo parecido. 

Ayer nos enterábamos de que el prestigioso New York Times apostaba finalmente por los contenidos de pago ¿se equivoca? El tiempo lo dirá, pero como decían mis compañeros Pepe o Eduardo, en una sociedad, la digital, donde si no eres visible nadie te ve, el movimiento se antoja arriesgado. 

Ese mismo concepto, el de invisibilidad, es el que parece que quieren. Mientras menos ruido haya, mientras más insignificantes seamos, todo podrá seguir como antes. Por todo esto, el concepto de neutralidad en la red parece cada vez más una utopía, y la Internet, tal y como la conocemos hoy, una idea del pasado. 

Infórmate, averigua, indaga, no te dejes absorber por las mentiras de los medios de difusión masiva.

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