miércoles, 18 de septiembre de 2013

Crece el misterio alrededor de Titán


Los investigadores están desconcertados ante los datos que la sonda Cassini ha enviado desde la mayor luna de Saturno.

Los científicos no saben qué pensar de los datos que la sonda Cassini está enviando de Titán, la luna más grande de Saturno. Nadie esperaba que bajo su brumosa atmósfera de metano y otros hidrocarburos apareciera una rígida corteza de hielo. 

Ahora ya no cuadran las teorías que se habían formulado sobre la dinámica entre la atmósfera y la superficie de Titán, que preveían la existencia de una corteza flexible.

Un mundo oscurecido por la bruma es ideal para ocultar secretos, y esto es precisamente lo que está pasando en Titán. Un nuevo estudio sugiere que la luna de Saturno tiene una gruesa y rígida corteza de hielo, un hallazgo que confunde a los científicos cuyas explicaciones sobre la dinámica de su superficie y atmósfera se basan en una corteza flexible.” Ya las cosas en Titán eran difíciles de explicar. Esto lo vuelve aún peor”, comenta el coautor del estudio Doug Hemingway, geofísico planetario de la Universidad de California, quien añade que “se acrecienta el misterio de un cuerpo ya de por sí extraño”.

Titán es la luna más grande de Saturno y está envuelta por una gruesa atmósfera. La Sonda Cassini, de la NASA, que ha orbitado Saturno desde 2004, se ha asomado a través de la bruma naranja de Titán para descubrir que el metano y otros hidrocarburos de su atmósfera se precipitan en forma de lluvia para llenar grandes lagos, y se congelan para formar dunas crecientes. Cassini también ha recogido evidencias de un océano de agua líquida, separada de la superficie por una capa de hielo.

Hemingway y sus colegas realizaron lo que pensaban que sería un análisis de rutina de dos nuevos conjuntos de datos de la Cassini: un seguimiento sobre la gravedad de Titán y otro sobre su topografía en diferentes puntos de la superficie. Se esperaba que las regiones montañosas de Titán, donde la corteza es más gruesa, tendrían la gravedad algo mayor que las zonas de baja altitud, debido a su masa extra. Pero Hemingway se sorprendió al encontrar la conexión opuesta. “Las regiones más altas tenían la gravedad más baja. Pensamos que teníamos que revisar nuestros conocimientos de matemáticas”, comenta el científico.
Demasiado gruesa

Después de asegurarse de que el análisis era correcto, el equipo de Hemingway se dedicó a intentar explicar la relación extraña entre altura y peso. Su atención se dirigió rápidamente a la frontera de la corteza de hielo que se encuentra sobre el océano subyacente. Debido a que el hielo es menos denso que el agua líquida, las regiones más gruesas de la corteza deben de ser más boyantes, provocando que suba el hielo y se creen montañas en la superficie. Pero eso sólo puede ocurrir si la corteza es delgada o sea, lo suficientemente flexible como para permitir ese movimiento.

Cuando los investigadores conectaron en sus ecuaciones la topografía con las lecturas de la gravedad, se encontraron con que la capa de hielo de Titán es probablemente demasiado gruesa y rígida para permitir que el hielo empuje hacia arriba la corteza. En vez de esto, los trozos gruesos se mantienen sumergidos debido a su baja densidad, porque tienen menos masa que el agua que desplazan, reduciendo de este modo la gravedad en esa zona.

Además, el equipo de Hemingway cree que el viento y la lluvia de Titán causan la erosión que transporta la masa de los picos de las montañas a los valles inferiores, acrecentando aún más está aparente conexión inversa entre la elevación y la gravedad. Todos estos hallazgos aparecen esta semana en Nature.
Lluvia de metano

Entender el grosor y la rigidez de la capa de hielo de Titán es crucial para averiguar lo que alimenta la lluvia de metano de esta luna, que forma lagos y dunas. La atmósfera de Titán contiene tanto metano que si todo él se precipitara en forma de lluvia, formaría una capa global de 10 metros de espesor. Sin embargo, los científicos no tienen ni idea de dónde proviene ese metano.

Hasta que apareció el nuevo estudio, el origen más lógico para el metano parecía estar en el interior de la luna, muy por debajo de su superficie, dice el científico planetario de la Universidad de Cornell, Jonathan Lunine. Pero sería muy difícil que el metano llegara hasta la atmósfera atravesando una costra gruesa y dura. Lunine dice que espera que los científicos puedan resolver este misterio antes de 2017, cuando la sonda Cassini se desplomé en Saturno y poniendo fin a su misión. Mientras tanto, Titán sigue protegiendo sus secretos tras su espesa y anaranjada atmósfera.

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