lunes, 2 de septiembre de 2013

Los Continentes de Mu y Lemuria en la geología

El deslizamiento de los continentes

¿Existió un continente en el Pacífico? Para responder debemos recurrir a la Teoría de la Deriva de los Contienentes. Formulada en 1913 por el geólogo y meterólogo alemán Alfred Wegener. Según éste, tres materiales forman la corteza terrestre: el sial, (sílice y aluminio), el sima (sílice y magnesio), y el nife (níquel o hierro). 

Los continentes, bloques de sial, se desplazan lentamente sobre el sima, más denso y pesado. La disposición actual, por tanto es accidental y variará con el paso del tiempo.


Así, los perfiles costeros de África y Sudamérica encajan como las piezas de un rompecabezas. Pero la hipótesis fue rechazada, pues los científicos pensaron que la corteza conservaría cierto grado de rigidez y esto impediría su movimiento.

El desarrollo de la investigación oceanográfica rehabilitó la teoría y en 1963 los profesores estadounidenses H.H. Hess y Robert Dietz, basándose en la deriva continental, crearon la tesis marina o tectónica de placas: los suelos marinos están en movimiento, así pues, los continentes se trasladan.

El continente Gondwana, origen geológico

Al final de la era primaria, solo existía una masa emergida denominada Pangea y un solo océano, el Panthalassa. Durante el Mesozoico, el continente se disgrega en cuatro grandes bloques (Canadá, África, Eurasia y Gondwana); si bien la separación total tiene lugar en el Neozoico (periodo cuaternario): Gondwana da origen a Sudamérica, Arabia, Dekán, Madagascar y Australia.

La deriva de los continentes, a partir de Pangea, (En la zona de la derecha se puede ver el desplazamiento de la masa que posteriormente formaría la India).

Según los partidarios del coronel Churchward, la superficie marina cercana a Asia forma una masa de tierras hundidas, aunque estos terrenos se van emergiendo poco a poco.

Mu asiático

Una dorsal oceánica (cadena montañosa submarina) recorre el océano; sus picos se elevan sobre el nivel del mar formandoislas, tales como las Carolinas, Marianas; Marshall, Hawai y Malenesia. Si tenemos en cuenta que durante el período glacial las aguas tenían un nivel muy bajo, muchas islas debieron estar unidas al continente asiático.

 He aquí la gigantesca Mu: miles de Islas, kilométricos itsmos (franja estrecha de tierra en el mar que une dos áreas) y pequeñas penínsulas en la zona occidental del Océano Pacifico.



Área de localización del continente Mu

Hasta aquí lo que se sabía en relación a la posibilidad geológica de la existencia de un continente que en la mitología o en la literatura se ha conocido con el nombre de Mu (que es confundido muchas veces con Lemuria).

Sorprendentemente a principios del presente 2013 salta la noticia del descubrimiento precisamente en el Océano Indico de una masa continental ancestral que bautizan con el evocador nombre de Mauritia (Mu / murianos /muritanos - Lemuria).

Mu Índico (Lemuria)

Un pequeño continente prehistórico, bajo una espesa capa de lava, se encuentra a miles de metros de profundidad del Océano Índico. 

Este continente se desprendió hace unos 60 millones de años de Madagascar en el momento en que esta gran isla derivaba en dirección a la formación de la actual India.

Mauritia ocupó la zona donde ahora se encuentra el archipiélago Mascareñas y la meseta adyacente, al este de Madagascar y sudoeste del océano Índico, se extiende en un arco hasta el norte de las Islas Seychelles, situándose los restos del antiguo continente desgarrado bajo las islas Mauricio y la Isla Reunión. 

La reconstrucción del movimiento de la placa y la gravedad hallada en el terreno respaldan su teoría; las Seychelles serían un fragmento superviviente del continente perdido.


Los científicos analizaron arena de las playas de las Islas Mauricio, donde encontraron pequeños cristales de silicato de circonio, formado hace millones de años, mucho más antiguo que cualquier otra roca en la isla.

Llegando a comprobar la existencia de una masa de tierra a la que han llamado Mauritia.


Finalmente, parece que las teorías de Churchward y otros podían tener un mínimo fundamento, al menos en el terreno de la geología; por ello, los ecos de Mu y Kumari-Kandam vuelven a resonar desde un pasado remoto y ¿mitico?

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