viernes, 25 de octubre de 2013

¿Cómo llega el primer espécimen de un núcleo de cometa a las joyas de Tutankhamon?


Después de años y años de investigaciones, llega la noticia esperada por muchos astrofísicos e historiados. Se ha descubierto una nueva piedra especial dentro de una de las joyas del mítico faraón Tutankhamon. Una pequeña prueba que demostraría la existencia de una explosión en el pasado y podría ser una primera pista sobre la formación del sistema solar.

De forma más concreta, el investigador de la Universidad de Johannesburgo (Sudáfrica) llamado Jan Kramer ha detectado una pieza diferente y muy especial en una de las joyas del faraón más importante de todos los tiempos.

Según las primeras hipótesis, una piedra ubicada en el broche del tesoro de Tutankhamon podría ser una piedra producida por el impacto de un cometa contra la atmósfera terrestre hace millones de años. Este nuevo descubrimiento podría ser una nueva pista sobre la formación del sistema solar.

Pero, ¿cómo ha llegado esa piedra a formar parte de una de las mayores joyas de Tutankhamon? Para eso hay que remontarse al pasado, en concreto tenemos que retroceder 28 millones de años. Fue aquí cuando un cometa entró en la atmósfera deEgipto provocando una explosión al calentar la arena a 2.000 grados centígrados, aproximadamente.

En esta misma línea y de esta explosión se crearon centenares de pequeños trozos de vidrio amarillos que los expertos llamaron vidrio del desierto de Libia y uno de estos pequeños trozos se encuentra en un broche joya del faraón Tutankhamon. Una pieza única y exclusiva que no puede ser comprada.

Uno de los pequeños trozos de vidrio amarillo se encuentra en una joya de Tutankhamon pero no se trata de un simple trozo de vidrio sino que es un cristal pulido y deformado en forma de escarabajo amarillo. Este pequeño trozo podría ser el primer espécimen de un núcleo de un cometa. Se trata de una pequeña joya situada en una gran joya del mítico faraón Tutankhamon. Una pieza única y exclusiva en todo el mundo, una pieza con una valor incalculable que forma parte de la historia de las civilizaciones antiguas. Se trata de un gran descubrimiento que puede demostrar cómo se formó el sistema solar.


FOTO/ Giåm

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