sábado, 5 de octubre de 2013

No quieren que hable...

Cuando se consumó el relevo en la jefatura del Banco de España del saliente Gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez compareció en la comisión de Economía en el Congreso de Diputados y nos tuvo que sorprender, que a preguntas de sus señorías acabara por manifestar que “No quieren que hable”. 

¿Como es posible que el máximo responsable de la supervisión bancaria se salga por peteneras en un asunto tan capital? ¿Cómo es posible que se aplique la ometá mafiosa en un Estado de derecho? ¿A quien beneficia este silencio espeso? Estas preguntas y otras más pueden quedar resueltas si dispones de la paciencia en llegar a la última línea de este post. 

Veamos de que va la película que contó Fernández Ordóñez, dijo textualmente lo siguiente: “el problema bancario español se engendró durante los años de expansión desmesurada en los que se produjo un aumento extraordinario del crédito del endeudamiento privadoasí como la pérdida sistemática de competitividad en relación con los países de la zona euro, lo que generó un déficit corriente sistemático que tuvo que ser financiado con deuda externa. Este proceso arrancó a mediados de los años noventa y se desarrolló durante las dos legislaturas del PP y la primera del Partido Socialista”. 

Se hace necesario remarcar que se trata, según Fernández Ordónez, de un aumento extraordinario del crédito del endeudamiento privado, para nada menciona, explícitamente, que es deuda de los bancos, pero a bien seguro nada tiene que ver con que el déficit sea público. Es más, el exgobernador desveló que es inútil buscar chivos expiatorios en la reestructuración del sector financiero español y lo que hay que hacer es trabajar con serenidad para buscar soluciones. Se supone que con estas manifestaciones, en sede parlamentaria, se aplica la receta, que nunca falla, de mirar para otro lado y hacer como que aquí no ha pasado nada. La caída en desgracia del país y los 400.000 desahucios son un ciclo natural consumido como un castigo de Dios o una calamidad caída del cielo que con resignación y serenidad tenemos que aprender a vivir con ella. Menuda tropa.

Cada gobierno se trae bajo el brazo su osito de peluche que sitúa en la Fiscalía General del Estado y en el puesto de Gobernador en el Banco de España. A través del puesto de Fiscal General controla los delitos y a través del Gobernador los intereses de los señores del dinero favoreciendo su pecunia que los hace cada vez más ricos. El Banco de España ha demostrado ser un instrumento al servicio del poder económico y mientras tanto, en lugar de hacer bien su trabajo, se ha dedicado a pontificar desde su servicio de Estudios y Análisis, propuestas tan descabelladas como bajadas de salarios, subidas de impuestos y recortes a mansalva. 

El Banco de España culpa a los salarios de la destrucción de empleo y no se ha cansado de machacar, una y otra vez, que la falta de competitividad se debe a los altos salarios de los españoles. Una enajenación que trata de ocultar sus tremendoserrores acentuando el rollo patatero que el origen de que se destruya empleo es a causa que la demanda disminuye, pero se obvia decir que no por afán ahorrador sino porque no hay dinero con que comprar. La culpa no la quiere nadie y menos la van a querer aquellos que han provocado el desastre del hundimiento del país que son los mismos que gobiernan o han gobernado. En este blog ya empieza a ser cansino el dichoso tema de la deuda y las inyecciones de dinero a los bancos como sino hubiera otra solución, por lo que sugiero, es más, pido el favor de perder unos minutos enLos privilegios de la banca fracturan la estabilidad social (y 3). Hoy por hoy, las ayudas a la banca suponen el 21% del PIB con una deuda del 92% cuando hace unos pocos años teníamos tan sólo un 36% uno de los porcentajes de endeudamiento más bajos del mundo. El año próximo superaremos el 100% con unos intereses impagables y una tasa de desempleo del 27% que se traduce en 6,3 millones de parados. Imposible de sostener, lo que haced necesario descender al nivel de las cifras.

Las cifras son mareantes y para no asustar al populacho nuestros políticos conchabados con los señores del dinero las van soltando troceadas, en un momento son 100.000 millones de euros, luego se rebaja a 37.000 millones que irán directamente a los bancos, antes fueron por lo secreto al Fondo de Garantía de Depósitos Bancarios, que ya explicaran que hace esta institución en este tinglado, luego otros millones al Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF), luego más dinero avocado en un programa de avales del Estado por pagarés del Tesoro, después en el Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB), más tarde al banco malo, ahora bautizado como Sareb y así en un despelote que nadie puede seguir su marcha.

Haciendo números a ojo de buen cubero se han destinado a los bancos 220.000 millones de euros pero según mis cuentas, que puedo estar equivocado en más o en menos, el montante no bajará de los 350.000 millones de euros toda esta morterada para evitar la quiebra de algunos bancos o tan sólo retrasarla. Estas cifras cargadas sobre la plebe son imposibles de pagar, más todavía cuando van con intereses a parte. El salvamento, indiscriminado, de los bancos no tiene nada de milagroso, tan sólo se emiten bonos con el aval del Estado a cambio de prestamos fallidos del sector promotor y activos inmobiliarios para que puedan obtener liquidez en el BCE y así pagar, de una tacada, a los bancos alemanes y franceses que les prestaron alocadamente una fortuna sin pensar en las consecuencias.

Este salto, o presunción de salto, entre los 220.000 millones de euros a los 350.000 se debe al mecanismo endemoniado que los políticos, que circulan en la misma limusina que los señores del dinero, tienen previsto aplicar y responde a una incierta cantidad que va asociada a la venta de las cajas de ahorro por parte del Estado. Atentos. 

Quien se adjudique por subasta, más bien por sorteo, el monstruo intervenido o nacionalizado viene con un regalo bajo el brazo que se le conoce en el sector como esquema de protección de activos (EPA). El apaño es una especie de seguro a todo riesgo que cubre al comprador de una parte de las pérdidas, hasta llegar al 80% en las carteras de crédito durante 10 años. Quedan unos cuantos bancos y cajas de ahorros por intervenir y todos llevan incorporado el regalo de la EPA. 

La pregunta es la siguiente: ¿Quién de estos banqueros que se han adjudicado una perita en dulce va a resistir la tentación de endosarle al Estado los morosos imaginarios o que surjan del negocio en los próximos 10 años? 

¿No sería mejor nacionalizar esa banca que entregar la millonada en esa pantomima de adjudicación y encima correr el riesgo de impagos? Una tomadura de pelo. Estamos hablando de un volumen de dinero que será imposible de pagar. No tardará mucho que el dichoso “Mercado” vuelva a imponer sus condiciones que suponen una vuelta de turca más a lo ya aplicado.

El ministro Pedro Solves no quiso escuchar

Convendría que volviéramos a las palabras pronunciadas por el ex gobernador del Banco de España: “No quieren que hable” por lo que no hace falta ser un lince para deducir que se oculta algo. Otra pregunta sería ¿Quién no quiere? Volvemos a lo mismo, la respuesta es simple: su jefe. Por esta línea llegamos al ministro de Economía y Hacienda y de ahí al Gobierno y a su presidente. 

Seguimos con las preguntas 

¿Por qué no quiere el gobierno que hable el gobernador saliente del Banco de España? La respuesta no va más allá de que si abriera la boca cantaría que el desaguisado del derrumbe de los bancos españoles, la expansión del crédito a través del endeudamiento de todo el sistema financiero es de su propia incompetencia que influenciados por los banqueros les consintieron correr un riesgo que ha acabado en explosión nuclear. Antes que explotara el reactor de las finanzas, nuestros políticos tuvieron advertimiento que se iba a producir y no hicieron caso e hicieron oídos sordos para contentar a sus señores. De ello ha quedado documentación escrita que en estos momentos tiene un valor incalculable. 

El 22 de abril de 2005 la Asociación de Inspectores de Entidades de Crédito del Banco de España (AIECA) dirigió una carta al Vicepresidente Segundo del Gobierno y Ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solves alertando de la situación insostenible en la que se encontraba la inspección con el añadido que el Gobernador del Banco de España no les hacía caso ni tampoco los miembros del Consejo de Gobierno de la entidad. 

El ministro Solves tampoco les hace el menor caso ni les concede la entrevista que le solicitan. De nuevo, el 26 de mayo de 2006 la asociación remite una carta a la directora del Gabinete de Pedro Solves, María Soledad Abad Rico en la que adjuntan un demoledor informe. Al margen se adjuntan ambas cartas y al final del post un archivo en pdf del mencionado informe. Aquí, a continuación lo más destacado de este sorprendente informe. Las negritas las he remarcado del informe original, los comentarios son de mi cosecha y los dejo en cursiva. Se que todo ello puede resultar más largo de la cuenta pero para aquellos que se dispongan a no dejarse engañar, atragantarse con ruedas de molino y variadas milongas que nos explican, dice así:

La directora del gabinete del ministro Solves tampoco escuchó

“Los inspectores del Banco de España, a través de esta nota informativa, queremos distanciarnos de la complaciente lectura de la situación económica española que hace en sus últimas intervenciones el actual Gobernador del Banco de España, el señor don Jaime Caruana, y mostrar asimismo nuestra preocupación por su falta de voluntad para adoptar las medidas necesarias para hacer posible la reconducción de la delicada situación actual hasta hacerla más sostenible y segura”….. “ignora las previsibles consecuencias que para una parte del sistema económico y para un número considerable de familias, podría tener una posible evolución adversa del entorno económico”.

Los inspectores de la supervisión financiera llevan un año alertando al Gobernador del Banco de España que depende del Ministerio de Economía y Hacienda, por lo tanto del gobierno sin que les hagan el menor caso. La advertencia llega a predecir las penalidades que se van abatir sobre las familias españolas. Los denunciantes ponen el dedo en la pústula “nos vemos en la obligación de hacer constar que el nivel de riesgo acumulado en el sistema financiero español como consecuencia de la anómala evolución del mercado inmobiliario en España en los últimos seis años es muy superior al que se desprende de la lectura de los mencionados discursos del Gobernador”…….. “ante el insostenible crecimiento del crédito bancario en España durante los años del mandato del señor Caruana”…. “se encuentra, en último término, la falta de determinación demostrada por al Gobernador para exigir a las entidades sometidas a la supervisión del Banco de España el rigor en la asunción de riesgos exigible a gestores de recursos ajenos”. 

Parece evidente que la falta de determinación en tomar medidas correctoras se debe a la presión de los lobbies de la banca, sobre una sumisa clase política, al imponer el proceso de aceleración del crédito bancario en una alocada carrera por ser más grandes y que sus gestores obtuvieran primas y bonus estratosféricos. También parece evidente que la rentabilidad esperada del crecimiento incontrolado del crédito no justificaba en modo alguno el riesgo asumido al concederlo.

“En una, dinámica como la descrita. en donde la corrección de los excesos y errores sólo se produce una vez ha pasado algún tiempo -y normalmente mediante procesos de ajuste más o menos traumáticos-, es donde los mecanismos públicos de supervisión justifican su razón de ser, pues al estar al margen de las dinámicas competitivas del mercado pueden llevar a cabo evaluaciones de los riesgos en las que se toman como referencia periodos de tiempo más amplios, de forma que se consiga evitar, en lo posible, que las consecuencias de los errores cometidos por las entidades al conceder sus operaciones acaben siendo transferidas, de una manera u otra, a la Sociedad en su conjunto”. La advertencia estaba dicha, iba a ser “la Sociedad en su conjunto” la que asumiera los errores de la banca. Es una demostración documental de la culpabilidad por negligencia de políticos y banqueros. La única institución con autoridad normativa para exigir rigor a los bancos y cajas es el Banco de España pero si sus inspecciones se las ignoran ¿De qué sirve la casa del dinero?

“Por otro lado, este desmedido crecimiento del crédito bancario, destinado en su mayor parte a la financiación de la actividad inmobiliaria” …. “ha acabado provocando otro tipo de problemas en las entidades de crédito españolas. Recientemente, algunos riesgos típicos del negocio bancario, como el riesgo de tipo de interés o el de liquidez, se han visto incrementados de forma muy acusada por la necesidad de las entidades de crédito de recurrir al ahorro exterior para conseguir los fondos necesarios para financiar el crecimiento de su inversión crediticia. Debido a que el incremento del pasivo tradicional -los depósitos bancarios- ha demostrado ser insuficiente para dar contrapartida al acelerado crecimiento del crédito, las entidades españolas han tenido que buscar fuentes adicionales de liquidez” Esta parte del informe es más que revelador al poner de manifiesto la chaladura de la banca que una vez que agotaron los recursos de los depósitos bancarios de sus clientes se endeudaron hasta las cejas en el mercado exterior ¿Qué necesidad había de todo esto?¿No hubiera sido mejor un crecimiento vegetativo?

Publicidad engañosa, chaladura corporativa o latrocinio escandaloso

“Para ello, han recurrido principalmente a tresvías de financiación “no tradicionales”: la emisión de “títulos híbridos de capital” -participaciones preferentes, deuda subordinada, etc.-; la segregación en títulos, para su posterior venta, de una parte de los activos de sus balances (es decir, titulizando activos); y, por último, captando liquidez a través del endeudamiento a corto plazo en los mercados interbancarios de la zona del euro”. 

La chaladura por el crecimiento no tenía fin ni coherencia alguna: La financiación por vías “no tradicionales” como las participaciones preferentes que han resultado un engaño, la titulación de las hipotecas concedidas en un circuito mortal de endeudamiento: se concedían hipotecas y se titularizan en paquetes que se vendían en el mercado financiero, y con ese dinero vuelta a dar nuevas hipotecas en una cadena sin fin. ¿No era previsible el gran batacazo de la banca? 

Advertidos e informados los gobiernos de turno no tomaron ninguna medida. “la venta de los títulos resultantes de los mencionados procesos de titulización, en muchos ocasiones, no alcanza a los tramos de mayor riesgo, lo que tiene como consecuencia que el riesgo de las carteras titulizadas no se transfieren al exterior del banco o caja en cuestión, acumulándose en sus balances”.Atención a este punto que tiene reminiscencias a los enigmáticos informes de auditorias: la inspección señala que los bancos transfieren cédulas hipotecarias (procesos de titulación según su expresión) al exterior pero el riesgo de impago lo mantiene el banco, es decir, si el cliente hipotecado no paga el riesgo lo asumen ellos. De este “proceso de titulación” han venido todos los males, los bancos se han endeudado a plazos de dos o tres años y han concedido préstamos hipotecarios a 20 0 30 años. ¿Están o no están locos de atar? 

“En la medida en que no haya “terceros afectados” cuando el riesgo se materialice, la elección de las fuentes de financiación de las entidades de crédito es algo que compete a sus órganos de decisión, reservándose al supervisor únicamente la misión de garantizar que, efectivamente, las consecuencias de los errores no exceden la esfera de quien fue responsable de ellos”. Sería interesante releer este párrafo que viene a decir que la elección de endeudarse hasta las cejas es una decisión de los bancos y que su error, como así ha sido, afectará a terceros. Los terceros somos tú, yo, y los demás. “pues ello significaría que una parte importante del crecimiento del crédito experimentado por el sistema bancario español en los últimos años no estaría justificado por rentabilidades esperadas superiores a las históricas, sino por un proceso de deriva en la gestión de las entidades que he dado lugar a una relajación generalizada de los criterios de concesión del crédito. Nuevamente la chaladura se pone de manifiesto aunque se menciona como “un proceso de deriva en la gestión”.

Conforme se avanza por el informe los inspectores exponen toda una ristra de leyes y normativa que les faculta a “formular a las entidades de crédito las recomendaciones y requerimientos precisos, así como acordar respecto a ellas y a sus órganos de administración y dirección la incoación de expedientes sancionadores y las medidas de intervención, de sustitución de sus administraciones, o cualesquiera otras medidas cautelares previstas en el ordenamiento jurídico cuyo ejercicio se haya encomendado al Banco de España”. Es decir, el Banco de España dispone de los medios normativos necesarios para poner freno a los crecimientos del crédito que considere inadecuado. No obstante los órganos de dirección, influenciados por los señores del dinero, no detuvieron la creciente exposición de las entidades de crédito españolas a los riesgos relacionados con el sector inmobiliario.

“Nosotros, los inspectores y técnicos de supervisión del Banco de España, precisamente porque somos los que examinamos in situ la situación de las entidades bajo el ámbito de supervisión de esta institución, incluidas las sociedades de tasación, conocemos de primera mano la situación del sistema financiero español y la del mercado inmobiliario nacional”…. “información que, como no podría ser de otra manera, hemos comunicado puntual y lealmente a los órganos rectores del Banco de España a través de nuestros informes de inspección, por lo que, siendo conscientes como nadie de las riesgos a los que nos enfrontamos”. Parece claro que donde manda patrón no manda marinero, el vigía alertó de iceberg a la vista, no obstante el patrón embriagado mantuvo el rumbo. “y en otros no tan improbables, el número de familias que tendrá que afrontar serias dificultades para hacer frente a sus compromisos financiaros crecerá de manera alarmante”…. “Por todo ello, los inspectores del Banco de España queremos hacer constar que no compartimos el cándido optimismo del Gobernador ante la previsible evolución de la situación económica española, y que, desde nuestro punto de vista, y sin alarmismos injustificados, si hay motivos suficientes para la preocupación. Avisados estaban, es evidente que quienes gobiernan prefirieron asumir el riesgo de hundimiento del país con tal de obedecer sumisamente la voluntad de los bancos.

Últimamente se me pide que, además de levantar la alfombra dejando al descubierto el marrón de turno, barra el salón, esto no creo que sea posible no se puede estar en misa y repicando. La solución la pongo en manos de quien esto lee. Hay asuntos como El déficit tarifario de las eléctricas es una estafa de 24.000 millones de euros es denunciable ante la Fiscalía, este que nos trae aquí, el endeudamiento bancario que es finalmente cubierto con deuda pública es la madre de todas las madres: el hundimiento del país a causa de unas decisiones políticas antagónicas a los intereses de los ciudadanos. 

El Derecho internacional regula este tipo de deuda que la califica de deuda odiosa. Para aquellos que le venga de nuevo el termino dejo un párrafo extraído de Wikipedia que hace mención: “Deuda odiosa, deuda execrable o deuda ilegítima, en Derecho internacional, es la teoría jurídica, puesta en práctica numerosas veces a lo largo de la historia, que sostiene que la deuda externa de un gobierno contraída, creada y utilizada contra los intereses de los ciudadanos del país, no tiene por qué ser pagada y por tanto no es exigible su devolución ya que los prestatarios habrían actuado de mala fe, a sabiendas, y por tanto dichos contratos —bonos o contratos comerciales— son nulos legalmente. En todo caso, tales deudas podrían considerarse personales debiendo responder quienes las hayan contraído a título personal —sea el monarca, el presidente, el director del banco central nacional o los ministros correspondientes— y no el Estado en su conjunto y por tanto los ciudadanos. 

En algunos aspectos, el concepto es análogo a la nulidad de los contratos firmados bajo coacción. Esta doctrina está presente en la discusión sobre la obligación de pago de la deuda externa en aquellos países donde han existido dictaduras, monarquías absolutas, gobiernos no representativos e incluso gobiernos elegidos democráticamente que han contraído deudas a espaldas a sus ciudadanos, sin su consentimiento y con fines de enriquecimiento personal, enriquecimiento corporativo, para la represión social y política y, en todo caso, contra los intereses de los propios ciudadanos”.Tiene otro destino.

Dicho esto, al no existir un Tribunal Internacional de Arbitraje de Deudas Soberanas, algún abogado, que a buen seguro debe de existir, tiene barra libre de interponer ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos que la deuda externa contraída por los gobiernos del PP y PSOE es ilegitima. No se trata de especulaciones si la deuda es odiosa, el documento firmado por el presidente de la Asociación de Inspectores de Entidades de Crédito del Banco de España (AIECA),es testigo de las decisiones políticas que se tomaron fueron antagónicas a los intereses de la población. ¿Dónde está ese abogado? Sino se reacciona nos merecemos estar donde estamos y más aun, donde nos quieren llevar como una manada de borregos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario