martes, 17 de diciembre de 2013

¿Para qué compra Arabia Saudí 15.000 Misiles Anti-tanque?

Arabia Saudita comprará a EE.UU. 15.000 misiles antitanquede la compañía Raytheon por valor de 1.100 millones de dólares. Varios expertos opinan que esta compra podría estar relacionada con el apoyo prestado por Riad a los rebeldes sirios.

De acuerdo con el informe Military Balance publicado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, el número total de este tipo de misiles del que dispone Arabia Saudita ascendió este año a más de 4.000. "Es una cantidad muy grande de misiles, entre ellos los de la versión más avanzada denominada TOWS, que son misiles rastreados ópticamente y guiados por cable", indica Jeffrey White, investigador del Instituto de Washington para la Política del Cercano Oriente (Washington Institute for Near East Policy) y exanalista de la Agencia de Inteligencia de Defensa, y se plantea: "El problema es: ¿cuál es la amenaza?", 

Esa es la pregunta más difícil de responder, según publicó el portal de 'Foreign Policy'. En caso de unposible conflicto militar con Irán, la amenaza potencial más inmediata a la que se enfrenta Riad sería en gran parte la de un combate naval y aéreo en el golfo Pérsico. Aunque en los últimos años Arabia Saudita sí ha tenido una serie de enfrentamientos sangrientos con los insurgentes en el norte de Yemen, esos grupos no tienen más que un puñado de vehículos militares. En cuanto a Irak, que representaba una amenaza para los sauditas durante los tiempos de Saddam Hussein, actualmente está demasiado ocupado con sus problemas internos. 

Sin embargo, hay un aliado del país que podría necesitar desesperadamente armas antitanque: los rebeldes sirios. En el pasado, Riad compraba misiles antitanque a Croacia y los entregaba a los milicianos antigubernamentales en Siria. Charles Lister, analista de asuntos relacionados con terrorismo e insurgencia, dijo que los rebeldes también recibieron incluso misiles antitanque chinos 100 HJ-8 a través de la frontera con Jordania y realmente muchos vídeos muestran a rebeldes sirios usando este tipo de armamento contra tanques de las fuerzas de Bashar al Assad. 

No obstante, los sauditas no pueden enviar misiles antitanque de fabricación estadounidense directamente a los rebeldes, ya que Washington tiene leyes estrictas que prohíben transferir armas a terceros sin la aprobación explícita del Gobierno de EE.UU., que en el caso de Arabia Saudita no ha sido concedida. Si pese a esto, Riad transfirió armas a la oposición siria "se trata de una grave violación de la ley de EE.UU.", que "indudablemente conllevaría la suspensión de los actuales acuerdos de venta de armas", según las palabras de Aram Nerguizian, investigador principal del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales. 

Varios expertos, indica el portal, explican que los sauditas podrían estar enviando sus arsenales de armas antitanque comprados a otros países a Siria y al mismo tiempo estar comprando misiles procedentes de EE.UU. para rellenar sus propios depósitos. "Sugiero que con una compra de este tamaño, los sauditas trasladaron sus actuales reservas en la dirección de la oposición [siria] y las sustituyeron por nuevas municiones", dijo Charles Freeman, exembajador de EE.UU. en Arabia Saudita. 

Independientemente de cómo afecte a Siria esta compra de misiles, sin duda, es parte de un programa saudita de acumulación de armas que se ha llevado a cabo durante casi una década. De 2004 a 2011, según un informe de 2012 del Servicio de Investigación del Congreso (Congressional Research Service),Arabia Saudita firmó acuerdos de transferencia de armas por valor de un total de 75.700 millones de dólares. 

Cómo planean los sauditas utilizar estas armas, todavía sigue siendo un misterio, subraya 'Foreign Policy'. Y no se trata solo de los misiles antitanque, sino también de avanzados aviones de combate que Riad recientemente compró a EE.UU. por 30.000 millones dólares, señala William Hartung, director del Proyecto de Armas y Seguridad en el Centro para la Política Internacional. 

"Había un activista de un grupo de presión que decía: 'Cuando uno compra armas estadounidenses, no solo está comprando el arma, sino que está comprando una relación con EE.UU.'. Creo que ese es el concepto", afirma Hartung. 


EE.UU. cambia la ayuda militar a los rebeldes del norte a los rebeldes entrenados en Jordania por las Fuerzas Especiales

Los EE.UU. y el Reino Unido anunciaron este miércoles la suspensión de la ayuda militar no letal a la oposición siria en la parte norte del país después de que bases del Ejército Libre de Siriacerca de la frontera con Turquía fueran tomadas por un nuevo frente islamista. 

Debkafile informa de que esa era sólo una parte de las razones para tirar de la última alfombra debajo de los pies del ala rebelde siria moderada que operaba en la frontera con Turquía. 

Fuentes militares exclusivas informan que Washington decidió cambiar su apoyo militar, tal como está, desde el Norte hacia un sector de seguridad pro-estadounidense que está siendo preparado en el Sur por los EE.UU. y Gran Bretaña. La ayuda se transferirá a los rebeldes sirios que se entrenan en Jordania para manejar ese sector, bajo la supervisión de dos salas de guerra de Estados Unidos establecidas en la norteña ciudad jordana de Irbid. 

Las dos salas de guerra están bajo el mando del almirante William Harry "Bill" McRaven, del Comando de Operaciones Especiales de EE.UU., que tiene su sede en la Base Aérea de MacDill en Tampa, Florida.

Un general estadounidense, cuya identidad se mantiene en secreto, se colocará en el lugar. Su trabajo, con el apoyo de un equipo de oficiales de Estados Unidos, será operar las dos salas de guerra y asignar las tareas a las 11.000 fuerzas especiales estadounidenses y personal de tropas de la Fuerza Aérea desplegadas en el Reino Hachemita.

Su misión principal, según lo establecido por la Casa Blanca en Washington en una directiva para el Pentágono, será comandar las unidades rebeldes a las que se les ha asignado tomar el control de la zona de seguridad, que se extiende al sur de Damasco, hacia el oeste hasta la frontera con Siria con el Líbano, en el suroeste hasta su frontera con Israel, incluyendo el Golán sirio, al sur de su frontera con Jordania y al este en la frontera con Irak. Esta cuña de terreno abarca aproximadamente una décima parte del territorio sirio.

Washington ha diseñado esta zona para distanciar a la filial de Al Qaeda, Jabhat al-Nusra e ISIS (El Estado Islámico de Irak y el Sham) de la frontera de Siria con Jordania, Israel y el Líbano, e impedirles acercarse a Damasco. Por este enclave de seguridad, los EE.UU. también contribuirán a apuntalar el gobierno central de Siria en la capital, incluído el de Bashar al-Assad, contra las usurpaciones de Al Qaeda desde el este.

Fuente: Debkafile

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