lunes, 10 de marzo de 2014

Los Enigmas del 11 M: Una impúdica cadena de mentiras

LOS ENIGMAS DEL 11-M

Hasta el momento no habíamos podido acreditar de manera tan palmaria una cadena tan estructurada de mentiras como la que este artículo pone de manifiesto.


El sumario del 11-M pone de manifiesto que el jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, manipuló los análisis que la Policía Científica realizó a los explosivos inmediatamente después de los atentados. La manipulación tenía por objeto ocultar que el explosivo hallado en la furgoneta de Alcalá y el encontrado en la mochila de Vallecas no coincidían.

Mientras que la mochila de Vallecas sólo contenía Goma-2 ECO pura, el fragmento de explosivo hallado en la furgoneta de Alcalá contenía también METENAMINA, que es un componente utilizado en ciertos explosivos de tipo militar, como por ejemplo el T-4 (ciclonita). El engaño fue destapado por la Guardia Civil un año después de la masacre, aunque hasta ahora no había trascendido a la opinión pública.

La ocultación

Existen muchos tipos distintos de dinamita, como por ejemplo Titadyne o Goma-2.Existen también varios subtipos de Goma-2 diferentes, uno de los cuales es la famosa Goma-2 ECO. Todos los tipos y subtipos de dinamita se diferencian por su composición química. En concreto, la Goma-2 ECO se fabrica utilizando cinco componentes: nitrocelulosa, nitroglicol, nitrato amónico, ftalato de dibutilo y carbonato cálcico.

Nada más producirse los atentados, se pusieron en marcha los distintos servicios policiales para tratar de esclarecer lo sucedido, entre ellos el servicio de Policía Científica, que se encargó de realizar el análisis químico de los explosivos encontrados. Tras la localización de una milagrosa mochila en Vallecas, la Policía Científica se encontró con la tarea de analizar y comparar tres muestras distintas:

1. Los restos de explosivo que habían sido localizados en la furgoneta de Alcalá.
2. El explosivo encontrado en la mochila de Vallecas.
3. La muestra de Goma-2 ECO que los Tedax entregaron como "muestra patrón".

Antes de que finalizaran esos análisis, el jefe de los Tedax, Sánchez Manzano, circuló un informe preliminar con fecha 12 de marzo en el que afirmaba textualmente: "En las pruebas analíticas, aún no finalizadas, los resultados obtenidos hasta el momento confirman que [el explosivo de Vallecas] se trata de la misma sustancia que la hallada en la furgoneta Renault ya mencionada, que a su vez se corresponde con la muestra patrón de dinamita Goma-2 ECO". Es decir, las pruebas no han finalizado aún, pero Sánchez Manzano se atreve a asegurar el 12 de marzo que las tres muestras son iguales y que además se trata de Goma-2 ECO.

Debía de tener mucha prisa el jefe de los Tedax, porque le hubiera bastado esperar unas pocas horas para conocer el informe que la Policía Científica emitió ese mismo día, y cuyas conclusiones no confirmaban precisamente lo que Sánchez Manzano había predicho.

El análisis realizado indicaba, efectivamente, que la mochila de Vallecas sólo contenía Goma-2 ECO. Sin embargo, tanto el explosivo de la furgoneta de Alcalá como la "muestra patrón" contenían METENAMINA además de los componentes normales de la Goma-2 ECO.

La importancia de ese hallazgo era tremenda:

1. En primer lugar, la METENAMINA no es un componente de la Goma-2 ECO, pero sí de ciertos explosivos de tipo militar (como por ejemplo la ciclonita, también llamada hexógeno, RDX o T-4), lo que apuntaba a que se hubiera podido utilizar una mezcla de explosivos en el 11-M.

2. En segundo lugar, los análisis demostraban que el explosivo de la mochila de Vallecas tenía diferencias con respecto al encontrado en la furgoneta de Alcalá, lo que viene a confirmar definitivamente las sospechas sobre el origen de la milagrosa mochila y sobre toda la cadena de investigaciones a que condujo su providencial hallazgo.

3. En tercer lugar, un hecho inexplicable: la presencia de METENAMINA en el fragmento que los Tedax entregaron como "muestra patrón" de Goma-2 ECO apunta a la posibilidad de que lo que fuera entregado para el análisis fueran dos fragmentos del mismo explosivo encontrado en la furgoneta, y no una verdadera muestra patrón.

En su informe 173-Q2-04 de 12 de marzo la Policía Científica refleja de forma clara y explícita la diferencia entre las tres muestras, indicando que las tres muestras son coincidentes "excepto en lo concerniente a la METENAMINA", que no aparece en el análisis efectuado al explosivo de la mochila de Vallecas. Estos resultados de los análisis fueron cuidadosamente ocultados a una opinión pública que tenía que enfrentarse, dos días después, a una crucial cita electoral.

La manipulación

Pero a quien no podía dejarse de informar es al juez, y a partir de este momento comienza la cadena de manipulaciones. En el informe remitido al juez por Sánchez Manzano el 16 de marzo el jefe de los Tedax afirmaba que el explosivo de la furgoneta, el explosivo de Vallecas y la muestra patrón de Goma-2 ECO son iguales, y enumera los componentes para el juez: nitrocelulosa, nitroglicol, nitrato amónico, ftalato de dibutilo, METENAMINA y carbonato cálcico. En otras palabras, Sánchez Manzano le añade por su cuenta al explosivo de Vallecas la METENAMINA que le faltaba.

Con ese informe, Sánchez Manzano efectúa una doble manipulación: por un lado, le oculta al juez que la Policía Científica había encontrado diferencias entre las muestras, mientras que por otro le hace creer a Del Olmo que la METENAMINA es un componente de la Goma-2 ECO, con lo que se evitaban incómodas preguntas sobre posibles explosivos de tipo militar.

Gracias a esa doble manipulación, la verdad oficial fue convenientemente apuntalada ante la opinión pública y ante el juez. A partir de ese momento, todo el mundo daría ya por supuesto que el explosivo utilizado en los atentados era Goma-2 ECO. De hecho, los informes posteriores de Sánchez Manzano al juez ya sólo mencionan el nombre de dicho subtipo de dinamita, sin entrar en peligrosas explicaciones sobre la composición química de las muestras encontradas en la mochila y en la furgoneta.

La huida hacia adelante

Esta manipulación tenía que terminar por descubrirse antes o después, y así fue, aunque para ello tuvo que transcurrir un año. La primera señal de alarma saltaría en enero de 2005, al recibir el juez un informe de la Guardia Civil relativo a una serie de cartuchos de dinamita recogidos en Asturias. El análisis de los cartuchos de Goma-2 ECO arrojaba la presencia de los cinco productos normales que componen dicho explosivo. Por supuesto, no aparecía la METENAMINA por ninguna parte.

Para remachar la jugada, el juez Del Olmo recibía el 21 de marzo de 2005 un informe elaborado por la Comandancia de Toledo de la Guardia Civil, encargada de investigar el atentado fallido en el AVE. En ese informe, la Guardia Civil solicitaba, muy sibilinamente, que se pidiera a la Policía información sobre si había sido detectada METENAMINA en los explosivos de Leganés, lo que era una hábil manera de llamar la atención del juez sobre el punto fundamental del engaño.

Después de revisar la documentación obrante en su poder, el juez Del Olmo detectó las contradicciones y solicitó a Sánchez Manzano las clarificaciones oportunas con fecha 5/4/2005.

En su informe de contestación de 20 de abril de 2005, Sánchez Manzano se ve cogido en la tremenda red de engaño tejida en torno a este tema y emprende la huida hacia adelante. Por un lado, reconoce que en la mochila de Vallecas no había METENAMINA, pero la explicación que da para haber dicho que sí la había es que se trata de un "error de transcripción". Un error muy providencial, sí. Ese "error de transcripción" indujo al juez a considerar durante un año, equivocadamente, que todas las muestras se correspondían con el mismo tipo de explosivo. En determinados puestos, y sobre determinados asuntos, uno no puede permitirse semejantes "errores de transcripción".

A continuación, Sánchez Manzano reconoce que la METENAMINA no forma parte de la composición de la Goma-2 ECO (entonces, ¿por qué dejó, con su primer informe de 16 de marzo de 2004, que el juez creyera que la Goma-2 ECO sí contiene METENAMINA?). Reconocido esto, el jefe de los Tedax se ve forzado a dar una explicación al hecho de que en la muestra patrón de Goma-2 ECO entregada para los análisis sí hubiera METENAMINA. ¿Y cuál es la explicación que da Sánchez Manzano? Pues que "se trata inequívocamente de una sustancia contaminante ajena y extraña a la composición originaria". Peculiar explicación. Lo que Sánchez Manzano nos dice es que la Policía Científica permite que se le contaminen las muestras que se le entregan para su análisis. Y además no se trata de una contaminación cualquiera, sino que "casualmente" se le contaminan muestras de dinamita con componentes de explosivos militares. Si eso fuera así, la conclusión ineludible es que tendrían que tirarse esos análisis a la basura, porque ¿quién nos garantiza que el resto de sustancias detectadas en el análisis no sean también "sustancias contaminantes"?

Pero hay más: ante la pregunta del juez de si la METENAMINA es relevante para identificar el tipo de explosivo, Sánchez Manzano reconoce que se trata de un compuesto utilizado para fabricar ciclonita (que es, recordemos, un explosivo de tipo militar) pero se apresura a añadir que "no es una sustancia explosiva en sí misma" y que de aquí "se deduce que nunca puede ser relevante para la identificación de sustancias explosivas y que por ello en los informes emitidos por esta Unidad... nunca se ha utilizado, mencionado o tenido en cuenta" (sic). Es decir:

1. Por un lado, Sánchez Manzano afirma, con todo desparpajo, que nunca ha "utilizado, mencionado o tenido en cuenta" la METENAMINA en sus informes, porque es irrelevante. ¡Hombre! Teniendo en cuenta que hubo que recurrir a un "error de transcripción" para añadir METENAMINA a una de las muestras y que el juez creyera que todas las muestras de explosivo eran iguales, esa afirmación de Sánchez Manzano resulta un tanto descarada.

2. Por otro lado, el jefe de los Tedax nos está diciendo que un componente de ciertos explosivos de tipo militar "no es relevante" para conocer el explosivo que estalló en los trenes. Muy lógico, si. Supongo que lo que está diciendo es que a él le daba igual qué componentes aparecieran en los análisis, porque al final tenía que decir de todos modos que se trataba de Goma-2 ECO.

Conclusiones

Esta secuencia de informes pone sobre la mesa dos interrogantes fundamentales. Dada la presencia de METENAMINA en la furgoneta de Alcalá, ¿de qué tipo de explosivo se trataba, ya que no puede ser sólo Goma-2 ECO? Todavía más importante: dado que en la Goma-2 ECO no hay METENAMINA, ¿cómo se explica que aparezca ese producto en el fragmento entregado por los Tedax como muestra patrón? ¿Es que ese fragmento de muestra no se extrajo de un cartucho de Goma-2 ECO? ¿Hay alguna otra marca de dinamita donde sí intervenga la METENAMINA como componente?

En cuanto a los explosivos de los trenes y a los que se encontraron en otros escenarios relacionados con la masacre, tratemos de resumir al lector el estado actual de las investigaciones. En los trenes y en la casa de Morata de Tajuña sólo se pudieron detectar en los análisis componentes genéricos de dinamita, por lo que no podemos afirmar con seguridad qué tipo de dinamita se usó para los atentados (es decir, no existen datos analíticos para determinar si lo que estalló en los trenes fue Goma-2, Titadyne u otro tipo de dinamita). De hecho, en dos de los diez focos de explosión de los trenes no se han podido identificar en absoluto componentes de explosivos, como informaba el diario El Mundo hace pocas fechas. En cuanto al extraño artefacto encontrado en las vías del AVE, lo que allí había era Goma-2 ECO pura (como en la mochila de Vallecas).

Lo que sí tenemos claro a estas alturas es que el explosivo de la mochila de Vallecas no coincide con el de la furgoneta de Alcalá, lo que apunta a que una de las dos pistas (en el próximo capítulo veremos cuál) era un mero señuelo.

Y también tenemos clara otra cosa. Pocos aspectos del sumario ilustran tan a la perfección los intentos deliberados de manipulación a que el juez Del Olmo se ha visto sometido desde el mismo día 11 de marzo de 2004. Del Olmo ha tenido que soportar informes manipulados, detenciones absurdas, dilaciones injustificadas en la entrega de información, ocultaciones de datos, falsas atribuciones de responsabilidad a personas inocentes... pero hasta el momento no habíamos podido acreditar de manera tan palmaria una cadena tan estructurada de mentiras como la que este artículo pone de manifiesto.

No son las únicas mentiras de Sánchez Manzano en el tema del 11-M. El jefe de los Tedax faltó a la verdad en la Comisión de Investigación cuando dijo que las mochilas detonadas por los Tedax en las estaciones no habían sido hechas estallar, sino que habían estallado accidentalmente al intentar desactivarlas. No es así: los Tedax procedieron a efectuar detonaciones controladas de los artefactos, como consta en los autos del juez Del Olmo y en las declaraciones de los policías presentes. Sánchez Manzano faltó asimismo a la verdad en sucesivos informes enviados al juez sobre la mochila de Vallecas, en los que le ocultó durante cuatro meses que la mochila no había estallado debido simplemente a que estaba preparada para no estallar, porque desde el mismo día 12 de marzo se disponía de una radiografía que mostraba que había dos cables sin conectar dentro de la mochila.

Todos los lectores recordarán cómo durante aquellas fatídicas jornadas que van del 11 al 14 de marzo de 2004, se acusó hasta la nausea al gobierno popular de mentir a la opinión pública, aduciendo que el gobierno ocultaba que el explosivo utilizado en los atentados era Goma-2, un tipo de dinamita que ETA había dejado de utilizar hacía tiempo.

Pues bien, es verdad que a partir del 11 de marzo hubo mentira y manipulación en el tema de los explosivos, pero el sumario demuestra que quien mintió y manipuló no fue precisamente el ministro Acebes.

por Luis del Pino
Fuente: http://www.libertaddigital.com/opinion/4-una-impudica-cadena-de-mentiras-26461/

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