viernes, 3 de octubre de 2014

Esas tarjetas de gratis total

El logo de Bankia en una pared en Madrid (Reuters)  03.10.2014

 de las tarjetas “gratis total” para uso y abuso de directivos deCaja Madrid y Bankia durante nueve años (más de de 15 millones de euros, desigualmente repartidos, eso sí), solo me quedo con la decisión de José Ignacio Goirigolzarri, el presidente de la Bankia nacionalizada, de abolir las tarjetas y promover el informe interno que acabó en la mesa del fiscal.

Lo demás es como para seguir tirando de la cadena, porque el olor a podrido en la vida pública ya forma una nube tóxica insoportable sobre las cabezas de millones de españoles honrados que sudan a diario el modo de llegar justitos a fin de mes. Por no hablar de los parados o las personas en riesgo de pobreza.

Si pongo el foco sobre el gesto del máximo responsable de una entidad cuyo saneamiento público nos ha costado 22.000 millones de euros (incluido el rescate europeo), es por pedagogía. A saber: cuando se quiere, se puede. Hablo de la lucha contra la corrupción. Gobernantes y dirigentes políticos se ofrecen a encabezarla. El PP anda ahora dándole vueltas a un plan de regeneración y el PSOE, por boca de Pedro Sánchez, anunciaba ayer la elaboración de un código ético (Foro para la limpieza democrática, el próximo 11 de octubre).

Es recurrente ese discurso en las cúpulas de los partidos. El cielo está empedrado de planes para acabar con toda clase de prácticas corruptas. Ahora toca hablar de aforamientos, indultos, incompatibilidades y puertas giratorias, pero el relato siempre más o menos el mismo: dispuestos a terminar con la corrupción, no toleraremos corruptos en nuestras filas, “seremos implacables”, bla, bla, bla…Da la impresión de que sus respectivos jefes lo supieron y lo consintieron. O sea, como tantas y tantas veces, miraron hacia otro lado con la esperanza de que el asunto no llegase a un periódico o no hubiera un Goirigolzarri dispuesto a hacer las cosas como es debido

No podemos, no debemos, endosar a la “condición humana” la autoabsolución de los directivos de Bankia y Caja Madrid que ahora alegan no haber tenido conciencia de hacer algo ilegal o inmoral. De ninguna manera. No en el caso de quienes tenían un menor grado de exposición pública por el uso de aquellas tarjetas en gastos particulares, que no de “representación”. Y mucho menos en los casos de sindicalistas, dirigentes políticos de todos los colores, un exvicepresidente del Gobierno o un conocido servidor de la Corona.

¿Dónde quedaba para ellos el compromiso de honradez pregonado por sus respectivos partidos, sindicatos o instituciones del Estado? Y, aún mucho peor, ¿cómo es posible que ochenta y seis personas durante nueve años practicaran el gratis total a costa de ahorradores, preferentistas e hipotecados, sin que en sus respectivos entornos quisieran sobreponerse al “no te metas en líos”, tan frecuente en quienes deberían haber denunciado estas corruptelas?

Más parece que sus respectivos jefes lo supieron y lo consintieron. O sea, como tantas y tantas veces, miraron hacia otro lado con la esperanza de que el asunto no llegase a un periódico o no hubiera un Goirigolzarri dispuesto a hacer las cosas como es debido.

Dicho todo lo cual, la destitución de Pablo Abejas como director general de Economía de la Comunidad de Madrid, por ser uno de los ochenta y seis que abusaron de las tarjetas opacas (se le atribuye un dispendio de 246.000 euros) parece una reacción compulsiva de Ignacio González en vísperas de unas elecciones. Demasiado tarde, salvo que nos traguemos la excusa tonta de que los ochenta y seis o lo llevaban tan en secreto que no se enteró nadie. Como tardía e igualmente forzada es la dimisión de la presidenta de la Fundación de Caja Madrid, Carmen Cafranga.

Al menos ha dicho que está dispuesta a “hacer voluntariamente las reparaciones a las que hubiera lugar”.

Se supone que habla de devolver el dinero. Por ahí tendrían que empezar todos, los ochenta y seis, sin perjuicio de la investigación judicial que se sigue en el marco del llamado caso Bankia, el mayor escándalo financiero de la historia de España.

http://blogs.elconfidencial.com/espana/al-grano/2014-10-03/esas-tarjetas-de-gratis-total_224471/

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