Más de 700.000 personas, desplazadas por el conflicto armado en Ucrania, cruzaron la frontera con Rusia. Los ataques y la crisis humanitaria hacen huir a los pocos que quedan en las ciudades devastadas por la guerra. 

En un campo de refugiados en el lado ruso, cerca de la frontera con Ucrania, se estima que hay unos 600 refugiados y cada día llegan nuevos, mayormente de Lugansk y Donetsk, donde la situación humanitaria realmente es crítica.