viernes, 16 de enero de 2015

Boko Haram, el pretexto de EEUU y Francia para apoderarse de los recursos estratégicos de África

Estas últimas horas hemos sabido que el grupo islamista Boko Haram ha matado a cientos de personas en la ciudad nigeriana de Baga y que ha detonado una bomba en Maiduguri.

Según algunas estimaciones, el grupo terrorista ahora controla aproximadamente 20.000 kilómetros cuadrados de territorio, un área del tamaño de Bélgica.

Boko Haram es caracterizado por los medios como la versión africana del Estado Islámico, un califato que supuestamente ha logrado el dominio sobre 11 áreas de Nigeria, englobando a una población total de más de 1,7 millones de personas.

Los ataques de Boko Haram en Nigeria han pasado relativamente desapercibidos en los medios de comunicación pues han coincidido en el tiempo con los ataques terroristas en Paris a la revista satírica Charlie Hebdo, a pesar de provocar una cifra de muertos significativamente mayor.

La actriz Angelina Jolie, enviada especial del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, llamó la atención sobre las atrocidades de Boko Haram el lunes 12 de enero, cuando instó a los Estados Unidos y a otras naciones a ayudar a Nigeria “a reunir pruebas y llevar a los autores de estos ataques ante la justicia”

En 2012, Obama hizo uso de la “Resolución de Poderes de Guerra” (War powers Resolution”)con el fin de incrementar de militares estadounidenses desplegados en Nigeria. El Comandante del Comando África de EE.UU. (Africom) en aquel momento, el general David M. Rodríguez, dijo que las operaciones de Boko Haram amenaban Nigeria, Camerún, Níger, Malí y Chad y que los EE.UU. tiene autoridad en África en respuesta a la amenaza que representa Al Qaeda.

No obstante, cuando en los medios se habla de Boko Haram, se omite el hecho de que el grupo terrorista, es apoyado y financiado por Arabia Saudita y recibe ayuda de mercenarios libios vinculados con Al-Qaeda.

“En 2012, The Nigerian Tribune informó que la financiación de Boko Harm fue rastreada hasta el Reino Unido y Arabia Saudita, en concreto hasta el Fondo Fiduciario de Al-Muntada.

En el año 2005, el Centro para la Política de Seguridad declaró que “Al-Muntada ha sido particularmente activo en la promoción del islamismo Wahabí en Nigeria…Al-Muntada a clérigos nigerianos para que reciban un ‘lavado de cerebro’ en las universidades saudíes y acaben imponiéndose a los musulmanes nigerianos a través de su red bien financiada de mezquitas y escuelas.

Este tipo de escuelas islámicas, conocidas como madrasas, se establecieron en Pakistán durante la guerra encubierta de la CIA contra la Unión Soviética en Afganistán y fueron financiadas por Arabia Saudita y su red de organizaciones benéficas.

Entre 1982 y 1992, unos 35.000 radicales musulmanes de 43 países islámicos del Medio Oriente, el norte y el este de África, Asia Central y el Extremo Oriente recibieron su bautismo de fuego con los muyahidines afganos.

Los muyahidines afganos, en última instancia, representaron el gérmen del que nacieron al-Qaeda y los talibanes

Además del apoyo recibido por los saudíes, Boko Haram ha recibido ayuda indirecta de la OTAN, a través de los mercenarios de Al-Qaeda en Libia que contribuyeron al derrocamiento del régimen de Muamar el Gadafi.

Los ataques cada vez más brutales por parte de grupos terroristas inspirados por el wahabismo y financiados por Arabia Saudita, con la ayuda encubierta de los Estado Unidos, la OTAN y la Unión Europea, sirven como pretexto para iniciar una poderosa campaña de propaganda que sirva de base para iniciar una guerra a gran escala contra el Islam.

ISIS, Boko Haram y la “nueva normalidad”

El martes 13 de enero, el ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, afirmó que ISIS debe ser aniquilado y declaró que Francia aumentará su participación en los ataques aéreos contra el Estado Islámico o ISIS.

Como la agencia Reuters informó el martes 13 de enero:


“Después de Estados Unidos, Francia es el país que dispone de un mayor número de aviones y tropas participando en la coalición que lucha contra el Estado Islámico (también conocido como ISIS o ISIL), que el año pasado tomó el control de grandes franjas de Irak y Siria.

Además, Francia cuenta con cerca de 3.500 soldados y fuerzas especiales que operan en la región del Sahel-Sahara, a la caza de militantes vinculados con Al Qaeda”

El portaaviones francés Charles de Gaulle

Además de Al-Qaeda en el Magreb Islámico, Ansar al-Sharia y Boko Haram también están operando en la región del Sahel-Sahara.

La invasión de la OTAN de Libia ha contribuido a la propagación de grupos yihadistas en la región y ha establecido el escenario para una “militarización del Sahel-Sahara y el afianzamiento de las potencias extranjeras en la región”, según sostiene un informe encargado por Remote Control Project, una organización patrocinada por la Red para el Cambio Social (Network for Social Change).


AFRICOM, el Comando África del ejército de Estados Unidos, es el que lleva la mayor carga de las operaciones:

“El nuevo informe señala que los EE.UU. están aumentando su presencia de manera constante y están desarrollando un concepto de respuesta a la crisis conocida como la “nueva normalidad”.

Grupos de marines estadounidenses establecen bases por todo el continente africano con la capacidad de implementar, en cuestión de horas, operaciones en cualquier parte de África donde los intereses de EEUU se vean amenazados”


APODERÁNDOSE DE MINERALES ESTRATÉGICOS PARA FABRICAR MATERIAL DE GUERRA

Esos intereses de los EEUU incluyen obviamente el petróleo (Nigeria es el 13º mayor productor de petróleo del mundo), así como numerosos minerales estratégicos, incluyendo el cromo, el cobalto, el platino y el manganeso.

Según un informe publicado en la publiación GlobalSecurity.org: “Sin estos minerales sería prácticamente imposible producir muchos de los productos de defensa, como motores a reacción, componentes de misiles o componentes electrónicos”

El principal competidor a la hora de apoderarse de estos minerales estratégicos es China, que se ha introducido fuertemente a escala comercial y económica en el continente africano, apartando a un lado a los Estados Unidos y a Francia.

De hecho, AFRICOM se estableció explícitamente para contrarrestar la amenaza que representa China para los intereses de EEUU (y de la OTAN en general).

Según un artículo de 2012, en The Guardian:

“Para reafirmar su menguante influencia en el continente frente a la creciente inversión de China, los EE.UU. creó AFRICOM, el “Comando de África” del ejército de Estados Unidos en octubre de 2008.

AFRICOM coordina toda la actividad militar estadounidense en África, aunque su misión oficial, es “contribuir a aumentar la seguridad y la estabilidad en África, permitiendo a los estados africanos y a las organizaciones regionales promover la democracia, ampliar el desarrollo, proporcionar un escenario de defensa común y servir mejor a su gente”

El típico mensaje hipócrita al que ya estamos acostumbrados.

Vicealmirante Robert Moeller

Aunque quien mejor definió la misión de AFRICOM fue el vicealmirante Robert Moeller, que durante una conferencia en 2008 señaló que “la misión de AFRICOM trata de preservar el libre flujo de los recursos naturales de África hacia el mercado global”

BOKO HARAM: PROBLEMA-REACCIÓN SOLUCIÓN

Sin la amenaza de Boko Haram, al-Qaeda en el Magreb Islámico y Ansar al-Sharia, AFRICOM y sus socios no dispondrían de ningún pretexto para intervenir en África y luchar contra la presencia competitiva de China.

Como en el caso de ISIS en Siria, estos grupos terroristas se han diseñado específicamente para cumplir con una agenda caracterizada por el esquema Problema-Reacción-Solución.

En última instancia, la guerra contra ISIS desplazará al gobierno de al-Assad en Siria y permitirá la reintroducción de las tropas en Irak y quizás en Afganistán, si se confirma finalmente que el Estado Islámico se ha introducido también en el país.

El plan para Siria es conseguir algo similar a lo establecido en Libia e Irak: crear un estado fallido en lucha constante entre facciones políticas y sociales con diferencias irreconciliables.

La élite mundial está provocando una ola de violencia y brutalidad hasta ahora inimaginable.

Y viene acompañada de una enorme campaña de propaganda, como la que se inició tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York (y ahora los de Paris), cuyo objetivo final es el de forjar en la opinión pública el tipo de consenso necesario para iniciar una serie de políticas globales, establecer leyes restrictivas e iniciar guerras por todo el planeta por motivos de control de recursos económicos.

Un proceso que marginará a quienes se atrevan a oponerse o denunciar sus planes…


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