sábado, 26 de diciembre de 2015

¿Contacto Extraterrestre en KIC 8462852?

A 1481 años luz de la Tierra, entre las constelaciones del Cisne y de Lira, invisible al ojo humano pero visible al telescopio espacial Kepler, puede estar la respuesta definitiva a la búsqueda de vida extraterrestre.

La estrella KIC 8462852 podría convertirse en la primera evidencia de que no estamos solos en el universo.


Los astrónomos aglutinados bajo el nombre de “Cazadores de Planetas”, encontraron evidencia de unas mega estructuras orbitando la citada estrella y, hasta el momento, la ciencia no encontró explicaciones acerca de todo esto.

Para algunos de estos científicos, estas formaciones no son artificiales y podrían ser un grupo de cometas.

Para otros, pueden ser paneles solares gigantescos construidos por inteligencia alienígena y el objetivo sería captar la energía de la estrella Kic 84.


Se trata de una estrella más brillante, más grande y más caliente que el Sol.

Kepler y la búsqueda extraterrestre

La historia se remonta a los inicios de esta nueva etapa de la búsqueda extraterrestre que empezó con el lanzamiento del Telescopio espacial Kepler en el 2009 por la NASA.

El telescopio espacial Kepler, que lleva el nombre de uno de los científicos más importantes en el desarrollo de la teoría heliocéntrica, está ubicado en el espacio y es una especie de observatorio espacial comandado desde la Tierra.

Este telescopio espacial es un instrumento científico que mide la luz que emiten las estrellas.

Su misión fundamental es descubrir planetas potencialmente habitables por fuera del sistema solar, llamados exoplanetas.

El telescopio espacial Kepler utiliza un fotómetro para medir la luz de más de 150,000 estrellas.

Para que un planeta tenga las condiciones necesarias para generar vida necesita orbitar a una distancia determinada de su estrella denominada “Zona de Habitabilidad”.

Es en esta zona que la luminosidad y el flujo de radiación incidente permitirán la presencia de agua en estado líquido sobre la superficie del planeta.

Para descubrir este tipo de planetas, el telescopio Kepler mide las atenuaciones o reducciones regulares en la intensidad de la luz emitida por más de 150,000 estrellas en una región específica del espacio.

Las atenuaciones se producen cada vez que un planeta cruza en frente de su Sol o estrella solar, interrumpiendo momentáneamente el progreso de la luz de la estrella hasta la Tierra.

Las mediciones de estas atenuaciones también determinan la distancia exacta entre el planeta y su estrella.

Debido a que las computadoras no interpretan correctamente estos patrones de atenuación, los científicos se dieron cuenta que necesitaban del ojo humano para reconocerlos.

Como una iniciativa, insólita en el mundo científico, de la NASA, se creó el grupo de Cazadores de Planetas llamando a ciudadanos de todo el mundo, tengan o no formación en el tema, para ayudar a analizar las informaciones entrantes.

Entre las miles de estrellas analizadas por el flamante equipo, se encuentra KIC 84.

En el 2011, las atenuaciones de esta estrella fueron calificadas como interesantes y extrañas.

Eran muy pronunciadas y demasiado erráticas para ser causadas por el simple paso de un planeta dentro de su órbita.

Algunas de estas atenuaciones se prolongaron por días o meses, pero nunca con la misma duración.

El tránsito de un planeta hace que la luz de una estrella disminuya menos del 1% y, debido a la órbita del planeta en cuestión, de una manera totalmente regular y predecible.

Sin embargo, la luz emitida por KIC 84 ha presentado atenuaciones de hasta 22% que, además, no ocurren de manera cíclica.

La primera atenuación, de 15%, sucedió a los 800 días, la segunda, de 22%, sucedió a los 1,500 días.

Además de las reducciones drásticas de 15% y 22%, la intensidad de la luz de KIC 84 parece subir y bajar cada 20 días durante varias semanas para luego volver a su nivel de intensidad normal.

Se sabe que no se está lidiando con un planeta.

Un planeta aún del tamaño de Júpiter solo bloquea el 1% de la luz de una estrella como esta, y no hay planetas mucho más grandes que Júpiter.

Otra estrella, tampoco puede ser ya que habría sido detectada.

El patrón de atenuaciones es tan singular que se pensó durante un tiempo que se trataba de un error.

Si se hubiera tratado de una estrella joven, cabe la posibilidad de que esté rodeada de una gran cantidad de materia propia de su formación como es habitual en todo el universo.

Pero no es el caso de esta estrella, ya que no tienen tampoco un exceso de irradiación de luz infrarroja, como sería el caso de estrellas jóvenes.

Un documento trata de explicar distintas hipótesis al respecto, sin embargo lo hace sin éxito, lo único que todavía se puede tener en consideración es la que habla acerca de una familia de cometas que estaba en el vecindario de KIC 84 y que el paso de otra estrella cercana alteró las órbitas dejando restos de gases y hielo.

Estos pedazos de hielo se romperían, se calentarían y emitirían gases produciendo las variaciones en la intensidad de la luz de KIC 84 recogidas por el Kepler.

De hecho, sería una gran coincidencia que justamente hayamos apuntado el Kepler hacia esta región del espacio en el momento exacto en el que pasaban los cometas cerca de KIC 84.

Recordemos que KIC está a 1,481 años luz de distancia y que, por tanto, lo que está midiendo el Kepler sucedió hace 1,480 años.

De hecho esta teoría no termina el caso.

Es una posibilidad porque sigue siendo difícil imaginar un escenario en el que puedan bloquear el 22% de la luz de una estrella, es demasiado.

Esta teoría también tiene el inconveniente que no explica acabadamente las mediciones acerca de las colas de estos supuestos cometas.

Simplemente no coinciden los datos.

La posibilidad extraterrestre

En todo caso, el patrón de emisión de luz de KIC 84 es único y no se ha encontrado en ninguna de las otras 150,000 estrellas observadas por el telescopio Kepler.

Más de 100 científicos han estudiado los datos y no han encontrado una explicación definitiva.
Según muchos científicos, la probabilidad de que la teoría de los cometas sea la respuesta correcta, es baja.

La mejor explicación que se tiene hasta ahora y es la más probable, nos dice acerca de una civilización extraterrestre.

Los extraterrestres siempre deben ser la última hipótesis que considerar.

Hace varias décadas, se popularizó una idea bastante interesante: se podrían construir miles de paneles solares y ponerlos alrededor del Sol para capturar su energía y enviarla hacia la Tierra para nuestro uso.

Esta idea evolucionó en lo que se conoce como “la esfera de Dyson”.

No sería extraño que una civilización tecnológicamente más avanzada que la nuestra haya desarrollado la tecnología necesaria para capturar directamente la energía de la estrella KIC 84.

La ciencia ha demostrado que toda la energía capturada en los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas, de los cuales dependen la mayoría de las actividades humanas, es energía de nuestra estrella capturada a través de fotosíntesis.

Cada vez que quemamos combustibles fósiles estamos liberando la energía que las plantas y/o animales de nuestro planeta capturaron hace millones de años.

En resumen, en el planeta Tierra todos vivimos utilizando indirectamente energía solar.

El problema está en que el proceso de formación de los combustibles fósiles dura millones de años y no es energía que se pueda renovar.

En algún momento las reservas se agotaran.

Por esta razón ahora se están empezando a utilizar paneles solares y energía generada por el viento o por el movimiento del mar.

Una civilización más antigua habría consumido todos sus combustibles fósiles hace miles de años y estaría obligada a capturar la energía de su estrella de forma más directa e inmediata.

Es importante imaginar el tamaño que deberían tener estas estructuras para explicar los datos recogidos por el Kepler.

Todo indica que estamos detectando un enjambre de estructuras que, en su totalidad, tienen la quinta parte del tamaño de nuestro Sol, son más grandes que el gigantesco planeta Júpiter y, por supuesto, varias veces más grandes que la Tierra.

Los erráticos patrones de reducción de intensidad de la luz de la estrella KIC 84 lograrían ser explicados si tomamos en cuenta que estos paneles solares gigantes podrían tener formas inusuales y que podrían ser utilizados dependiendo de la necesidad de energía de la civilización que los construyó.

Todas estas faltas de respuestas nos llevan a la pregunta inicial:
¿Contacto Extraterrestre En KIC 8462852?

NOVIEMBRE 7, 2015
http://relacionotros.com/contacto-extraterrestre-en-kic-8462852/

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