lunes, 20 de febrero de 2017

Rufián también dice que el Gobierno catalán está haciendo "cosas que no se pueden decir"

LOS ‘INDEPES’ CONFIRMAN QUE HAY FONDOS QUE LES HARÁN DE BANCO CENTRAL

Lo repitió en varias ocasiones durante un coloquio celebrado junto a David Fernández, vicepresidente del Cercle Català de Negocis, entidad soberanista de empresarios

Gabriel Rufián, en Sabadell. (EFE)

Las acusaciones realizadas por el exjuez y exsenador Santiago Vidalsobre posibles ilegalidades del Gobierno catalán en el curso del ‘procés’ que ha de acabar en un referéndum y en la independencia de Cataluña no son una locura temporal del que hasta hace poco era prócer del independentismo y uno de los tótems del largo camino hacia la ruptura. Decía Vidal que hay cosas que no se pueden contar y narraba otras que admitía que eran delitos.



Entre esas cosas, figuran la obtención ilegal dedatos fiscales de los catalanes, la elaboración de listas de jueces independentistas, la creación de unos servicios de espionaje de la Generalitat en los que participaría un país que no es europeo, o una línea de crédito de fondos de inversión internacionales para sufragar la aventura separatista. El Gobierno catalán y los principales partidos soberanistas negaron la mayor, le desautorizaron y calificaron los asertos del exjuez de invención y de mentira.

La pasada semana, durante la comparecencia del vicepresidente Oriol Junqueras en la comisión de Asuntos Interdepartamentales (CAI), el ecosocialista Joan Coscubiela, portavoz de CSQEP, le espetaba: “Dé la cara, señor Junqueras. Reconozca que Santiago Vidal no iba por libre, que el guion estaba hecho por ustedes. Que usted es el máximo responsable del guion”. Resulta que Vidal fue una apuesta personal de Junqueras, que le fichó como cabeza de lista de ERC para el Senado, rescatándolo de su cargo de ‘asesor’ del consejero de Justicia, tras haber sido suspendido por elaborar la constitución catalana mientras estaba en activo.

Pero a Junqueras sus fichajes parecen salirle rana: el otro gran fichaje, el cabeza de lista al Congreso, Gabriel Rufián, reconoce también que en el Gobierno catalán “hay cosas que se están haciendo, pero no se pueden decir”. Lo repitió en varias ocasiones durante un coloquio celebrado el pasado mes de noviembre en la Formiga Martinenca, un centro social del barrio de Sant Martí, en Barcelona. Rufián participó en un coloquio junto a David Fernández, vicepresidente del Cercle Català de Negocis (CCN), entidad soberanista que trata de agrupar a empresarios independentistas.

En ese foro, el portavoz de Esquerra en el Congreso admitió que el consejero de Exteriores, Raül Romeva, habla con él después de sus viajes. “Hay cosas que se están haciendo y no se pueden decir. Y dicho esto, lo que siempre dice el Raül, el Raül Romeva, que siempre dicen lo mismo en todos los sitios. ‘¿Pero vais en serio?’. Pues claro que vamos en serio. Y esto no es hacer otro 9-N, sino hacer un referéndum vinculante, donde pasen cosas al día siguiente”. De sus conversaciones con el responsable de Exteriores de la Generalitat, el diputado republicano trasladó a sus oyentes que se está trabajando mucho en el tema del referéndum. “Pero, lo que dice David [su compañero de coloquio]: se está trabajando muy bien, aunque sí quehay un punto de frustración porque hay muchas cosas que no se pueden decir. Ojalá tuviésemos delante a David Cameron, y mira que es más de derechas que Rajoy. Es complicado, pero es un tío que hizo una campaña por un referéndum y lo ganó. Por tanto, ojalá se pudiesen hacer públicas muchas cosas, pero no se pueden hacer”.
Dinero a espuertas para la ruptura

Los dos interlocutores no quisieron ahondar en el tema. Pero Fernándezratificó otra de las afirmaciones de Santiago Vidal: que hay dos fondos de inversión que darían una línea de crédito de 200.000 millones de euros a Cataluña en caso de secesión, además de que hay 11 países europeos que reconocerían la república catalana. El dirigente del CCN, en cambio, fue un poco más parco. “Hay muchos inversores internacionales que tienen mucho dinero preparado y están dispuestos a hacernos de banco central incluso en el periodo de transición”, aseguró.

Raül Romeva (2d). (EFE)

Y, a continuación, añadió: “Tenemos la voluntad de hacer un banco central y hemos de tener capacidad para captar este dinero mientras laAgencia Tributaria Catalana (ATC) no funcione a pleno rendimiento. No os preocupéis, hay mucha gente dispuesta a aportar ese dineromientras. Una Cataluña independiente es un caramelo para los mercados internacionales. Somos gente solvente. Somos un país solvente. Somos un país de pequeña y mediana empresa, de comerciantes, un país de economía productiva, un país de gente trabajadora. Y afuera están dispuestos a apostar por nosotros”.

Fernández también afirmó que en el tema de la ATC “se está trabajando muy fuerte y muy bien”, aunque reconoció que no está a punto la estructura “y no se puede poner el carro delante de los bueyes. Será cuestión de tener la estructura montada”. Aun así, subrayó que “hay que comenzar ya a pedir a la gente y a las empresas que comiencen a hacer sus pagos a la ATC”.

"Una Cataluña independiente es un caramelo para los mercados internacionales. Somos gente solvente. Somos un país solvente"

Rufián, por su parte, afirmó: “Esta UE tiene una parte buena o positiva sobre este proceso: la única ideología que tiene es el pragmatismo y el dinero. Y a muchos de nosotros nos cuesta mucho imaginar que dejen salir fuera o que dejen como apátridas a los catalanes, que somos un motor económico, no solo del Estado español, sino de la UE”. A partir de ahí, dijo: “Eestamos absolutamente convencidos de que al día siguiente el Estado español será el principal aliado nuestro. Y si no lo es, seguro que recibirá alguna llamada para que lo sea”. Para ello, relató una anécdota vivida en el Congreso, cuando una delegación mexicana visitó la Cámara española. “Una funcionaria mexicana nos dijo: ‘¿Sabéis cuál es vuestra mejor política de exteriores?’. No. ‘Pues que un día te viene Margallo, un señor decimonónico, y te explica cosas. Y al día siguiente te viene Raül Romeva’. Con eso basta. Por nosotros ya sois independientes”.
Los españoles ‘bravucones’

No es el único en presentar un retrato ominoso de la diplomacia española. El exdelegado de la Generalitat para Reino Unido e IrlandaJosep Manuel Suárez, en una tertulia celebrada el 3 de noviembre en Sabadell, afirmaba que Reino Unido tiene una “neutralidad positiva” en el tema de la independencia. Asegura que, desde Londres, consideran “a Castilla un país de conquistadores y no aguantan esta forma de hacerbravucona de algunos españoles, y especialmente de personajes como el embajador de España [en aquel momento, Federico Trillo]. Son personas con las que es difícil negociar y eso les enerva. En cambio, nosotros nos presentamos como personas del Mediterráneo, personas dialogantes, personas que tienen clara la idea… En fin, que cuando han venido aquí en alguna de las Diadas, se quedan maravillados”.

Los 'castellers' posan en Bruselas con banderas catalanas a favor del derecho a decidir. (EFE)

Suárez admitió ante los parroquianos sabadellenses que el Gobierno catalán “hace mucha pedagogía” y que reúne cada año a 40 periodistasbritánicos para hacer “catequesis” con el ‘procés’, aunque luego, a lo largo de todo el año, mantiene intensas relaciones personalizadas con algunos de esos periodistas. Y, por si fuera poco, admitió también que la Generalitat ha pagado viajes a personas de Reino Unido a Cataluña. Los definió como “aprendizajes británicos a nuestra casa”. Y las visitas se realizaron al Pa lament, “pero también a instituciones, entre ellas la ANC y Òmnium Cultural”.

El exalto cargo del Gobierno catalán relató que cuando Carles Puigdemont fue a dar una conferencia al Chatham House (“El mayor 'think tank' de Reino Unido, pero donde ha podido ir un ministro español”, enfatizó), Trillo le llamó y le preguntó cómo lo había conseguido. “Sí, a ti te lo voy a decir”, dice que contestó. Y el embajador le confesó al final: “Casi mejor que no me haya enterado, porque si no, hubiera tenido que ir allá y a lo mejor decir cosas que no os gustan”. Suárez, siempre según su relato, le matizó que ya le podía pasar los informes “el espía Damián, que es del CNI y lo controla todo". "En la Diada pasada, cuando yo ya no era delegado, en un encuentro que hubo, estaba con mi sucesor y llamé a Damián, que estaba allí y le dije: ‘Mira, Damián, el nuevo delegado, Sergi [Marcén], para que sigas informando”. Con ello, daba a entender que, aunque el Gobierno español ha puesto al CNI a husmear en las actividades independentistas, los partidarios del 'procés' solo dejan que sepa lo que les interesa, porque los conocen a todos.
No dar pistas al enemigo

A su lado, Manel Manonelles, director general de Relaciones Multilaterales y Europeas, advertía de que haría una intervención “más institucional”. Y subrayó que “en muchos temas, que seguramente son los que generarían más interés, debemos tener una cierta discreción, porque no conviene dar más información”, mientras que no pudo resistirse a hacer una irónica alusión al espía Damián o a otros infiltrados en charlas que toman nota de todo. Poco antes, Suárez había justificado su silencio sobre algunas cuestiones: “Donde no pueden llegar las delegaciones, está el Diplocat. Y se hacen conferencias, encuentros y muchas cosas. Se hace mucho trabajo. No decimos qué se hace porque es mejor no dar pistas al enemigo. Pero dejad trabajar. Es un trabajo de proximidad, de ligar complicidades. Todo pensado para que el día de mañana, cuando sea el momento, podamos tener el apoyo necesario. Mientras tanto, hacemos catequesis”.

José Manuel García-Margallo. (EFE)

Manonelles aseguró que en 2014 se creó la ley de acción exterior juntamente con su dirección general, en 2015 se aprobó un pan estratégico y en 2016 se creó la Consejería de Asuntos y Relaciones Institucionales y Exteriores y Transparencia, pero se llama así “constitucionalmente, aunque todo el mundo sabe que, a efectos prácticos, es la Consejería de Exteriores”. No hay que olvidar que fue el TC el que obligó a cambiar el nombre de Consejería de Exteriores porque una Administración autonómica no tiene competencias en el ramo.

El alto cargo de la Generalitat llegó a acusar al Gobierno español de ser el causante de la mala imagen de Cataluña, hasta el punto de sacar un ejemplar del diario francés ‘L’Indepéndent’ que llevaba en su portada que Cataluña es uno de los centros del yihadismo en Europa. “Esto esfruto de la diplomacia española”. Para Manonelles, España “tiene mecanismos y capacidad diplomática, además de las artes menos nobles de la capacidad política. Y una de sus formas es generar una imagen de Cataluña como espacio inseguro, donde hay problemas”.

"Somos un país de pequeña y mediana empresa, un país de economía productiva, de gente trabajadora. Y afuera están dispuestos a apostar por nosotros"

Y tras reírse del apellido del entonces ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo (bromeó que hasta tenía el apellido mal escrito, ya que le falta un acento, porque en catalán existe un arbusto con el nombre de margalló, cuya traducción es palmito), acusó a España de boicotear el voto catalán en el exterior porque está masivamente a favor del ‘procés’ (dejó entrever que, oficiosamente, Cataluña lo va denunciando en contactos bilaterales con muchos países y estos “se hacen cruces y reaccionan de manera alarmada”) y advirtió de que la Generalitat ya tiene “un registro de catalanes en el exterior, aunque el problema es que no se registran todos a pesar de las campañas que hacemos desde las delegaciones y con el apoyo de la ANC”.

Lo cierto es que el oscurantismo se ha instalado en la Administración catalana. Mientras Artur Mas presume de haber dejado la Generalitat como la institución más transparente de Europa, sus propios correligionarios admiten que la transparencia es, precisamente, la asignatura donde sacan peor nota. Varios dirigentes de los partidos que apoyan al Gobierno de Puigdemont apelan a la excusa de “no dar pistas al enemigo” para esconder las actividades del Gobierno respecto al ‘procés’. Y especialmente en materia exterior es donde más puntos negros existen en su gestión: desde conversaciones con diversos países hasta tanteos para obtener líneas de crédito o gastos onerosos en partidas de 'catequesis', pasando por la compra de diferente material de ciberseguridad, la compra de munición para los Mossos en determinados mercados europeos o la financiación de libros sobre la ruptura por parte de periodistas extranjeros y paseo triunfal de su autor por miniforos de toda Europa… todo sufragado con fondos públicos, un dispendio de dinero que, en muchas ocasiones, ni siquiera sale de los fondos de Exteriores, sino que proviene de partidas de otros departamentos. Pero todo bajo un espeso manto de silencio y de ‘discreción’. O quizá de oscurantismo.

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