viernes, 19 de mayo de 2017

Los ataques cibernéticos pueden ser el detonante perfecto para una crisis financiera

A continuación traducimos un interesante artículo de Brandon Smith en Alt-Market, que expone puntos de vista diferentes sobre los objetivos reales que se esconden tras los recientes ataques cibernéticos masivos…

El mundo se ha visto aturdido en los últimos días por el advenimiento del “Ransomware”, el uso de sofisticados ataques cibernéticos en los sistemas vitales con supuesto objetivo de extorsionar a empresas e instituciones.

Siempre sospecho cuando se produce un incidente cibernético a gran escala, básicamente porque los grandes medios siempre se olvidan de exponer al público el hecho de que muchos sistemas digitales están deliberadamente diseñados para ser vulnerables.



Las grandes corporaciones de software e internet han colaborado durante mucho tiempo con la NSA a través de programas como PRISM para proporcionar a las agencias gubernamentales el acceso a los sistemas informáticos en todo el mundo. Edward Snowden lo expuso en 2013, mostrando connivencia entre corporaciones y la NSA, incluyendo Microsoft, Skype, Apple, Google, Facebook y Yahoo. Y nada ha cambiado desde entonces.


El nivel de colusión entre los principales desarrolladores de software y el establishment podría ser chocante para algunos, pero era bastante bien conocido por analistas e investigadores alternativos.

La cuestión es que al crear redes que faciliten el acceso de las agencias de inteligencia en nombre de la “seguridad nacional”, lo que se consigue es crear una infraestructura vulnerable a los ataques.

Y creo que esta fue la intención desde el principio.

Es decir, la NSA y otras agencias han creado un caldo de cultivo perfecto para que se produzcan ataques de bandera falsa, ataques reales y crisis generalizadas.

Cabe señalar que los ataques de Ransomware que golpearon sistemas de todo el mundo usaron “WannaCrypt”, derivado de un exploit de NSA llamado “Eternalblue”. Este programa fue diseñado específicamente para máquinas Microsoft Windows, sin duda usando vulnerabilidades que Microsoft creó en su propio software.

Algo más que es muy interesante acerca de Eternalblue, es que vulnerabilidades similares fueron utilizadas hace no mucho tiempo por la NSA para obtener acceso por la puerta de atrás a los datos financieros dentro del sistema bancario SWIFT. Esto era bastante extraño porque a través de acuerdos internacionales, la NSA ya tenía acceso a tales datos. Además, el acceso “frontal” puede ser rastreado y a la vez, cualquier actividad ilícita de infiltración en los sistemas informáticos, puede ser expuesta.

Por lo tanto, cuando la NSA se infiltró en el sistema SWIFT por la puerta de atrás, debía tener algo más nefasto en mente que simplemente buscar actividad terrorista: básicamente, debía querer probar la eficacia de sus propias herramientas de infiltración para su uso futuro en ataques.

Menciono el incidente con SWIFT porque plantea un peligro potencial que no creo que mucha gente haya considerado.

En primer lugar, supongamos por un momento que grupos como los hackers de “Shadow Brokers” realmente existen y no son un grupo falso creado por la NSA. Estos grupos están utilizando las debilidades de seguridad que corporaciones como Microsoft establecieron para la NSA con el fin de obtener beneficios o para cometer actos terroristas. La NSA y sus socios de Silicon Valley literalmente crearon este monstruo; Un monstruo que tiene la capacidad de atacar a otras redes bancarias seguras como SWIFT.

Y esto plantea la pregunta: ¿Qué proporción del sistema bancario global y de las bolsas mundiales están abiertos a ser atacados con exploits similares a los que ha usado la NSA?
Posiblemente, todo el sistema bancario en su conjunto.

En segundo lugar, consideremos por un momento la posibilidad de que grupos como “Shadow Brokers” sean en su mayoría grupos fraudulentos que ejerzan de tapaderas para agencias de inteligencia o para los intereses elitistas.

Consideremos que tal vez, sólo tal vez, la NSA está liberando estas vulnerabilidades en los sistemas informáticos a propósito, para que el público tenga acceso a ellas y pueda explotarlas.

¿Para qué? Bueno, uno podría considerar que podría ser muy ventajoso para los bancos internacionales y los gobiernos, poner deliberadamente en riesgo los sistemas financieros.

En anteriores artículos de Brandon Smith, ya se exponen evidencias de que el establishment está buscando una gran crisis económica a corto plazo.

Organizaciones como el FMI han estado hablando con entusiasmo durante los últimos años sobre algo que ellos llaman “el gran reajuste económico global”, o el “gran reset económico”.

Los detalles detrás de este “reajuste o reset” son bastante vagos, pero la noción general es que los sistemas económicos de hoy van a evolucionar de manera dolorosa y que ciertos elementos de nuestra estructura fiscal podrían borrarse completamente. Para que se realice un “reset”, se necesitaría algún tipo de crisis o se produciría inevitablemente como consecuencia.

Para que un nuevo sistema económico sea implantado, el viejo sistema tiene que ser desmantelado.

Pero ¿cómo pueden los magnates de la banca y los intereses globalistas lograr esto sin asumir la culpa del sufrimiento social y geopolítico final y la carnicería que conllevaría? Bueno, ellos necesitarían chivos expiatorios a los que echar la culpa.

Algunos de estos chivos expiatorios serán de origen político. Por ejemplo, los principales medios de comunicación han estado generando una retórica continua que sugiere que la próxima crisis mundial será un resultado directo del “aumento del populismo y el nacionalismo” dentro de las sociedades occidentales. Lo que significa que los conservadores, los liberales clásicos y los “soberanistas” serán las cabezas de turco cuando se produzcan las inestabilidades económicas que los globalistas ya instalaron en el sistema hace mucho tiempo.

Algunos de estos chivos expiatorios, sin embargo, serán mucho más ilusorios e intangibles.

Creo que agencias como la NSA están liberando algunas de sus propias herramientas de espionaje a propósito. Pero, ¿qué consiguen con esto?

Por un lado, hace más viable el uso de ataques con bandera falsa. Si los ataques como el del Ransomware continúan aumentando, el público puede acostumbrarse en cierto sentido a ellos.

¿Qué pasa si uno de estos ataques apunta a los principales elementos financieros? Digamos que las grandes redes de computadoras algorítmicas que dominan las transacciones bursátiles hoy están amenazadas; ¿Cuál sería el resultado? Es probable que un desastre completo para los mercados.

Y, casi todo el mundo creerá que el culpable ha sido algún tipo de grupo terrorista de hackers o piratas malvados, en lugar del propio establishment en sí, que es el que tiene un proyecto y un objetivo con todo ello.

Además, el establecimiento puede usar otra táctica: simplemente puede esperar que si liberan suficientes de estas herramientas de infiltración y espionaje cibernético, que han estado diseñando durante años, alguien las usará para atacar el sistema financiero de manera autónoma. Es decir, el establishment, no necesariamente necesita usar ataques de bandera falsa para derribar los mercados de valores o las redes bancarias. Todo lo que necesitan hacer es poner las armas a disposición de quien quiera usarlas, y esperar a que alguien caiga en la tentación y les haga el trabajo sucio.

Yo compararía esta estrategia, con la inyección a la fuerza de millones de inmigrantes musulmanes en las naciones occidentales. Si las elites quieren más terrorismo en Europa, por ejemplo, no tienen que hacer todo el trabajo de formar células domésticas y entrenar a los miembros como lo han hecho en Oriente Medio con ISIS.

Lo único que tienen que hacer es dejar la puerta principal abierta en nombre del “humanitarismo” y permitir que el enemigo entre por sí solo a actuar.

Esta estrategia del establishment, permite además la negación plausible mientras que también les pone en bandeja la crisis que desean secretamente para realizar el cambio de sistema que tanto anhelan.

Nuestra economía y las economías de la mayoría de las naciones hoy están en el filo de la navaja.

Se informa semanalmente de datos históricamente negativos a nivel económico.

Datos duros y “blandos” indican que bajo al superficie acecha un colapso económico.

De hecho, los ÚNICOS elementos de la economía que siguen siendo “positivos” son las acciones y algunas monedas. Esto es lo que llamamos un escenario de burbuja. Los globalistas han logrado estirar los mercados de renta variable durante años sobre la base de incalculables medidas de estímulo, pero esta ilusión está llegando rápidamente a su fin.

Los bancos centrales están retrocediendo en sus políticas de flexibilización cuantitativa y poco a poco, suben las tasas de interés, eliminando la deuda barata como una herramienta para apuntalar las acciones. La era del dinero fácil casi ha terminado. Me parece que este es un momento perfecto para un evento desencadenante que no parecerá tener nada que ver con las élites financieras, un evento que distraerá al público de su culpabilidad.

Esto no quiere decir que un ataque cibernético en nuestras redes de mercado vaya a ser el único evento desencadenante o la única distracción, pero estoy empezando a pensar que será una medida primaria, sin duda, mientras el mundo sisgue hipnotizado por el asunto de Trump y James Comey y otros tan absurdos como estos.

La NSA y otras organizaciones han creado las redes globales para que sean vulnerables y para que fallen; pero no sólo para que fallen y caigan, sino para que fallen espectacularmente dejando la máxima destrucción a su paso.

No creo que esto se haya hecho sin previsión.

Eventos como el reciente ataque del Ransomware podría ser sólo el comienzo.

Empecemos a observar esta tendencia cuidadosamente, y estemos vigilantes para ver si los ataques cibernéticos comienzan a apuntar a las instituciones y los sistemas financieros.

Si esto empieza a suceder, el “gran reajuste económico” podría no estar muy lejos.

Brandon Smith

Lo que expone Brandon Smith, va en la línea de las sospechas que muchos tenemos: nada es lo que parece en realidad y hay menos sucesos al azar de lo que mucha gente piensa.

Hace poco podíamos escuchar al economista mediático Santiago Niño-Becerra, hablar sobre el Bitcoin y decir, sin tapujos, que no cree que la moneda virtual haya sido creada por un grupo de rebeldes informáticos, sino por un equipo altamente especializado, y que tras la misteriosa moneda, en realidad se esconde una prueba previa, para estudiar la implementación de una moneda mundial.

Y es que la figura romántica de los “hackers rebeldes”, dará grandes tardes de gloria a los arquitectos del Nuevo Orden…


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