viernes, 9 de febrero de 2018

Armas de hace 14.000 años eran más efectivas de lo que se pensaba

Arqueólogos de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, reconstruyen armas usadas en Alaska a finales del Paleolítico, y llegan a la conclusión de que la sociedad del período era mucho más avanzada de lo que creían hasta ahora los estudiosos. 

Puntas de proyectiles de finales del Paleolítico alaskeño reconstruidas por investigadores de la Universidad de Washington, en EE.UU."Los cazadores recolectores de hace 12.000 años eran más sofisticados de lo que se les reconoce. Tenían una comprensión muy completa de las diferentes herramientas, así como de las mejores para las distintas presas y condiciones de tiro", explica el profesor de Antropología Benjamin Fitzhugh, coautor del estudio junto a la graduada Janice Wood, ambos del mismo centro. 

Para su investigación, cuyos resultados se han publicado recientemente en la revista Journal of Archaeological Science, los dos reconstruyeron puntas de proyectiles de entre hace 10 y 14 mil años con el objetivo de adquirir información sobre climas del pasado, migraciones humanas y especies de la época. 




Las poblaciones objeto de estudio recolectaban bayas y cazaban renos, caribúes y otras especies animales con flechas y lanzas, sin que hasta este nuevo estudio se supiera cuáles de esas armas eran más eficaces. La conclusión es que dependía de la presa. 

Otro hallazgo del estudio es que en Alaska, en el extremo noroeste de América, se usaban puntas de proyectil inventadas en Eurasia y África, llevadas al continente americano antes de terminar el último periodo glacial. Las había rudimentarias, hechas de hueso, cuerno o marfil afilados; más complicadas, como puntas de flecha hechas de piedra escamada; y puntas compuestas de hueso con microcuchillas incrustadas en los bordes. 

Los tres tipos parecen haberse inventado en momentos distintos, pero siguieron usándose a lo largo de todo el periodo estudiado, probablemente por tener cada uno sus ventajas propias. 

Las puntas compuestas, por ejemplo, eran más efectivas contra presa menor, por su capacidad para causar daño sin importar el lugar del cuerpo del animal en el que impactaban, mientras que las puntas de hueso penetraban más, pero hacían heridas más estrechas, con lo que podían ser más útiles para atacar presas mayores como bisontes o mamuts. 

En cuanto a las puntas de piedra, provocaban heridas anchas que podían tener por resultado una muerte más rápida del animal, lo que podía ser útil para cazar alces o bisontes,


mar, 06 feb 2018 18:50 UTC


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