sábado, 28 de abril de 2018

Pakal: el Rey que vino de las Estrellas


¿Quién no conoce a Pakal? El mítico astronauta de Palenque y se le llama astronauta por los grabados que hay en la losa que cubren su sarcófago, pero, vamos a ir al principio.




El 15 de junio de 1952, el arqueólogo mexicano Alberto Ruz descubría en el interior del Templo de las Inscripciones de Palenque la cámara funeraria del Rey Pakal.

El templo, que está asentado sobre una pirámide escalonada de 16 metros de altura y que se encuentra en el Estado de Chiapas en México, contiene la cámara funeraria del Rey Pakal.

El Rey Pakal fue un rey maya que gobernó durante el Periodo Clásico, al ascender al trono con tan sólo 12 años.

La lapida tenía unas medidas de 3.80 metros de largo, 2.20 metros de ancho y un espesor de 25 centímetros, con un peso aproximado de 5 toneladas. 

Y en la losa se hallan unos grabados muy particulares que han dado pie a innumerables enfrentamientos entre investigadores y arqueólogos.

Estos enfrentamientos se deben a que los grabados de la losa representan a Pakal semiacostado y manejando lo que parece ser una especie de cohete moderno. 

Otras teorías afirman que únicamente representa a Pakal en un altar iniciando su viaje al inframundo, ya que al parecer, los mayas creían en los tres mundos.

EL NIVEL DE LOS CIELOS O MUNDO DE ARRIBA:

Es la parte superior de la lápida y se aprecia una criatura mitad serpiente y mitad pájaro sobre una cruz central. Esto representa el intermedio entre los cielos y la Tierra. Debajo de ella existen dos representaciones del Dios del Sol.


EL MUNDO DE LOS VIVOS:

En la parte central hay un árbol sagrado con una serpiente de dos cabezas, de cuyas bocas salen el Dios Llamarada y el Dios Bufón.




El Rey Pacal aparece sentado en su descenso hacia el inframundo.

EL INFRAMUNDO O MUNDO DE LOS MUERTOS:

Sobre lo que se sienta el Rey Pacal es nada más y nada menos que el Monstruo de la Tierra, con su sombrero presidido por cuatro pétalos. 

La nariz del monstruo es la de un mono araña, que junto al signo KIN de su cabeza componen una clara referencia al Dios del Sol. 

Todo ello encaja en las fauces de dos serpientes descarnadas que sostienen la figura del Rey Pacal y la del Monstruo de la Tierra en su descenso al Mundo de los Muertos.

Pero más allá de entrar en el debate de si lo que hay en las representaciones es un cohete o un simple altar me gustaría centrarme un poco en el propio Pakal, ya que un velo de misterios lo rodea aparte de su supuesta conducción de maquinaria moderna.

Para empezar hay que decir que los mayas tenían una visión de Pakal muy peculia, ya que lo veían como un Dios o Semi Dios, además, su templo funerario es el único templo conocido de esta parte de América, en el que se ha encontrado en su interior una cripta con restos mortales, pues los mayas jamás levantaron templos en calidad de monumentos funerarios.

Supuestamente, según teorías oficiales, Pakal falleció a los 80 años, después de 68 años de reinado. 

De ello cabría esperar haber encontrado unos restos óseos que encajasen con la descripción de un hombre anciano.

Por el contrario, los restos aparecidos en el sarcófago real tras el hallazgo del Dr. Alberto Ruz Lhuiller, corresponden anatómicamente a una persona de unos 40 ó 50 años de edad, además de tener una talla muy por encima de la media que alcanzan los Mayas, como han señalado distintos análisis llevados a cabo por diferentes antropólogos, resaltando todos ellos que, los restos del difunto Pacal, corresponden a un varón robusto y bien proporcionado. 

Desde luego nada que ver con un anciano Maya octogenario.

La antigüedad de la tumba también podría ser cuestionada, pues en el momento de su apertura la cripta se encontraba cubierta de estalactitas y estalagmitas. 

El proceso de formación de estos elementos geológicos es extremadamente lento, apenas unos pocos milímetros cada 1.000 años, por lo que cuesta imaginar su presencia en una cripta con una supuesta antigüedad de 1.300 años aproximadamente.

Además la altura que tenía Pakal no era natural de los mayas, ya que según los restos funerarios recogidos, tenía una altura de 1,70 metros y esto difiere totalmente con las características físicas del pueblo maya.




Los antiguos Mayas eran personas que medían alrededor de 1,50 metros, lo que hace pensar que no era Maya comparada con el hombre de Palenque. 


Otra prueba de la identidad no Maya de Pakal es que como símbolo de belleza los Mayas se incrustaban piedras preciosas en los dientes, y éste carecía de ellas.

 La cantidad y calidad de las joyas encontradas daban una idea de la elevada alcurnia de quien allí yacía, manos delgadas, dedos alargados cubiertos de anillos, y su cráneo no se encontraba deformado, práctica usual entre los Mayas.

Los Mayas enterrados en templos eran normalmente celebridades. 

No hay pruebas de la existencia de cacique, chamán o rey con tal descripción en ninguna inscripción de algún otro monumento Maya.

La única explicación para los servicios fúnebres de tal magnitud en este individuo es que él haya sido considerado como un dios o semidiós. 

En la autenticidad del conjunto concuerdan todos los arqueólogos americanos, recordando además que los análisis realizados con carbono 14 sobre los restos óseos encontrados dieron una antigüedad de 2.000 años.



Pakal poseía un avanzado conocimiento astronómico, conocía las órbitas de Marte, los movimientos de la Tierra y podía predecir los eclipses lunares.

Debido a todos estos conocimientos y sus atípicas características que se difieren completamente del pueblo maya, fuera considerado como un Dios o Semi Dios.

¿Es posible que hubiese hecho viajes interestelares o que proviniese de algún linaje de descendientes de las estrellas?

2 abril, 2018


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