jueves, 23 de agosto de 2018

Lazos amarillos, homilías por los presos... Reivindicaciones secesionistas en las iglesias catalanas

Los lazos y las reivindicaciones por los presos se cuelan en las iglesias catalanas

Barcelona
ANDRÉS NEF
Gerona

23 AGO. 2018 01:07

Iglesia de Sant Fruitós, en Pals EDDY KELELE

Símbolos independentistas, homilías, y hasta un muñeco del rey boca abajo asomando de un campanario se extienden por parroquias de Cataluña


«Pues tendrá que ir a misa a Palafrugell, que no está tan lejos». Con estas palabras replicó el párroco de Begur y Pals, Josep Taberner, a las quejas de un feligrés que tras una homilía le recriminó sus comentarios por la libertad de los políticos presos. Taberner, que forma parte del Comité de Defensa de la República (CDR) de Pals, asume con normalidad la promoción de la reivindicación independentista:





 «He escrito a Junqueras, a Bassa y a Forn», explicaba en una entrevista con Radio Capital. Aunque se ha visto cuestionado por llevar un lazo amarillo y por exhibir pancarta y lazos por la libertad en la fachada de la iglesia de Sant Fruitós, cree que su actitud está en la línea de lo que defiende el Obispado de Gerona, «rezar por los presos y por que se arregle la situación».

Tanto el Obispado de Gerona como el Consejo Episcopal dirigieron a sus diáconos una nota en noviembre, un día después de la orden de prisión de la Audiencia Nacional contra el ex president Oriol Junqueras y los ex consellers Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn, Meritxell Borràs, Dolors Bassa y Carles Mundó y dos días después de la huida de Carles Puigdemont y el resto del equipo de gobierno catalán. 

En ella hacían «un llamamiento a que se respeten los derechos fundamentales de personas e instituciones» y pedían rezar para pedir la paz «y por las personas que por sus convicciones están alejadas de sus casas».

El arzobispo de Urgell, Joan Enric-Vives, se pronunciaba de similar forma en aquellos días y lamentaba «los encarcelamientos preventivos» así como «toda aquella humillación de las personas o los pueblos», ya con el artículo 155 en vigor en Cataluña. 

Desde Solsona (Lérida), el obispo Xavier Novell iba más allá y reivindicaba la legitimidad del Govern entre rejas, y el abat de Montserrat lamentaba en redes sociales los encarcelamientos por obstruir el diálogo, mientras las misas en el monasterio reconocían, por encima de las convicciones políticas, la «pena y misericordia» que es normal sentir desde el cristianismo por las víctimas de las cargas policiales y por los «presos políticos».

Ya más recientemente, la Basílica de Santa Maria del Pi, en el corazón de Barcelona, reunía el junio pasado a distintas tradiciones religiosas en un acto apoyado por la Associació Catalana pels Drets Civils, que representa a familiares de presos y procesados, y con la presencia del president del Parlament, Roger Torrent. 

Por el catolicismo habló una representante católica, la monja benedictina Conxa Adell, que defendió la cita del libro de los proverbios «absolver al culpable y condenar al inocente: el Señor detesta ambas cosas» en la plegaria conjunta de apoyo a los presos.

Iglesia de Órrius, con un lazo amarillo. MARGA CRUZ

Aunque el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, no participó en aquel acto, también ha planteado públicamente su inquietud sobre la extensión de la prisión preventiva de Junqueras y el resto de líderes independentistas presos. 





Hace unos días, el campanario de la pequeña iglesia de Òrrius, en la provincia de Barcelona, amanecía con un muñeco que simulaba ser Felipe VI colgando boca abajo con una estelada y una pancarta, 

«En Òrrius no tenemos rey, somos una república». «El obispado ordenó que lo quitaran», decía ayer un vecino ante la iglesia, que luce aún lazos amarillos en las farolas de la fachada. «Lo han guardado, lo sacarán de nuevo en unos días», explicaba.

http://www.elmundo.es/cataluna/2018/08/23/5b7dbaef268e3e6d568b4586.html

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