jueves, 27 de diciembre de 2018

El FBI hizo una redada en la casa del hombre que reveló la existencia del Área 51

Estas y otras revelaciones salieron a la luz recientemente cuando Bob Lazar fue entrevistado para un documental sobre su vida. 

Bob Lazar encendió el frenesí alienígena hace 30 años cuando aseguró haber trabajado en naves de origen extraterrestre guardadas en el Área 51 con el objetivo de averiguar el secreto de cómo funcionaban. 

Esto lo habría hecho con el fin de protegerse a sí mismo al salir a la luz pública y evitar que fuera «suprimido» por saber lo que sabía.





Según declaró hace unas pocas semanas, al ser entrevistado por el dueño del canal de YouTube SecureTeam10 con motivo del lanzamiento del documental Bob Lazar: 

Area 51 & Flying Saucers. 



Sin embargo, esta vuelta al ruedo ufológico luego de décadas de silencio tras su declaración inicial, no le habría sido del todo cómoda, debido a que el mes pasado el FBI hizo una redada en su casa. 

«Un convoy de vehículos y agentes vinieron a mi casa y me dijeron que otros más vendrían para hacerme unas pocas preguntas. Aseguraron que estaban ahí en busca de unos papeles de hace un par de años acerca de un cliente que ordenó un material tóxico. Podrían haberme llamado, fue desmesurado lo que hicieron», explicó. 



Lazar cree que la agencia gubernamental está paranoica y lo visitó, de hecho, para secuestrar algo llamado Elemento 115, un químico que se dice es fundamental para darle energía a las naves extraterrestres en las que trabajó. 





En los 1990s, hubo numerosos rumores de que este científico logró sacar algo de este material del Área 51, sin embargo, esto jamás pudo ser probado. 

Nuevas revelaciones

De las recientes declaraciones de Lazar y el documental se desprenden ciertos puntos interesantes: 

Las naves alienígenas no viajan por el espacio interestelar o interplanetario, sino que doblan el espacio-tiempo para desplazarse de un punto a otro del universo. 

Las que estudió el gobierno de EE.UU. provenían del sistema estelar Zeta Reticuli.

Los dispositivos dentro de la nave no están conectados por cables u otra cosa visible.

Los componentes funcionan solo con estar uno cerca del otro. 

No existen ángulos rectos en ninguna parte, toda la estructura es redondeada.

Dentro de la otrora base secreta dónde trabajó, el apodo informal para los alienígenas era «niños». 

Se trata de entidades biológicas de baja estatura y sus órganos son completamente diferentes a los nuestros.

 El Elemento 115 —que aún no había sido descubierto en los 1990s— fue sintetizado hace poco y existe una combinación aún no probada para estabilizarlo.

 A pesar que pone a la hipótesis extraterrestre en primer lugar, Lazar no descarta que las naves alienígenas sean en realidad tripuladas por humanos del futuro que evolucionaron biológicamente y colonizaron otros lugares del universo, «como Zeta Reticuli». 

La tecnología de las naves alienígenas es sumamente avanzada, tanto que la ingeniería inversa fracasó en aquel entonces y no se pudo duplicar nada. Sin embargo, sí se pudo al menos especular sobre cómo funcionaban e inspirar el desarrollo de diferentes dispositivos.

No todas las naves estudiadas fueron recuperadas de incidentes ovni. Algunas, según Lazar, habrían sido encontradas en excavaciones arqueológicas. 

Lazar confirmó que intentaron matarlo cuando conducía por una carretera de Las Vegas, antes de que hiciera su famosa declaración en los 1990s. Posteriormente no lo mataron porque dijo algo tan increíble que pocos lo tomarían en serio, y convertirlo en mártir no ayudaría a mantener eso. 





El esfuerzo del gobierno se centró en destruir o perjudicar a todo aquel a su alrededor. A pesar que el principal argumento de los detractores es la falta de evidencia sobre el hecho que Bob Lazar trabajó como científico para el gobierno de EE. UU., en el documental se prueba que tal evidencia sí existe. 

Fuente: Express.

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