EL PAPA podría renunciar en 2020, en lo que sería la pieza final de una profecía de 900 años que marca el fin del mundo, según una fuente cercana al líder del Vaticano.
El hombre de 83 años se convirtió en jefe de la Iglesia Católica en 2013, luego de la renuncia del
Papa Benedicto XVI, una medida controvertida y la primera de su tipo en más de 500 años.
Sin embargo, una fuente cercana al Papa afirmó en 2013 que solo serviría durante siete años más, afirmando que seguiría los pasos de su predecesor como renuncia en 2020, pisando el camino para que se cumpliera una antigua profecía.
El periodista Austen Ivereigh es el ex Director de Asuntos Públicos del anterior Arzobispo de Westminster, el cardenal Cormac Murphy-O'Connor y trabaja en estrecha colaboración con el Vaticano.
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Él dijo en 2013: "No creo que haya habido alguna duda de que renunciará en 2020.
“Dejó en claro desde el principio que consideraba el acto del Papa Benedicto XVI (XVI) como un acto profético de gran modestia y que no tendría absolutamente ningún problema en hacer lo mismo.
“Lo interesante fue que dijo a la televisión mexicana en 2014 que creía que tendría un papado corto de unos cinco años.
"Ahora. dado que fue elegido en marzo de 2013, luego en 2017, habría considerado renunciar si la naturaleza no hubiera intervenido.
"Pero, lo que escucho ahora de personas cercanas a él es que necesitará siete años para lograr su plan quinquenal y eso, por supuesto, significaría quedarse hasta 2020".
La revelación sin duda pondrá a algunos cristianos al borde de sus asientos, ya que aparentemente podría cumplir una profecía de 900 años hecha por el arzobispo Saint Malachy del siglo XII.
En el año de 1139, Malachy fue a Roma desde Irlanda para dar cuenta de sus asuntos, cuando, según los informes, recibió una extraña visión sobre el futuro, incluidos los nombres de 112 futuros Papas.
Su predicción sobre el papa número 111, el Papa Benedicto XVI, fue "Gloria Olivae", que significa "la gloria del Olivo".
La Orden de San Benito también se conoce como los Olivetanos, que muchos afirman que hace correctas las profecías de Malachy.
Sin embargo, su predicción para el papa 112 y actual, Francisco, es mucho más escalofriante.
Dice: "En la persecución final de la Santa Iglesia Romana reinará Pedro el Romano, quien alimentará a su rebaño en medio de muchas tribulaciones, después de lo cual la ciudad de siete colinas será destruida y el terrible Juez juzgará a la gente. El Fin . "
El padre del papa actual era Pietro, o Peter, y era de Italia a pesar de que la familia se mudó a Argentina.
Sin embargo, el Sr. Ivereigh dijo que el Papa no se preocupa por la duración de su mandato.
Agregó: “Él sabe que está en manos de Dios y que nada de esto es predecible.
“Puedes verlo de dos maneras, quiero decir políticamente, podrías decir que es bastante inteligente porque también está señalando a las personas que quieren ver un cambio en la iglesia, que no hay mucho tiempo.
“Algunos de sus oponentes están esperando que él se vaya y se sentirán alentados por esto.
"A la edad de 79 años, estamos hablando de que dejó los ochenta años, en el año 2020, francamente, no hay muchos hombres, francamente, que sean capaces física, y mucho menos mentalmente, de dirigir una institución masiva ".
Sin embargo, la profecía ha sido objeto de críticas a lo largo de los años.
Fue publicada por primera vez por el monje benedictino Arnold de Wyon en 1595, atribuyendo los reclamos a Malachy, pero dada la descripción muy precisa de los papas hasta alrededor de 1590 y la falta de precisión para los papas que siguen, los historiadores generalmente concluyen que la supuesta profecía es una Fabricación escrita poco antes de la publicación.
Una teoría para explicar la creación de la profecía presentada por el sacerdote francés del siglo XVII Louis Moreri, es que fue difundida por el cardenal Girolamo Simoncelli en apoyo de su propio intento de convertirse en Papa durante el cónclave de 1590 para reemplazar a Urban VII.
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En la profecía, al papa que sigue a Urbano VII se le da la descripción "Ex antiquate Urbis" o "de la ciudad vieja", y Simoncelli era de Orvieto, que en latín es Urbevetanum, ciudad vieja.
Moreri y otros propusieron que la profecía se creó en un intento fallido de demostrar que Simoncelli estaba destinado a ser Papa.
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