martes, 3 de marzo de 2020

El Mito de la Diada: La Guerra de Sucesión Española y el 11 de Septiembre de 1714


El 11 de septiembre del año 1714 Barcelona fue tomada por tropas borbónicas al mando del Duque de Berwick. Hecho que supuso el capítulo final de la Guerra de Sucesión Española, entre los partidarios de la Casa de los Hasbsburgo y los defensores de la Casa de los Borbones. Hoy, desde estas líneas, vamos a recordar, paso a paso lo sucedido entonces. Viajemos, pues, unos cuantos siglos atrás…

El 1 de noviembre de 1700 falleció, sin dejar descendencia, el Rey de España Carlos II, “el Hechizado”, último monarca español de los Habsburgo o Casa de Austria





Carlos II, pese a ser él mismo un Habsburgo, murió convencido de que para asegurar la continuidad del Imperio debía ceder la corona de España al nieto del todopoderoso Rey de Francia Luis XIV, el Duque Felipe de Anjou, de la Casa de los Borbones, y así lo hizo constar en su testamento. 

Testamento que, inicialmente, fue respetado por las cancillerías europeas pero que rápidamente fue rechazado por el Imperio Austriaco al que se unió la Corona Británica, iniciándose la Guerra de Sucesión española.

Una guerra que será considerada europea e internacional puesto que, finalmente, además de Austria e Inglaterra, también Holanda, Saboya, Portugal y Prusia se aliaron contra los Borbones apoyando al Archiduque Carlos de Austria, sobrino segundo de Carlos II. La Guerra de Sucesión fue un gran conflicto internacional que terminó provocando una verdadera guerra civil en territorio español.

Felipe V, Rey de España

Retrato de Felipe de Anjou, primer Rey Borbón de España, Nápoles, Sicilia y Cerdeña, Duque de Milán y soberano de los Países Bajos. Obra de Miguel Jacinto, 1722. (Wikimedia Commons)

Con sólo diecisiete años, Felipe de Anjou puso rumbo hacia España donde le esperaba el apoyo de gran parte de la nobleza castellana, de la Compañía de Jesús y de comarcas pertenecientes al antiguo Reino de Aragón como Castellón, Alicante, el Valle de Arán, el interior de las provincias de Barcelona y Valencia, Calatayud o Tarazona

Fue coronado como Rey Felipe V en Toledo y proclamado como tal, por las Cortes de Castilla, el 8 de mayo de 1701. El 17 de septiembre juró los Fueros del Reino de Aragón en medio del entusiasmo popular y luego se dirigió hacia Cataluña.

En Lérida juró los Fueros de Cataluña y la aristocracia catalana lo recibió con gran agasajo. 

En Barcelona se puso en contacto con las instituciones forales catalanas y el 4 de octubre de 1701 juró las Constituciones catalanas, viéndose obligado a hacer importantes concesiones, con el reconocimiento popular. Tras encontrarse con su esposa María Gabriela de Saboya en la ciudad de Figueras, instalaron su corte en Barcelona durante el invierno de 1701. Pero la paz iba a ser breve: Leopoldo de Austria,

 Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, se hallaba intrigando contra la alianza franco-española.

El Inicio de la Contienda

El 7 de septiembre de 1701, Inglaterra, el Sacro Imperio Romano Germánico y las Provincias Unidas de los Países Bajos se alían para hacer frente a la coalición franco-española firmando el Tratado de La Haya. En la primavera de 1702 se inició la Guerra de Sucesión simultáneamente en dos frentes: Flandes e Italia. Felipe V se puso del lado de su abuelo, Luis XIV, rey de Francia, y la Alianza de la Haya decidió atacar simultáneamente a franceses y españoles.


La batalla de Chiari, que tuvo lugar el 1 de septiembre de 1701, fue una de las primeras batallas de la Guerra de Sucesión. Obra de Jan van Huchtenburg. (Wikimedia Commons)


En los primeros años del conflicto, los ejércitos franceses sufrieron grandes derrotas mientras Inglaterra y Holanda atacaban determinadas plazas españolas en Flandes y Austria invadía el Milanesado español. Entonces Felipe V, que seguía todavía en Barcelona, partió para Italia para ponerse al mando de las tropas del ejército franco-español.

Tras sufrir varias heridas, Felipe V consiguió dos importantes victorias en la región del Po. Pero mientras su esposa María Gabriela, convertida en reina regente, era recibida de forma apoteósica en Madrid, una escuadra anglo-holandesa compuesta por 50 navíos y 14.000 hombres, desembarcó en Cádiz, en julio de 1702, donde se les unió el conspirador Jorge de Darmstad, anterior Virrey de Cataluña. Según las crónicas del Marqués de Lozoya:


“se apoderaron del Puerto de Santa María y entregaron a la ciudad al saqueo más brutal. Los protestantes antepusieron a todo su odio contra la Iglesia católica, devastando los templos, profanando imágenes y objetos sagrados y entregando las monjas a la soldadesca”.

Pese a todo, Cádiz resistió, obligando al enemigo a abandonar el asedio. 

El Archiduque Carlos, Nuevo Rey de España

Retrato del Archiduque Carlos de Austria del año 1707, realizado en plena Guerra de Sucesión Española, obra del artista Francesco Solimena. Museo de Capodimonte. (Wikimedia Commons)

En 1703 el Archiduque Carlos de Austria fue proclamado rey de España en Viena con el nombre de Carlos III, lo que supuso la existencia de dos reyes enfrentados por el mismo trono y un gran aliciente para los partidarios de los Habsburgo.

El 6 de marzo de 1704, el ya Rey Carlos se presentó en Lisboa al mando de 8.000 soldados ingleses y 4.000 holandeses, y tras reclutar a numerosos portugueses, entró en España. Pero el Duque de Berwick, al frente de las tropas hispano-francesas, los rechazó.

El 27 de mayo de 1704, el Almirante inglés Rooke con 45 barcos ingleses y 16 holandeses fondeó en aguas barcelonesas. Junto a él, el traidor y antiguo Virrey, Darmstadt. Unos 1.600 marineros desembarcaron en la zona del Besós

El 1 de junio, como no se producía el esperado levantamiento popular en Barcelona, la flota puso rumbo a Gibraltar, donde desembarcaron y ocuparon la plaza. A día de hoy Gibraltar sigue bajo dominio británico.


El Estrecho de Gibraltar y sus alrededores con sus defensas tal y como estaban emplazadas en 1704, por Louis Boudan. Biblioteca Nacional de Francia (Wikimedia Commons)





El 22 de agosto de 1705 regresó a Barcelona la flota anglo-holandesa al mando del inglés Conde de Peterborough, con 58 navíos, 30 fragatas y 21.000 soldados. Tomaron la ciudad con la ayuda de 1.500 migueletes de Vich pero la población seguía indiferente. 

Meses después, Barcelona acabará adhiriéndose a la causa del Archiduque Carlos y, posteriormente, lo hará la ciudad de Valencia. El 27 de junio de 1706 Carlos entra en Madrid y dos días después jura como Rey de España en Aragón. Pero Felipe V y su ejército reaccionan y toman la iniciativa, obligando al archiduque a abandonar Madrid, y derrotándole en las batallas de Almansa, Brihuega y Villaviciosa.

En 1711 murió sin sucesión el Emperador de Austria José I, recayendo la corona en su hermano el Archiduque Carlos: al momento, Inglaterra deja de apoyarle, temerosa de que acumule demasiado poder en caso de ganar la guerra por el trono español. De este modo, los Borbones consiguen una ventaja que al final resultaría decisiva.

La Paz de Utrecht

El 29 de enero de 1712 se inició el Tratado de Utrecht, firmándose en 1713 la paz con Inglaterra, Holanda y Saboya. A cambio, Inglaterra obtuvo Terranova, Acadia, los territorios de la bahía de Hudson, Gibraltar y Menorca. 

Austria recibió los Países Bajos, Cerdeña, Nápoles y el Milanesado; mientras que Sicilia se cedió al Duque de Saboya. Holanda recibió ventajas comerciales y Prusia. Felipe V quedaría reconocido como único rey de España y sus colonias ultramarinas, después de renunciar a sus derechos a la corona francesa.


Mapa político de Europa tras la firma del Tratado de Utrecht. (Wikimedia Commons)

En marzo de 1714, con el Tratado de Rastadt se firma la paz entre Francia y Austria, renunciando Francia a los territorios de Bélgica, Luxemburgo e Italia. Pero la guerra continuaba en España.

Las autoridades barcelonesas eran aún partidarias del archiduque Carlos y entre esas autoridades antiborbónicas se contaban Rafel Casanova i Comes, alcalde de la ciudad y la autoridad militar, comandada por el general Antonio de Villarroel, que había combatido por Felipe V hasta 1710.

En la toma de Barcelona al igual que sucedió en el resto de España, lucharon por el bando austracista gallegos, castellanos, valencianos, aragoneses, andaluces, catalanes y muchos extranjeros. Lo mismo ocurrió en el bando borbónico, como es habitual en cualquier guerra civil. 

De hecho, antes del asedio final que duró 14 meses, Barcelona ya había sufrido tres sitios y feroces bombardeos por parte de tropas y navíos austracistas, puesto que había sido plaza borbónica hasta 1705. El definitivo y último bombardeo de Barcelona por parte de las tropas borbónicas comenzó en abril de 1714: un mes después de la firma del Tratado de Utrecht.

Miliciano de la Coronela de Barcelona, perteneciente a la compañía de los Plateros. Gaspar Ferrán, 1707. Biblioteca de Cataluña (Wikimedia Commons)

El 11 de Septiembre de 1714

Pasada la media noche del 10 de septiembre, siete columnas con 20.000 soldados borbónicos preparan el asalto final a Barcelona, comandadas por el Duque de Berwick. La intensidad de las lluvias hace que las bombas defensivas no estallen, facilitando su entrada. 

A las 4:30 de la madrugada del 11 de septiembre se desencadena el asalto final.

Dos horas después, se presenta en la muralla Rafael Casanova, alcalde de Barcelona partidario de la defensa a ultranza de la ciudad, enarbolando la bandera de Santa Eulalia

Esa tarde los generales austracistas con Villarroel al frente aconsejan negociar, capitular y evitar una carnicería. Al caer la noche, algunos consejeros de la Generalidad enarbolan la bandera blanca.

En la mañana del 13 de septiembre dos diputados de la Generalidad se presentan al mariscal borbónico, quien no reconoce la institución.


Grabado del sitio de Barcelona (1714) en el que se puede observar el bombardeo de Barcelona, sitiada por el Duque de Berwick. A la izquierda, el sistema de trincheras paralelas donde se instaló el tren de artillería francés que batió la muralla de Levante hasta abrir siete brechas. 

A la derecha, batería de morteros instalada en el convento de capuchinos del monte Calvario. Al fondo, la armada francesa del almirante Ducasse bloqueando la bocana del puerto de Barcelona. Autor desconocido. Instituto de Historia y Cultura Militar, Madrid. (Wikimedia Commons)

El 15 de septiembre Berwick instituye por decreto la Real junta Superior de Justicia y Gobierno a cuyo frente pone a José Patiño. Patiño destituye el 16 de septiembre a diputados y consejeros y demás miembros de la Junta de Brazos. En la Casa de la Ciudad queda extinguido el Consejo de Ciento y en el Palacio de la Diputación el general lee el decreto de disolución firmado por el duque de Berwick.

Rafael Casanova i Comes, herido en la batalla final, fue exonerado de sus cargos políticos y militares y volvió a ejercer la abogacía hasta poco antes de su muerte a los 84 años. Mantuvo contacto con varios de los que habían sido dirigentes de la ciudad durante el sitio, así como con los exiliados en el imperio austríaco.

Antonio Villarroel fue encarcelado en el Castillo de Alicante y, tradicionalmente, se creía que había sido liberado a raíz de la Paz de Viena y habría vivido de la pensión vitalicia que le habría concedido el Archiduque Carlos, ya Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, viviendo en tierras castellanas hasta su muerte en 1742. 

Sin embargo, los historiadores Antoni Muñoz y Josep Catà defienden que fue trasladado a La Coruña un mes más tarde de su llegada a Alicante. Allí habría sido encarcelado en condiciones durísimas muriendo en 1726.


Felipe V de España condecorando con el Toisón de Oro a James Fitz-James, Duque de Berwick, de Liria y Jérica, después de la Batalla de Almansa. Cuadro de Ingres, 1818. Palacio de Liria, Madrid. (Wikimedia Commons)

El 11 de Septiembre de 1714, los partidarios de la causa austracista perdieron su última batalla en la Guerra de Sucesión Española, en la que combatieron por aquél al que consideraban su rey: el que hubiera sido Carlos III de España y VI de Alemania. A consecuencia de su derrota definitiva, Felipe V de Borbón se convirtió en el único e indiscutible rey de España.





Imagen de portada: Asalto final de las tropas borbónicas sobre Barcelona el 11 de Septiembre de 1714. (Wikimedia Commons)

Autor: Mariló T. A

Fuentes:



La verdadera historia de Cataluña y la Diada. http://www.camineo.info/news/193/ARTICLE/11002/2010-09-10.html

La caída de Barcelona y la abolición de la Generalitat. http://scgenealogia.org/catalunya/historia/ecai.htm


GARCÍA CÁRCEL, R. (2003): Felipe V y los españoles. Barcelona: Plaza & Janés.

LAÍNZ, J. (2006): La nación falsificada. Madrid: Encuentro.

11 SEPTIEMBRE, 2015 - 15:56 GREEN FAIRY

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