viernes, 21 de junio de 2013

Un Mundo Paralelo oculto dentro de la Tierra

Parece que los científicos encuentran más y más evidencias que demuestran la existencia de mundos paralelos. Físicos de la Universidad de Stanford lograron calcular el número hipotético de universos que se formaron como resultado del Big Bang.

Según ellos, el Big Bang creó 101016 universos. Es muy posible, sin embargo, que puedan existir unos dentro de otros, incluyendo nuestro planeta.

Por lo tanto, es probable que haya otra tierra oculta en el interior del planeta Tierra. 

La teoría de la Tierra hueca se remonta a periodos antiguos de la historia de la civilización humana. Los antiguos sabios creían que había un mundo subterráneo entero con sus criaturas subterráneas viviendo en el interior del planeta.

Puede parecerle a muchos que es sólo una percepción primitiva e ingenua de la estructura del mundo. 

En la antigua Grecia, había un mito sobre Tartar - el mundo subterráneo de mal agüero. El filósofo Anaxágoras (5º siglo dC) construyó un modelo de creación compuesto por la tierra plana rodeada por la esfera de aire y la nube de éter.

Él escribió acerca de la existencia del mundo paralelo con su gente, ciudades e incluso cuerpos celestes. Si el planeta Tierra es el centro del universo, ¿dónde vive esta gente? 

¿Viven en el suelo? 

La hipótesis sobre la existencia de espacio vacío en el interior del planeta Tierra apareció más tarde también. La tesis fue defendida por Galileo, Franklin y Lichtenberg, entre otros. 

En 1818, John Cleves Symmes colmó el Congreso de EE.UU., las universidades y a destacados científicos con mensajes, en los que él estaba tratando de probar que la Tierra estaba hecha de varias esferas concéntricas con aberturas en los polos. 

El académico soviético V. Obruchev propuso una hipótesis acerca de un meteorito gigante que chocó contra la Tierra en tiempos primitivos. Según él, el meteorito pudo haber roto la corteza del planeta y creó el vacío interior. 

El investigador Cyrys Teed de EE.UU., dijo que la superficie de la Tierra podría ser la capa interior de una esfera. La teoría se conoce como la hipótesis de la "concave hollow Earth" (Tierra concaba hueca). Según esta teoría, todos vivimos en la capa interna de la Tierra. 

Vamos a asumir que el mundo subterráneo existe y que hay alguien viviendo allí en ese mundo. ¿A qué se pueden parecer esas criaturas? ¿Pueden ser los monstruos misteriosos, los existentes o no existentes los cuales han sido desconcertantes para la humanidad durante siglos? (Traducido al inglés de yoki.ru). 

En este corto de la NASA se puede ver muy claramente la abertura de la tierra hueca así como las corrientes de aurora australiana desde el interior para iluminar la ionosfera exterior. 



La India Imperial de los Gupta

PARTE I

Con el cambio de era, el subcontinente indio estaba fragmentado en diversosreinos y pequeños estados que habían ido formándose tras el derrumbe delImperio Maurya. Uno de ellos, sentaría las bases políticas, culturales y nacionales de la India moderna. 

Tal fue su esplendor, que incluso fue comparado con la civilización grecorromana en el campo del arte y la literatura. Estamos hablando delos Gupta.

A principios del siglo II a. C., se produce el derrumbe del primer Imperio que tuvo la antigua India, el llamado Maurya, dando lugar a una pléyade de pequeños reinos que, durante casi quinientos años, darían un aspecto multicultural y desunificado a la India. Paralelamente en Occidente comenzaba el proceso dedecadencia del Imperio romano.

No sería hasta finales del siglo III de nuestra era, cuando en el norte del subcontinente hindú, una dinastía poco importante hasta entonces, quizás de origennepalí, cuyo fundador se llamaba Gupta, extendería sus dominios más allá del territorio de Magadha, su lugar de origen. 

La dinastía Gupta se inició poco después del año 300 y rápidamente se expandió hasta llegar abarcar la mayor parte del subcontinente indio. En el año 450 el Imperio Gupta era una superpotencia regional comparable a Irán o Bizancio en el Imperio romano de Oriente.

EL PRIMER EMPERADOR GUPTA

El ascenso de esta dinastía es poco claro, pero en menos de medio siglo, se convertiría en el referente político y cultural de toda India. 

Con el propósito de restaurar el antiguo esplendor de los mauryas, en el año 320, ChandraGupta, nieto de Gupta, fue coronado con el título de emperador o gran rey de reyes.

SAMUDRA GUPTA: LA EXPANSIÓN DEL IMPERIO

Pero el primer gran gobernante de la dinastía, -quien establece la capital enPataliputra, la misma de los mauryas- fue Samudra Gupta. Su reinado se caracteriza por la expansión territorial, documentada gracias a una inscripción encontrada en la llamada columna de Asoka situada en Allahabad.


Primeramente hizo frente a una serie de pequeños reinos, nueve en total, a lo largo del valle del río Ganges, eliminándolos o reduciéndolos a vasallos. Después, sometió a sus enemigos más peligrosos, los Vakátakas, que habían intentando también fundar un Imperio a imitación de los mauryas. 

Después se dirigió hacia el sur, yendo hacia el este de la India central derrotando a Mahendra de Gran Kosala, para finalmente bajar por la costa oriental hasta alcanzar Krishná capital de los pallavas,venciendo a su rey. La inscripción citada incide que muchos reyes del sur de la India se declararon vasallos y le pagaron cuantiosas sumas de dinero en tributos.

Aunque no logró conseguir la unificación territorial de la India en un sistema único imperial, tras todas estas campañas, el emperador celebró su triunfo. Siguiendo con la tradición de los emperadores indios y según la iconografía de sus monedas, sacrificó a un caballo .

En el anverso aparece el caballo sin riendas, ya que ha de moverse durante un año, según su propia voluntad, antes de ser sacrificado, mientras que en el reverso aparece la imagen de su esposa Dattadevi. He aquí un ejemplo de un Dinar perteneciente a época de Samudra Gupta referente al sacrificio del caballo tras su éxito en las campañas militares.

Tras la muerte de Samudra Gupta, hubo un pequeño periodo de crisis en el cual parece que los Kushanas, situados al oeste de la India y que tenían relaciones con el Imperio Persa Sasánida, intentaron recuperar su posición preponderante que habían tenido siglos atrás, pero fue en vano.

LOS “SIGLOS DE ORO” DE LA INDIA

El ESPLENDOR GUPTA

Cronológicamente el esplendor del Imperio Gupta coincide con los momentos de crisis del Imperio romano de Occidente. Quizás por ello algunos historiadores han visto la edad Gupta como a una de las civilizaciones clásicas, comparable a la romana de Oriente en el esplendor deBizancio, sobre todo durante el reinado deChandraGupta II (375-413) hijo y sucesor de Samudra Gupta. Fue uno de los más poderosos emperadores de la dinastía Gupta con el seudónimo de Vikramaditya ”sol de la proeza”. Bajo su reinado, la dinastía Gupta alcanzaría el período sin duda más esplendoroso de India, en lo político y social con un extraordinario desarrollo de las artes, las letras y las ciencias, dando lugar a una auténtica Edad de Oro.

Políticamente Chandra Gupta I llevó a cabo campañas militares contra los sakas, también llamados sátrapas occidentales, anexionándose prácticamente todo el noroeste de la India, restableciendo el comercio occidental hasta el mar Mediterráneo y convirtiendo la capital de los sátrapas,Ujjaini, en la ciudad más importante después de Pataliputra.

Por otra parte, mantuvo buenas relaciones con los reinos del Decán, situados al sur del Imperio. Su matrimonio político con la hija del rey de los Vakátakas selló también el vasallaje definitivo de éstos hacia el nuevo imperio. 

Chandragupta I y su esposa representados en una moneda de su hijo Samudragupta, 350-380.

Culturalmente, el patrocinio del emperador hacia las artes y la literatura fue legendario viviendo su mayor momento de esplendor como veremos en la PARTE III.

En el 415, accede al trono Kumara Gupta I, (a cuyo reinado correponde la moneda de la imagen de arriba), quien conservaría intacto el Imperio de su padre. A pesar de que no tengamos noticias fehacientes de que realizara campañas militares, si tenemos constancia de que, como su progenitor, también realizó el sacrificio del caballo.

Pero las incursiones de los hunos blancos o heftalitas, que anteriormente ya habían ocupado la región de Bactria, en las fronteras occidentales del Imperio, alteraron la estabilidad política en los últimos años de su reinado.

Y LLEGARON LOS HUNOS…

Estos heftalitas que formaban parte de la gran migración huna que procedente de las estepas de Asia Central se habia dirgido a las fronteras del Imperio Romano de Oriente, eran en realidad primos hermanos de aquellos. 

Es decir que formaban parte de la misma oleada de hunos contra la que murió combatiendo el emperadorKumara Gupta I. 

Sería su hijo Skandagupta en su sed de venganza quien los derrotó y consiguió alcanzar la paz durante un tiempo, pero su temprana muerte fue un golpe para el Imperio que poco a poco empezó a disgregarse.

LA DESMENBRACIÓN DEL IMPERIO

En el año 484 una nueva incursión de los hunos derrotó a los persas sasánidas y conquistaron parte del norte de la India. Los Gupta, debilitados por los esfuerzos militares que deterioraron la administración, devaluaron la moneda y perjudicaron el comercio exterior poco a poco fueron cediendo territorios.

acia el año 500, el emperador Budhagupta solo conservaba la mitad del Imperio ya que no sólo los hunos ocupaban el norte sino que los reinos del sur dejaron de pagar tributos y los vasallos del Imperio se declararon independientes. Sólo la zona deMagadha y Bengala permanecía bajo dominio gupta.

La influencia de los hunos, que no llegaron a asimilar las costumbres de la cultura hindú, acabó en el 527 cuando el rey de Malwa, Yasodharman, los derrotó definitivamente expulsándolos de la India.

La India, de nuevo, como antes del advenimiento de los Gupta, se convertiría en un mosaico de pequeños reinos y estados que lucharían por la supremacía en el subcontinente.

La historia volvería a repetirse.
Texto de Marcos Uyá. Más allá de las fronteras
Fuente: Arquehistoria

Droga, petróleo y guerra


Peter Dale Scott prosigue su análisis sobre el sistema estadounidense de dominación. En una conferencia organizada en Moscú, este ex diplomático canadiense resumió el resultado de sus investigaciones sobre el financiamiento de ese sistema con fondos provenientes del tráfico de droga y del comercio de hidrocarburos. Son cosas que ya se saben, pero que siguen siendo difíciles de admitir.

El siguiente discurso lo pronuncié en una conferencia sobre la OTAN que se organizó en Moscú el año pasado. Fui el único orador estadounidense en aquel encuentro. Me habían invitado a raíz de la publicación en lengua rusa de mi libro La Route vers le nouveau désordre mondial [En español “El camino hacia el nuevo desorden mundial”] y por mi último libro, La Machine de guerre américaine [En español, “La máquina de guerra de Estados Unidos”] [1]. Como ex diplomático preocupado por la paz, yo estaba feliz de participar. Me parece, en efecto, que el diálogo entre los intelectuales estadounidenses y rusos es hoy menos serio de lo que fue en pleno paroxismo de la guerra fría, aunque es evidente que no ha desaparecido el peligro de una guerra que implique a las dos principales potencias nucleares.

En respuesta al problema de las crisis interconectadas, como la producción de droga en Afganistán y el yihadismo salafista financiado por el tráfico de droga, mi discurso exhortaba a los rusos a cooperar en un marco multilateral con los estadounidenses que compartiesen esa voluntad –a pesar de las actividades agresivas de la CIA, de la OTAN y del SOCOM (Siglas del US Special Operations Command) en Asia central, posición que no coincidía con la de los demás oradores.

A partir de aquella conferencia comencé a reflexionar profundamente sobre el nivel de degradación de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos y sobre mis esperanzas ligeramente utópicas de restaurarlas. A pesar de los diferentes puntos de vista de los conferencistas, estos tenían tendencia a compartir una gran inquietud sobre las intenciones estadounidenses hacia Rusia y [hacia] los Estados de la antigua URSS. Aquella ansiedad común se basaba en lo que sabían sobre acciones anteriores de Estados Unidos y sus compromisos no respetados. En efecto, contrariamente a la mayoría de los ciudadanos estadounidenses, ellos estaban bien informados sobre esos temas.

La garantía de que la OTAN no se aprovecharía de la distención para extenderse por Europa del Este es un importante ejemplo de promesa no respetada. Evidentemente, Polonia y otros ex miembros del Pacto de Varsovia hoy forman parte de la alianza atlántica, al igual que las ex repúblicas socialistas soviéticas del Báltico. Por otra parte, todavía están en pie proposiciones tendientes a la entrada de Ucrania en la OTAN ya que ese país es el verdadero corazón de la antigua Unión Soviética. Ese movimiento de expansión hacia el este estuvo acompañado de actividades y de operaciones conjuntas de las tropas de la OTAN con las fuerzas armadas y los cuerpos de seguridad de Uzbekistán –algunos organizados incluso por la OTAN. (Ambas iniciativas comenzaron en 1997, bajo la administración Clinton.)

Podemos seguir citando más compromisos rotos, como la conversión no autorizada de una fuerza de la ONU en Afganistán (aprobada por Rusia en 2001) en una coalición militar dirigida por la OTAN. Dos conferencistas criticaron la determinación de Estados Unidos en instalar en Europa del este un escudo antimisiles contra Irán, rechazando las sugerencias rusas de que lo desplieguen en Asia. Según ellos, esa intransigencia constituía «una amenaza para la paz mundial».

Los conferencistas percibían aquellas medidas como extensiones agresivas del movimiento que, desde Washington, tenía como objetivo la destrucción de la URSS en tiempos de Reagan. Algunos de los oradores con los que pude conversar consideraban que, durante los dos decenios posteriores a la Segunda Guerra Mundial, Rusia se había visto bajo la amenaza de planes operacionales de Estados Unidos y la OTAN destinados a desatar un primer golpe nuclear contra la URSS. Aquellos planes hubiesen podido ejecutarse antes de que se alcanzara la paridad nuclear, pero es evidente que nunca llegaron a aplicarse. A pesar de todo, mis interlocutores estaban convencidos de que los halcones que habían trazado aquellos planes nunca renunciaron su deseo de humillar a Rusia y de reducirla al rango de potencia de tercera categoría, inquietud que yo no puedo refutar. En efecto, mi último libro, La Machine de guerre américaine, también describe continuas presiones tendientes a establecer y mantener la supremacía de Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial.

Los discursos pronunciados en aquella conferencia no se limitaban en todo caso a criticar las políticas de Estados Unidos y de la alianza atlántica. Los oradores se oponían con cierta amargura al apoyo que Vladimir Putin había expresado el 11 de abril de 2012 a la campaña militar de la OTAN en Afganistán. Estaban particularmente indignados por el hecho que Putin había aprobado la instalación de una base de la alianza atlántica en Ulianovsk, a 900 kilómetros de Moscú. Aunque aquella base se le “vendió” a la opinión pública rusa como una forma de facilitar la retirada estadounidense de Afganistán, uno de los conferencistas nos aseguró que en los documentos de la OTAN el puesto de avanzada de Ulianovsk se presentaba como una base militar. Para terminar, los conferencistas se mostraban hostiles a las sanciones de la ONU contra Irán, inspiradas por Estados Unidos. Consideraban a Irán como un aliado natural contra los intentos estadounidenses de concretar el proyecto de dominación global de Washington.

Exceptuando el siguiente discurso, me mantuve silencioso durante la mayor parte de aquella conferencia. Pero mi mente, e incluso mi conciencia, me la recuerdan cuando pienso en las recientes revelaciones sobre Donald Rumsfeld y Dick Cheney.

Inmediatamente después del 11 de septiembre [de 2001], Rumsfeld y Cheney comenzaron a implementar un proyecto tendiente al derrocamiento de numerosos gobiernos amigos de Rusia, como Irak, Libia, Siria e Irán [2] (Diez años antes, en el Pentágono, el neoconservador Paul Wolfowitz le había dicho al general Wesley Clark que Estados Unidos tenía la oportunidad de deshacerse de aquellos clientes de Rusia, durante el periodo de reestructuración de este último país provocado por el derrumbe de la URSS [3].), proyecto que no ha finalizado aún en los casos de Siria e Irán.

Lo que hemos podido observar bajo Obama se parece mucho a la aplicación de ese plan. Pero hay que reconocer que en Libia, y actualmente en Siria, Obama se mostró más reticente que su predecesor en cuanto al envío de soldados al campo de batalla. (A pesar de ello se ha reportado que, bajo su presidencia, una pequeña cantidad de fuerzas especiales estadounidenses operó en ambos países, para alentar la lucha contra Kadhafi y posteriormente contra Assad.)

Más particularmente, me preocupa la ausencia de reacción de la ciudadanía estadounidense ante el militarismo agresivo de su país. Ese belicismo permanente, que yo llamaría «dominacionismo», está previsto a largo plazo en los planes del Pentágono y de la CIA [4]. Indudablemente, muchos estadounidenses pudieran pensar que una Pax Americana global garantizaría una era de paz, como la Pax Romana lo hizo dos milenios antes. Yo estoy convencido de lo contrario. Al igual que la Pax Britannica del siglo XIX, ese dominacionismo conducirá inevitablemente a un conflicto de gran envergadura, potencialmente a una guerra nuclear. En realidad, la clave de la Pax Romana residía en el hecho que Roma, bajo el reinado de Adriano, se había retirado de Mesopotamia. Además, había aceptado estrictas limitaciones de su propio poder en las regiones donde ejercía su hegemonía. Gran Bretaña mostró una sabiduría comparable, pero lo hizo demasiado tarde. Hasta ahora, Estados Unidos nunca se ha mostrado tan razonable.

En Estados Unidos, muy poca gente parece interesarse en el proyecto de dominación global de Washington, al menos desde el fracaso de las grandes manifestaciones que trataron de impedir la guerra contra Irak. Hemos podido comprobar la abundancia de estudios críticos sobre las razones de la intervención militar de Estados Unidos en Vietnam e incluso sobre la implicación estadounidense en atrocidades como la masacre de 1965 en Indonesia. Autores como Noan Chomsky y William Blum [5] han analizado los actos criminales de Estados Unidos posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Pero han estudiado poco la reciente aceleración del expansionismo militar estadounidense. Sólo unos pocos autores, como Chalmers Johnson y Andrew Bacevich, han analizado el progresivo fortalecimiento de la máquina de guerra de Estados Unidos que hoy domina los procesos políticos en Estados Unidos.

Es además sorprendente ver que el joven movimiento Occupyhablara tan poco sobre las guerras estadounidenses de agresión. Dudo incluso que haya llegado a denunciar la militarización de la vigilancia [interna] y del orden público así como los campos de detención, a pesar de que esas medidas son parte fundamental del dispositivo de represión interna que amenaza su propia supervivencia [6]. Me refiero aquí al llamado programa de «continuidad del gobierno» (COG, siglas de «Continuity of Government»), a través del cual los planificadores militares estadounidenses han desarrollado medios para neutralizar definitivamente cualquier movimiento antibelicista en Estados Unidos [7].

Como ex diplomático canadiense, si tuviese que volver a Rusia nuevamente exhortaría a una colaboración entre Estados Unidos y ese país frente a los problemas mundiales más urgentes. Nuestro desafío consiste en ir más allá de ese compromiso rudimentario que es la distensión, esa supuesta «coexistencia pacífica» entre las superpotencias. En realidad, ese entendimiento, que ya cuenta medio siglo de existencia, permitió –e incluso alentó– las atrocidades de dictadores clientes, como Suharto en Indonesia y Mohamed Siad Barré en Somalia. Es probable que la alternativa de la distención, que sería una ruptura total de la propia distención, conduzca a enfrentamientos cada vez más peligrosos en Asia –muy probablemente en Irán.

Pero, ¿puede evitarse esa ruptura? Hoy me pregunto si no he minimizado la intransigencia hegemonista de Estados Unidos [8]. En Londres, conversé recientemente con un viejo amigo a quien conocí durante mi carrera como diplomático. Es un diplomático británico de alto rango, experto en Rusia. Pensé que él me llevaría a suavizar mi evaluación negativa sobre las intenciones de Estados Unidos y la OTAN contra Rusia. Lo que hizo fue acentuarla.

Así que decidí publicar mi discurso acompañado de este prefacio, destinado tanto a la ciudadanía estadounidense como al público internacional. Pienso que hoy en día lo más urgente para preservar la paz mundial es contrarrestar el avance de Estados Unidos hacia la hegemonía total. En nombre de la coexistencia en un mundo pacificado y multilateral es por lo tanto necesario reactivar la prohibición –por parte de la ONU– de las guerras preventivas y unilaterales.

Para lograrlo, yo espero que la ciudadanía de Estados Unidos se movilice contra el dominacionismo y de su propio país y que los propios ciudadanos estadounidense llamen a que el gobierno o el Congreso [estadounidenses] emitan una declaración política. Esa Declaración:
Renunciaría explícitamente a los anteriores llamados del Pentágono que hacen de la «supremacía total» («full spectrum dominance») un objetivo militar central de la política exterior de Estados Unidos [9];
Rechazaría como inaceptable la práctica de las guerras preventivas, hoy profundamente enraizada;
Renunciaría categóricamente a todo proyecto estadounidense de utilización permanente de bases militares en Irak, Afganistán y Kirguistán;
Comprometería a Estados Unidos a realizar sus futuras operaciones militares en estricto acuerdo con los procedimientos establecidos en la Carta de las Naciones Unidas.

Yo llamo a mis conciudadanos a que se unan a mí para exhortar el Congreso [estadounidense] a presentar una resolución con ese objetivo.

Puede ser que, en un primer momento, ese tipo de gestión no arroje resultados. Pero sí es posible que ayude a redirigir el debate político en Estados Unidos hacia un tema que es, en mi opinión, urgente y que se ha abordado muy poco: el expansionismo de Estados Unidos y la amenaza que representa para la paz global.
Discurso pronunciado en la conferencia de Invissin sobre la OTAN
(Moscú, 15 de mayo de 2012)

Ante todo, agradezco a los organizadores de esta conferencia esta oportunidad de hablar del grave problema del narcotráfico en Afganistán. Se trata, hoy en día, de una amenaza tanto para Rusia como para las relaciones entre este país y Estados Unidos. Hablaré por lo tanto de política profunda, según la visión de mi libro Drugs, Oil, and War y también de mi obra más reciente (La Machine de guerre américaine) y de la anterior (La Route vers le nouveau désordre mondial). Esos libros analizan esencialmente los factores subyacentes del tráfico internacional de droga así como las intervenciones estadounidenses. Hablaré también del papel de la OTAN en la facilitación de estrategias tendientes a implantar la supremacía de Estados Unidos en el continente asiático. Pero quisiera, en primer lugar, analizar el tráfico de droga en relación con un importante factor, que en mis libros resulta determinante. Se trata del papel del petróleo en las políticas asiáticas de Estados Unidos en Asia y también de la influencia de importantes compañías petroleras alineadas con los intereses de ese país, como British Petroleum (BP).

Detrás de cada ofensiva reciente de Estados Unidos y de la OTAN, la industria petrolera ha sido una fuerza profunda determinante. Para comprobarlo basta con recordar las intervenciones en Afganistán (2001), en Irak (2003) y en Libia (2011) [10].

Estudié, por lo tanto, el papel de las compañías petroleras y de sus representantes en Washington –como los grupos de cabildeo (lobbies)– en cada una de las grandes intervenciones de Estados Unidos, desde la época de Vietnam en los años 1960 [11]. El poder de las compañías petroleras estadounidenses conllevaría toda una serie de explicaciones para un público de Rusia, donde el Estado controla la industria de los hidrocarburos. En Estados Unidos es prácticamente al revés, las compañías petroleras tienden a dominar tanto la política exterior de ese país como el Congreso [12]. Eso explica por qué los sucesivos presidentes, desde Kennedy hasta Obama y pasando por Reagan, han sido incapaces de limitar las ventajas fiscales de las compañías petroleras, garantizadas por la «oil deplettion allowance», incluso en el contexto de hoy cuando la mayoría de los estadounidenses se hunden en la pobreza [13].

Las acciones de Estados Unidos en Asia central, en zonas que se hallaron tradicionalmente bajo influencia de Rusia –como Kazajstán– presentan un factor común. Desde hace unos 30 años, incluso más, las compañías petroleras y sus representantes en Washington han mostrado gran interés por el desarrollo, y sobre todo el control, de los recursos gasíferos y petrolíferos subexplotados de la cuenca del Caspio [14]. Para lograr ese objetivo [el control], Washington desarrolló políticas que dieron como resultado la instalación de bases avanzadas en Kirguistán y, durante 4 años, en Uzbekistán (de 2001 a 2005) [15]. El objetivo oficial de esas bases era servir de apoyo a las operaciones militares de Estados Unidos en Afganistán. Pero la presencia estadounidense incita a los gobiernos de las naciones vecinas a actuar más independientemente de la voluntad rusa. Ejemplo de ello son los casos de Kazajstán y Turkmenistán, dos países que son zonas de inversiones en gas y en petróleo para las compañías estadounidenses.

Washington sirve a los intereses de las compañías petroleras occidentales, no sólo por causa de la influencia corruptora que estas ejercen sobre la administración sino porque la supervivencia de la actual petroeconomía estadounidense depende de la dominación occidental sobre el comercio mundial del petróleo. En uno de mis libros analizo esta política y explico cómo ha contribuido a las recientes intervenciones de Estados Unidos y también al empobrecimiento del Tercer Mundo desde 1980. En esencia, Estados Unidos provocó que el precio del petróleo se cuadruplicara en los años 1970 al organizar el reciclaje de los petrodólares en la economía estadounidense, mediante acuerdos secretos con los sauditas. El primero de esos acuerdos garantizaba una participación especial y continua de Arabia Saudita en la salud del dólar estadounidense; el segundo garantizaba el permanente respaldo de ese país a la tarificación integral de la OPEP en dólares [16]. Esos dos acuerdos garantizaban que las alzas de los precios del petróleo que decidía la OPEP no debilitaran la economía de Estados Unidos ya que la carga más pesada recaería –por el contrario– en las economías de los países menos desarrollados [17].

El dólar estadounidense, aunque actualmente está debilitándose, aún depende en gran parte de la política de la OPEP que impone el uso de esa moneda para la compra del petróleo que venden los países de esa organización.

Para tener una idea de lo que Estados Unidos es capaz de hacer para seguir imponiendo esa política sólo hay que ver cuál ha sido el destino de los países que han tratado de oponerse a ella.
«En el año 2000, Saddam Hussein insistió en que el petróleo iraquí se vendiera en euros. Fue una maniobra política, pero aumentó los ingresos recientes de Irak gracias al alza del valor del euro en relación con el dólar» [18]. Tres años más tarde, en marzo de 2003, Estados Unidos invadía ese país. Dos meses después, en mayo de 2003, Bush decretó a través de una orden ejecutiva que las ventas de petróleo iraquí tenían que efectuarse nuevamente en dólares y no en euros [19].
Según un artículo ruso, poco antes de la intervención de la OTAN en Libia, a principios de 2011, Muammar el-Kadhafi había maniobrado para rechazar el dólar como moneda de pago a las exportaciones de petróleo libio, al igual que Saddam Hussein [20].
En febrero de 2009, Irán anunció que había «cesado completamente las transacciones petroleras en dólares estadounidenses» [21]. Todavía no se han visto las verdaderas consecuencias de esa audaz decisión iraní [22].

Insisto en el siguiente punto: cada intervención reciente de Estados Unidos y de la OTAN ha permitido sostener la debilitada supremacía de las compañías petroleras occidentales sobre el sistema petrolero global y, por lo tanto, la de los petrodólares. Pienso, sin embargo, que las propias compañías petroleras son capaces de iniciar o al menos de contribuir al inicio de las intervenciones políticas. Como ya señalé en mi libro Drugs, Oil, and Wars (p.8):

«De forma recurrente se acusa a las compañías petroleras de Estados Unidos de emprender operaciones clandestinas, ya sea directamente o a través de intermediarios. En Colombia (como veremos más adelante) una empresa estadounidense de seguridad que trabajaba para Occidental Petroleum participó en una operación militar del ejército colombiano “que mató 18 civiles por error”.»

Para citar un ejemplo más cerca de Rusia mencionaré una operación clandestina, realizada en 1991 en Azerbaiyán, que es un ejemplo clásico de política profunda. En ese país, ex colaboradores de la CIA empleados por una dudosa empresa petrolera (MEGA Oil), «emprendieron entrenamientos militares, repartieron “bolsas llenas de dinero en efectivo” a miembros del gobierno y crearon una compañía aérea […] que pronto permitió traer de Afganistán cientos de mercenarios muyahidines» [23]. Al principio, aquellos mercenarios, cuyo número se estimó finalmente en unos 2 000, fueron utilizados para luchar contra las fuerzas armenias respaldadas por Rusia en la disputada región del Alto Karabaj. Pero también apoyaron a los combatientes islamistas en Chechenia y en Daguestán. Y contribuyeron también a convertir Bakú en un punto de escala de la heroína afgana hacia el mercado urbano de Rusia e igualmente hacia la mafia chechena [24].

En 1993 participaron en el derrocamiento de Abulfaz Elchibey, el primer presidente electo en Azerbaiyán, y en sustituirlo por Heydar Aliev. Este último firmó inmediatamente un importante contrato petrolero con BP que incluía lo que finalmente se convirtió en el oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan, que conecta ese país con Turquía. Hay que subrayar que los orígenes estadounidenses de los agentes de MEGAL Oil están más que comprobados. Lo que no se sabe es quién financiaba aquella empresa. Puede haber sido una o más de las grandes compañías petroleras ya que la mayoría de ellas tienen (o tuvieron) sus propios servicios clandestinos [25]. Algunas empresas petroleras importantes, como Exxon, Mobil y BP, han sido acusadas de estar «detrás del golpe de Estado» que sustituyó a Elchibey por Aliev [26].

Es evidente que Washington y las grandes compañías petroleras piensan que su supervivencia depende de la preservación de su actual supremacía en los mercados petroleros internacionales. En los años 1990, cuando las mayores reservas no comprobadas de hidrocarburos se localizaban generalmente en la cuenca del Caspio, esa región se hizo central, a la vez para las inversiones de las empresas petroleras estadounidenses y para la expansión de Estados Unidos por razones de seguridad [27].

Como secretario de Estado adjunto, Strobe Talbott, amigo cercano de Bill Clinton, trató de promover una estrategia razonable para garantizar esa expansión. En un importante discurso pronunciado el 21 de julio de 1997,


«Talbott expuso los 4 aspectos de un [potencial] apoyo de Estados Unidos a los países del Cáucaso y de Asia central:
La promoción de la democracia;
La creación de economías de mercado;
La promoción de la paz y de la cooperación en los países de la región y entre esos mismos países y
La integración [de estos países] a la más amplia comunidad internacional […]

Criticando con virulencia lo que él considera una concepción obsoleta de la competencia en el Cáucaso y en Asia central, el señor Talbott lanzó una advertencia a quien vea el “Gran Juego” como clave para la lectura de la región. Propuso, por el contrario, un entendimiento en el que cada cual saldrá ganando con la cooperación.» [28]

Pero ese enfoque multilateral se vio inmediatamente bajo el fuego de los miembros de los partidos [estadounidenses]. Sólo 3 días después, la Heritage Foundation, el círculo de reflexión derechizante del Partido Republicano, respondió que «[la] administración Clinton, deseosa de apaciguar a Moscú, ponía reparos en explotar la oportunidad estratégica de garantizar la seguridad de los intereses de Estados Unidos en el Cáucaso» [29]. En octubre de 1997, esta crítica halló eco enThe Grand Chessboard, importante libro del ex consejero de Seguridad Nacional Zbigniew Brzezinski. Este último, ciertamente el principal oponente de Rusia dentro del Partido Demócrata, admite sin embargo que «la política exterior [estadounidense debería] […] favorecer los vínculos necesarios para una verdadera cooperación mundial», pero defiende en su libro la noción de «Gran Juego» que Talbott rechazaba. Según Brzezinski, era una necesidad imperiosa impedir «[la] aparición en Eurasia de un competidor capaz de dominar ese continente y de desafiar [a Estados Unidos]» [30].

Como trasfondo de ese debate, la CIA y el Pentágono desarrollaban a través de la alianza atlántica una «estrategia de proyección» contraria a las proposiciones de Talbott. En 1997, en el marco del programa «Asociación para la Paz» de la OTAN, el Pentágono comenzó ejercicios militares con Uzbekistán, Kazajstán y Kirguistán. Aquel programa era «el embrión de una fuerza militar dirigida por la OTAN en esa región» [31]. Bautizados como CENTRAZBAT, aquellos ejercicios preparaban posibles despliegues de fuerzas estadounidenses de combate. Catherine Kelleher, asistente del secretario adjunto de Defensa, mencionó «la presencia de enormes recursos energéticos» como justificación de la implicación militar de Estados Unidos en la región [32]. Uzbekistán cuya importancia geopolítica resaltó Brzezinski, se convirtió en trampolín para los ejercicios militares estadounidenses, a pesar de tener los peores resultados en materia de respeto de los derechos humanos en la región [33].

Es evidente que la «revolución de los tulipanes» de marzo de 2005 en Kirguistán fue otra etapa de la doctrina de proyección estratégica del Pentágono y la CIA. Se desarrolló en un momento en que George W. Bush hablaba a menudo de una «estrategia de proyección de la libertad». Más tarde, mientras estaba de visita en Georgia, el propio Bush aprobó aquel cambio de régimen presentándolo como un ejemplo de «democracia y de libertad en plena expansión» [34]. (En realidad, en vez de una «revolución», aquello parecía más bien un sangriento golpe de Estado.) Sin embargo, el régimen de Bakiyev «había dirigido el país como un sindicato del crimen», según palabras de Alexander Cooley, un profesor de la Universidad de Columbia. Específicamente, numerosos observadores acusaron a Bakiyev de haberse apoderado del control del tráfico de droga local y de administrarlo como una empresa familiar [35].

La administración Obama se ha alejado, en cierta medida, de esa retorica hegemónica que el Pentágono llama la «supremacía total» (full spectrum dominance) [36]. Pero no resulta sorprendente comprobar que bajo su presidencia se han mantenido las presiones tendientes a reducir la influencia de Rusia, como en el caso de Siria. En realidad, a lo largo de medio siglo Washington ha estado dividido en 2 bandos. De un lado, una minoría que se mueve principalmente en el Departamento de Estado (como Strobe Talbott) y que había previsto un porvenir de cooperación con la Unión Soviética. Del otro lado, los halcones hegemonistas, que trabajan principalmente en la CIA y el Pentágono (como William Casey, Dick Cheney y Donald Rumsfeld). Estos últimos han presionado continuamente para implantar en Estados Unidos una estrategia unipolar de dominación global [37]. Para alcanzar ese imposible objetivo no han vacilado en aliarse con traficantes de droga, sobre todo en Indochina, en Colombia y ahora en Afganistán [38].

Por otro lado, esos halcones emplearon masivamente las estrategias de erradicación de utilizadas por la DEA (Drug Enforcement Administration) [39]. Como señalé en La Machine de guerre américaine (p.43),


«El verdadero objetivo de la mayoría de esas campañas […] nunca fue el ideal de erradicar la droga. Consistió más bien en modificar la repartición del mercado, o sea apuntar a enemigos específicos para garantizar que el tráfico de la droga quede bajo el control de los traficantes aliados del aparato de seguridad del Estado en Colombia y/o de la CIA.» [40]

Esa tendencia se comprobó de manera flagrante en Afganistán, donde Estados Unidos reclutó ex traficantes de droga para que respaldaran su invasión en 2001 [41]. Washington anunció después una estrategia de lucha antidroga que se limitaba a atacar a los traficantes de droga que apoyaban a los rebeldes [42].

Quienes, como yo, se preocupan por reducir el flujo de droga proveniente de Afganistán se ven ante un dilema. Para ser eficaces, las estrategias de lucha contra el tráfico internacional de droga tienen que ser multilaterales. En Asia central esas estrategias necesitan una mayor cooperación entre Estados Unidos y Rusia. Sin embargo, todos los esfuerzos de las principales fuerzas proestadounidenses presentes en la región –como la CIA, el ejército de Estados Unidos, la OTAN y la DEA– no se han concentrado hasta ahora en la cooperación sino en la hegemonía estadounidense.

A mi modo de ver, la respuesta a ese problema estará en la aplicación conjunta de la experiencia y de los recursos de ambos países, en el marco de agencias bilaterales o multilaterales en las que no predomine ninguna de las partes. Una estrategia antidrogas eficaz tendría que ser pluridimensional, como la exitosa campaña realizada en Tailandia. Además, es probable que también necesite que los dos países estudien la aplicación de estrategias capaces de favorecer a la población, algo que ninguno de los dos ha concretado [43].

Rusia y Estados Unidos tienen muchas características comunes y comparten muchos problemas. Los dos son súper Estados, aún cuando su predominio se está debilitando ante la China emergente. Como superpotencias, ambos países cedieron a la tentación de la aventura afgana, algo que hoy deploran muchas mentes despiertas. Al mismo tiempo, el devastado país en el que se ha convertido Afganistán tiene que enfrentar problemas muy urgentes, que también lo son para esas tres superpotencias. Se trata de la amenaza que la droga representa y del correspondiente peligro que constituye el terrorismo.

Es interés del mundo entero ver a Rusia y Estados Unidos enfrentar esos peligros de manera constructiva y desinteresada. Y esperamos que cada progreso en la reducción de esas amenazas comunes sea una nueva etapa en el difícil proceso de fortalecimiento de la paz.

El pasado siglo fue testigo de una guerra fría entre Estados Unidos y Rusia, dos potencias que se armaron hasta los dientes en nombre de la defensa de sus respectivos pueblos. Perdió la Unión Soviética, dando paso a una Pax Americana inestable, como la Pax Britannica del siglo XIX: una peligrosa mezcla de globalización comercial, de acentuación de las desigualdades en términos de ingresos y riqueza y de un militarismo brutalmente excesivo y expansionista. Este último está provocando cada vez más conflictos armados (Somalia, Irak, Yemen, Libia) y además acentúa el riesgo de una posible guerra mundial (Irán).

Hoy en día, tratando de preservar su peligrosa supremacía, Estados Unidos está tratando de armarse contra su propio pueblo, en vez de dedicarse a defenderlo [44]. Es interés de todos los pueblos del mundo, incluyendo el de Estados Unidos, que se debilite esa supremacía para favorecer un mundo más multipolar y menos militarista.
por Peter Dale Scott
Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la versión al francés de Maxime Chaix
RED VOLTAIRE | MOSCÚ (RUSIA) | 20 DE JUNIO DE 2013

Flujos energéticos de procedencia Indeterminada impactan contra la Tierra . Zarandeando el eje magnético terrestre

Manteniendo estrés considerable en la magnetosfera y provocando un sobrecalentamiento del continente Ártico , de prolongarse produciría cambios significativos en el clima .... incluso en el eje magnético Terrestre . Algo no cuadra , algo pasa . Ra Station Club . 20 Junio 2013 .



Mientras , seguimos observando gran apertura en el campo magnético del Sol , "pareidolia" cuadrada según se puede observar en las capturas de hoy por parte de satélite SOHO by NASA . RSC 





Publicado por Ra Station Club

David Cameron llama al Ejército sirio a un golpe de Estado


El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, ha invitado al Ejército de Siria así como a las fuerzas de seguridad del país a un golpe de Estado contra el Gobierno de Bashar Al Assad en una obvia injerencia en los asuntos internos del país árabe.

El alto cargo inglés, ha asegurado que tanto el Ejército como las fuerzas de seguridad del país árabe, garantizarán su futuro con la derrota de Al Assad.

Asimismo, en la cumbre de G8 Cameron intentó alcanzar la firma de un plan de cinco puntos sobre Siria, en el que se insistía, entre otros, en la creación de un Gobierno de transición en este país.

La sugerencia fue rechazada por Rusia que tachó de sin fundamentos las acusaciones contra el Gobierno sirio considerándolas una excusa para justificar la intervención extranjera en este país, según el canciller ruso, Serguei Lavrov.

Algunos políticos dicen que Camerón, mediante esta llamada a golpe de Estado, está intentando mandar un mensaje indirecto a los comandantes del Ejército y las fuerzas de seguridad indicándoles que no perderían su posición en el caso del derrocamiento de Bashar Al Assad.

Los líderes de Occidente creen que si las autoridades de Siria consideran garantizados sus futuros, se rebelarían ante el Gobierno constitucional de su país.

Desde hace más de dos años que Siria es escenario de disturbios perpetrados por terroristas, financiados, dirigidos y armados desde algunos países occidentales y varios regionales, como EE.UU., Arabia Saudí, Catar y Turquía, para derrocar el Gobierno de Damasco.

Un zorro recurre a los humanos en busca de ayuda

  

Armas letales en la Antiguedad ( Alienigenas Ancestrales )

       

¿Cuál es el futuro del levantamiento turco?



Siempre que el levantamiento no se aplaste o sea secuestrado -o no se esfume- tiene el potencial de crear cambios duraderos en la democracia turca

Las medidas adoptadas por una coalición de activistas contra la destrucción de un parque público en el centro de Estambul se han extendido a más de 60 ciudades y provincias, varios millones de personas han salido a las calles en protesta generalizada contra el gobierno del partido gobernante AKP. El gobierno ha atascado las comunicaciones continuamente, ha apagado las cámaras de vigilancia, y utilizó su influencia sobre los medios de comunicación nacionales para suprimir el conocimiento tanto de la magnitud de la revuelta como de la brutalidad de la respuesta policial.

El 8 de junio de 2013 la policía se ha retirado de la plaza Taksim, dejándola temporalmente en manos de los manifestantes. Los manifestantes han levantado redes de barricadas de manera improvisada a una distancia de 50 metros a lo largo todas las rutas principales que conducen a la plaza. Los principales enfrentamientos se han producido en otras áreas alrededor de Estambul y en muchas ciudades de Turquía. Ha habido tres muertes confirmadas, miles de heridos, detenciones masivas e informes no confirmados de tortura policial.

Este artículo no pretende dar una explicación estructural de las causas de la sublevación. Dichos datos explican mejor los acontecimientos que han tenido lugar en Turquía más que dedicarse seriamente a ellos. Hablan más de la Turquía de ayer que la Turquía de mañana. En su lugar, este artículo intentará esbozar los posibles caminos que puede tomar el levantamiento.

Violencia de Estado y de capital

Comenzando por la redada antes del amanecer del 30 de mayo en el parque Gezi, la respuesta del Estado ha sido un uso agresivo de los antidisturbios, multitudes han sido agredidas con una abundante cantidad de gas, agua y balas de goma. Incluso muchas áreas urbanas de Turquía se han convertido en una nube casi contínua de gas. Asfixiaba tanto a transeúntes como manifestantes, el aparato estatal ha -al menos- ha evitado los excesos de la Primavera Árabe.

Si bien ha habido un número de casos confirmados en el AKP de matones respaldados por la policía que han atacado a los manifestantes pacíficos, Erdoğan tiene que hacer valer sus repetidas amenazas de llevar a cabo su ejército de seguidores. El 4 de junio, la Policía de Estambul emitió una orden para abstenerse del uso de gas salvo los casos de legítima defensa, aunque por otro lado continúa la agresión policial en otras partes de Turquía. Los manifestantes, por su parte, han mostrado una notable moderación.

Es una pregunta abierta el tiempo que durará esta situación. A medida que se ha extendido el levantamiento, se está empezando a tener un impacto perceptible en el funcionamiento del capitalismo turco. Los principales centros de comercio en toda Turquía se han convertido en zonas de guerra, el mercado de valores cayó más de 10 por ciento en su primer día de operaciones tras el inicio de la revuelta, y las protestas están empezando a afectar a las ofertas de gas de Turquía con sus vecinos. El martes, el diputado Bülent Arınç advirtió que la protesta ya había costado 70 millones de liras turcas (28 millones de euros) a la economía.

Si estos disturbios continúan o se intensifican por huelgas a gran escala, la situación puede cambiar drásticamente. Mientras el gobierno parece haber retrocedido un poco de su ataque inicial, tal vez con la esperanza de salir de la tormenta, el capitalismo es mucho menos paciente y tiene muchos más amigos. Si el capital turco e internacional consideran que el levantamiento constituye una amenaza a sus intereses, Erdoğan se enfrentará a una creciente presión para resolver la crisis. Tal escenario tendría dos soluciones: un mayor apoyo a Erdoğan y el consiguiente aumento de la violencia del Estado, o la presión internacional hacia Erdoğan para evitar esta situación (a través de concesiones o dimisiones) y la consiguiente disminución de la violencia estatal. Por el momento este último parece más probable.

El secuestro de la sublevación por parte de los partidos de oposición

Las revueltas griegas y españolas que estallaron en el verano de 2011 estuvieron marcados por una renuncia total del orden político existente. Las protestas fueron dirigidas no sólo al gobierno de turno, sino contra el sistema político en su totalidad. Todos los partidos políticos existentes, de hecho, todo el sistema de la democracia representativa parlamentaria, fue objeto de acusación. Rebelarse contra la sociedad “democrática” que negaba su existencia, las ocupaciones griegas y españolas crearon, a través de sus amplias redes de asambleas generales, las estructuras de la democracia directa que creían deben tomar su lugar.

La situación actual en Turquía es diferente. El AKP ha estado en posesión exclusiva del poder de gobierno desde 2003. Como resultado de ello, los distintos partidos de la oposición, encabezados por el Partido Republicano del Pueblo (RPP) y el Partido Acción Nacional (PAN), no han estado implicados en la crisis actual. El levantamiento ha señalado al AKP, y sólo al AKP, como la raíz de sus problemas. Al igual que la Hermandad Musulmana en Egipto, los partidos de la oposición han sido pillados totalmente por sorpresa por la magnitud de la revuelta y se apresuraron a interponerse a sí mismos en la situación. Por su parte, los manifestantes han mostrado un notable afán de ir más allá de las viejas lealtades políticas, étnicas y religiosas. Sin embargo, a pesar de la actual tenor no partidista de la insurrección, sería imprudente descartar el posible futuro impacto de los partidos de la oposición.

Con el paso de los días, las banderas turcas y los cánticos nacionalistas de “nosotros somos los soldados de Atatürk” han dejado su huella en las calles. Tal vez lo más preocupante han sido los intentos tardíos pero eficaces de los líderes de la oposición y los parlamentarios para sacar provecho de los acontecimientos, lanzando su peso detrás de la sublevación en discursos alabando la valentía de los jóvenes de Turquía. Si esta tendencia se acelera, existe la posibilidad de que el levantamiento podría recaer en un referéndum forzado (con éxito o no) en el gobierno del AKP, dejando sin cambios el sistema político subyacente. Tal resultado podría suponer haber esperado al próximo ciclo electoral y evitar las nubes de gases, detenciones masivas y el derramamiento de sangre.

El auto-agotamiento de la sublevación

Una preocupación persistente de muchos de los involucrados en el levantamiento ha sido la posibilidad de su propio agotamiento. Hasta ahora, estos temores han quedado injustificados. La primera semana de las protestas se ha caracterizado tanto por un aumento del número de manifestantes como por una ampliación de los fondos sociales y políticos de las personas involucradas. Las batallas de fin de semana han dado paso a las jornadas laborales, las plazas centrales de Turquía se han convertido en ocupaciones por los diferentes sectores de la sociedad en función de la hora del día. Grupos de activistas más radicales mantienen una vigilia de las plazas por la noche y se unen con los sindicatos en huelga y los estudiantes durante las jornadas de trabajo.

Las mayores aglomeraciones se producen durante las horas de la tarde cuando los trabajadores traen a sus familias para hacer un picnic, protesta, y compartir las noticias del día. Hay un perceptible, aunque de ninguna manera cierto, cambio de levantamiento desde los violentos enfrentamientos iniciales hacia un ambiente más festivo. Lo que esto presagia una cuestión abierta para el futuro. Aunque minoría, hay grupos -sobre todo de la izquierda más radical- que están con ganas de tomar un camino más violento y ver en esta evolución un resurgimiento de la lucha.

Tampoco es claro el tiempo que el gobierno va a permitir que las barricadas y la ocupación de las plazas centrales continúen sin policía. El viernes, la Policía de Estambul emitió un comunicado en el que anunciaron que iban a abstenerse de continuar la acción policial hasta el lunes, dejando la ciudad en manos de las manifestantes durante todo el fin de semana. El estancamiento continuado podría a su vez conducir a una disipación de la energía de los levantamientos, algo que el gobierno del AKP puede estar confiado en que suceda. Sin embargo, si el tamaño de las protestas de este fin de semana son una guía, esta estrategia no parece estar funcionando.


El Espacio y Tiempo para la creación revolucionaria.

Siempre que el levantamiento no se anule por la represión asesina, sea secuestrado por un discurso nacionalista que sólo sirva para empoderar a la oposición, o que no se esfume por agotamiento, este levantamiento tiene el potencial de crear cambios duraderos en el ejercicio de la ciudadanía y la representación en la democracia turca. Este camino consiste en la reconfiguración total o parcial de la participación política en Turquía. Se trata de la creación de nuevas formas, prácticas democráticas y posiciones (en ausencia de la rebelión obrera masiva) como el resultado más revolucionario del levantamiento. También es, sin lugar a dudas, la más precaria y frágil de sus posibles soluciones y una posibilidad abierta para ser desecha inmediatamente.
El aspecto más profundo aún ignorado de las revueltas que sacudieron el mundo mediterráneo en el año 2011 fueron los innumerables prácticas e comisiones que surgieron espontáneamente en sus plazas centrales. En El Cairo, debido a que el aparato del Estado se retiró (aunque no antes de haber cometido 800 asesinatos), más de un millón de personas, abandonados a su suerte, tenían que averiguar cómo iban a vivir juntos en una plaza con el fin de mantener una revuelta dirigida desde fuera de la misma. Dentro de este espacio, el pueblo egipcio se organizó y orquestó su propia seguridad, se ocupó de los desechos humanos y regulares, y creó servicios para ancianos y pobres.

Los revolucionarios egipcios establecieron redes de suministro de alimentos e información, una guardería, manejaron agitadores a sueldo, y protegieron las prácticas religiosas de cada quien. La misma creación espontánea de nuevas comisiones y prácticas es aún más evidente en Grecia y España, donde las asambleas nocturnas perfilaron y fundaron comisiones sobre alimentos, seguridad, salud, difusión, medio ambiente, información, tatuajes y medios de comunicación, la gestión de todos los aspectos de la la organización social y política dentro de las plazas en sí mismas. La vida en estas plazas se situó como un poderoso testimonio de lo que la gente común puede construir en ausencia del poder del Estado.
Prácticas y formas similares se están desarrollando en el levantamiento de Turquía. Las redes de apoyo médico y legal, las líneas de suministro atienden a manifestantes con comida gratis, suministros, acceso a Internet y casas de seguridad, incluso la construcción colectiva de barricadas y la organización de la vigilancia nocturna para proteger zonas liberadas del asalto policial, son prueba de ello. Tal vez lo más importante es la forma en que estos actos de solidaridad se han viralizado dentro de las redes sociales turcas, compartidos como recordatorios conjuntos de la generosidad latente de la gente de Anatolia.

Todavía es temprano, pero las condiciones espaciales de las estructuras e iniciativas de carácter más permanente han comenzado a materializarse. En los últimos días la plaza Taksim se ha convertido en una “zona liberada”, un frágil oasis rodeado de barricadas masivas y cada vez mayores. El de 5 de junio había la biblioteca del pueblo, decenas de comida gratis, mantas, suministros médicos, LGBT y tiendas de campaña para la sensibilización de género, áreas para las actuaciones musicales y discursos políticos constantes en la plaza. Para la festividad religiosa de Kandil, los manifestantes han creado espacios alternativos para la oración y la danza e invitó a todos los de la plaza a encontrarse a otra persona con diferentes creencias políticas para sentarse y charlar juntos.
Estas estructuras e iniciativas espontáneas proliferan en medio de las pintadas en todas partes. Las banderas políticas ofrecen un fuerte contraste con la coreografía, parece un guión y patrocinio corporativo de festivales organizados previamente por la alianza municipal-capitalista. Más que una afirmación del derecho a la ciudad, la auto-organización de la vida en la plaza da fe del poder de la gente común para estructurar activamente el propio espacio social.

Dichas zonas libres de la policía también están echando raíces en otros lugares de Turquía. Atrincherados contra el acoso policial, libre de la amenaza constante de la dispersión, estos campamentos son la creación de nuevas prácticas, lealtades y formas orgánicas dentro de la insurrección. Sólo el tiempo dirá si estos espacios se pueden mantener y lo que el pueblo turco hará de ellos. Una cosa, sin embargo, es clara: la reconfiguración del campo político turco, si ha de suceder, partirá de aquí.

Otro factor que ha empujado irónicamente al levantamiento ha sido la relativa impotencia de establecidos expertos y comentaristas. Aquí el apagón total de los medios de comunicación durante los primeros días de la sublevación ha sido realmente una bendición disfrazada. Que los documentales sobre los pingüinos antárticos se emitieran al tiempo que los violentos enfrentamientos sacó a la gente de sus televisores y las puso en las calles. También ha obligado a la gente a discutir y debatir el sentido y la dirección de la insurrección en lugar de esperar el veredicto de las cabezas parlantes de las medios de comunicación turcos​​. Poco a poco los canales de televisión tradicionales comienzan a informar sobre los eventos en curso, esto es algo a tener en cuenta.

El presidente turco Abdullah Gül señaló recientemente que “la democracia no significa solo elecciones.” Una declaración de lo obvio y ha sido el único de los dirigentes del AKP en reconocer la verdad de la situación. A esta afirmación nos gustaría añadir una cosa. Por el momento, la sublevación ha encontrado la democracia en la participación colectiva y en la poesía del pueblo turco. Se ha negado hasta ahora en confiar el levantamiento a cualquier tipo de liderazgo – ya sea viejo, nuevo o militar. Mantener el levantamiento de esta manera no será una tarea fácil en un país que se ha acostumbrado a líderes fuertes desde su creación.

Tal vez ahora sea el momento en que Turquía finalmente abrace el profundo significado de la consigna, pronunciado innumerables veces a lo largo de su historia, de que “ya no puede haber una revolución para el pueblo al margen del pueblo.”

Escrito por Mehmet Döşemeci 10 de Junio 2013
Mehmet Döşemeci es profesor adjunto de Historia en la Universidad Bucknell. Trabaja en las historias entrelazadas de la Europa moderna y la República de Turquía. Su libro, Debating Turkish Modernity: Civilization, Nationalism, and the EEC, se publicará en el otoño de 2013 por Cambridge University Press. Él está comenzando un nuevo proyecto de investigación en el que explora las historias de los pueblos radicales entre Europa y Medio Oriente, proporcionando un contexto histórico a los levantamientos populares que han proliferado en todo el Mediterráneo desde 2011. Yetkin Nural ha asistido en la investigación de este artículo.

Traducido de la fuente original: What future for the Turkish uprising? publicado por Roarmag

La Banca JP Morgan a favor de instaurar Regímenes autoritarios en Europa

EL PROCESO DE REFORMAS POLÍTICAS NO HA HECHO MÁS QUE EMPEZAR

Por Stefan Steinberg, 17 de junio de 2013


En un documento publicado a finales de mayo, el Banco de Inversión estadounidense JP Morgan Chase reclama la derogación de las Constituciones Democráticas burguesas, que se establecieron después de la Segunda Guerra Mundial, en algunos países europeos y el establecimiento en su lugar de Regímenes autoritarios.

El documento de 16 páginas ha sido realizado por el grupo Europa Economic Research de JPMorgan y se titula “El ajuste de la Zona Euro, una tarea a medio hacer”. El documento comienza señalando que la crisis de la zona euro tiene dos facetas.

Se comienza afirmando que las medidas financieras son necesarias para garantizar que las principales empresas de Servicios de Inversión, como JP Morgan, puedan seguir obteniendo enormes beneficios de sus actividades especulativas en Europa. Después, los autores sostienen que son necesarias reformas políticas destinadas a acabar con la oposición a las medidas impopulares de austeridad, que son aplicadas en nombre de los Bancos.

El Informe muestra su satisfacción por la aplicación en la Unión Europea de un cierto número de mecanismos financieros que pretenden garantizar los intereses de la Banca. A este respecto, el estudio subraya también la necesidad de una mayor intervención por parte del Banco Central Europeo (BCE).

Desde el inicio de la crisis financiera mundial en 2008, el BCE ha destinado miles de millones de euros en favor de los Bancos para permitirles mejorar sus balances e iniciar de nuevo sus actividades especulativas. A pesar de la presión creciente procedente de los mercados financieros, el Presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, declaró que haría todo lo necesario para consolidar los Bancos.

Para los analistas de JP Morgan esto no es suficiente. Exigen por parte del BCE una respuesta más espectacular ante la crisis.

Las críticas más duras al documento están formuladas contra los Gobiernos nacionales, que tardaron demasiado en aplicar las medidas autoritarias necesarias para imponer la política de austeridad. Tal proceso de reforma política, dice el estudio, no ha hecho más que empezar.

En los párrafos finales del documento, los autores explican lo que entienden por reforma política: “Al principio de la crisis creíamos que estos problemas heredados del pasado se debían en gran parte al orden económico reinante; sin embargo, se puso de manifiesto que hay problemas políticos que están profundamente arraigados en los países de la periferia, que según nuestra opinión deben ser cambiados si la Unión Monetaria se considera que debe seguir vigente”.

El Documento detalla a continuación los problemas que existen en los sistemas políticos de los países de la periferia: Grecia, España, Portugal e Italia. Estos países se encuentran en el centro de la crisis de deuda en Europa.

Los autores siguen diciendo: “Estos Sistemas Políticos vienen de una Dictadura anterior y están definidos por estos Regímenes. Sus Constituciones tienden a tener un fuerte sesgo socialista, reflejando la fuerza política que los partidos de izquierda adquirieron después de la derrota del fascismo”.

“Los Sistemas Políticos de los países de la periferia tienen unas características comunes: unos dirigentes débiles; unos Estados centrales débiles en relación con las distintas regiones; protección constitucional de los derechos de los trabajadores; sistemas que buscan el consenso y se anima el clientelismo político; el derecho a la protesta, permitido por el status quo político. Las lagunas de esta herencia política han quedado al descubierto por la crisis”. Cualesquiera que sean las inexactitudes históricas contenidas en este análisis, no cabe sombra de duda de que los autores del Informe de JP Morgan defiende que los Gobiernos instauren Regímenes dictatoriales, con el fin de llevar a cabo la contrarrevolución social, que ya lleva un buen camino recorrido en toda Europa.

En realidad, no se puede hablar de nada socialista contenido en las Constituciones establecidas durante el período de posguerra en Europa. Tales constituciones pretendían garantizar el Régimen burgués, en una situación en la que el Sistema Capitalista y sus agentes políticos habían visto comprometidas sus posiciones por los crímenes de los regímenes fascistas y dictatoriales.

Las constituciones de los Estados europeos, incluidas las de Italia, España, Grecia y Portugal, han sido elaboradas y aplicadas en colaboración con los partidos socialistas y comunistas de los respectivos países, partidos que han jugado un papel clave en la desmovilización de la clase obrera, para así permitir a la burguesía mantener su Régimen.

Al mismo tiempo, la clase dirigente de Europa era consciente de que la Revolución Rusa era fuente de inspiración para muchos trabajadores. Por lo tanto, se vieron obligados a hacer una serie de concesiones a la clase obrera con el fin de impedir una revolución, mediante la aprobación de protecciones sociales y constitucionales, estableciéndose el derecho de manifestación, algo que le gustaría a JP Morgan ver abolido.

En cierta medida, las críticas del Informe del Banco con respecto a la falta de autoritarismo de los Gobiernos europeos suena a algo hueco. Por todas partes de Europa los Gobiernos han recurrido en repetidas ocasiones a medidas propias de un Estado Policial para reprimir toda oposición en contra de sus políticas.

En Francia, En España y en Grecia, se han aprobado decretos de urgencia y el ejército ha intervenido para acabar con las huelgas. La Constitución de Grecia de 1975, aprobada después de la caída de la Dictadura de los coroneles, no impidió al Gobierno griego despedir a gran cantidad de funcionarios. Y en otros países europeos, los partidos dirigentes están favoreciendo la aparición de partidos neofascistas, como Amanecer Dorado en Grecia.

Pero esto no es suficiente para la Banca JP Morgan. Con el fin de evitar una revolución social, los analistas consideran como indispensable que los Gobiernos capitalistas de Europa instauren lo más rápidamente posible regímenes dictatoriales.

En la parte final del documento, los autores desgranan una serie de argumentos por los que, según ellos, de llegar a un fracaso de los Gobiernos europeos habría que instaurar sistemas autoritarios:

1) El fracaso de varios Gobiernos favorables a las reformas en Europa del Sur.

2) Falta de apoyo al euro o a la propia Unión Europea.

3) La ingobernabilidad de ciertos Estados miembros debido a que los costes sociales (sobre todo el paro) sobrepasasen un cierto umbral.

Es la voz del Capital Financiero la que habla. Hay que recordar que JP Morgan estuvo implicado hasta las cejas en operaciones especulativas que arrasaron la vida de millones de trabajadores de todo el mundo. En marzo de este mismo año, una Comisión del Senado estadounidense hizo público un Informe de 300 páginas que recogía las prácticas criminales y el fraude realizado por JP Morgan, uno de los bancos más grandes de los Estados Unidos y el mayor agente de productos derivados del mundo. A pesar de las revelaciones que se hacían en ese Informe, no se ha ejercido ninguna acción contra el Director General de Banco, Jamie Dimon, que goza de la confianza personal del Presidente estadounidense.

Ahora este mismo Banco se permite dar lecciones a los Gobiernos. Setenta años después de la toma del poder por Hitler y los nazis en Alemania, cuyas consecuencias fueron catastróficas para Europa y para el mundo, JP Morgan es el primero que reclama medidas autoritarias para reprimir a la clase obrera y acabar con las conquistas sociales.

Stefan Steinberg

Los diputados españoles se niegan a prescindir de sus privilegios como aforados

El Congreso de los Diputados. Foto: EFE.

El Congreso de los Diputados rechazó este jueves con 19 votos a favor, 184 en contra y 98 abstenciones la petición de UPyD de "reflexionar y actuar" sobre el aforamiento de cargos públicos en España. UPyD había plasmado esa petición en una moción consecuencia de una interpelación, que se votó con un texto transaccional a una enmienda de La Izquierda Plural. Las razones de Gallardón para no eliminar los 10.000 casos de aforamiento de cargos públicos

En el debate, Rosa Díez alertó de que tarde o temprano España tendrá que reflexionar sobre la justificación de mantener "más de 10.000 aforamientos".

Argumentó que el aforamiento es un sistema ?anacrónico? y aseguró que revisarlo no implica suprimir la inviolabilidad e inmunidad de los cargos políticos electos para el desarrollo de su tarea y responsabilidad política, que ha de mantenerse.
El genio ya está fuera de la botella

?Lo que les proponemos es que reflexionen sobre la razón de mantener más de 10.000 aforados en España; porque les aseguro que esto es algo que se terminará haciendo más bien pronto que tarde, por muchas ínfulas que le pongan hoy, como hizo el ministro Gallardón la pasada semana, en su respuesta a esta iniciativa. Abandonen toda esperanza de que desistamos y no se olviden de que una vez que el genio ha salido de la botella, no hay nadie que pueda volver a encerrarlo en ella?, dijo.

Ricardo Sixto, de IU, defendió la enmienda de su grupo basada en la convicción de que el aforamiento tendrá que evolucionar y ciertos "privilegios" tendrán que desaparecer.

Sin embargo, Sixto quiso dejar claro su rechazo al "discurso de antipolítica" que destila la moción de UPyD porque la política "no es intrínsecamente perversa. La política es uno de los más nobles artes que podemos ejercer los seres humanos?.
Los argumentos de PP y PSOE

En el turno de fijación de posición, Agustín Conde, del PP, alertó de que no se puede confundir "la diferencia con el privilegio" y se refirió a la moción como "el ejercicio demagógico que tiene por costumbre utilizar UPyD?.

Fue en este punto donde Conde echó en cara que Rosa Díez nunca ha renunciado al ?privilegio? que supone ser beneficiara de la pensión como exparlamentaria europea, a lo que la líder de UPyD replicó que nadie puede renunciar "a una expectativa de derecho, más que en el momento que le llegue la oportunidad de cobrarla?.

El diputado del PP le respondió que ?si hubiera estudiado segundo de derecho? sabría que a los derechos se puede renunciar y, por lo tanto, puede hacerlo respecto a la citada pensión ?cuando quiera?.

Previamente intervinieron otros diputados como José Ignacio Sánchez Amor (PSOE) para quien el problema no es lo que plantea UPyD, sino ?cómo? lo hace, ?tan conscientemente?, en un tono tan ?agresivo y desenfocado que perjudica que ese debate se pueda abrir?. Le recordó que ?el aforamiento es una garantía de eficacia de la función representativa?.

Por su parte, el diputado de CiU Feliu-Joan Guillaumes i Ràfols dijo que lo que no se puede hacer es, como hace UPyD, ?dar soluciones facilonas a situaciones extraordinariamente complejas y complicadas?. Acusó a la formación de Rosa Díez de volver ?a lo de siempre, a la antipolítica?. ?Y esto, señores, no funciona así?, añadió.

Por su parte, Emilio Olabarría (PNV) manifestó que la moción de UPyD ?raya en el arbitrismo?.

Europa Press | 20/06/2013 - 11:15