jueves, 21 de noviembre de 2013

El astrónomo Carlos Muñoz Ferrada: "Hercólubus está llegando"

Hercólubus

Durante algún tiempo se ha producido una misteriosa luz brillante en el horizonte del cielo del oeste y de acuerdo con SkEye y Stellarium, no hay estrellas o planetas en esa zona. 


La especulación ha inferido que esto podría ser un gran cometa o, posiblemente, una nave nodriza extraterrestre. Incluso podría ser Hercólubus.

Los científicos hablan del planeta Hercólubus (Planeta X) y el primero de ellos fue el astrónomo chileno Carlos Muñoz Ferrada (1909-2001). Carlos Muñoz Ferrada murió en octubre de 2001 a la edad de 92 años.

Sus predicciones astronómicas y geofísicas lo hicieron famoso, con muchas de sus predicciones de terremotos y tsunamis haciéndose realidad.

Carlos Muñoz Ferrada empezó a hablar del planeta Hercólubus en 1940, es decir, 43 años antes del famoso artículo sobre el Planeta X que apareció en el diario estadounidense The Washington Post en 1983.

Es muy notable que Carlos Muñoz Ferrada habla de un gigantesco planeta-cometa.

Planeta porque tiene la masa de un planeta y Cometa porque tiene la cola de un cometa y porque tiene la órbita elíptica de un cometa.

Carlos Ferrada Muñoz afirmó que este "Planeta-Cometa":

Tiene una órbita elíptica como un cometa y una masa grande como un planeta, es decir, un planeta con una cola.

Se aproxima a la Tierra cargado de energía cósmica.

No cumple con las leyes celestes establecidas.
Viaja entre nuestro Sol y el Sol Negro que se encuentra 32 billones de kilómetros.
Esto aumentará a 14 millones de kilómetros de la Tierra.
Eventualmente entrará en nuestro sistema solar y se verá a simple vista y fotografiará.
Su llegada causará un cambio geofísico y humano, trayendo el cambio y la destrucción.


A continuación una interesante entrevista con Carlos Muñoz Ferrada sobre este "Planeta-Cometa".





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Así Controlan tu Fantasía


No somos conscientes de ello.

Pero hay una auténtica guerra por controlar nuestra fantasía.

Todo aquello que soñamos, imaginamos y somos capaces de concebir y crear.

Quizás pueda parecerte una tontería casi poética, pero de verdad que no lo es.

Es mucho más real de lo que imaginas.

Porque la fantasía implica ir más allá de lo establecido.

Implica la capacidad de concebir nuevos mundos, nuevos modelos de pensamiento, de vida, de conducta y de estética.

Es la actividad más subversiva que existe.

El mayor germen de revolución que puede crear el ser humano.

Mucho más que mil discursos enfervorecidos vomitados por el rebelde de turno desde un púlpito.

Porque una fantasía libre ataca los pilares fundamentales del sistema: la base psíquica instalada en tu mente sobre la que se asienta todo lo organizado y establecido.

Todo ello puede ser derruido con una sola chispa mental, con un solo concepto imaginado de la nada.

Y el Sistema lo sabe muy bien.

Y así es como, de la misma forma en que centra tantos esfuerzos en programarnos a través de la educación, el sistema invierte ingentes cantidades de energía en limitar y canalizar nuestra fantasía, en condicionar todo aquello que imaginamos y soñamos, para que no se salga de los límites controlables por la maquinaria.

Piénsalo bien.

El sistema se sustenta en pilares meramente psíquicos y no tanto físicos, como sutilmente te han hecho creer hasta ahora.

La estructura “visible” del sistema no es más que una representación externa de los mecanismos instalados en nuestro cerebro.

Pongamos un ejemplo: el dinero.

Sabemos que en nuestro mundo el dinero lo mueve todo.

¿Pero sabes una cosa? El dinero solo existe en tu mente, no es un ente real y tangible.

Lo que es tangible son los billetes y las monedas, cuya presencia es física.

Pero en realidad solo son pedazos de papel y de metal a los que llamamos “dinero” y a los que, al hacerlo, otorgamos una determinada función y un determinado valor abstracto.

Si un día tú decides que ese billete solo es un trozo de papel y no le otorgas el valor que tiene como dinero, sino solo su valor tangible, físico y real, es decir, el de estampita con dibujitos, el dinero muere.Literalmente.

Porque para ti, eso ya no será “dinero”.

Pasará a ser lo que siempre ha sido: papel con dibujos.

De verdad, puedes hacer desaparecer el concepto de dinero de tu vida cuando quieras, porque éste solo reside en tu mente.

Así es el sistema.

Tan débiles son sus cimientos.

Solo vive en nuestra psique, es puro software, como el programa de una computadora.

Ahora imagina que un gran número de gente decidiera hacer lo mismo: concibiera un mundo nuevo en su mente y renunciara a la programación del Sistema.

Y que, por ejemplo, no le diera valor al dinero, a las leyes, a las religiones, a las autoridades o a las normas sociales establecidas.

El Sistema se hundiría por completo.
Desaparecería.

Nada ni nadie podría salvarlo de su destrucción.

¿Entiendes ahora porqué es tan importante para el Sistema controlar todo aquello que tu mente pueda crear o fantasear?

Para el sistema tiene una importancia capital que no puedas concebir nada más allá de las reglas que el propio sistema te impone.

Que no seas capaz de soñar un mundo nuevo.

Porque eso podría destruirlo para siempre, de un solo chispazo.

Por esta razón, toda fantasía creada y difundida a través de los medios de comunicación, la televisión, la literatura, la música, los videojuegos o el cine tiene como función principal canalizar y moldear tu fantasía para impedir que puedas salirte del Sistema.

Observa con atención y lo verás.

Nada, absolutamente nada de lo que es creado y difundido por ninguno de estos medios es auténticamente subversivo.
Nada.

Y es que su mecanismo de funcionamiento es tan simple como efectivo: no se produce, publica ni emite nada “que no pueda gustar al público o que el público no pueda comprender”, porque “no resultaría rentable y no tendría éxito”.

Y supuestamente, ¿qué es lo único que el público puede comprender? Evidentemente, los mecanismos del sistema instalados en su mente.

Círculo cerrado.

Ese es el ciclo lógico que sigue la maquinaria del sistema para moldear y limitar tu fantasía y tu creatividad.

EJEMPLOS CONCRETOS

¿Alguna vez te has preguntado cuantas películas de policías has llegado a ver a lo largo de tu vida?

¿Cuantos centenares de miles de películas y series de TV giran alrededor de la policía?

No intentes contarlas, es imposible.

Porque se trata de un auténtico lavado de cerebro masivo, a escala mundial, perpetrado activa e incesantemente durante décadas.

No habrá un solo día en tu vida en que no enciendas el televisor y no aparezca, como mínimo, un policía, un detective o un agente del FBI, pistola en mano, velando por el orden y la seguridad.


Como una gota malaya, continua, eterna, incesante, desde que eres pequeño hasta que mueres, inoculando en tu mente el mismo mensaje, la misma imagen:

pistola-pistola-pistola
policía-policía-policía
autoridad-autoridad-autoridad
sistema-sistema-sistema

Día tras día, una y otra vez, una y otra vez, sin cesar, como un mantra interminable.

Generación tras generación, los niños crecen y juegan con esas imágenes que moldean sus fantasías y sus sueños hasta el punto de no poder huir de ellas nunca más, férreamente instaladas en su psique como única forma de concebir la realidad.

Y así es como, llegado el momento, centenares de nuevos cineastas y escritores acaban imitando a sus ídolos de juventud, reproduciendo una y otra vez la misma fantasía, vomitando una y otra vez el mismo vómito, pasado en el mejor de los casos por el débil tamiz de su presunta personalidad propia.

Así es el mundo en el que vivimos, a escala creativa.
Y eso sucede en todos los ámbitos de la creación.

Hay más ejemplos de ello: ahí están los miles y miles de insoportables grupos musicales cantando la misma canción, cada uno siguiendo su corriente estética prefabricada, persiguiendo el mismo sueño clónico de gloria sobre el escenario.

Con los mismos instrumentos, raspando las mismas guitarras, bajos, baterías y teclados, con los mismos gorgoritos con tan solo pequeñas variantes que suenan estruendosamente diferentes a orejas de quien ya no llega a concebir nada más en su raquítica y programada mente.

Estructuras musicales repetitivas, párrafo-estribillo-párrafo-estribillo-variación, con la misma duración de 4 minutos cada una, como creadas con un molde.

Millones de canciones que como millones de películas de policías atrapan nuestra mente en la telaraña pegajosa del Sistema para que no consigamos escapar jamás de él.

Tan lavado está nuestro cerebro, que llegamos a considerar como “revolucionario” aquello que no es más que una mínima variación superficial de la norma.

Pongamos de nuevo el ejemplo del género policíaco.
La irrupción de Quentin Tarantino representó un supuesto “aliento de aire fresco” para el género, casi una revolución.

De repente el foco de la cámara se centraba en los delincuentes y no en los policías.

Rápidamente surgieron montones de patéticos imitadores y la ficción televisiva nos acabó obsequiando con exitosos productos, supuestamente innovadores, como Los Soprano, Boardwalk Empire o Breaking Bad.

Muchos han calificado este hecho de “giro revolucionario”.

Pero pensemos un momento…¿realmente comporta alguna diferencia centrar el argumento en la delincuencia en lugar de en la policía?

Para el sistema no.

Pregúntate una cosa: ¿Hay mayor defensor del sistema que un delincuente o un mafioso?

¿O es que acaso su mayor sueño no es ganar dinero y acumular poder, por la vía que sea?

¿Y alguien que solo sueña y lucha por ganar dinero y poder no es un esclavo del Sistema hasta la última célula de su cuerpo?

Poco importa a qué lado se encuentre de la imaginaria línea de la legalidad.

Un gangster, un mafioso o un ladrón forman parte integral del Sistema, exactamente igual que un policía, un juez o un político.

En el fondo, todos refuerzan los mismos mecanismos básicos.

¿Empiezas a ver ya como toda la fantasía está debidamente canalizada por el Sistema para no resultar subversiva?
¿Entiendes por que el Sistema centra tantos esfuerzos en ello?

La ficción se ha convertido en una eficiente fábrica de cadenas para nuestra mente.

Y el ejemplo más flagrante de ello lo encontramos en la ficción costumbrista: los culebrones, los seriales y las comedias televisivas centradas en lo cotidiano, como única fuente generadora de historias imaginarias.

Ficciones protagonizadas por “gente normal” y consumidas por “gente normal”, en un ciclo de condicionamiento mental infinito, en el que todo sueño posible queda circunscrito a la realidad del sistema.

Un lavado de cerebro en toda regla.

Una prisión psicológica.

Este es el mundo enfermo que hemos creado.

Un lugar infecto en el que el mayor instrumento creador sobre la tierra, nuestra mente, se limita a fantasear sobre una realidad exactamente igual a la que ya experimenta.

Un desperdicio de energía y un auténtico insulto hacia el universo que ha creado una herramienta tan maravillosa.

Y por lo visto, parece que el Sistema no se conforma con repetir incesantemente los mismos patrones una vez tras otra.

Desde hace unos años, la industria del entretenimiento ha entrado definitivamente en un bucle de negocio e ideas: remakes de películas, canciones reversionadas, discos remasterizados, clones de grupos musicales en gira…el sistema ni tan solo hace el esfuerzo de cambiar el argumento externo de sus mecanismos de lavado cerebral.

Los repite directamente, sin más.

¡Tan debilitada está ya la mente del ciudadano medio!

A estas alturas podríamos preguntarnos si toda esta maquinaria de manipulación de nuestra fantasía y de nuestros sueños forma parte de una gran conspiración o ha surgido de forma espontánea y natural dentro del propio sistema.

Quizás ambas opciones sean reales a la vez.

Pero sea como sea, hay indicios que parecen indicar que, como mínimo, hay entidades interesadas en incentivar estos mecanismos de manipulación mental con el fin de sacar algún tipo de beneficio o de seguir manteniendo su estatus de privilegio.

Sobre su identidad habrá teorías de todos los colores y cada uno podrá escoger a su propio villano y achacarle la etiqueta que crea conveniente.

Pero en el fondo eso es irrelevante.

Lo que quizás no sea tan irrelevante es constatar que algunas de estas fantasías inoculadas en nuestra mente albergan mecanismos de condicionamiento social de cara al futuro.

Pongamos algunos ejemplos concretos.

PROGRAMANDO LA SOCIEDAD FUTURA

Estos últimos años hemos experimentado diversas oleadas de moda que, principalmente, han arraigado en la mente de las generaciones más jóvenes, como una semilla sembrada con el fin de obtener frutos más adelante.

Si las analizamos con atención, estas oleadas de moda podrían representar un eficaz mecanismo de condicionamiento mental en vistas a la creación de una sociedad venidera, controlada por grupos elitistas de carácter tecnocrático.

Hablamos de 3 modas, principalmente: la moda de los vampiros, la de los zombies y la de los reality shows musicales.

Vampiros

La imagen del vampiro, tan en boga estos últimos años gracias a bazofias prefabricadas al estilo Crepúsculo, es altamente significativa por su impacto inconsciente.

En sus inicios, el vampiro representaba a un ser maligno e inhumano, un aristócrata malvado castigado por una maldición, que se alimentaba de la sangre de inocentes y puras doncellas.

Más allá de su carácter más o menos romántico y de su posible carga sexual, el vampiro no dejaba de ser un ente antinatural y elitista, un muerto viviente que debía ser enviado de cabeza al infierno, pues actuaba como un parásito que se alimentaba de la sangre de los vivos.

En el fondo, ese concepto de vampiro, contenía un trasfondo social de eliminación de viejas estructuras parasitarias y de cambio de régimen.

Pero curiosamente, el nuevo modelo de vampiro implica justamente todo lo contrario.

Ahora el vampiro se ha convertido en un atractivo joven, guapo, refinado, pijo y musculoso, con una fuerza y capacidades sobrehumanas, muy por encima de los de las personas “de la calle”.

Es decir, posee una carga genética superior.

No implica pues algo aberrante contra lo que se deba luchar, como los antiguos Conde Drácula o Nosferatu…sino más bien algo a lo que un adolescente debería aspirar si pretende triunfar en sociedad.

Una clase preeminente, dominante y fuerte.

Una élite aristocrática destinada a dominar el mundo.
Y esta es precisamente la semilla que se siembra en la mente de los adolescentes y los jóvenes a través de estos nuevos modelos de vampiro: la atracción reverencial por la élite, la asunción de su superioridad y ante todo, el sueño de llegar a formar parte de esa casta privilegiada tan cool, que por su propia naturaleza superior de carácter genético, está destinada a dominar el mundo.

Pura ingeniería social.

Zombies

Curiosamente la febril e injustificada moda de los zombies que inunda el mundo en estos momentos está centrada en las clases inferiores, en lo que podríamos considerar como la plebe o chusma.

En sus inicios como género cinematográfico de masas, cuando las películas de género zombie formaban parte de la serie B más bizarra y underground, los zombies eran muertos vivientes, una genuina representación de la masa no-pensante del mundo, que pretendía devorar a aquellos que seguían “vivos”.

Ese concepto de zombies, como muertos que volvían a la vida, representaba todo aquello que formaba parte del pasado más caduco, las ideas y conceptos rancios, podridos y viejos que de forma antinatural pretendían volver a dominar el lugar del que la naturaleza los había desplazado para siempre.

Simbolizaban las viejas estructuras, los anticuados valores que las generaciones de los 60, 70 y 80 habían dejado atrás.

Sin embargo, el estallido y generalización mediática de la nueva moda zombie, trae consigo un cambio tan sutil como sustancial.

Y es que los zombies tan de moda en la actualidad, ya no son muertos vivientes salidos de sus tumbas, sino personas infectadas por una epidemia.

Y esta pequeña variación argumental, que para muchos podría suponer una mera anécdota, trae consigo un mensaje subliminal mucho más profundo y sutil de lo que pueda parecer a simple vista.

Pues como decíamos, un muerto viviente representa ese pasado caduco que pretende recuperar sus antiguos dominios.

Sin embargo, una persona de la calle infectada con una enfermedad incurable, representa a las propias personas que nos rodean.

Nos representa incluso, a nosotros mismos, pues todos somos susceptibles de caer enfermos en cualquier momento.

La identificación inconsciente del espectador con el zombie actual es absoluta, a diferencia del antiguo modelo, en el que al zombie y al espectador los separaba una barrera conceptual infranqueable: ni más ni menos, que la muerte.

Así pues, el concepto de zombie actual representa a los ciudadanos de a pie, a las clases medias y bajas, que llegado el momento deben ser exterminadas sin piedad con el fin de terminar con la epidemia que ellas mismas representan y que inconscientemente ayudan a extender.

El mensaje subyacente en las películas de zombies actuales es: eres un enfermo y tú y los que te rodean debéis ser exterminados por el bien del planeta.

Resulta curioso pues, que un mensaje subliminal tan profundamente insultante haya arraigado con tanta fuerza entre los más jóvenes y haya alcanzado tan elevadas e incomprensibles cotas de éxito.

Realmente, no ofrece muchas esperanzas de cara al futuro.
Como tampoco lo ofrece el propio éxito de esto que ha venido a llamarse absurdamente como “cultura zombie”.

Alguien debería preguntarse como es posible que una temática tan repetitiva, estereotipada y con tan poco recorrido argumental haya proliferado hasta este límite y haya recibido tanto apoyo y difusión mediáticas…

Reality shows musicales

Por último nos centraremos en una de las modas televisivas más extendidas en estos momentos: los concursos de talentos televisivos, al estilo de Operación Triunfo, la Voz, Factor X o Tienes Talento, que como franquicias del Mcdonald’s, del Starbucks o una virulenta infección, se han extendido sin freno por todo el planeta.

La auténtica clave de estos programas no reside en la música, ni en el baile, ni en las emociones exacerbadas; ni tan solo en el sueño de alcanzar la fama y el éxito.

No.

La clave, el concepto a inocular, reside en el jurado.
En un jurado de “expertos” que dirime si alguien es válido o no es válido para triunfar.


Se trata de una autoridad no electa, escogida arbitrariamente por la siempre oculta y desconocida dirección del programa y que en función de sus supuestos conocimientos y experiencia, tiene la facultad de decidir de forma dictatorial y siguiendo solo sus propios criterios personales, quién progresa socialmente y quién tiene permiso para alcanzar su sueño y triunfar.

Es decir, determinan de forma pública qué función le corresponde a cada uno en la sociedad.

Así pues, el concepto sembrado por estos concursos no es un concepto cualquiera.

Si la idea del vampiro nos servía para identificar a la élite y la idea del zombie nos servía para identificar a las clases sometidas a los designios de esa élite, el concepto de jurado de estos reality show nos sirve para designar la relación entre ambas clases.

Si nos fijamos bien, los dos conceptos anteriores, vampiro y zombie, se ven perfectamente reflejados en estos Talent Shows: en ellos, el jurado representa a una autoridad tecnocrática, fría e implacable, cuya función consiste en escoger, según estrictos criterios de validez y eficiencia, a aquellos que, entre la masa enferma (los zombies), tienen derecho a alcanzar determinados puestos de privilegio (vampiros)…puestos de privilegio que, en el mejor de los casos, algún día les permitirán ocupar el puesto de jurado, pero jamás la dirección del programa, que sigue en manos de autoridades ocultas que lo controlan todo desde la sombra.

Como vemos pues, los sueños y fantasías de la juventud actual, sembrados por estas modas mediáticas, parecen tener una orientación clara: inocular en sus mentes la estructura social del mañana.

Y no se trata, precisamente, de una estructura social igualitaria y justa.

Y a ello debemos añadir un último factor.

Un factor altamente significativo, que hemos visto proliferar en el mundo de la ficción los últimos años y que cada vez vemos más presente en las generaciones más jóvenes: el sadomasoquismo.

Porque si no es por el sadismo de la población, ¿como puede explicarse el rotundo éxito de películas de terror centradas en asesinos psicópatas como Freddy Krueger (Pesadilla en Elm Street), Michael Myers (Halloween), Ghostface (Scream), Jigsaw (Saw), Jason Voorhees (Viernes 13) o Anibal Lecter (El Silencio de los Corderos), por poner algunos ejemplos?

¿Qué oscuro resorte activan en el interior del espectador para que éste asista fascinado a sus sangrientos crímenes y destripamientos?

Sin duda el más puro sadismo reprimido hacia sus semejantes.

Y al mismo tiempo el más inconfesable masoquismo.

Pues al ver cualquiera de estas películas, el espectador no solo se ve reflejado en la figura del asesino, sino también en el de la víctima.

Y es que solo a través del más absoluto masoquismo puede justificarse la actitud servil con la que los concursantes de estos Talent Shows se someten sumisamente a los dictados de estos jurados que fríamente deciden sobre su futuro.

Al masoquismo y a la más profunda indignidad como seres humanos.

Quizás todos estos no sean más que una serie de razonamientos paranoides.

Es posible.

Pero nadie puede negar que la configuración de la fantasía y de los sueños de la ciudadanía resultan claves a la hora de mantener el sistema en pie y programar estructuras futuras.

Y sabiendo que el Sistema utiliza todos estos mecanismos para limitar nuestro desarrollo como individuos y esclavizarnos, solo nos queda una opción para empezar a liberarnos: dejemos volar la imaginación.

Derribemos los muros impuestos en nuestra fantasía por el Sistema.

Reventemos las presas levantadas en nuestras psiques por las fabulaciones prefabricadas por la industria del entretenimiento.

Creemos mundos nuevos jamás concebidos por otras mentes, nuevas estructuras sociales y nuevas formas de expresarnos y relacionarnos, por locas que parezcan.

Dejemos que broten de nuestro interior como individuos libres, sin ataduras, más allá de lo que nos hayan inculcado como correcto, real y aceptable.

Porque si de verdad queremos cambiar el mundo, la subversión empieza aquí.

Es el primer paso.

¿Qué fue esa "cosa en el cielo' de Oregón?

© Ed Tynan

Tres semanas después de que una bola de fuego iluminara el cielo de la mañana en el noroeste del Pacífico, la FOX 12 recibió varias fotos de objetos que pasaron por el cielo en Oregon. Un espectador de FOX 12 escribió haber notado "una línea extraña en el cielo" en Beaverton. "A medida que continuaba hacia abajo, el camino detrás de él comenzó a extenderse como se puede ver en las fotos. Entonces se iluminó como una bola de fuego", escribió. 

Otro testigo en Marine Drive dijo que vio tres objetos en el cielo alrededor de las 7:15 am "Corrí dentro para recoger mi cámara tras ver los dos primeros y cuando salí éste estaba traspasando nuestra atmósfera", dijo. Jim Todd, director de la educación científica espacial del OMSI, dijo que está investigando los informes. 


Traducción de Sott.net 
Brien Blakely
mie, 20 nov 2013 13:28 CST

¿Por qué fracasaron las negociaciones nucleares con Irán ?

Las negociaciones entre Irán y el llamado grupo P5+1 formado por las potencias mundiales, que comenzaron el 7 de noviembre y se extendieron durante tres jornadas, terminaron frustrándose cuando, aparentemente, Francia se opuso al acuerdo provisional que se había propuesto al considerar que no establecía un control suficiente de la tecnología nuclear iraní. 

El que Francia se opusiera de forma independiente o con la vieja estrategia del poli bueno y el poli malo, es una cuestión secundaria. El asunto más importante es que las potencias nucleares occidentales dieron marcha atrás en sus propias demandas y propuestas a pesar del hecho de que éstas suponían importantes concesiones unilaterales por parte de los negociadores iraníes.

Aunque los detalles de los asuntos tratados durante los tres días de negociaciones se mantienen como "confidenciales", sobre todo por la parte iraní, la información filtrada por los negociadores y los medios occidentales señala que con la firma del posible acuerdo los negociadores iraníes hubieran accedido a:

(a) dejar de enriquecer uranio al 20%;

(b) inutilizar las reservas actuales de dicho combustible (enriquecido al 20%) para su mayor enriquecimiento;

(c) limitar el enriquecimiento de uranio al 3-5 % de pureza;

(d) no usar las nuevas centrifugadoras IR-M2 para enriquecimiento, las cuales pueden enriquecer combustible nuclear cinco veces más rápido que las antiguas;

(e) permitir más inspecciones intrusivas;

(f) no activar el reactor de agua pesada de Arak, capaz de producir plutonio.

¿Y qué es lo que hubiera obtenido Irán a cambio de todas estas concesiones? No mucho. Estados Unidos y sus aliados acordaban:

(a) liberar parte de los fondos de decenas de miles de millones de dólares de los ingresos del petróleo iraní que están bloqueados en cuentan bancarias en el extranjero, sobre todo en China, Corea del Sur y Japón;

(b) considerar la posibilidad de relajar las sanciones que prohíben el comercio en metales preciosos y algunos productos petroquímicos.

Las sanciones más estrictas sobre el petróleo iraní y los bancos quedarían intactas con el acuerdo provisional propuesto.

A pesar de la obvia injusticia hacia Irán de un acuerdo basado en estas concesiones unilaterales, fue la otra parte, no Irán, la que se opuso a su propia propuesta de acuerdo. La cuestión es porqué.

Negociar de mala fe: el programa nuclear iraní como pretexto para un cambio de régimen

El hecho de que Estados Unidos y otras potencias occidentales invalidaran su propia propuesta de acuerdo es una señal innegable de que, fiel al modelo de numerosas negociaciones de los últimos 10 años, estas potencias nucleares no negociaron de buena fe: exigieron a la parte iraní una serie de concesiones unilaterales con la esperanza de que los iraníes no las aceptarían. Pero cuando los negociadores iraníes accedieron a firmar el acuerdo provisional propuesto basado en esas demandas, las potencias nucleares occidentales recularon.

Las razones para anular el acuerdo propuesto que esgrimieron públicamente los negociadores occidentales incluyeron, entre otras, el futuro reactor nuclear de agua pesada de Arak, el destino de las reservas iraníes de uranio enriquecido al 20%, y el grado y el alcance de las inspecciones intrusivas. Sin embargo, la razón fundamental, filtrada por los funcionarios y medios iraníes (y confirmada por los negociadores rusos), es otra.

Estados Unidos y sus aliados habían prometido a la parte iraní que si durante seis meses Irán cumplía fiel y satisfactoriamente con sus "obligaciones" del acuerdo provisional para "generar confianza", al cabo de ese periodo ellos corresponderían: (a) reconociendo el derecho legal y legítimo de Irán a la tecnología nuclear con fines pacíficos; (b) reconociendo su derecho a enriquecer uranio al 5% de pureza, el nivel necesario para centrales de energía nuclear; y (c) relajando o levantando las sanciones a las exportaciones de crudo y al acceso al sistema financiero internacional.

En el año 2005, promesas parecidas llevaron a Irán a suspender su programa de enriquecimiento de uranio durante dos años sin contrapartida alguna en la relajación de sanciones económicas. Teniendo en cuenta aquella experiencia, en esta ocasión los negociadores iraníes insistieron en que las tres promesas mencionadas más arriba debían hacerse por escrito. Y ahí es cuando se puso de manifiesto la mala fe con la que estaban negociando las potencias nucleares occidentales, pues se negaron a formalizar sus promesas por escrito.

Una vez más, esto demuestra que, violando el Tratado de No Proliferación, en el que se reconoce claramente el derecho de los países miembros a la tecnología nuclear con fines pacíficos, el verdadero objetivo de Estados Unidos y sus aliados es negar a Irán este derecho legal y legítimo. Pero fundamentalmente, demuestra que el programa nuclear iraní se utiliza como pretexto para convertir el estado soberano de Irán en un estado cliente.

Los grupos gobernantes iraníes parecen ser conscientes de los motivos ocultos de Estados Unidos y sus aliados en las negociaciones nucleares. Sin embargo, una y otra vez vuelven a la mesa de negociaciones –que, en lo que a Estados Unidos y sus aliados se refiere, es básicamente una mesa de farsa– y brindan a sus adversarios el pretexto necesario para aumentar las sanciones. ¿Por qué? ¿Por qué daría uno un paso sabiendo que acabaría cayendo una trampa?

Errores de cálculo de Irán

Una respuesta frecuente a esta pregunta es que debido a las durísimas sanciones y la amenaza de guerra, Irán se ve forzado a mantener negociaciones nucleares a pesar de no ser optimista respecto al resultado de las mismas. Aunque pueda haber algo de verdad en esta explicación, la razón fundamental parece que está en un enorme error de cálculo por parte de los responsables de la política nuclear iraní.

Su razonamiento siempre ha sido que como el programa nuclear iraní se lleva a cabo con propósitos civiles/pacíficos, y por eso mismo cumple plenamente con el Tratado de No Proliferación, no deberían tener miedo a las negociaciones. En otras palabras, dado que Irán dice la verdad, alegan, más pronto que tarde se demostrará que sus interlocutores nucleares estaban equivocados y finalmente éstos tendrán que aceptar sus derechos nucleares legales y legítimos. Se trata de un error de cálculo gigantesco, lo mismo que intentar aportar una prueba negativa. La estupidez, según Albert Einstein, "es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes". Los negociadores iraníes están muy lejos de ser estúpidos. De hecho son conocidos por estar entre los políticos y los negociadores internacionales más hábiles del mundo. No obstante, cuando el fallo o el juicio de las negociaciones nucleares está predeterminado, carece de sentido esperar un desenlace diferente. Los esfuerzos inútiles de Irán para cambiar el resultado de las negociaciones nucleares (p.e. prueba negativa) han demostrado ser muy costosos si nos fijamos en el aumento de sanciones económicas: cada nueva ronda de negociaciones nucleares ha desembocado en un endurecimiento de las sanciones. Por supuesto, esto no significa que en ausencia de dichas negociaciones no hubieran habido sanciones económicas y/o actos de agresión contra Irán; lo que quiere decir es que si se terminara con esta farsa ya no podría esgrimirse el pretexto nuclear para endurecer las sanciones.

El papel del presidente Rouhani

Además del problema asociado a la locura de hacer el juego a esta farsa de negociaciones –de la que han participado, más o menos, todos los negociadores iraníes durante los últimos 10 años– el presidente Rouhani y su equipo negociador podrían ser cuestionados por otro error de cálculo, o quizás conceptual. Mientras que Ahmadinejad y los negociadores iraníes durante su presidencia no se hacían ninguna ilusión sobre las intenciones de Estados Unidos y sus aliados y, por lo tanto, opusieron resistencia a la demanda de concesiones unilaterales, Hassan Rouhani y su equipo sí parecen albergar dichas ilusiones; lo que explica porqué consintieron en hacer todas las concesiones unilaterales que aparece enumeradas más arriba durante la última ronda de negociaciones.

Esas ilusiones provienen de una percepción bastante confiada o imprudente de que las políticas detrás de las sanciones económicas contra Irán (o las políticas imperialistas de agresión en general) podrían dejarse influenciar por fórmulas de cortesía o las reglas del decoro diplomático. En este sentido, echaron la culpa de numerosas sanciones (y de la inherente parálisis económica de Irán) al anterior presidente, Mahmoud Ahmadinejad, por sus maneras "poco refinadas", su actitud "confrontadora" y/o sus políticas "extremistas". Esta obvia utilización de su predecesor como chivo expiatorio quedo patente durante la campaña presidencial de Hassan Rouhani durante los meses de mayo y junio de 2013.

Tanto si la razón de culpabilizar de las sanciones económicas a las anteriores administraciones deriva de convicciones sinceras o de cálculos políticos oportunistas, el hecho sigue siendo que al hacer eso, el presidente Rouhani debilitó notablemente la posición negociadora de su equipo en Ginebra cargándoles, tal vez inadvertidamente, con la responsabilidad de encontrar una solución al estancamiento de las conversaciones nucleares. Esto explicaría, como ya se ha señalado, porqué durante la última ronda de negociaciones (7-9 de noviembre) la parte iraní accedió a hacer numerosas concesiones. El que Estados Unidos y sus aliados se negaran a firmar el acuerdo propuesto (alegando que las concesiones no limitaban suficientemente el programa nuclear iraní) no cambia el hecho de que Irán sí estuviera dispuesto a hacerlo.

En conclusión:

La última ronda de conversaciones nucleares entre Irán y el grupo P5+1 fracasó no porque Irán no hiciera concesiones importantes sino porque Estados Unidos y sus aliados se negaron a reconocer el derecho legal y legítimo de Irán, garantizado por el Tratado de No Proliferación, a la tecnología nuclear con fines civiles y pacíficos. La política de Estados Unidos hacia Irán (o cualquier otro país, con respecto a este asunto) se basa en una agenda imperialista que consiste en una serie de demandas y expectativas, no en la formalidad diplomática o el tipo de lenguaje utilizado por sus líderes. Esto incluye la renuncia por parte de Irán a su derecho legal y legítimo a la tecnología nuclear con fines civiles, así como su conformidad con la estrategia geopolítica de Estados Unidos-Israel para Oriente Medio/la región del Golfo Pérsico. Incluye además abrir la economía/el mercado iraní al libre comercio y las inversiones estadounidenses.

Parece razonable sostener que, de ese modo, una vez que Irán permitiese la participación o intromisión de Estados Unidos en cuestiones de soberanía nacional, el país se precipitaría por una pendiente resbaladiza que le conduciría a la renuncia de dicha soberanía: Estados Unidos no estaría satisfecho hasta que Irán se convirtiera en otro estado cliente, más o menos como Jordania, Arabia Saudita y otros.

La mayoría de los políticos y/o responsables de las políticas iraníes son muy conscientes de ello. Sin embargo, igual que los anteriores presidentes Rafsanjani y Khatami, Hassan Rouhani mantiene una postura ambivalente con respecto a las doctrinas imperialistas y la política exterior estadounidense. Cuando antes él y sus asesores identifiquen y/o reconozcan dichas estrategias e intenciones, mejor.

Traducción de Sara Plaza

Ismael Hossein-zadeh es profesor emérito de Economía, Drake University, Des Moines, Iowa. Es el autor de The Political Economy of U.S. Militarism (Palgrave– Macmillan 2007) and Soviet Non-capitalist Development: The Case of Nasser’s Egypt (Praeger Publishers 1989). Su último libro, titulado Beyond Mainstream Explanations of the Financial Crisis: Parasitic Finance Capital, será publicado por Routledge Books.

Artículo original en inglés publicado en Counterpunch.org http://www.counterpunch.org/2013/11/15/why-the-iran-nuclear-talks-failed/

El piloto peruano que disparó contra un ovni

El piloto peruano Oscar Santa María es el único piloto que ha disparado contra un ovni.

El piloto peruano Oscar Santa María, es el único ser humano que disparó contra un ovni, el 11 de Abril de 1980, cuando aún era un joven teniente de 23 años.

Este increíble combate duró 22 minutos durante los cuales cientos de personas fueron testigos de la espectacular persecución a un ovni que realizó Oscar Santa Maria en su avión Sukhoi SU-22M (Fitter J) sobre los cielos del Departamento de Arequipa, al sur del Perú.

Santa María ha dado innumerables entrevistas y ha participado en reconocidos programas de televisión como “Ufo Hunters” (Cazadores de Ovnis) que le dedicó un episodio. Sin embargo, no existe un análisis detallado de su relato y de los motivos que convierten su experiencia en algo invalorable.

Antes de seguir en detalle el relato de Santa María, es necesario situar los hechos en su contexto histórico, para entender mejor la magnitud del suceso.

Este es el caza bombardero Sukhoi SU–22M (Fitter J) con el que Oscar Santa María disparó contra un ovni. Fue adquirido por el gobierno peruano en 1977.
Los Sukhoi Su-22 peruanos

Durante los años 70, la tensión política entre los gobiernos de Perú y Chile, llevo a ambos países a una carrera armamentista sin precedentes que alteró el equilibrio militar estratégico en los países de la región.

Durante ese periodo, alrededor del año 1977, el Perú compró 52 aviones caza bombarderos supersónicos Sukhoi SU-22, que eran entonces junto a otros aviones, el orgullo de la industria aeronáutica soviética por su avanzada tecnología y diseño que le permitía realizar complicadas maniobras aéreas.


Los SU-22 que adquirió el Perú estaban diseñados para volar a una altura máxima de 18,000 metros y tenían dos cañones de 30 mm, uno a cada lado de la nave, cargados con 80 obuses. Además, los SU-22 peruanos llevaban misiles aire-aire AA-2-2 “Advanced Atoll” y AA-8 “Aphid”.

En un inicio, la mayoría de estos SU-22 fueron enviados a la base aérea peruana de La Joya, estratégicamente situada en el departamento de Arequipa a 1,000 kilómetros al sur de Lima, no lejos de la frontera con Chile.

Debido a la tensión existente entre Perú y Chile, esta flota aérea tenía como misión principal servir de sistema de respuesta rápida y de escudo protector antiaéreo en caso de violación del espacio aéreo peruano por parte del vecino país del sur.

Es importante aclarar que los caza bombarderos supersónicos Sukhoi SU-22 eran aviones de alta tecnología considerados entre los más efectivos de su generación.

El Teniente Santa María

La Fuerza Aérea Peruana (FAP) se caracteriza por la estricta y profesional formación de sus pilotos, que eran considerados en esa época, como los más capacitados de Sudamérica.

El Teniente Santa María formaba parte de esa élite y había seguido con excelencia la formación de piloto de guerra que impartía la FAP.

Tal era su destreza que con solo 19 años ya participaba en ejercicios de combate aéreo. A los 21 años, en 1978, fue seleccionado para probar las nuevas naves Sukhoi SU-22 adquiridas por el gobierno peruano.

A pesar de solo tener 23 años, cuando Oscar Santa María se enfrentó en combate aéreo con un ovni, ya contaba con más de ochos años de experiencia como piloto y varios trofeos aéreos en su haber. Es más, era considerado por sus superiores como uno de los mejores pilotos de combate de su generación.

Quizás, por eso fue el elegido para derribar el ovni que volaba en el espacio aéreo resguardado por la Base Aérea de La Joya, en el sur del Perú, la mañana del 11 de Abril de 1980.

El Teniente Oscar Santa María subiendo a su Sukhoi SU-22M (Fitter J).
Un encuentro inclasificable

Lo que sucedió en el encuentro entre Santa María y el ovni de la Joya es tan singular que escapa a las clasificaciones que los ufólogos han creado para organizar los encuentros con ovnis y con sus tripulantes.

El renombrado ufólogo Allen J. Hynek, quien participó como consultor en el proyecto Libro Azul, clasificó los encuentros con ovnis y sus tripulantes en tres tipos: los encuentros cercanos del primer tipo (CE-1) se refieren a los avistamientos de ovnis; los del segundo tipo (CE-2) son aquellos encuentros en los que el ovni influye en elementos de su entorno alterando las comunicaciones por radio, bloqueando la transmisión eléctrica o dejando quemaduras en la tierra; y los del tercer tipo (CE-3) son los que incluyen un avistamiento de los tripulantes del ovni.

Luego otros ufólogos agregaron dos tipos más de encuentros cercanos: los del cuarto tipo que son aquellos casos en los que un ser humano es secuestrado o abducido por los tripulantes de un ovni y los del quinto tipo que son los casos en los que se desarrolla un proceso de comunicación entre un ser humano y los tripulantes de un ovni.

El caso de Santa María es tan singular que no encaja en ninguna de las clasificaciones anteriores. Santa María atacó a un ovni y los humanos estamos tan ciegos pensando que los ovnis solo pueden venir a ayudarnos que no hemos ni siquiera catalogado el tipo de contacto que debería ser el más esperado: cuando un ser humano ataca a un ovni o a los tripulantes del mismo, sea por iniciativa propia o como respuesta a un ataque del ovni.

El encuentro entre Santa María y el ovni es tan singular que no ha sido incluido dentro la clasificación de encuentros con ovnis.
El Ovni de La Joya

Este es el increíble relato del enfrentamiento entre el temerario piloto de guerra peruano Oscar Santa María y un ovni. Probablemente el mismo que minutos después de haber sentido el aliento de la muerte susurrarle al oído, Santa María relató a sus compañeros de la Base Aérea de La Joya en Arequipa.

El enfrentamiento entre ambas naves ha quedado registrado en los anales de la historia como el único caso en el que un piloto de avión disparó, en un épico enfrentamiento aéreo, contra un enemigo desconocido e indescifrable: algo que comúnmente se denomina un ovni.

El 11 de Abril de 1980, a las 7:15 de la mañana, mientras 1,800 hombres se encontraban en formación en la Base Aérea de la Joya en Arequipa al sur del Perú, Oscar Santa María fue advertido por uno de sus superiores que un objeto volador no identificado con forma de globo estaba suspendido en el aire sobre el tramo final de la pista de aterrizaje de la base.

Acompañado de tres pilotos, Santa María salió del cuartel y observó el ovni. El objeto estaba a cinco kilómetros de la base, suspendido a una altitud de 600 metros sobre el extremo más alejado de la pista de aterrizaje. El Comandante de la FAP Carlos Vásquez Zegarra le ordenó a Santa María que subiera a su avión y derribara al ovni.

Según recuerda Santa María, el ovni no había respondido a los intentos de comunicación de la base militar y siendo La Joya una de las pocas bases en Sudamérica que tenían armamento soviético, los militares peruanos sospecharon que el globo era un mecanismo de espionaje.

Los militares de la Base Aérea de La Joya vieron al ovni flotando a 600 metros sobre el extremo final de la pista de aterrizaje. (Image: Google Earth)

La teoría del globo fue rápidamente descartada por los militares ya que el objeto no tenía las características de un globo meteorológico y, en ese entonces, no existían globos de aire caliente de pasajeros en el Perú. Era necesario atacar al objeto.

Como era habitual en la base, esa mañana los aviones estaban armados y listos para despegar en cualquier momento así que Santa María se dirigió su avión, la misión parecía fácil…

Oscar Santa María ha relatado su encuentro varias veces sin modificar los detalles. El relato más detallado del caso de La Joya se encuentra en el libro de la investigadora Leslie Kean titulado “UFOs: Generals, Pilots, and Governments Officials Go On The Record” (“Ovnis: Generales, pilotos y oficiales gubernamentales declaran”). El mismo Santa María escribió un capítulo para este libro titulado “Close Combat with an UFO” (Combate contra un ovni). Este es el relato que utilizaremos como base de este artículo.

“De inmediato fui hacia mi jet, sin retirar los ojos de ese objeto en el cielo, revisando en mi mente cada uno de los pasos de la misión. Como el objeto estaba en el perímetro de la base y mi avión estaba armado con obuses de 30 mm, decidí atacar desde el noroeste hacia el sureste. De esta manera, el Sol estaría a mi izquierda y así evitaría impactar la base con mis armas. Después de despegar, hice un giro a la derecha y alcance una altitud de 2,500 metros. Luego me posicioné para el ataque. Apuntando hacia el globo, alcancé la distancia necesaria y lancé una descarga de 64 obuses de 30 mm, que crearon una pared de fuego en forma de cono que, normalmente, habría destruido cualquier cosa en su camino. Algunos de los proyectiles se desviaron del objetivo, cayendo a tierra, y otros impactaron en el objeto con precisión. Pensé que el globo se abriría y que algunos gases saldrían de su interior pero nada sucedió. Parecía como si las grandes balas hubiesen sido absorbidas por el globo, que no estaba dañado. De pronto, el objeto empezó a ascender muy rápidamente y se alejó de la base.”

El arma que utilizó Santa María para disparar al ovni fue el cañon de 30mm que llevaba su Sukhoi SU-22M (Fitter J) en cada una de las alas. En la foto se puede apreciar el tamaño de cada bala o obus.

A pesar de la increíble resistencia del extraño objeto que hubiese atemorizado a cualquier piloto, Santa María no se detuvo a reflexionar y continuó con coraje su misión. El piloto elevó la altitud de su avión para poder perseguir al ovni que se elevaba rápidamente y activó los propulsores o quemadores auxiliares informando a la torre de control de la base que iniciaría procedimientos de combate. Santa María se dio cuenta de lo delicado de la misión y le solicitó a los operadores de la torre que grabasen todas las comunicaciones de radio.

La persecución empezó.

El Sukhoi SU-22 volaba a 950 km por hora tratando de acercarse al ovni sin éxito. A pesar de que Santa María aumentaba la velocidad de su avión, el ovni mantenía una ventaja de 500 metros, que es una distancia a la que podría haber disparado pero el SU-22 no se encontraba en la mejor posición para hacerlo.

“Mientras nos alejábamos de la base, informé a la torre de control (de la base) datos como ‘estoy a 3,000 metros de altura y a 20 kilómetros de la base….estoy a 6,000 metros de altura y a 40 kilómetros de la base…’ y así. Para este momento ya me encontraba sobre la ciudad de Camaná, que está a 84 kilómetros de la base, volando a una altitud de 11,000 metros. Estaba en plena persecución del objeto, cuando este se detuvo súbitamente y me obligó a virar al costado. Hice un giro a la derecha y traté de posicionarme para disparar de nuevo. Una vez que obtuve la posición deseada para disparar, que era aproximadamente a 1,000 metros del objeto, me empecé a acercar hasta que lo tuve perfectamente en la mira. Aseguré las armas en el objetivo y estaba listo para disparar.”

El ovni que persiguió Santa María se elevó verticalmente a gran velocidad varias veces.

Si la manera como el ovni se había detenido súbitamente era algo inexplicable para el piloto peruano ya que no existen aviones que puedan realizar esa maniobra, lo que sucedería segundos después fue aún más extraño. Antes de que Santa María pudiese disparar, el ovni que se había detenido súbitamente y permanecía suspendido en el aire, se empezó a elevar rápidamente de manera vertical, perpendicularmente a la superficie, logrando evadir el ataque. El ovni se elevó y logró salir del rango de 700 metros de distancia que el caza bombardero SU-22 de Santa María necesitaba para atacar.

“El objeto hizo otro ascenso rápido, evadiendo el ataque. Quedé debajo del objeto, el objeto había quebrado el ataque. Intenté la misma maniobra de ataque dos veces más. Cada vez, tenía al objeto en la mira cuando este permanecía estático. Y cada vez (que intentaba atacar), el objeto escapaba ascendiendo verticalmente segundos antes de que yo empezara a disparar. El objeto eludió mi ataque tres veces, cada vez en el último instante.”

Imaginemos, por un instante, la reacción de cualquier piloto frente a semejantes maniobras. Era obvio que lo que Santa María estaba enfrentando no era fruto de la tecnología humana y lo más probable era que no tuviera ninguna posibilidad de derribarlo. Por el contrario, todo apuntaba a que si el piloto peruano seguía en el combate, él sería quien terminaría derrotado. Sin embargo, las siguientes declaraciones muestran que el temple, el coraje y el sentido del deber de Santa María, pudieron más que la razón.

“Entonces se convirtió en algo personal. Tenía que derribarlo. Pero no podía porque siempre ascendía. Estaba comprometido con esta misión y sentía que debía salir exitoso. Esto era todo lo que importaba y me sentía confiado sabiendo que tenía un avión extraordinario. Eventualmente, como resultado de una serie de rápidos movimientos ascendentes, el objeto terminó a una altitud de 14,000 metros. Tenía que pensar que hacer! Decidí hacer un ascenso audaz con mi avión para ponerme por encima del objeto y así descender sobre él verticalmente e iniciar un ataque desde arriba. De esta manera, si el objeto decidía ascender, como había hecho en los tres intentos previos, no saldría de mi rango de tiro y sería más fácil dispararle. No estaba preocupado de estrellarme con el objeto debido a la agilidad y la capacidad de maniobra de mi avión.”

El piloto peruano Oscar Santa María persiguió a un ovni hasta 19,200 metros de altitud.

Entonces, Santa María aceleró a velocidad supersónica, 1,850 km por hora, para poder elevarse por encima de los 14, 000 metros de altura a los que se encontraba el ovni. Mientras ascendía, Santa María iba calculando la distancia hasta que se dio cuenta que había rebasado al ovni, que ahora se encontraba debajo del Sukhoi. Su plan parecía haber funcionado. El piloto peruano solo tenía que girar y lanzarse en rápido descenso disparando hacia el ovni. Pero, una vez más, sucedió algo inesperado.

“Para mi sorpresa, el objeto ascendió de nuevo a una alta velocidad y se colocó junto a mi en formación paralela! Esto me dejo sin posibilidad alguna de ataque.”

Santa María no se rindió y poniendo en riesgo su vida siguió ascendiendo con la intención de ponerse encima del ovni. Elevó su avión hasta una altitud de 19,200 metros, mil metros más del límite máximo establecido para los SU-22. A esta altitud, el ovni se volvió a detener y quedó suspendido en el aire. Santa María ajustó el ángulo de las alas de su avión pensando que podría maniobrar a esta altitud para poder ponerse a distancia de tiro pero no lo logró.

A 19,200 metros del altura, el Sukhoi SU-22 no podía maniobrar con la misma facilidad que el ovni.

Mientras Santa María decidía su próxima acción, las luces que advierten del nivel bajo de combustible se encendieron. Santa María decidió regresar a la base. Como no podía atacar, se acercó al objeto para poder observarlo con detenimiento.

Santa Maria decidió abandonar la persecución ya que se encontraba por encima de la altura máxima establecida para el Sukhoi SU-22M y porque le quedaba poco combustible.

Los SU-22 no tienen radar incorporado pero si tienen una pantalla de combate que a través de un sistema de rayos laser calcula la distancia entre el armamento del caza bombardero y su objetivo. Santa María utilizó esta pantalla para medir la dimensión del ovni.

“Me acerqué todo lo que pude, hasta unos 100 metros. Estaba sorprendido al ver que el ‘globo’ no era ningún globo. Era un objeto que medía 10 metros de diámetro y arriba tenía un domo resplandeciente de color crema, similar a un foco de luz cortado por la mitad. La parte de abajo era una amplia base circular, de color plateado, y parecía de metal. Carecía de los componentes típicos de un avión. No tenía alas, ni turbinas de propulsión, ni tubo de escape, ni ventanas, ni antenas y demás. No tenía un sistema de propulsión visible. En ese momento, me di cuenta que no era un aparato de espionaje sino un OVNI, algo totalmente desconocido. Casi no tenía combustible, así que no podía atacar o maniobrar mi avión o hacer un escape de alta velocidad. De pronto, me asusté, pensé que sería mi final. Después de recuperarme del impacto de lo que había visto, empecé mi regreso a la base y expliqué a la torre de control exactamente lo que había sucedido.”

Santa María tuvo que planear con el SU-22 durante su descenso para que el poco combustible que quedaba le permitiese llegar hasta la pista de aterrizaje de La Joya.

La persecución había llevado al piloto peruano hasta una distancia de 90 kilómetros al sur de la Base Aérea de La Joya y lo había traído de regreso. Cuando Santa María decidió abandonar la persecución, el ovni se encontraba, de nuevo, cerca a la Base de la Joya.

La persecución llevó al Teniente Santa María hasta Camaná, 84 kilómetros al sur de la Base Aérea de La Joya, en el departamento de Arequipa, al sur del Perú.

El increíble enfrentamiento había durado 22 minutos durante los cuales todo el personal de la Base Aérea de La Joya había presenciado sorprendido el evento. Algunos oficiales presentes aquel día en la base, como el Comandante Julio Chamorro, han confirmado varias veces el incidente.

Un detalle que Santa María no ha explicado en ninguna entrevista es ¿por qué no activó los misiles especiales que llevaba su avión y por qué solo atacó al ovni con los cañones de 30 mm?
El único piloto que logró disparar contra un ovni

Existen otros dos casos comprobados en los que un piloto de otro país casi llega a dispararle a un ovni.

El Teniente de la Fuerza Aérea Norteamericana Milton Torres, basado en Inglaterra, fue enviado el 20 de Mayo de 1957 en una misión especial. Sus superiores le ordenaron interceptar y derribar un ovni de gran tamaño que había sido detectado por radar en los cielos de Anglia del Este en el Reino Unido.

Milton Torres se acercó al ovni y preparó sus armas, pero antes de que pudiera disparar el ovni se alejó rápidamente

El otro caso es el del piloto iraní Parviz Jafari. En 1976, un ovni fue detectado, visualmente y en radares, sobre el cielo de Teherán. El piloto iraní despegó en su avión F4D para interceptar al ovni pero no pudo disparar porque aunque se encontró a rango de disparo el sistema de armas del avión falló.



Muchos pilotos han visto ovnis y algunos hasta los han perseguido pero Santa María es el único que ha logrado disparar.

En el caso iraní, el avión tenía sistemas de armas digitales que fallaron al acercarse al ovni. En el caso Torres, las armas eran mecánicas pero el ovni logró evadir al piloto norteamericano.

En el caso peruano, la pericia de Santa María hizo que pudiera dispararle al ovni y los sistemas de armas de su SU-22 no fallaron porque eran mecánicos.
Un encuentro que llegó a la CIA

Esa mañana de Abril de 1980, luego de aterrizar, Santa María pudo escuchar las diferentes versiones del incidente que circulaban en la Base Aérea de la Joya.

“Debido a la amenaza establecida por este ‘globo’, nuestra base había activado sus sistemas de defensa y todos los sistemas estaban en alerta. Todos entregaron informes. Nos informaron que el objeto nunca fue registrado en el radar, incluso cuando los operadores de radar podían verlo en el cielo, como la gente que lo vio antes cuando el objeto permaneció suspendido. Ellos también lo describieron como redondo y metálico. Nos dijeron que lo que había sucedido en esta reunión debía permanecer entre nosotros y no deberíamos divulgarlo en ningún momento.”

Los superiores de la Base de la Joya escucharon el relato de Santa María, hicieron algunos análisis de naves de espionaje conocidas y clasificaron al supuesto globo como un objeto volador no identificado.

Santa María recuerda que luego de su enfrentamiento, el ovni permaneció por más de dos horas en el mismo lugar dónde lo había dejado cuando abandonó la persecución, aún visible a simple vista desde la base.

Oscar Santa Maria participó en el evento organizado en el National Press Club en Washington el 12 de Noviembre del 2007.

Durante los años posteriores, Santa María no volvió a hablar del caso.

Décadas después, alrededor del año 2002, la OIFAA (Oficina de Investigación de Fenómenos Aero Anómalos de la Fuerza Aérea del Perú), dirigida en ese entonces por el Comandante Julio Chamorro, amigo personal de Santa María y testigo del incidente, empezó a investigar el caso del ovni de la Joya. Esto fue lo que eventualmente hizo que la FAP autorizase a Santa María a hablar públicamente del caso.

En noviembre del 2007, la periodista norteamericana Leslie Kean tuvo conocimiento de la increíble experiencia del piloto peruano y decidió invitarlo a participar en un evento internacional en el que pilotos de diferentes países relataron sus experiencias con ovnis o seres de otros planetas.

El 12 de Noviembre del 2007 Santa María fue parte de un panel de 14 invitados conformado por generales, científicos, pilotos y militares de siete países que habían tenido experiencias con ovnis. El piloto peruano relató su encuentro ante el público concitado en la sede del National Press Club (Club Nacional de Prensa) en Washington.

Leslie Kean informó también a Santa María que su caso había concitado una atención especial por parte del gobierno norteamericano ya que ella había encontrado un documento oficial informando del incidente de la Base de La Joya (ver imagen de abajo).

Este documento no tiene información detallada sobre el incidente pero muestra, como se puede apreciar en la imagen de abajo, que fue enviado a la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana (NSA) y a la CIA.




El documento oficial del gobierno norteamericano que informa del incidente de Santa María fue emitido el 3 de Junio de 1980 con copia a la NSA y a la CIA.

En febrero del 2008, Santa María fue entrevistado para el programa “Ufo Hunters” (Cazadores de ovnis) del conocido canal de televisión History Channel. Luego de la difusión del programa en octubre del mismo año, Santa María se convirtió, tardíamente, en una celebridad mundial y concedió entrevistas a medios de prensa de todo el mundo.

Al parecer, para Santa María la fama no es tan importante como comprobar que finalmente hay gente que le cree y que reconoce su valor.
La ciencia contra la ciencia

Un objeto volador estuvo suspendido sobre la Base Aérea de La Joya aquella mañana porque existen decenas de militares, sino cientos, que atestiguaron el hecho, y existe un documento del gobierno norteamericano, confirmando el mismo episodio.

Es decir, el objeto no era un fenómeno meteorológico o una simple ilusión óptica. Estas opciones quedan descartadas. El objeto existía físicamente y reaccionaba, de alguna manera, a las maniobras del piloto.

Un dato importante es que el radar de la Base de la Joya no logró detectar al ovni. Según el relato de Santa María, el ovni no apareció en el radar ni siquiera durante la persecución.

Entender los principios básicos del funcionamiento de los radares nos puede ayudar a analizar mejor el incidente.


Foto del evento organizado en el National Press Club de Washington en Noviembre del 2007. A la derecha abajo, el ex Ministro de Defensa Británico y ufólogo Nick Pope. A su izquierda, la periodista norteamericana Leslie Kean. Al centro, Oscar Santa María. A la izquierda, el ufólogo peruano Anthony Choy. (Foto por Ufo Digest/ Marc Whitford)

Los radares funcionan enviando señales intermitentes de radio que rebotan en los objetos y regresan al radar permitiéndole así calcular la distancia y elevación de los mismos. Algunos objetos se desplazan muy despacio y son descartados por los radares y otros objetos no están hechos de materiales refractivos. El material del objeto tiene que ser capaz de poder reflejar la señal de radio de vuelta al radar para que este lo pueda detectar.

Los globos meteorológicos y los globos de aire caliente de pasajeros, utilizados hasta el cansancio por los escépticos para explicar los avistamientos ovni, no son siempre detectados por los radares ya que se desplazan a velocidades muy lentas y no tienen superficies refractivas.

Los escépticos han tratado también de descartar el caso de Santa María diciendo que se trataba de un globo meteorológico como se supone sucedió en el caso Gorman de 1948. En este caso, el piloto George F. Gorman de la Guardia Nacional de Dakota de USA persiguió, en su avión P51, a un ovni, de manera similar a Oscar Santa María.

El proyecto de estudio del fenómeno ovni Blue Book (Libro Azul) del gobierno norteamericano clasificó el caso Gorman como falso, ya que según sus análisis Gorman habría perseguido a un globo meteorológico. En el caso del ovni de La Joya esta hipótesis queda descartada puesto que el objeto que persiguió Gorman era, según su descripción, una bola de luz de 15 a 20 centímetros de diámetro y el objeto que enfrentó Santa María tenía 10 metros de diámetro.

Además, los investigadores del Proyecto Blue Book descubrieron que en la torre de control más cercana al incidente nadie había visto las maniobras que, según Gorman, realizó el objeto. Según el informe del Proyecto Blue Book, estas supuestas maniobras no eran más que una ilusión óptica provocada por los movimientos del avión de Gorman cerca al globo meteorológico. En el caso de Santa María, existen cientos de testigos que vieron al ovni y a las maniobras que este y el avion Sukhoi SU-22M realizaron durante la persecución.

En todo caso, tratando de seguir la teoría de los escépticos, aunque la mayoría de globos meteorológicos tienen como máximo 6 metros de diámetro, existe un tipo especial de globo meteorológico coincide con las dimensiones del ovni que observó Santa María puesto que tiene casi 12 metros de diámetro: El Transosonde (ver imagen de abajo).

El Transosonde es uno de los pocos globos metereológicos que supera los 10 metros de diámetro.

Este globo meteorológico especial, desarrollado por la Oficina de Investigación de la Naval norteamericana en los años cincuenta, estaba lleno de helio, llevaba un mecanismo de control programable, equipo de navegación y de radio, así como baterías eléctricas. Su desplazamiento y altitud se controlaban por radio liberando gas para hacerlo descender y liberando otros materiales para hacerlo ascender. Podía permanecer en el aire por varios días y su objetivo principal era recoger datos meteorológicos de diferentes altitudes durante largos periodos de tiempo.

¿Santa Maria se enfrentó a un globo meteorológico tipo Transosonde? ¿el ovni de La Joya podría ser un globo Transosonde de 10 metros de diámetro que se desplazó rápidamente gracias al aire que movía el caza bombardero al acercarse?

Es muy extraño que un globo metereológico del tamaño del Transosonde haya podido desplazarse a casi 1,000 kilómetros por hora como lo estaba haciendo el Sukhoi SU-22M de Santa María cuando persiguió al ovni por los cielos del sur de Arequipa.

Más aún, el Transosonde suele permanecer a altitudes mayores a los 40,000 metros. Cabe preguntarse ¿qué hacía el supuesto globo Transosonde flotando a escasos 600 metros sobre la pista de aterrizaje de La Joya?

Esta hipótesis tiene también la experiencia de un experimentado piloto de combate como contrapeso. Santa María sabía lo que era un globo meteorológico, grande o pequeño, al igual que los militares de la base de La Joya.

No hay que olvidar que Santa María disparó 62 obuses y esto habría destruido a cualquier globo meteorológico, incluso al gigante Transosonde.

La persecución aérea llevó a Santa María hasta los cielos de Camaná, a 84 kilómetros de la base de La Joya, y lo trajo de regreso a las inmediaciones de la base. Entonces, ¿cuáles son las probabilidades que durante la persecución aérea el supuesto globo meteorológico se haya alejado de la base para luego volver a las inmediaciones de la misma y permanecer en el mismo lugar sin moverse por dos horas?

Es imposible que un globo de aire caliente de pasajeros o un globo meterológico de grandes dimensiones haya podido superar en velocidad al caza bombardero supersónico Sukhoi SU-22M (Fitter J) que podía llegar a la velocidad Mach 2.2, más de 2,300 kilómetros por hora.

La hipótesis del globo meteorológico, como hemos visto, no es sólida y deja varios detalles sin explicación.

Por otro lado, la hipótesis del globo de aire caliente de pasajeros queda también descartada cuando tomamos en cuenta la velocidad a la que se desplazaba el ovni, horizontal y verticalmente. No existe globo de aire caliente alguno que se desplace a esa velocidad. Como bien dice Santa María, en ese entonces en el Perú no existían globos de aire caliente de ese tamaño.

Podemos elucubrar que se trataba de un equipo de espionaje de tecnología avanzada, pero ¿de qué país? El Perú le compraba armas a los rusos así que estos no necesitaban espiar. Los norteamericanos tampoco podrían haber estado detrás de este avanzado supuesto sistema de espionaje ya que ellos mismos emitieron un documento oficial alertando del hecho a varias organizaciones estatales como la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y la CIA.

No se puede seguir especulando más. Las hipótesis racionales no logran explicar lo ocurrido en el caso Santa María. Es imposible determinar con certeza si se enfrentó a una nave extraterrestre o a una nave terrestre construida con tecnología alienígena o, incluso, si se enfrentó a una nave extra dimensional.

La experiencia de Oscar Santa María es real aunque es imposible determinar con certeza el origen del ovni.

Podemos preguntarnos, con legitima razón, ¿por qué este acontecimiento permaneció oculto al gran público o no tuvo la difusión que merecía, por casi 20 años?

¿acaso se pretendía ocultar un incidente que traería abajo las afirmaciones oficiales de países como USA sobre la no existencia del contacto con seres extraterrestres?

Desgraciadamente los científicos se han acostumbrado a desconocer lo que no llegan a comprender y a negar lo que no pueden comprobar. Ambas posiciones van en contra de una de las leyes básicas del conocimiento científico que postula que no se debe negar algo que no se conoce.

Los Divulgadores creemos que la FAP debería hacer pública la grabación de audio de la comunicación de radio entre Santa María y la torre de control de la Base Aérea de La Joya pues esta podría aportar nuevas luces en la investigación de este caso y podría sumarse a las otras evidencias que confirman la autenticidad de este histórico episodio.

Por ahora, el único piloto en el mundo que se enfrentó a un ovni sigue todavía en actividad como instructor de vuelo en una conocida línea aérea y concede entrevistas a quienes se acuerdan de su increíble historia.

“Habrá quienes crean en lo que digo, otros creerán que soy un charlatán. Pero qué ganaría con mentir, jamás alguien me ha pagado por mi testimonio”, reflexiona ahora Santa María.

De confirmarse la hipótesis extraterrestre, el piloto peruano Oscar Santa Maria no sería solo el único que disparó contra un ovni sino tambien el único que disparó contra una nave extraterrestre.

Los Divulgadores estamos seguros de que la vida le dará pronto una revancha a Oscar Santa María cuando finalmente se hagan públicas las pruebas que esconden los diferentes gobiernos y entidades del mundo sobre la existencia de vida en otros planetas y el contacto entre la especie humana y seres extraterrestres.

Entretanto, el único piloto que disparó contra un ovni es parte de la historia y su gesto será recordado como una muestra de bravura, coraje y disciplina de la que cualquier habitante de nuestro planeta se sentiría orgulloso.

Aunque para él, su experiencia es solo una anécdota más.

“El primer hombre que le disparó a los extraterrestres. Bonita historia para contarle a mis nietos, ¿no?”

Fuentes:

- Leslie Kean. (2011). Ufos: Generals, Pilots, and Governments Officials Go On The Record.
- Edward J. Ruppelt.(1956). The Report on Unidentified Flying Objects.
- Curtis Peeble. (1995). Watch the Skies: A Chronicle of the Flying Saucer Myth.
- Jerome Clark.(1998). The UFO Encyclopedia: The Phenomenon from the Beginning.
- Edward Condon.(1969). Final Report of the Scientific Study of Unidentified Flying Objects.

por Oscar Mercado