martes, 4 de febrero de 2014

La ingravidez altera el código genético

Una nueva investigación espacial demuestra quela ingravidez puede alterar el código genéticocomo mínimo en las moscas nacidas en el espacio.

Para realizar futuros largos viajes espaciales los científicos deben de saber como puede afectar en los seres humanos la falta de gravedad durante periodos prolongados y como les afectaría la presión en el espacio. 

Por el momento tan solo tienen como base de datos los astronautas que han permanecido durante largos periodos de tiempo en el espacio, los cuales por supuesto pierden masa muscular por la falta de gravedad, una vez vuelven a la Tierra ni siquiera son capaces de sostenerse en pie. Este proceso puede ser menos grave realizando entrenamientos físicos constantes en el espacio con algún tipo de gimnasio y construyendo zonas de gravedad donde ejercitarse.

Pero las investigaciones continúan su curso y un nuevo estudio con moscas de la especie "Drosophila melanogaster" las cuales comparten muchos de los conceptos del sistema inmunológico con algunos mamíferos como los humanos y los ratones, por este motivo fue elegida esta especie de mosca para el estudio. El cual confirma que nacer en ingravidez permanente en el espacio puede alterar el código genético de tal manera, que pierdan inmunidad de ciertas enfermedades comunes en la Tierra y de las cuales sobrevivirían sin problema alguno en el caso de haber nacido en la superficie de la Tierra.

Las moscas que nacieron en el espacio y permanecieron durante algunos días en ingravidez permanente en el espacio, fueron traídas a la Tierra para ser expuestas a la bacteria E.coli y el hongo Beauveria bassiana, un proceso el cual les provoco la muerte en breves instantes. Sin embargo las moscas de la misma especie que nacieron en la Tierra sobrevivieron a la prueba sin problemas.

Según los científicos el problema reside en la ingravidez y crear una zona de gravedad en la nave a modo de tratamiento podría reducir estos efectos negativos de la falta de gravedad durante largos periodos en el espacio. Por lo que parece que las futuras naves que viajen por el espacio deberían de tener zonas de gravedad si o si. De momento continúan las investigaciones para posibles viajes de larga duración en un futuro, esperemos no muy lejano.

Fuente: http://enigmasmisterio.blogspot.com/

¿Qué hubo vida en Marte y es posible que haya? , no les quepa la menor duda .

Un hipócrita llamado Walt Disney

MONICA ZAS MARCOS – Esta semana se estrena en cartelera Saving Mr. Banks, aunque también podría haberse titulado ‘Acoso y derribo’. La película nos cuenta la campaña de Walt Disney para conseguir los derechos de Mary Poppins, de la escritora P. L. Travers. En la versión edulcorada que lleva a cabo John Lee Hancock, Walt es un tipo encantador. En realidad idealiza una relación que estuvo más cerca del caos que del colegueo.

Muchas sombras rodean a Disney, pero de esa lista negra ya se encargó Meryl Streep. Del intercambio de royaltiessabemos que Disney utilizó toda su artillería pesada para convencer a Travers, como la confesión de que sólo quería hacer felices a sus hijas. Como es natural, uno no construye un imperio sin barrer para casa. La de Mary Poppins es una de las jugadas más limpias en la historia de la factoría de los sueños, pero no todas lo fueron. Pasen y vean.

Ley de protección de Mickey Mouse Una de las estrategias que garantizan la permanencia de Disney en el limbo de las empresas bursátiles es el copyright. Desde sus humildes comienzos como polizón en un barco de vapor hasta convertirse en el residente más famoso del Reino Mágico, Mickey Mouse ha trabajado de muchas cosas. Incluso como modelo de las campañas más agresivas para el apoyo a los derechos de autor.

Hasta hace relativamente poco, las grandes obras entraban en el dominio público para beneficio de todos los demás. Cualquiera puede sacarle partido a la Quinta Sinfonía o reutilizar al hidalgo don Quijote. Tanto Beethoven como Cervantes son autores libres para la reproducción, distribución y remezcla. Esto no les hubiese ocurrido de haber nacido unos cuantos siglos después.

Las leyes que protegen los derechos de autor en América han sufrido numerosas ampliaciones en los últimos tiempos. Al principio fueron 28 años, después se amplió el plazo a 56, más tarde se le sumó un plus de 50 años tras la muerte del autor y finalmente los grandes éxitos de Hollywood se extendieron hasta los 75 años. Para entender qué tiene que ver Mickey con todo eso, hay que remontarse a octubre de 1998, cuando el presidente Bill Clinton salvó al roedor de su ineludible destino.

Aquel otoño, el Congreso de Estados Unidos revisó el sistema y aprobó “La Ley de Extensión del Plazo de Sonny Bono”, popularmente conocida como la ley de protección de Mickey Mouse, por la que Disney pagó 6,3 millones de dólares en forma de donación para la campaña de Clinton. De no ser por eso, Mickey habría entrado en el dominio público en 2003.

El reino de la hipocresía El impacto de la extensión del copyright es inmenso. No sólo mantienen congelados a los iconos de la cultura popular, sino que impiden la reedición y recuperación de obras más desconocidas, que se olvidan en una espiral de protecciones a los intelectos del autor. También pierden su capacidad divulgativa. De hecho, una ironía que ilustra la importancia de que las obras pasen al domino público es ver películas de Disney.

Vídeo Walt Disney Animation Studios’ Steamboat Willie

Que Disney saque pecho ante la posibilidad de perder a su ratón más preciado no es una maldad. Pero es que el propio Mickey era una adaptación. Su germen fundacional, el cortoSteamboat Bill, es una parodia de una película muda llamadaSteamboat Bill Jr, por la que Disney no pagó ni un centavo. Y justo cuando el querido Willie y su barco estaban a punto de zarpar hacia la libertad, Clinton les cerró la esclusa. Por eso dice Lawrence Lessig, fundador de Creative Commons, en su libro Cultura Libre que la ley del copyright sufre una extensión cada vez que Mickey Mouse va a entrar en el dominio público.

También dice Lessig que Disney no quiere que alguien haga con Mickey lo que él hizo con el legado de otros insignes autores: por Blancanieves, La Cenicienta, La bella durmiente, Pinocho, Alicia en el país de las maravillas o La sirenita, nada tuvo que pagar Disney a los herederos legítimos de Eisner, los Grimm o Carroll. El mejor malvado es el que sabe esquivar las maldades que él ya ha cometido.

Cuando Disney saca las garras No toda la estrategia de Disney ha sido defender su copyright; también ha jugado sucio. Ha perseguido hasta a los establecimientos más humildes y se ha aprovechado de la propiedad intelectual de los japoneses. Aquí reunimos algunas de sus trampas más sonadas.

Una de sus cruzadas más famosas fue precisamente contra un jardín de infancia de Florida. Llegó a oídos de la multinacional que habían dibujado en sus paredes algunos de sus personajes más emblemáticos. Afortunadamente, el asunto nunca llegó a los tribunales porque la guardería retiró voluntariamente los murales. Imagínense a decenas de niños en la calle porque su “guarde” no puede pagar una multa a su adorado Disney.

Durante la emisión de los Oscar en 1989 se realizó en directo el musical de Blancanieves. La actriz llevaba un tocado y un vestido parecidos a los de la primera película de Disney, lo que le valió una demanda de las gordas. La empresa denunció a la Academy of Motion Pictures and Science por plagio. Y lo ganó.

No respeta ni a las leyendas, por ancianitas que sean. En su película de 1952 La dama y el vagabundo, la productora contó con la voz de la cantante Peggy Lee, que firmó por la cantidad habitual de royalties por las ventas al público (entradas y proyecciones). El problema llegó tres décadas después, cuando empezaron a vender la película en VHS y no le dieron un duro, con la excusa de que la tecnología del vídeo casero no existía cuando se firmó el contrato original. Por fortuna, los tribunales fallaron a favor de Peggy Lee, que entonces tenía 70 años.

Por último, el popular caso de la historia “original” de El rey león, que en realidad no lo es. Existe un anime japonés sobre un león albino llamado Kimba que apunta peligrosamente a ser la idea base de la película de Disney. La historia y los personajes son casualmente –muy– parecidos. Mufasa, Scar, Zazú, la pequeña Nala, las malvadas hienas…: juzguen ustedes mismos. Esto sin contar con que animaliza una de las obras más famosas de Shakespeare,Hamlet. Que sí está en el dominio público.

¿Alguna solución? Disney nunca pierde, pero no porque tenga razón. Las anécdotas como la de Steamboat Willie o El rey león soliviantan a los estudiosos, pero nada más. La única manera de enfrentarse al gigante de las ilusiones sería asumir los mil millones de dólares que comportaría el pleito. El bagaje multimillonario de Disney se lo podría permitir, de eso no hay duda. ¿Y quién más?

Doscientos años se han cumplido desde que Thomas Jefferson hablase del bien común en una carta de 1813 pero, si alguien puede desafiar la palabra de los presidentes, ese es Disney.

Además, aun sin las extensiones de copyright sería imposible utilizar la figura de Mickey sin permiso. La razón es que el propio ratoncito es una marca registrada y, a diferencia de los derechos de autor, que cuentan con fechas de vencimiento, las marcas de las compañías son válidas hasta que la empresa decida dejar de usarlas. En otras palabras, mientras Disney mantenga a Mickey en su plantilla, es intocable.

lunes, 3 de febrero de 2014

La Gruta de Fingal, Escocia

Hace unos mil o dos mil años, cuando era pequeño y coleccionaba cromos, tenía uno que me llamó la atención. Era la boca de una gran cueva, en la que entraba el mar, y cuyas paredes eran como unas grandes columnas que le daban un poco de aspecto de templo o algo así. Era la Gruta de Fingal y estaba en un remoto lugar llamado Escocia.

Al final la vida (que da muchas vueltas) me permitió ir a ese 'lejano' país y en mi cabeza rondaba la idea de ir a Fingal. 

Sin mucha confianza en lograrlo eché un vistazo a los folletos y ¡vaya!, allí estaba la cueva de marras como un de los atractivos de la costa oeste de Escocia.

Esquivando las destilerías de whisky que abundan por la zona, y que son una tentación casi tan fuerte como el mundo subterráneo, conseguí llegar hasta Oban, pequeño puerto metido en uno de los 'fiordos' que forman esa recortada costa. 


Desde allí sólo quedaba tomar un barquito de los que van a la isla de Staffa, que es donde está la Gruta de Fingal.

La isla de Staffa es casi lo que lo que su nombre indica, al menos como isla, pues es poco más que un gran espolón rocoso que emerge del mar. Su atractivo son los acantilados, formados por unas espectaculares columnatas de basalto, y la cueva en cuestión. Eso hace que el barquito sea un tour turístico, y el viaje parezca una excursión, mitad Inserso, mitad colegio. Nada es perfecto.

La Gruta de Fingal es y no es una cueva volcánica. Me explico: Lo es porque se abre en material volcánico (las coladas de basalto); no lo es porque su origen no tiene que ver con el vulcanismo, sino con la acción erosiva del mar. En este sentido es como tantas de las cuevas que se abren en todos los acantilados del mundo, pero aquí el basalto, con sus enormes columnas, le da un aspecto distintivo y único.

La cueva tendrá unos cincuenta metros de longitud, y en toda ella las columnas de basalto forman unas terrazas por las que podemos profundizar bastante en la cavidad sin complicaciones. Después se puede subir a la parte alta de la isla, que resulta ser un prado ondulado, batido por un viento que tiene toda la pinta de no parar nunca. Un paisaje también digno complemento de la visita. El lugar es tan mágico que incluso sirvió de inspiración al músico escocés Mendelssohn para crear una obertura titulada "la Gruta de Fingal" y a Julio Verne, que la usó como escenario de uno de los pasajes de su novela "el Rayo Verde".

Sir Water Scott, el novelista romántico escocés autor de Ivanhoe y Rob Roy, escribió sobre esta cueva "...Cliffs of darkness, caves of wonder, echoing the Atlantic's thunder...." (...acantilados de oscuridad, cuevas de maravillas, ecos del trueno del Atlántico...). Hasta como lugar de apariciones de fantasmas se ha considerado la cueva, como se ve en la siguiente imagen.

Vistada la cueva y satisfecha esa curiosidad de tantos años, era hora de caer en la otra tentación (las destilerías), y eso tampoco desilusiona. 

Pero, como diría Kipling, esa es otra historia.

Fuente: http://lascavernas.blogspot.com.es/2011/02/la-gruta-de-fingal.html

Los Rusos si encontraron un Monolito en la Luna

LOS RUSOS ENCUENTRAN UN MONOLITO EN LA LUNA

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2001,Una odisea en el espacio, el clásico de Kubrick, es de 1968. En ella aparece un monolito alienígena en los albores de la prehistoria. ¿Es ciencia ficción, como el timo del sida, o hay algo de realidad?. 

Pues lo cierto es que sí, pero el Establisment siempre ocultó un descubrimiento capital para la humanidad que se produjo el 14 de Febrero de 1973 en el Mar de la Serenidad de la Luna, al pie de las montañas de Tauro.

La sonda soviética Lunojod II recorrió más de 45 km. de la luna y sacó mas de 100.000 fotografias (algo que no hizo el Apolo XI) y encontró un artefacto cósmico extrañísimo: un monolito de piedra de superficie muy lisa a diferencia del resto de las rocas de la luna y con una datación mucho más reciente que las piedras que la rodeaban. 

La información salió en la revista Soviet Aerospace el 19 de febrero de 1976, p. 56 (1241 G. St. N.W. , Washington, D. C., 20005).La leyenda de que la NASA encontró civilizaciones en la Luna y construcciones extrañas circula de siempre entre los círculos de la conspiranoia.

Este vehículo ruso, el Lunajod II, encontró un monolito en la Luna en 1973. Alan Davis, un importante ingeniero del Apolo XI de la Luna denunció en 1992 en la cadena de TV TVN que la NASA oculta ruinas encontradas en la Luna, probablemente captadas con sondas, no por llegar a la Luna, lo cual es altamente dudoso.

Fuente: http://contraperiodismomatrix.com/el-monolito-de-kubrick-existio-y-una-huella-rayada-como-la-de-amstrong-de-15-millones-de-anos-2/

España: Marea Roja contra ‘terrorismo empresarial’ de Coca-Cola

Cerca de 3 000 personas han protagonizado este domingo una manifestación en España contra el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), planteado por la compañía estadounidense ‘Coca-Cola’.

Los trabajadores de Coca-Cola han caminado más de 20 km para llegar a la Puerta del Sol, en el centro de Madrid (capital) con el objetivo de pedir la solidaridad de los madrileños con sus protestas, iniciadas desde el viernes, cuando se declararon en una huelga indefinida.

Al grito de eslóganes como “Ya está aquí la marea roja” y portando pancartas con lemas como ‘No bebas Coca-Cola’ o ‘La fábrica de la infelicidad’, los participantes en la marcha han rechazado el ERE, que busca cerrar cuatro plantas en España, entre ellas la de localidad de Fuenlabrada (en Madrid), lo que desembocará en el despido de cientos de trabajadores.

La firma encargada de embotellar Coca-Cola en España vaticina cerca de 100 prejubilaciones en Fuenlabrada y recolocaciones del resto de la plantilla, unos 270 empleados.

La marcha de este domingo ha contado con la presencia del alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, que ha tildado de “insensatez” el posible cierre de la planta y ha deseado que “la empresa recapacite y negocie”.

Asimismo, Juan Carlos Asenjo, de Comisiones Obreras, ha calificado la medida de la empresa estadounidense de “terrorismo empresarial”, ya que con más de 900 millones de euros no se puede eliminar así la fábrica más grande del centro del país y donde más consumo hay”.