domingo, 9 de marzo de 2014

Yogui Ramacharaka, El Invisible

Un rostro con gran personalidad y determinación

Con el seudónimo de Yogui Ramacharaka, el escritor americano William Walker Atkinson escribió una serie de artículos y libros sobre técnicas yóguicas que ayudaban a las personas a pasar, según dice en unos de sus libros, del hombre normal que “tiene latentes facultades superiores que cuando se manifiestan y expresan lo transforman en superhombre…”, con una confianza en sí mismo, una capacidad de concentración y una creatividad que ayudarían a cambiar a la humanidad.

W.W. Atkinson escribió 13 libros en total con este seudónimo que, aún hoy, 110 años después de su publicación, mantienen todo su interés, de tal manera que buena parte de ellos están impresos y en los catálogos de importantes editoriales por sus cifras de ventas.

William Walker Atkinson nació en Maryland en 1862 y tuvo una vida extraña, todavía hoy misteriosa y objeto de investigación. En ella hay dos periodos perfectamente definidos. El primero de ellos como un joven tendero que ayudaba a su padre y que luego se dedicó a los negocios con tan poco éxito y tanto estrés que tuvo una importante enfermedad o un colapso nervioso que le dejó postrado y con la salud muy quebrantada.

Nada se sabe de su vida durante los siguientes meses. Pero a partir de ahí, en un segundo periodo, como si hubiera encontrado el Santo Grial, se convierte en un abogado de prestigio y en un escritor prolífico, tan prolífico que es difícilmente creíble la cantidad de artículos y libros que escribió con diferentes seudónimos hasta su muerte. Y los escribió él, de eso no hay duda. ¿Fue el conocimiento del yoga mental lo que le confirió tanta energía? Eran libros sobre ocultismo, desarrollo mental (“ciencia mental”, como él decía), desarrollo de la voluntad, el poder de la concentración, la clarividencia, o como cuidarse a sí mismo.

Como respirar, escrito por Atkinson

También es uno de los más importantes teóricos y divulgadores de yoga mental o Radja yoga, que dice aprendió de un discípulo de un yogui dedicado a ello durante toda su vida. El yogui se llamabaRamacharaka, y su discípulo, un talBabá Bharata, terminó viajando a EE.UU. para asistir al Congreso de las Religiones en Chicago de 1893, donde habló por primera vez Vivekananda,causando una fuerte impresión y dando a conocer el yoga en Occidente.

Desgraciadamente tampoco el dato ha podido ser comprobado, pero la cuestión es que W.W. Atkinson a partir de 1893 cambió su vida, era un yogui y se convirtió en un abogado de prestigio, en un escritor ocultista y en un hombre muy avanzado, con una vida intelectual extraordinariamente fructífera.

Esos dos aspectos tan distintos de su actividad, la de yogui y escritor ocultista, y la de abogado de prestigio estaban tan separados que no eran conocidos en ninguno de los dos ambientes. De ahí los distintos seudónimos que utilizó como autor de sus libros. En total, 10 que se sepan, y varios más que parecen probables. Uno de los seudónimos más importantes fue el de Yogui Ramacharaka, como hemos dicho.

Certificado de defunción

Murió en 1932 y su certificado de defunción, curiosamente, lo podemos encontrar en Internet, donde dice que murió de una especie de apoplejía, porque hay otro certificado escrito, también accesible en Internet, sobre derechos de autor, en el que se atestigua que cuatro años después de su muerte firmó él mismo la ampliación de sus derechos. Fue una vida de misterio y grandes logros.

Pero según Ramacharaka todos podemos lograrlo. Y nos dice cómo en sus libros sobre Radja Yoga.

Vamos a echar un vistazo rápido a uno de ellos:“Serie de lecciones sobre Radja Yoga”. Está dividido en 12 lecciones y comienza así:

“El hombre, la superior manifestación del Absoluto en este planeta, es un ser asombrosamente organizado, aunque la mayoría de las gentes conocen muy poco de su verdadera naturaleza. Comprende en su estructura física, mental y espiritual…”
Certificado de derechos

Somos centros de conciencia establecidos por elAbsoluto, un principio de vida. Ramacharakaafirma que el universo es vida, todo está vivo y nosotros somos seres individuales ligados a ese centro de vida. Esta afirmación es la base primordial del libro y la asimilación de ello es la piedra angular de todo el desarrollo mental que va poco a poco explicando con ejercicios, afirmaciones y distintos tipos de concentración y meditación, todas ellas sencillas y practicables.

Quizá uno de los aspectos más interesantes y actuales del libro es lo fácil que resulta comprender lo que dice y lo prácticos que resultan sus ejercicios. Tiene un lenguaje sencillo y actual y, a pesar de lo que se pueda pensar, está lleno de sentido común, optimismo y entusiasmo. Un hombre de leyes con la mente bien organizada metido a yogui.

Si logramos ser dueños de nuestra mente, dice Ramacharaka, si la educamos y trabajamos con ella, seremos lo que queramos ser. Para ello hay que fortalecer la voluntad, la herramienta esencial en el trabajo con la mente, y para conseguir ese “dominio mental” hay que realizar ejercicios de concentración, de atención y aumentar la sensibilidad de nuestros sentidos. Más aún, si permitimos que emerja nuestra mente espiritual comprenderemos que todos formamos parte del Absoluto, de un caudal de Vida, Energía y Materia, que nos hace grandes e iguales, porque todos venimos del mismo origen, y que puede cambiar a la humanidad.

“Los yogis han enseñado siempre que la mente tiene varios planos de manifestación y acción, y que algunos de ellos operan por encima y otros por debajo del plano de la conciencia ordinaria”, 

nos informa Ramacharaka en su Octava lección del libro, que trata de “Cumbres y valles de la mente”. 

Las cumbres y los valles de la mente son los diferentes planos mentales: la intuición, la conciencia, lo supraconciente y el plano subconsciente.Ramacharaka nos enseña como podemos trabajar con ellos y también a aprender como dejarles trabajar en lo que les es propio: la intuición para la labor creativa del arte y la ciencia; la conciencia para el conocimiento del Yo; el plano subconsciente, que es el que consolida los conocimientos adquiridos y el que soluciona los problemas que nos planteamos; y la supraconciencia, que es la que organiza la realidad tal y como la conocemos.

Un libro verdaderamente curioso e interesante, lleno de sabiduría psicológica y muy práctico porque nos enseña a fortalecer la voluntad, mejorar el carácter, facilitar el aprendizaje, aumentar la autoestima y la seguridad en uno mismo, o aminorar la angustia cuando nos puede el desánimo.

Pinchando aquí encontraréis un resumen del libro que, sin tener necesidad de enfrentarnos a todas sus páginas, es lo suficientemente completo para que sirva para vuestro propio entrenamiento mental o Radja Yoga.

William Walker Atkinson, alias Ramacharaka, dice en uno de los últimos párrafos:

“Los gentes están cansadas de hipocresía y deshonor en las relaciones humanas y piden a gritos volver a la verdad y la honradez en pensamiento y acción. Pero no ven la salida. No podrán verla hasta que la mente de la humanidad evolucione un grado más.” 

Pero siete años después de su muerte comenzaba la II Guerra Mundial, que dejó 60 millones de muertos.

Y termina con una afirmación muy bonita:

“Hay sólo Una Vida, Una Vida Fundamental. Esta Vida se manifiesta a través de Mí a través de todas las otras formas y cosas. Estoy descansando sobre el seno del Gran Océano de Vida, él me soporta y me llevará en salvo a través de las tormentas, furias y estruendo de la tempestad. Estoy seguro sobre el Océano de Vida y me regocijo al sentir el vaivén de su movimiento. Nada puede dañarme, aunque los cambios vengan y vayan.”

China está colapsando ¿Estás preparado?


China está colapsando y la crisis que hemos tenido hasta ahora no ha sido nada comparado con esto. La suerte está echada. No nos queda más remedio que protegernos ante lo que ya ha sucedido.

Más info:

sábado, 8 de marzo de 2014

Un adolescente de 13 años crea un reactor de fusión nuclear

Un adolescente británico se ha convertido en el científico conocido más joven del mundo que construye un reactor de fusión nuclear casero completamente funcional. 

Jamie Edwars, de 13 años de edad, construyó su propio reactor nuclear con el apoyo de su escuela, la Academia Penwortham Priory de Preston, Reino Unido, informa la cadena BBC

"No puedo creer que lo haya conseguido, a pesar de que todos mis amigos piensan que estoy loco", dijo el joven científico. 

Edwars, que comenzó a trabajar en octubre del año pasado en un laboratorio de la escuela, recreó con su reactor el proceso conocido como confinamiento electrostático de inercia. 

Sin embargo, inicialmente varios laboratorios nucleares y universidades rechazaron la solicitud de Jamie en la que pedía fondos para su proyecto. 

"Parece que no me tomaron en serio, debido a que era difícil creer que alguien de 13 años de edad pudiera ser capaz de hacer algo así, por lo que me dirigí al director de mi escuela", agregó. 

"Estaba un poco aturdido y tengo que decir que un poco nervioso cuando Jamie sugirió esto, pero él me aseguró que no iba a volar la escuela", dijo el director Houriganel, quien le otorgó un presupuesto de 2.000 libras esterlinas (unos 3.340 dólares) para el proyecto. 

Según la BBC, en el primer experimento Edwars colisionó dos átomos de hidrógeno para obtener uno de helio de manera exitosa. 

No obstante, este trabajo aún no ha sido verificado por el Open Source Fusor Consortium, que se dedica a la investigación no profesional sobre la fusión nuclear.

jue, 06 mar 2014 08:37 CST
http://es.sott.net/article/26263-Un-adolescente-de-13-anos-crea-un-reactor-de-fusion-nuclear

Grandes empresas acaparan el 71% del fraude en España


La economía sumergida en España supone 253 mil millones de euros, más de un cuarto del Producto Interno Bruto (PIB). El gran fraude es responsabilidad de multinacionales y grandes patrimonios, que acaparan el 71 % del mismo.

La Misteriosa y Enigmática Historia de la Mujer Extraterrestre de Hitachi, en el Japón del año 1803


Representación simulada

El 22 de febrero de 1803, varios pescadores japoneses de la provincia de Hitachi encontraron a la derivadel mar un extraño objeto con forma de nave extraterrestre, por curiosidad, decidieron explorarla, la sacaron a la orilla y comenzaron a subir a bordo de ella.

Las dimensiones de este objeto misterioso que tenia la forma de un cubo eran cerca de 330 cm de alto y 540 cm de ancho así lo recordaron pescadores de Kohaku (incienso japonés). 


La parte superior estaba hecha de un material similar al palo de rosa, y laca roja, mientras que la parte inferior está cubierta con un especie de plato de cobre, aparentemente para protegerlo de los arrecifes afilados.

En la parte superior del objeto había varias ventanas de vidrio o de algunos cristales que se recubren con algo así como una resina de árbol. 

Mientras tanto, las ventanas eran lo suficientemente transparentes para los pescadores podía mirar dentro. 

La parte interior usur-bune (llamados pescadores misteriosa nave) estaba decorado con inscripciones en una lengua desconocida.

Entonces los pescadores entraron en la cabina y encontraron allí dos sábanas, y una botella de agua (aproximadamente de 3,6 litros) , un par de especie de tortas y pasta de carne.

Pero lo más inpactante para los pescadores era que Ahi también se encontraba una hermosa chica de entre 18 y 20 años, que los miro con una sonrisa. 

La mujer tenía el pelo y las cejas rojas, y de su pelo salian artificialmente algunos hilos blancos.

La ropa que llevaba era de un material muy hermoso de lo cual los pescadores jamas nunca han visto antes. 

La chica sonrió cálidamente trató de decir algo, pero el idioma era desconocido para ellos.

La chica todo el tiempo que estuvo con los pescadores abrazaba una caja pequeña, la cual no permitia que nadie la tocara, al final los pescadores decidieron regresar el extraño objeto con forma de nave de regreso al mar, y ellos siguieron con sus actividades cotidianas.


Fuente: Sabiens

La fabricación de robots de metales líquidos como el T-1000 de ‘Terminator’ es posible

Los campos eléctricos pueden transformar metales líquidos de una forma a otra. Ahora ingenieros chinos afirman que los robots blandos como el infame T-1000 de la película ‘Terminator’ aparecerán en un futuro no muy lejano.

En la película de ciencia ficción, ‘Terminator 2′ el temible robot T-1000 es un asesino robótico con un endoesqueleto de metal líquido que puede asumir la forma de cualquier objeto o persona. Su naturaleza líquida hace que sea inmune a impactos de balas y otros proyectiles y a daños mecánicos en general.

Los físicos chinos Lei Sheng, Jie Zhang y Jing Liu, de Universidad de Tsinghua de Pekín, publicaron un estudio en el cual demuestran que el T- 1000 es un dispositivo que podría llegar a existir.

Los experimentos con metales del equipo chino demostraron que, afectados por campos magnéticos, los metales pueden asumir diversas formas, moverse y luego transformarse en otras formas. Según los científicos su estudio tiene profundas implicaciones para el diseño de robots, máquinas del futuro y para la naturaleza de la fabricación.

Aunque el metal líquido más familiar es el tóxico mercurio, hay otros metales y aleaciones que son líquidos a temperatura ambiente y mucho menos peligrosos. En este caso en concreto se trata de una aleación de galio-indio-selenio, con una temperatura de fundición de unos 10° C. Esta aleación ha sido objeto de gran atención recientemente, ya que puede ser utilizada para la refrigeración de microprocesadores e incluso en modernas tecnologías de impresión.

Ahora Lei Sheng y sus colegas han hecho que este metal líquido asuma formas simples mediante la colocación de una delgada película de esta aleación sobre el agua y la aplicación de un campo eléctrico.

Respetando cuidadosamente el voltaje y las geometrías de los electrodos, los investigadores pudieron hacer que el metal tomara una forma esférica. Según ellos el efecto fue el resultado del equilibrio entre la tensión superficial en el metal líquido y las fuerzas eléctricas aplicadas a su superficie.

Usando las fuerzas de tensión superficial y las fuerzas electrostáticas, el equipo chino pudo mover y girar la esfera de metal en la superficie del agua, haciéndola tomar otra forma, la de un gusano, al modular el campo eléctrico de una determinada manera y moviendo la esfera metálica en el espacio.