miércoles, 22 de octubre de 2014

Las Pirámides de Pantiacolla

Incluso hoy, en pleno siglo XXI, existen lugares en la Tierra que aún no han sido explorados.
En Sur América, gran parte de la selva amazónica localizada en la frontera entre Perú y Brasil es poco conocida. 

Particularmente el alto Purús, el Río Iaco, el alto Tambopata y el Parque del Manu. Estos territorios, que siempre despertaron mi curiosidad, quizás encierren el secreto de un antiguo pueblo que dominó el continente en épocas remotas.

Uno de estos sitios, envuelto en misterio y casi totalmente desconocido, es la zona de selva primaria donde se encuentran las pirámides de Pantiacolla.

El 30 de diciembre de 1975, el satélite estadounidense Landsat 2 fotografió un área de la jungla peruana en el departamento de Madre de Dios.
La imagen del área forestal mostró doce puntos, en grupos de a dos, simétricos y regulares.
Inicialmente, se pensó que había sido un error, pero luego de atentos análisis de expertos cartógrafos como A.T. Tizando, se llegó a la conclusión de que aquellos extraños objetos en el bosque tenían que ser muy altos, al menos 150-200 metros. Si estaban dispuestos en forma simétrica, no podían ser formaciones naturales, sino productos del hombre. Tal vez eran pirámides construidas en un pasado remoto por motivos rituales o ceremoniales.

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Las llamadas pirámides de Pantiacolla (del aymara: lugar donde se pierden los Collas), se encontraban en una zona de selva lejana e inexplorada, situada en la jungla de Madre de Dios, un lugar casi inaccesible.
Rápidamente, se empezó a fantasear.


El hecho de que muchos consideraran al área de Madre de Dios como el sitio donde los Incas se escondieron después de la llegada de los españoles a Cusco en 1533 y la supuesta existencia de una ciudad suya escondida en la floresta, denominada Paititi, no hicieron más que alimentar la creencia de que estas pirámides tenían que ver con la leyenda de El Dorado. Además, su relativa cercanía con los bellísimos petroglifos de Pusharo, lugar misterioso situado en el Río Shinkibeni, al interior de la selva primaria del Manu, impulsó a algunos exploradores a ir a la zona con la intención de desvelar sus misterios.
La primera persona no indígena que se acercó a las pirámides fue el japonés Yoshiharu Sekino, en 1977.

El joven, aunque no logró llegar al enigmático lugar, tuvo contacto con numerosos nativos Matsiguenkas y contribuyó a hacer conocer su cultura, hasta entonces prácticamente desconocida.
Cuando, en 1979, los cónyuges Herbert y Nicole Cartagena descubrieron ruinas incaicas cerca al Río Nistron, llamadas luego Mameria, se comprobó que los Incas se habían adentrado en la selva situada al oriente de Cusco, buscando escapar de los conquistadores. El interés por la jungla de Madre de Dios volvió a crecer.
El enigma de las pirámides de Pantiacolla (llamadas también Paratoari, en lengua Arawak de los Matsiguenkas), permanecía.

Incluso hoy, en pleno siglo XXI, existen lugares en la Tierra que aún no han sido explorados.
En Sur América, gran parte de la selva amazónica localizada en la frontera entre Perú y Brasil es poco conocida. Particularmente el alto Purús, el Río Iaco, el alto Tambopata y el Parque del Manu. Estos territorios, que siempre despertaron mi curiosidad, quizás encierren el secreto de un antiguo pueblo que dominó el continente en épocas remotas.

Uno de estos sitios, envuelto en misterio y casi totalmente desconocido, es la zona de selva primaria donde se encuentran las pirámides de Pantiacolla.El 30 de diciembre de 1975, el satélite estadounidense Landsat 2 fotografió un área de la jungla peruana en el departamento de Madre de Dios.
La imagen del área forestal mostró doce puntos, en grupos de a dos, simétricos y regulares.
Inicialmente, se pensó que había sido un error, pero luego de atentos análisis de expertos cartógrafos como A.T. Tizando, se llegó a la conclusión de que aquellos extraños objetos en el bosque tenían que ser muy altos, al menos 150-200 metros. Si estaban dispuestos en forma simétrica, no podían ser formaciones naturales, sino productos del hombre. 

Tal vez eran pirámides construidas en un pasado remoto por motivos rituales o ceremoniales.Las llamadas pirámides de Pantiacolla (del aymara: lugar donde se pierden los Collas), se encontraban en una zona de selva lejana e inexplorada, situada en la jungla de Madre de Dios, un lugar casi inaccesible.
Rápidamente, se empezó a fantasear. El hecho de que muchos consideraran al área de Madre de Dios como el sitio donde los Incas se escondieron después de la llegada de los españoles a Cusco en 1533 y la supuesta existencia de una ciudad suya escondida en la floresta, denominada Paititi, no hicieron más que alimentar la creencia de que estas pirámides tenían que ver con la leyenda de El Dorado. 

Además, su relativa cercanía con los bellísimos petroglifos de Pusharo, lugar misterioso situado en el Río Shinkibeni, al interior de la selva primaria del Manu, impulsó a algunos exploradores a ir a la zona con la intención de desvelar sus misterios.
La primera persona no indígena que se acercó a las pirámides fue el japonés Yoshiharu Sekino, en 1977. 

El joven, aunque no logró llegar al enigmático lugar, tuvo contacto con numerosos nativos Matsiguenkas y contribuyó a hacer conocer su cultura, hasta entonces prácticamente desconocida.
Cuando, en 1979, los cónyuges Herbert y Nicole Cartagena descubrieron ruinas incaicas cerca al Río Nistron, llamadas luego Mameria, se comprobó que los Incas se habían adentrado en la selva situada al oriente de Cusco, buscando escapar de los conquistadores. El interés por la jungla de Madre de Dios volvió a crecer.


El enigma de las pirámides de Pantiacolla (llamadas también Paratoari, en lengua Arawak de los Matsiguenkas), permanecía.La primera vez que se sobrevoló la zona de las pirámides fue en 1980, en una expedición organizada por el arqueólogo italiano Giancarlo Ligabue. No obstante, el primer explorador que llegó hasta allí fue el arqueólogo estadounidenseGregory Deyermejian, en 1996, acompañado por los guías Paulino e Ignacio Mamani, y por el hijo del doctor Carlos Neuenschwander Landa, Fernando. 

Después de profundos estudios del territorio, llegaron a la conclusión de que las llamadas pirámides no eran otra cosa que extrañas formaciones naturales.
Sin embargo, para otros exploradores, las cosas no son así de fáciles: luego de varios viajes a la zona del Río Negro, afluente del Palotoa, sostuvieron que éstas son naturales, pero que fueron modificadas por el hombre en épocas pre-incaicas y que tienen relación con la ciudad perdida de los Incas, Paititi. 

Según otros investigadores, las pirámides fueron utilizadas como lugares rituales y religiosos por los Incas que se adentraron en la selva.
Cuando en el 2001, el arqueólogo italiano Mario Polia encontró, en los archivos vaticanos, una carta original del jesuita Padre López, que databa de los primeros años del siglo XVII y que estaba dirigida al quinto general de la Compañía de Jesús, Claudio Acquaviva, el misterio de la ciudad perdida volvió a fascinar al mundo. En efecto, en la carta, considerada original, se describía el reino de Paititi, próspero en 1600, y riquísimo en oro y en piedraspreciosas.

Por tanto, volvió a hablarse de las misteriosas pirámides como un lugar ancestral erigido por el hombre en el lejano pasado y en las cercanías del cual los Incas construyeron su Paititi para escapar de las fuerzas del mal, representadas en los conquistadores. Según estas creencias, en las pirámides se encontraría la clave no sólo de Paititi, sino también de la fantástica cultura amazónica que las edificó en tiempos remotos.
¿Es posible que las pirámides sean un centro de energía desconocida que quizá fue canalizada por pueblos antiquísimos? 

Según algunos, estas son sólo fantasías, pero en mi opinión, no es posible hablar con conocimiento de causa hasta que no se viaje directamente al territorio en cuestión, buscando recoger la mayor cantidad de datos científicos posibles, pero también intentando “sentir” lo que la ciencia no puede develar, tal vez porque el tiempo ya lo ha borrado. En efecto, las sensaciones a menudo nos conducen a la verdad, siempre y cuando estén apoyadas en un serio y riguroso trabajo científico.

La primera parte, de unas tres horas de camino, es una selva densa y húmeda, pero con sendero. Muchas veces tuvimos que atravesar pequeñas lagunas (cochas) de fondo fangoso e insidioso, cuyas aguas nos llegaban hasta las rodillas. Hacia mediodía llegamos al Río Inchipato, un afluente del Madre de Dios que desemboca cerca al Palotoa. En el punto donde lo atravesamos, tiene aproximadamente quince metros de ancho y aguas cenagosas, las cuales nos llegaban a la cintura. Luego de comer algo ligero, empezamos a recorrer el río caminando por sus orillas. Varias veces nos vimos obligados a atravesarlo a causa del fondo arenoso y lodoso, buscando partes más consistentes por donde caminar sin tanto esfuerzo. 

Hacia las cuatro de la tarde, después de haber andado siete horas, decidimos detenernos a dormir en una gran playa rodeada de árboles de unos cincuenta metros de altura.
Aquel lugar fue llamado campo 1.Mi viaje a las pirámides de Pantiacolla se remonta a junio del 2009. Una vez que llegué a Cusco junto con mi amigo turinés Stefano Grotto, me encontré de inmediato con mi guía, Fernando Rivera Huanca, un muchacho confiable y experto. 

Al día siguiente, atravesamos la sierra y llegamos, después de nueve horas de viaje en camioneta, al pueblo de Atalaya, en las orillas de Madre de Dios. 
Al otro día, temprano, nos embarcamos en un peque peque (barco de poco calado con motor de 16 CV) y nos dirigimos, navegando en el Madre de Dios, hasta el puerto de Llactapampa Palotoa, pueblo de colonos situado en la orilla opuesta respecto a Santa Cruz. 

La aldea de Palotoa (a aproximadamente 420 metros sobre el nivel del mar), está situada a más o menos un kilómetro al interior del río y está formada por pequeñas casas de madera sin electricidad. Poco después, nos encontramos con el guía Saúl y empezamos a prepararnos para la partida. Stefano Grotto decidió permanecer en el poblado como apoyo en caso de emergencia, y entonces nos fuimos los tres: Fernando Rivera Huanca, Saúl Robles Condori y yo. 

Teníamos provisiones suficientes para seis días y además, Fernando me aseguró que Saúl era un experto pescador.De noche, antes de dormirnos, empezó a llover y el nivel del río aumentó con rapidez. Todo sería mucho más complicado al día siguiente, puesto que la lluvia traería neblina, la cual dificultaría la ubicación de las pirámides. 
Lamentablemente, mis suposiciones resultaron ciertas: al otro día nos levantamos a las cinco de la mañana, bajo una persistente lluvia. La temperatura había descendido y soplaba un fastidioso viento: no parecíamos estar en selva amazónica, sino en otra latitud muy distinta.

Mientras avanzábamos con dificultad bajo la lluvia, hundiéndonos en el fango a veces hasta la cintura, y sobretodo cuidándonos de no pisar las peligrosísimas rayas de agua dulce y de no dejar caer en el agua los morrales (donde había cámaras fotográficas y de video), encontramos un petroglifo justo en una roca del río Inchipato, claro indicio de presencia humana arcaica en sus orillas. Las incisiones en la piedra me recordaron extrañamente a las del petroglifo de Jinkiorien el territorio de los Wuachipaeris, cerca del pueblo de Pilcopata, en el departamento de Cusco. 

Después de aproximadamente una hora de trayecto hallamos otro signo, según mi parecer, una señal tallada en la roca para guiar por la vía correcta a las pirámides. Estos signos esculpidos nos levantaron la moral y nos dieron nuevos ánimos para continuar con nuestra aventura.Al mediodía ya no estaba lloviendo, pero el cielo estaba cubierto de nubes amenazantes y a lo lejos se veía el cerro Palotoa sumergido en neblina. 

Con estas condiciones era imposible percibir de lejos las pirámides para darse cuenta de cuál era la dirección correcta a seguir. Saúl buscaba un lugar elevado, llamado mirador o plataforma, desde donde se podría, con buenas condiciones climáticas, avistar las pirámides, pero no lo encontramos. Nos detuvimos para comer y analizar la situación. Aunque el cielo estaba nublado, el calor húmedo no tardó en hacerse sentir y los zancudos, junto con fastidiosos mosquitos que se meten bajo la piel, empezaron a complicarnos la vida.


Retomamos el rumbo hasta que, alrededor de las tres de la tarde, el río se dividió en dos brazos. Saúl y Fernando vacilaban sobre el camino correcto a seguir y de este modo, decidimos dejar los morrales en una playa cercana y tomar el tramo derecho, sólo con nuestros machetes y las cámaras fotográficas, pero esta quebrada resultó ser la vía equivocada y entonces regresamos a donde estaban nuestras mochilas, decididos a continuar por el brazo izquierdo.
Anduvimos por unas dos horas, pero nos vimos obligados muchas veces a abandonar el río porque era demasiado profundo y sus orillas eran unos densos pantanos donde era imposible no hundirse. 

De manera que nos adentramos en la intricada selva, andando a golpes de machete para abrirnos camino sin perder de vista el río.
A eso de las cuatro decidimos detenernos cerca al río y preparar el campo 2, del cual partiríamos al otro día más ligeros de equipaje.

A la mañana siguiente, nos levantamos de nuevo bajo una persistente llovizna, y el clima pesado y frío no animaba a iniciar otra caminata. Por otro lado, tampoco daban ganas de estar dentro de las carpas, goteantes de humedad. Continuamos por la quebrada por aproximadamente dos horas, con cuidado de no dislocarnos los tobillos porque el piso se componía de piedras resbaladizas y puntudas. A las diez cesó por fin de llover y la neblina empezó a disolverse. No sabíamos a dónde dirigirnos porque, según lo que pensábamos, las fuentes del Inchipato estaban ubicadas a la izquierda de las pirámides y recorriéndolo, nos desviaríamos del camino correcto.

En cierto punto, resolvimos entrar en la selva, subiendo por una empinada cresta fangosa, sirviéndonos de una cuerda. Una vez que estuvimos en la cima, continuamos avanzando pero la vegetación era tan espesa e intricada que se necesitaba mucho tiempo y energía para abrirse paso con los machetes. Saúl propuso regresar solo al Inchipato con el fin de explorar otras quebradas y hallar un lugar alto de donde se pudieran distinguir de lejos nuestros objetivos. Fernando y yo aceptamos: nosotros continuaríamos en la jungla recorriendo lo que creíamos que era parte de la sierra, mientras que él se dirigiría nuevamente al río.
Fernando, macheteando, abría el camino, mientras que yo detrás filmaba y observaba el terreno. En cierto momento, la inclinación del suelo cambió: de una ligera subida se pasó a una escarpada pared (aproximadamente 65% de pendiente), obligándonos a utilizar las manos para continuar. Pronto nos dimos cuenta de que la capa de tierra donde nos encontrábamos no era profunda, ya que nuestros machetes tocaban un estrato rocoso después de atravesar unos 40-50 centímetros de humus. En efecto, estábamos rodeados de arbustos espinosos cuyas raíces no podían ser hondas. Sin embargo, los altos árboles que hundían sus raíces en tierra más profunda, la cual hacía poco habíamos dejado atrás, nos obstaculizaban todavía el panorama. Escavamos para saber qué era aquella roca que estaba debajo del humus y nos encontramos, atónitos, con piedra parecida a arena dura, muy desmenuzable, de color marrón con rayas blancas y rojizas. ¡Toda la pared, casi totalmente lisa, estaba formada de dura arena! Fue entonces cuando estuvimos seguros de estar sobre una de las pirámides de Pantiacolla.
Prosiguiendo muy despacio, recorrimos los aproximados doscientos metros que nos separaban de la cima. La subida era ardua porque las ramas de los arbustos estaban llenas de hormigas agresivas y rodeadas de afiladas espinas. Nuestros zapatos se hundían en la intricada vegetación y corríamos el peligro de meterlos en oscuras cavidades que podían ser nido de serpientes venenosas. A pesar de todo eso, mantuvimos la calma y después de una media hora, alcanzamos la cumbre de la pirámide.
En la “cumbre del condor”

Desde hacía un rato había dejado de llover, la visibilidad era muy buena y aunque no había salido el sol, la luz era suficiente para permitirnos contemplar ese espectáculo de rara belleza.
Después de abrirnos campo con la ayuda de los machetes, se nos apareció un espectáculo maravilloso: otras tres pirámides se erigían frente a nosotros, y a la derecha se extendía la selva del Manu hasta perderse de vista, la más pura y biodiversa del planeta. A lo lejos podía verse, con la ayuda de los binóculos, el pongo del Shinkibeni, donde están los petroglifos de Pusharo y la cordillera de Pantiacolla, las últimas montañas antes de la selva baja amazónica.
Fue uno de los momentos más hermosos de mi vida.

También las otras pirámides, observadas de lejos con los binóculos, parecían tener las mismas características de la que habíamos escalado: arbustos bajos en vez de grandes y altos árboles. Todo hace suponer que el material básico de las pirámides es esa peculiar arena dura pero desmenuzable, lo extraño es que los lados están cortados geométricamente y no hay deformidades apreciables.

En cuanto a la supuesta simetría de las pirámides, verificamos que esto es sólo parcialmente cierto: desde nuestra ubicación se podían ver claramente tres pirámides, pero no eran simétricas, aunque estaban muy cerca la una de la otra y dos de ellas estaban situadas junto al cerro Palotoa, como si estuvieran apoyadas en él. Después de haber descansado un poco, sentimos un silbido e inicialmente nos alarmamos puesto que no era un silbido de pájaro, sino de humano, y como en la zona están los temibles Kuga-Pacoris, por un momento creímos que uno de ellos nos había seguido. No obstante, Fernando respondió al silbido y poco después se percató de que era Saúl, nuestro guía.

Saúl, al no encontrar el camino correcto por el río, había regresado y seguido nuestros pasos, observando las marcas dejadas por nuestros machetes en los arbustos.
Cuando Saúl llegó a la cumbre, nos abrazamos contentos y poco después empezamos a comer latas de fríjoles y atún. De repente, un enorme cóndor de los Andes (vultur gryphus) se acercó planeando, como para saludarnos. Por poco logramos distinguir el contorno del pico y del cuello. Fue un momento maravilloso, permanecimos todos asombrados sin poder pronunciar palabra. El cóndor es el ave volador más grande del mundo, puede pesar doce kilos y el despliegue de sus alas alcanza los tres metros. Tuvimos la sensación de que esta ave era el alma de un Apu (Divinidad de los Incas), el cual nos vigilaba desde lejos.

Cuando el cóndor se fue decidimos bautizar la pirámide que habíamos escalado cumbre del cóndor, situada en las coordinadas: 12 grados 41′ 10” SUR – 71 grados 27′ 30” OESTE.
Después de tomar otras fotografías y de haber explorado los alrededores de la cima, decidimos regresar, dado que ya eran las tres de la tarde y no queríamos encontrarnos atrapados en la selva cuando anocheciera (a las cinco ya está oscuro allí, también a causa de la sombra de altísimos árboles).

Después de aproximadamente diez minutos de un descenso empinado, comenzó a llover. En pocos instantes estaba diluviando e inclusive un viento frío e impetuoso empezó a soplar.
La tempestad era tremenda: fragorosos truenos retumbaban a lo lejos. Los relámpagos eran muy luminosos y parecían estarnos rodeando. En cada resplandor lograba distinguir las paredes de las pirámides y las ramas de los arbustos, cuyas raíces se amontonaban entre piedras y ramaje espinoso. Tenía miedo de que uno de esos rayos nos fulminara, y caminaba rápidamente intentando no perder de vista a mis guías, los cuales, mucho más ágiles que yo, me adelantaban por unos treinta metros. Después de aproximadamente veinte minutos de tensión, llegamos al río. El fuerte aguacero había acabado, pero la tormenta eléctrica continuaba. Nunca había visto algo semejante. Los relámpagos duraron otra media hora más o menos y la bóveda celeste, atravesada por un extraño estruendo y centelleantes rayos, tomó un color tétrico que tendía al violáceo.

Luego fuimos hacia el campo 2, donde descansamos y nos alimentamos. Mientras Fernando y yo cocinábamos un delicioso arroz con salsa de tomates, Saúl pescaba. Después de una media hora, regresó con varios pescados y algunas cañas de bambú. Lo curioso fue que el bambú le sirvió justamente para cocinar el pescado, al cual metió en la cavidad del tronco. Yo también quise degustar unos pedazos y constaté que estaba muy bien cocinado. Saúl me explicó que los indígenas Matsiguenkas le enseñaron a pescar y a cocinar el pescado en el bambú de esa manera, y también a reconocer una cantidad innumerable de plantas útiles para curar heridas y enfermedades que dan en la selva a causa de los insectos y la humedad.

Por la noche, analizamos la situación: como ya habíamos cumplido en parte con el objetivo de la expedición, es decir, darnos cuenta personalmente de lo que hay bajo el humus que constituye la capa vegetal de las pirámides, y además, habiendo tenido la fortuna de escalar una hasta la cima y de haber encontrado importantes petroglifos, decidimos regresar al pueblo de Llactapampa Palotoa al otro día, considerando también que los víveres alcanzarían exactamente para dos jornadas más.
A la mañana siguiente, mientras nos organizábamos para el viaje de regreso, me alejé unos veinte metros del campo de base para tomar las últimas fotos. De repente, mientras observaba un pedregal para ver si encontraba restos de hachas Incas o piedras labradas, me di cuenta de que no estaba solo. 

Sentí un susurro y un sonido de ramas partidas y hojas pisoteadas. Tuve la impresión de encontrarme cerca de un animal muy ligero que no podía encontrarse a más de diez metros de mí. Contuve la respiración e intenté agudizar la vista, mirando entre las ramas de los árboles y entre el follaje. Era un pájaro de color marrón con la cola larga y oscura que pataleaba cerca de mí, emanando un olor fuerte y desagradable. Después de pocos instantes, logré avanzar sin hacer ruido y moví lentamente una gran hoja para verlo mejor: era muy extraño, tenía una cabeza muy pequeña en comparación con el cuerpo y el pico era negro y brillante. 

De lejos parecía casi un gallo, y tenía el ojo de color rojo vivo, rodeado de pelos blancuzcos. Súbitamente, tal vez porque percibió mi presencia, dio un salto y se montó a una rama, pero lo increíble fue que la alcanzó con la ayuda del ala, o sea que ésta tenía uñas, si bien arcaicas. ¿Cómo era posible? ¿Un pájaro con uñas o garras en las alas? Por un momento pensé que estaba soñando y casi no creí en lo que había visto. 

Poco después, el extraño pájaro desapareció entre la espesura de ramas y follaje. Luego, busqué en mi vademécum naturalista y encontré la respuesta: ese pájaro era real, si bien arcaico, era un hoazín (opisthocomus hoazin, llamado chancho en Perú), un galliforme entre reptil y pájaro que recuerda al extinguido archaeopteryx, el pájaro más primitivo que se conoce, el cual vivió hace millones de años. Estaba demasiado feliz, pocas personas han logrado ver un fósil viviente como el hoazín, así que consideré este hecho como un buen signo premonitor, como una señal de que la expedición se había completado con luz positiva y también como buen augurio para el futuro.

 
El viaje de regreso fue relativamente más fácil que el de ida, principalmente porque algunos pasajes dificultosos en algunas curvas del río ya los habíamos despejado durante el primer recorrido. El primer día logramos llegar más allá del campo 1 y dormimos en una playa cercana a un intricado bosque de bambús altísimos. No llovió y entonces aprovechamos para secar la ropa mojada.
A la mañana siguiente, empezamos a caminar alrededor de las siete. 

En pocas horas llegamos al lugar donde cinco días antes habíamos comenzado la marcha a lo largo del río, y nos sumergimos de nuevo en la selva virgen. Después de aproximadamente una hora de trayecto, encontramos la huella de un oso de anteojos (tremarctos ornatus), difundido en la selva alta amazónica. 

Pensaba que era endémico de zonas más elevadas, pero posteriormente leí que puede vivir en altitudes desde 250 hasta 4500 metros sobre el nivel del mar. Es un omnívoro de unos 150 kilos de peso y dos metros de largo. Un escalofrío me recorrió la espalda al pensar que hubiera podido atacarnos durante nuestra exploración.
Hacia las dos de la tarde llegamos a Llactapampa Paolotoa, donde Stefano nos recibió con un exquisito arroz al curry.


Después de haber descansado, hicimos el balance de la expedición: además de haber encontrado dos petroglifos, indicios de remota presencia humana en el Río Inchipato, comprobamos que la pirámide que escalamos es una rara formación natural cuya capa vegetal no tiene más de 40-50 centímetros de profundidad y cuya materia principal es una especie de arena dura, pero desmenuzable. Por desgracia, no pudimos verificar la verdadera naturaleza de las otras pirámides, puesto que se requeriría de una expedición de al menos veinte días.

El misterio de las pirámides de Pantiacolla continúa. Además, permanece la duda de si algunos grupos humanos vivieron en sus alrededores en el pasado, considerándolas lugares rituales o ceremoniales. Por ahora no tenemos la suficiente información para dar un juicio definitivo.

YURI LEVERATTO
Copyrights 2009

Este articulo se puede reproducir con el permiso del autor, indicando el nombre del autor y la fuente www.yurileveratto.com 

Fotos: derechos reservados de Yuri Leveratto

Las fotos arriba en la derecha N8, N12 y N18 muestran los petroglifos, de origen amazonica, hallados en el Rio Inchipato.

Centro arqueológico descubierto en Perú reaviva mito de “El Dorado”

 Escrito por Yuri Leveratto
Fuente: www.yurileveratto.com/articolo.php?Id=52
http://www.yurileveratto.com
http://piramidesdebosnia.com/2012/10/

Pedofilia en Hollywood


Investigan extraño objeto captado en Italia


9 de octubre 2011.

 Riva del Garda (Italia). Un turista ha tomado algunas fotos en las que ha continuación ha detectado un objeto extraño. Intrigado por el hallazgo, informó acerca de las fotos al Centro Ufologico Mediterraneo (CUFOM) y el Centro Ufologico di Benevento Mars Group Campano (CUBMGC), cuyo presidente, dr. Angelo Carannante, ha recibido las interresantes fotos en el correo de la página web oficial, www.centroufologicobenevento.com , y alertó a los especialistas de centros de investigación. El analista de la imagen, Carmine Silvestri, ya ha comenzado su análisis de los datos en las tres fotos enviadas por los turistas.



Informando http://ovnisultimahora2.blogspot.com/
Fuente: http://www.centroufologicobenevento.com/ y http://www.youtube.com/user/CUFOMCHANNEL

Los negocios del 'pequeño Nicolás' y sus relaciones con los empresarios de Madrid

LES DIJO QUE FELIPE VI IBA A COMPRAR SU COMPAÑÍA



El atestado que realizó la Policía sobre las andanzas del presunto impostorFrancisco Nicolás Gómez Iglesias le atribuye el cobro de 25.000 euros por falsas gestiones para la venta de una finca en Toledo. Pero ese no sería el único negocio turbio que habría protagonizado el estudiante del elitista Centro Universitario de Estudios Financieros (CUNEF) en los últimos meses. Según ha podido saber El Confidencial, el pequeño Nicolás habría sacado 65.000 euros a otros dos empresarios después de ganarse su confianza.

“Lo conocí por casualidad en una cena en el Ayuntamiento de Madrid con motivo de la visita a España de Salomon Chertorivski, secretario de Desarrollo Económico de Ciudad de México. Se sentó a mi lado y empezó a preguntarme por mi firma”, explica a este diario uno de los empresarios engañados por Francisco Nicolás, que responde a las iniciales E.A. “Me dijo que trabajaba como asesor del Gobierno y que era secretario general de Nuevas Generaciones de Aravaca, en Madrid. En esa mesa había otros empresarios y dirigentes y a nadie le extrañó que él me dijera eso”, cuenta este emprendedor.

Después de esa primera toma de contacto, Francisco Nicolás empezó a tratar de impresionar a E.A. con sus conexiones con la élite política y económica. Intercambiaron mensajes de WhatsApp –a los que ha tenido acceso este diario– en los que el estudiante de Derecho aseguraba tener a su disposición todo el parque móvil de la Casa Real o conocer a la vicepresidenta del Gobierno. “Y la verdad es que la gente le saludaba. Me coló en el acto de celebración de la Constitución organizado por la Comunidad de Madrid en la Real Casa de Correos. No pasamos ni por los controles, y eso que yo no tenía invitación. Los de seguridad se dirigieron a él como don Nicolás. Y pasamos”, relata el afectado.

Reunión con un cargo de Comercio

No es la única gestión que realizó el joven para este inversor. También le cerró un encuentro con un asesor ejecutivo de la Secretaría de Estado de Comercio, Sergio Pérez Saiz. El empresario y Francisco Nicolás se reunieron con este cargo de Comercio en el Hotel AC de Cuzco, justo en frente del Ministerio de Economía. “Estaba claro que los dos se conocían de antes”, afirma E.A. exhibiendo la tarjeta de visita de Sergio Pérez.

Aquellas escenificaciones dieron resultado. Francisco Nicolás pidió a E.A. y a su socio en la empresa que pusieran 10.000 euros para financiar un desayuno informativo en el Hotel Palace de Madrid que iba a organizar Executive Forum. Al principio tuvieron dudas, pero finalmente desembolsaron el dinero. Y el acto se celebró, concretamente, el 15 de noviembre de 2013. Lo protagonizó nada menos que el secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (Setsi), Víctor Calvo-Sotelo. Francisco Nicolás y los dos socios se sentaron en la mesa presidencial junto a otros secretarios de Estado. 

“Se dirigía a la gente con soltura. Como si conociera a todos”. Aquel desayuno tuvo difusión en los medios. Las imágenes corroboran el lugar preferencial que ocuparon el joven y sus acompañantes en ese evento. “La cita no nos sirvió para nada. Sólo quería que viéramos que era una persona influyente y con contactos”, señala la víctima.

El ‘testaferro’ de Felipe VI

Sólo unas semanas después de esa cita, Francisco Nicolás dio un paso adelante. “Se presentó aquí una noche para decirnos que quería comprar la compañía por 25 millones de euros. Mi socio y yo nos quedamos de piedra. No nos lo podíamos creer. Nos dijo que el verdadero dueño iba a ser el entonces príncipe Felipe y que él era un simple testaferro”, recuerda.

Las siguientes reuniones de E.A. con Francisco Nicolás se celebraron en una vivienda que ya se ha hecho famosa, un chalé de tres plantas en el número 32 de la calle Carbonero y Sol, en el barrio de El Viso. “La sensación que me dio es que el chico vivía ahí. Estuvimos dentro reunidos en un despacho. Él tenía las llaves de la casa y el personal encargado de la limpieza y el servicio le llamaba por su nombre”. La dirección de ese inmueble es precisamente la misma que consta en el DNI del acusado, al que también ha tenido acceso El Confidencial.

La compraventa acabó frustrándose. “Nos mandó un contrato para cerrar la adquisición y se lo remití a nuestro abogado. Gracias a él nos dimos cuenta de que estaba intentado quedarse con la compañía sin pagar absolutamente nada”. Las comunicaciones entre ellos se enfriaron a partir de ese momento pero, el pasado mes de mayo, Francisco Nicolás volvió a ponerse en contacto con E.A.


“Me pidió que le dejara 2.700 euros para comprar unas entradas para la final de la Champions entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid. Aseguró que el dinero era para llevar al fútbol a personas muy importantes. Yo le dije que no tenía esa cantidad, pero al final me sacó 1.000 euros. Se lo di porque supuestamente me había conseguido una cita con Amancio Ortega para la semana siguiente. Pero ni me devolvió el dinero ni me reuní con Amancio Ortega. Y nunca más volví a saber de él hasta el pasado jueves, cuando lo vi en los telediarios”.

54.000 euros a un prestamista

A otro empresario madrileño le sacó una cantidad mayor. En concreto, 54.000 euros. El afectado no ha presentado denuncia y es improbable que lo haga en el futuro porque su negocio consiste principalmente en prestar fondos a jugadores de casino que se han quedado sin dinero. Francisco Nicolás se presentó ante él como presidente de la compañía de E.A. y le convenció para que le hiciera un préstamo. Le aseguró que se lo devolvería en unas semanas con los intereses pactados.

El estudiante de CUNEF no se quedó ahí. También garantizó al prestamista que iba a lograr que sus dos hijos fueran contratados por Adif. De hecho, ambos chicos dejaron sus empleos como conductores tras escuchar esa promesa. Sin embargo, su fichaje no sólo no llegó a materializarse, sino que el pequeño Nicolás jamás devolvió los 54.000 euros.


Fuentes cercanas a las pesquisas han reconocido a El Confidencial que están al corriente de estas otras dos operaciones. En total, 65.000 euros. Y no se descarta que exista alguna más. A sus 20 años, Francisco Nicolás encontró tiempo para dejar un largo reguero de enemigos. Con todo, por ahora, sólo se le acusa de la estafa de 25.000 euros por sus falsas gestiones en Moncloa para la venta de un terreno en Toledo. El perjudicado en esta otra operación aún no ha decidido si se personará en el procedimiento.

http://www.elconfidencial.com/espana/2014-10-21/los-negocios-del-pequeno-nicolas-y-sus-relaciones-con-los-empresarios-de-madrid_376036/

Suecia, dispuesta a emplear armas contra el submarino invisible

Los militares suecos están dispuestos a emplear armas para obligar a subir a la superficie el submarino extranjero que supuestamente se encuentra en sus aguas desde hace cinco días.

Lo declaró el jefe de las fuerzas armadas suecas, Sverker Goranson.

“Si resulta necesario, recurriremos a las armas”, dijo citado por el periódico Local.

Previamente, el primer ministro sueco, Stefan Lövfen, señaló que Suecia no considera una amenaza el crecimiento del poderío militar ruso, pero estima necesario aumentar su potencial militar ante el crecimiento de la actividad en el Báltico.

Las FFAA suecas el viernes iniciaron una operación de búsqueda de un submarino extranjero en las aguas territoriales de Suecia, cerca de Estocolmo. Los medios extranjeros especulan que se trata de un minisubmarino ruso.

El Ministerio de Defensa de Rusia informó que no puede ser un submarino ruso ya que hace años que los minisubmarinos militares se dieron de baja. Moscú además señaló que no tiene noticia de ningún submarino u otro navío militar que haya sufrido algún accidente.

NOVOSTI
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Rosa-Cruz y Masonería

Para un no iniciado, los Rosacruces y los Masones tienen en común que pertenecen a una escuela de pensamiento, a una sociedad secreta o una organización esotérica con la misma clase de inquietudes. Es un hecho que estas dos organizaciones tienen vínculos tradicionales e históricos, hasta el punto que algunas obediencias masónicas de tipo espiritualista integran siempre el grado de“Caballero Rosa-Cruz”en sus ritos.

En 1824, Thomas de Quincey publica en la “London Magazine” un artículo titulado “Historico-Critical Inquiry into the origins of the Rosicrucians and the Freemasons”, dónde indica que la Masonería no es ni más ni menos que el Rosacrucismo modificado por aquellos que lo introdujeron en Inglaterra. Pero, ¿qué hay de cierto en esto?

1. Un esoterismo común

Desde el punto de vista histórico, la Masonería nació en Inglaterra en el siglo XVIII. Sin proceder directamente de la Rosa-Cruz que florece en el siglo anterior, se desarrolla no obstante en un sustrato abonado por el Rosacrucismo. Unos años después de su nacimiento, la Francmasonería integra además un grado denominado “Caballero Rosa-Cruz”, el cual llega incluso a generar varios movimientos rosacruces en la época. Sin adentrarnos en un análisis exhaustivo del conjunto de estos movimientos y sus doctrinas, es interesante mencionar algunos grupos en los que las dos Órdenes se encontraron durante los siglos pasados.

Durante el Renacimiento, Europa recoge toda la herencia esotérica que viene de la Antigüedad. La alquimia, la cábala, la astrología y la magia conocen un gran desarrollo, cuya culminación está marcada por el Rosacrucismo del siglo XVII. Este siglo es también presa de una verdadera crisis moral. En efecto, el progreso de la ciencia sacude los fundamentos del Occidente cristiano y la religión pierde parte de su autoridad. Algunos se complacen entonces en soñar con una Gran Reforma que combine esoterismo, religión y ciencia, para llevar a la humanidad hacia una era de felicidad, fraternidad y paz. Estas ideas cristalizan en torno al movimiento rosacruz, cuyos Manifiestos son leídos por todos los pensadores de Europa.

En el siglo XVIII, la Masonería recupera en Inglaterra estas ideas de Reforma. Esto explica porqué algunos autores, como J.G. Buhle en 1804 o Thomas de Quincey en 1824, ven en ella una emanación de la Rosa-Cruz. Aunque esta teoría no se puede afirmar con rotundidad, hay que reconocer que los fundadores de la Francmasonería están presentes en el movimiento rosacruz inglés del siglo XVIII. Dicho esto, ya desde 1638 se encuentra una referencia a las relaciones entre los Rosacruces y los Masones en The Muses, un poema de Adamson publicado en Edimburgo. Este texto indica:“Ya que somos Hermanos de la Rosa-Cruz; poseemos la palabra de Masón y la doble vista”.Algunos años más tarde, el 10 de octubre de 1676, el Poor Robin’ s Intelligence publica una noticia indicando que “la Antigua Fraternidad de la Rosa-Cruz, los Adeptos del Hermetismo y la Compañía de los Masones Aceptados, han decidido cenar juntos”. Esta relación será destacada incluso en un artículo del Daily Journal del 5 de septiembre de 1730 que decía: “Existe una Sociedad en el extranjero, de la cual los Francmasones ingleses […] han copiado algunas ceremonias, y se esfuerzan en convencer al mundo que les llaman Rosacruces”. Sin ser herederas la una de la otra, se puede pues constatar que la Rosa-Cruz y la Masonería se relacionan de una forma curiosa y constante.

Es necesario observar también que las dos referencias más antiguas que relatan iniciaciones masónicas, se refieren a hombres que están en relación directa o indirecta con la Rosa-Cruz. La primera se refiere a Sir Robert Moray. Relata que el 20 de mayo de 1641, fue iniciado a la Masonería en la Logia “Mary’s Chapel” de Edimburgo. Es interesante señalar que Robert Moray, uno de los miembros fundadores de la Royal Society, apasionado por la alquimia, es el protector de Thomas Vaughan (1622-1666). Este último, bajo el seudónimo de Eugenius Philalethe, es el autor de “The Fame and Confessio” (1652), traducción inglesa de la Fama Fraternitatis y la Confessio Fraternitatis, los dos primeros Manifiestos Rosacruces del siglo XVII.

La segunda referencia se relaciona con Elias Ashmole (1617-1692). En una nota, informa que fue admitido en una Logia masónica de Warrington, el 16 de octubre de 1646. Seis años más tarde, publica el “Theatrum Chemicum Britannicum” (1652), un volumen que agrupa una importante colección de tratados alquímicos. Desde las primeras líneas de su libro, Elias Ashmole se refiere a la“Fama Fraternitatis” para poner de relieve la importancia de la alquimia en Inglaterra. Recuerda también que el primer Manifiesto rosacruz indica que uno de los cuatro primeros compañeros de Christian Rosenkreutz, el “Hermano I.O.”, había venido a Inglaterra. Además de sus numerosas referencias a Michael Maïer, célebre defensor de la Orden Rosacruz, es necesario saber que se encontró entre los papeles de Ashmole una copia escrita a mano de la “Fama Fraternitatis” y de la “Confessio Fraternitatis”, así como el texto de una carta en la cual pedía su admisión en la Orden Rosacruz.
2. El Maestro Hiram y Christian Rosenkreutz

Si bien las actividades de la Masonería comienzan en el siglo XVII, generalmente se admite que el acta de fundación de esta Sociedad data del 24 de junio de 1717. En ese momento se fundaron las Grandes Logias de Londres y Westminster. Pero la fecha que mejor señala la fundación de la Masonería es la que se refiere a la publicación de las Constituciones de Anderson(1727) por el duque de Wharton, su Gran Maestro en aquella época. Este texto, presentado como una reimpresión y una corrección de viejos archivos masónicos, fue redactado por James Anderson, Jean-Théophile Désaguliers y Georges Payne. Pero más que descender directamente de los antiguos gremios de Albañiles operativos (los constructores), la Francmasonería es una Sociedad de pensadores – se habla de Masonería especulativa – que tomó prestado parte de su simbolismo de los Constructores.

En el siglo XVIII, la Masonería no tiene la organización que conocemos hoy en día. No establece su estructura básica, compuesta de tres grados, Aprendiz, Compañero y Maestro (Masonería azul) hasta después de algunos años. Inicialmente solo incluía dos grados, los de Aprendiz aceptado y Compañero. Un tercero, llamado grado de Maestro, aparece hacia 1730. Es necesario esperar a la segunda edición de las Constituciones de Anderson, la de 1738, para encontrar una referencia oficial a este grado, y esperar hasta 1760 para que el simbolismo que le está asociado, el del mito bíblico de Hiram, sea verdaderamente admitido en Inglaterra (1). En Francia, el grado de Maestro sólo aparece a partir de 1744. Bajo ciertos aspectos (como el del simbolismo ligado al descubrimiento de la tumba del Maestro), Hiram recupera ciertas características de Christian Rosenkreutz. ¿Es posible ver en Hiram, como indica Antoine Faivre, a un hijo de Christian Rosenkreutz?“Fundador mítico también él, el primero sería entonces un Christian Rosenkreutz reducido a la relativa abstracción en la galería de las grandes figuras hieráticas de la Tradición” (2).

En sus comienzos, la Masonería no se presenta verdaderamente como una Sociedad Iniciática. Además sus ceremonias son calificadas como “ritos de recepción”. El término “iniciación” sólo aparece en sus textos hacia 1728-1730, y no será oficial en Francia hasta 1826 (3). Aunque el ritual propio de la Masonería confiere un aspecto misterioso a sus reuniones, las Logias son lugares donde esencialmente se practica la filantropía y donde se cultivan las bellas artes. Sólo de forma progresiva irá desarrollando un aspecto iniciático y esotérico (4). Algunos años más tarde, la estructura jerárquica de los grados masónicos se enriquece. El 26 de diciembre de 1736, el caballero André-Michel Ramsay (1686-1747), discípulo de Fénelon y de la Sra. Guyon, pronuncia en la Logia parisina de Louis d’Argent, un discurso que va a implicar la aparición de lo que se llaman los altos grados oescocismo, es decir, los grados superiores al de Maestro (5). En su discurso, Ramsay presenta la Masonería como la resurrección de la “religión noaquita”, una religión primordial, universal y sin dogmas.

Pronto, los símbolos y los temas tomados prestados del Antiguo Testamento, de la Caballería, de los Templarios, así como de las ciencias ocultas como la alquimia, la astrología, la cábala y la magia, estimulan la imaginación de Masones deseosos de crear los altos grados (6). Hacia 1740, estos grados van a proliferar con una anarquía que finalizará en diciembre de 1773. Entre estos altos grados reaparece de nuevo la Rosa-Cruz, tomando a veces la imagen de “grado terminal”, o incluso de “nec plus ultra” de la Francmasonería (7). Sin embargo, algunos Masones intentan también separar el movimiento Rosacruz de la Masonería para formar Órdenes autónomas e independientes.
3. La Orden de la Rosa-Cruz de Oro y de la Rosa Roja

En 1710, o sea, siete años antes de la publicación de las Constituciones de Anderson, Sincerus Renatus (Samuel Richter), pastor luterano que pretendía ser discípulo de Paracelso y Boehme, publica “La verdadera y perfecta preparación de la Piedra Filosofal por la Fraternidad de la Orden Rosacruz de Oro y de la Rosa Roja” (Breslau, 1710). Se trata de un tratado de alquimia que describe en su apéndice cincuenta y dos reglas de la Orden Rosacruz de Oro y de la Rosa Roja. Este libro se inspira en“Ecos de la Fraternidad, por Dios altamente iluminada, de la ilustre Orden R.C.” (1615) de Julius Sperber, así como en “Themis Aurea”, o “Las leyes y ordenanzas de la ilustre fraternidad R.C.” (1618) de Michael Maier. En realidad, la Orden descrita por Sincerus Renatus no parece haber existido. Sin embargo, el término “Rosa-Cruz de Oro”conocerá cierta fama y algunas reglas presentadas en su libro se encontrarán más tarde en las instrucciones del grado masónico-rosacruz de los Príncipes Caballeros de la Rosa-Cruz.

Hacia 1757, Hermann Fictuld crea un rito masónico con tendencias alquímicas y pietistas, compuesto de un conjunto de grados rosacruces: la Societas Roseae et Aureae Crucis o Fraternidad de la Rosa-Cruz de Oro.

Esta Sociedad se dispersa por varias ciudades como Francfurt-sur-Mein, Marburg, Kassel, Viena y Praga. Parece apagarse hacia 1764. En realidad, se reforma gracias a Schleiss von Löwenfeld, Joseph Wilhelm Schröder, Christian Knorr von Rosenroth, Friedrich Christoph Oetinger y François Van Helmont. Finalmente, da nacimiento a otro rito masónico-rosacruz que aparece entre 1770 y 1777 en Baviera, Austria, Bohemia y Hungría. Primero fue adoptado por una Logia masónica de Ratisbona, la “Croissante aux Trois Clefs”. En 1771, es adoptado también por una Logia de Viena, laEsperanza,que da origen a una nueva Logia: las Tres Espadas. Esta última se convierte en el vivero de este rito masónico-rosacruz. En ella se cultivan la alquimia y la teúrgia.
Notas:

(1) Sobre la aparición del grado de Maestro, ver Goblet d’Alviella: Los orígenes del Grado de Maestro en la Francmasonería, París 1983, y Trédaniel y Roger Dachez: “Ensayo sobre el origen del grado de Maestro”, en Rennaissance Traditionnelle n° 91-92, julio-octubre de 1992.

(2) Antoine Faivre: Acceso al esoterismo occidental, París, 1996, Gallimard, volumen 2, p. 285.

(3) Irène Mainguy: Las Iniciaciones y la iniciación masónica, París 2000, Ediciones Masónicas de Francia, p. 80.

(4) A este respecto, es interesante señalar que es en 1742 cuando aparece por primera vez el neologismo “esoterismo” bajo la pluma de Louis-François La Tierce. Este Francmasón es el autor de Nuevas obligaciones y Estatutos de la muy venerable confraternidad de los Francmasones, (1742), adaptación y traducción francesa de las Constituciones de Anderson y del Discurso de Ramsay. Este libro ha contribuido mucho a dar a conocer la Masonería en Europa.

(5) El Discurso del Caballero de Ramsay se conserva en los Archivos municipales de Épernay (manuscrito 124). Ramsay compondrá un poco más tarde, en marzo de 1737, una segunda versión de este discurso, más larga que la primera, en la cual lanzará la idea de una Gran Enciclopedia.

(6) Tengamos en cuenta que por lo que respecta a Ramsay, no creó ningún rito ni grado. Sin embargo, se le considera como el que dio impulso a este movimiento.

(7) A este respecto, ver el artículo de Michel Piquet: “El Grado de Rosa-Cruz: los orígenes del “Nec plus ultra””, Rennaissance Traditionnelle n° 110-11, julio de 1997.

http://www.amorc.es/index.php/historia-rosacruz/rosacruz-y-masoneria

Encuentran asombroso mural en tumba de Dinastía Ming

Un hallazgo fortuito en China ha puesto al descubierto una tumba de la Dinastía Ming cuya característica más llamativa es un espectacular mural finamente pintado. 

El mural es el primero en color encontrado en la región y sus características son únicas. Foto: Guo Guoquan/Asianewsphoto.

Según reporta el portal China.org.cn, los arqueólogos locales dicen que es la primera vez que se encuentran murales de color en una tumba antigua. El mural es el primero en color encontrado en la región y sus características son únicas. 

Otro ángulo que permite visualizar el tamaño real del mura.Foto: Guo Guoquan/Asianewsphoto. 

El sepulcro pertenece al siglo 16 y fue encontrado accidentalmente mientras trabajadores pavimentaban una nueva carretera en la ciudad de Lóudi, Provincia de Hunan. 

Pronto la Oficina Cultural de Reliquias se hizo presente en el sitio para supervisar los trabajos que se están llevando a cabo y evitar daños irreparables que puedan ocasionarse por el uso de la maquinaria pesada. 

El dueño de la tumba es Liu Shiyu, quien murió hace 446 años. Otro ángulo que permite visualizar el tamaño real del mura. La tumba desenterrada tiene unos 4 metros de largo y 1,5 metros de ancho. 

Fue construida con cal y tiene una gran pizarra como puerta. La pared interior fue pintada con un colorido mural donde pueden apreciarse carros y personajes. Según Liu Guoping, un descendiente del dueño de la tumba, el árbol genealógico muestra que quien yace enterrado allí es Liu Shiyu, fallecido en 1568, durante el segundo año del reinado de Longqing de la dinastía Ming. 

El dueño de la tumba es Liu Shiyu, quien murió hace 446 años. La dinastía Ming fue la penúltima dinastía de China, que gobernó entre los años 1368 y 1644, tras la caída de la dinastía mongol Yuan.

Artículo publicado en MysteryPlanet.com.ar: Encuentran asombroso mural en tumba de Dinastía Ming 

En Irak, la coalición estadounidense defiende sus propios intereses petroleros

Según la Agencia Internacional de la Energía, órgano de la OCDE, los bombardeos de la coalición estadounidense contra el Emirato Islámico han logrado paralizar el saqueo del petróleo iraquí pero no han tenido efectos sobre el robo de petróleo sirio. 


En su informe anual, la Agencia Internacional de la Energía afirma que el 15 de agosto de 2014 el Emirato Islámico comercializaba diariamente 70 000 barriles de petróleo (10 000 barriles provenientes de Siria y 60 000 de petróleo iraquí) y ahora sólo está vendiendo 20 000 barriles diarios (unos 10 000 barriles de cada uno de esos dos país). 

Según la Agencia, el petróleo robado pasaba principalmente por el oleoducto que conecta la región iraquí de Dura con el puerto turco de Ceyhan y también se utilizaban camiones para trasladar el crudo desde el campo petrolífero iraquí de Ajeel hacia el Kurdistán iraquí. También según la Agencia, la cantidad de camiones, que anteriormente se elevaba a 120 camiones diarios, ha caído a sólo 10 camiones al día. 

La campaña de bombardeos de la coalición estadounidense se inició al terminar la limpieza étnica en la zona sunnita de Irak y con el comienzo de una limpieza similar en Siria. 

Pero los bombardeos de la coalición nunca han estado dirigidos contra los intereses estratégicos del Emirato Islámico ni han tenido verdaderas consecuencias sobre el equilibrio de fuerzas en el terreno, lo cual demuestra que el objetivo de los bombardeos no era impedir la limpieza étnica sino defender los intereses petroleros de Occidente en Irak. 

En Siria, los bombardeos de la coalición no han reducido la cantidad de petróleo robado por el Emirato Islámico sino que se han limitado a privarlo de la gasolina, producto del proceso de refinamiento del crudo.

vie, 17 oct 2014 00:00 CEST
http://es.sott.net/article/33254-En-Irak-la-coalicion-estadounidense-defiende-sus-propios-intereses-petroleros

Suiza se niega a entregar información de las cuentas abiertas por Jordi Pujol y su esposa

LA COMISIÓN ROGATORIA NO CUMPLE EL MÍNIMO LEGAL

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol y su mujer, Marta Ferrusola. (EFE)


Las autoridades suizas han dado un revés a la investigación contra el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol y su esposa Marta Ferrusola. En un escrito remitido a la juez de Barcelona número 31, la Justicia helvética sostiene que la comisión rogatoria requerida para que enviaran toda la información de las cuentas abiertas por el matrimonio no cumple el mínimo legal.

En este escrito, al que ha tenido acceso El Confidencial, la Justicia suiza sostiene que en la solicitud por parte de la juez de Barcelona no consta ni la infracción de blanqueo ni la infracción previa, es decir, el delito antecedente por el que se habría cometido el blanqueo de capitales. “No se facilita ninguna precisión o indicación concreta sobre las supuestas actividades criminales del interesado”, sostiene.

Por otra parte, tampoco se pone de manifiesto ninguna relación con Suiza, es decir, no hay ningún indicio que indique que Pujol o su esposa pudieran tener cuentas en su país ni hubieran podido cometer ningún delito allí. Además, la solicitud parece ir dirigida a las autoridades del Principado de Andorra. “Por consiguiente, en este estado, no se puede dar curso a la solicitud de colaboración española”.

Ahora bien, las autoridades helvéticas dejan la puerta abierta para que la Justicia española complete todos los datos que están sin resolver y vuelvan a pedirlo. En este escrito, la Oficina de Justicia de Suiza explica que para que se pueda dar trámite a una comisión rogatoria debe constar la fecha y el lugar de la comisión del delito, las personas implicadas y la función, así como el modo operativo. Además, cuando los hechos provienen del blanqueo, se debe concretar los hechos que fueron origen del dinero. No sólo eso, se debe establecer la relación de los hechos que se investigan con la medida exigida por Suiza. Y en este caso, no se cumple ninguno de los requisitos.

Jordi Pujol, durante su comparecencia ante la comisión de Asuntos Institucionales del Parlament. (EFE)

La juez de Barcelona también está teniendo problemas con la comisión rogatoria cursada a Andorra porque no ha explicado los hechos presuntamente delictivos ni el delito antecedente del blanqueo de dinero. Estos países requieren estos datos principalmente porque en sus fronteras el delito fiscal no es perseguido y, por tanto, no se cumple el requisito de doble reciprocidad, es decir, que para que exista una colaboración tiene que existir el mismo delito en ambos países.

La instructora está pendiente de que la Fiscalía Anticorrupción le informe de qué indicios concretos se pueden imputar a Pujol y Ferrusola en la causa que tienen abierta después de que el expresidente catalán confesara este pasado mes de julio que su mujer y sus hijos tenían una herencia de su padre en Andorra que no habían declarado a la Hacienda española. El Ministerio Público fue quien pidió a la juez que cursara estas comisiones rogatorias y ahora es el fiscal el que tiene que concretar todos los datos que se le exigen para que Suiza y Andorra puedan enviar esa información y poder continuar con la investigación.

Un juez de Liechtenstein investiga a Pujol

Por otro lado, la Interpol ha remitido a la juez de Barcelona una comunicación de la Justicia de Liechtenstein en la que informa que en este país existe un proceso abierto contra Pujol por un delito de blanqueo de capitales. Tras tener conocimiento de que hay una investigación abierta en España, pide a la magistrada, si no tiene inconveniente, que le informe de lo que hay contra el expresidente.

http://www.elconfidencial.com/espana/2014-10-21/suiza-se-niega-a-entregar-informacion-de-las-cuentas-abiertas-por-jordi-pujol-y-su-esposa_398945/

La ‘cookie’ ha muerto: ¿Cómo nos siguen el rastro ahora Apple, Google y Facebook?

Las compañías Apple, Google y Facebook están dejando obsoleto el uso de ‘cookies’ de cara al rastreo de usuarios, valiéndose de nuevas técnicas de seguimiento basadas en el sistema de autentificación única (SSO, por sus siglas en inglés) entre otros.

El uso de ‘cookies’ por parte de las grandes compañías de servicios como Apple, Google y Facebook está disminuyendo considerablemente en favor de nuevas técnicas de rastreo virtual, informa el servicio web de noticias tecnológicas ‘VentureBeat’.

Las ‘cookies’, pequeños archivos que envía un servidor web al disco duro del internauta que lo visita con el fin de obtener información acerca de sus preferencias y pautas de navegación, poseen un nivel de personalización en materia publicitaria muy bajo, ya que no consiguen discernir si son varios los usuarios que utilizan una misma máquina y qué parte de la actividad ha realizado cada uno de ellos.

Además, muchos de los dispositivos móviles actuales no aceptan la política de rastreo de ‘cookies’ más allá del navegador web, por lo que los más interesados en conocer los hábitos de los internautas encuentran inaccesible la información contenida, por ejemplo, en las aplicaciones móviles.

A raíz de esto, gigantes como Facebook o Google han sustituido este sistema por la autentificación única (SSO, por sus siglas en inglés), de modo que los usuarios puedan acceder a varios sistemas con una sola instancia de identificación desde su cuenta.

Así, la cuenta del gran buscador Google sirve para acceder a servicios como Gmail, YouTube, Maps, Calendar, Drive o Hangouts, convirtiéndose en una fuente valiosa de información que ofrecer al anunciante de publicidad. Del mismo modo, el sistema operativo Android, con un 88,1% de cuota de mercado, según los datos más recientes de Kantar, asigna a cada usuario una identificación Google Ad que utiliza sus servicios de publicidad (AdSense, AdMob y DoubleClick) para afinar aún más su tipo de público de cara a las campañas publicitarias.

En cuanto a las técnicas de rastreo de Apple, éstas se centran principalmente en la dirección de correo electrónico, que vincula a todos los servicios de Apple a cualquier dispositivo iOS o OS X, así como en la cuenta de iTunes, que facilita información acerca de los datos de la tarjeta de crédito.

Facebook, a pesar de usar el sistema SSO, no cuenta con un ‘software’ omnipresente en los dispositivos móviles como Android ni con una herramienta de publicidad como AdSense. Por ello el mes pasado anunció la puesta en marcha de Atlas, una plataforma de publicidad para vender anuncios en sitios ajenos a la red social con la capacidad de segmentar a sus usuarios gracias a los datos recolectados en la misma.