jueves, 19 de marzo de 2015

Utilizaban Las Antiguas Deidades Aladas Un Dispositivo Volador?

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Los dioses y otros seres sobrenaturales que surcaron los cielos antiguos no siempre lo hicieron montados en raras aves y relucientes carros. Nuestros antepasados se ocuparon muy bien de hacer notar que, a veces, tales personajes celestiales iban y venían entre las nubes desplegando sus propias alas…como pájaros con viento a favor.

Genios, ángeles, demonios y dioses alados conforman una larga lista que los más remotos mitos y leyendas, y la abundante iconografía, han conservado en la memoria de la humanidad, como, pongamos por caso, la diosa Ma’at en Egipto, la diosa Ishtar/Inanna o el demonio Pazuzu de los sumerios, o bien el dios Nimrud de los asirios.

Ante esto, la pregunta que nos hacemos puede parecer en principio trivial: ¿Qué quisieron expresar en realidad nuestros ancestros al ponerle alas a las espaldas de sus divinidades?

Un atributo del vuelo

img_Reyes27_01En las obras artísticas, un atributo es, por definición, un “símbolo que denota el carácter y representación de las figuras”. Luego, el ala es un atributo que significa “volar”, es decir “ir o moverse por el aire”. En consecuencia, los seres alados de la antigüedad (los “hombres-pájaro”, para ponerlo de otro modo) eran personajes que, para nuestros ancestros, podían elevarse en el aire y moverse de un punto a otro como las aves; pero… ¿sosteniéndose en efecto con sus propias alas?

Desde luego, las alas de las “deidades” denotan prima facie la cualidad celestial que las identifica, es decir, la pertenencia al cielo de esos seres que eran sobrenaturales para el común de las gentes. Pero, ¿estamos aquí frente a una mera representación simbólica de ideas abstractas (una alegoría, simplemente) o cabe el beneficio de la duda al imaginar un dispositivo de alta tecnología afianzado en los hombros y espaldas de antiguos astronautas?

Recuerdo muy bien cuando, hace unos 30 años o así, vi por vez primera en Acapulco, México, el sobrecogedor espectáculo de los “Voladores de Papantla” que desde la cima de un mástil, de unos 30 metros de altura, descienden hacia el suelo cabeza abajo, atados por sogas y trazando círculos en el aire – reviviendo así un muy antiguo ritual de los totonecas y olmecas para agradar a los “dioses”. Esa es una representación fuerte, que le queda a uno bien grabada en la memoria para siempre; y sin importar cuántas veces vuelva uno a verla sigue maravillando. Y la pregunta que ha rondado desde entonces mi cabeza es: ¿y si acaso fue algo como eso, exactamente, lo que vieron los indígenas?

En el muy interesante artículo de los hermanos Johannes y Peter Fiebag titulado “El pájaro celestial de los mayas o la exégesis de una deidad”, se menciona a esta misma “gente que vuela” de México “…descendiendo a la Tierra desde la cima de un mástil (…), simbolizando el vuelo de seres del cielo parecidos a los humanos, y su arribo a la Tierra.”

Y, como parte del acabado análisis que hacen del concepto del “pájaro celestial” y otros seres semejantes, los bien conocidos autores alemanes hacen referencia a una ilustración de Clavijero del siglo 18 donde “…existe un detalle que ya no es más parte de una presentación de hoy en día: junto con los indios, se ven grandes pájaros moviéndose en espiral hacia abajo en dirección a la Tierra…” Y continúan diciendo: “La conexión entre la “gente que vuela” con sus antepasados y la “deidad pájaro” es aun más pronunciada. “Los trajes de los bailarines humanos y los gobernantes –agregan los hermanos Fiebag, citando ahora a Hellmuth, N.: Monster und Menschen in der MayaKunst. Graz. 1987 – así como otras figuras históricas en los monumentos, las pinturas murales y las cerámicas, fueron ideados para significar posiblemente una metamorfosis.

El estudio de figuras humanas en trajes y/o máscaras proporcionan tanta información como las deidades reales, porque las realizaciones del culto maya eran una expresión directa de su religión.” (…). Esto es evidente con las representaciones en varias estelas y vasos donde las “deidades” fueron mostradas de esta manera, y – dicen de nuevo con Hellmuth – “el ala parece ser un atributo en vez de una parte funcional del cuerpo.”.

¿Por qué no una parte funcional del cuerpo?

Desde luego, la idea del ala como atributo del vuelo es bien clara, como vimos recién. Dicho de la manera más sencilla: los dioses tienen alas porque “vienen del cielo”; o bien de “las estrellas”, en un sentido más amplio. Y así, conjeturar en consecuencia y a la luz de la hipótesis de las paleovisitas extraterrestres si tales seres alados fueron astronautas de otro mundo no parece ser algo reñido con lo posible, sino todo lo contrario. Pero el punto que me interesa destacar ahora es si, a lo mejor, esas alas no son tal vez algo más que un símbolo…

Y pregunto de nuevo: ¿Cabe el beneficio de la duda al imaginar un dispositivo de alta tecnología afianzado en los hombros y espaldas de antiguos astronautas?

Un dispositivo, es decir, un mecanismo dispuesto para producir una acción prevista, no es, por supuesto, una parte natural del cuerpo de ningún ser de carne y hueso, pero no por ello deja de ser eventualmente un aditamento funcional, como lo es una prótesis por ejemplo. O, salvando las distancias, lo mismo que un paracaídas es para el que salta de un avión.

Y esto nos lleva ahora al meollo de la posibilidad que plantea mi pregunta sobre si las alas que vemos en las espaldas de ciertas divinidades serían en realidad mecanismos de forma aerodinámica empleados para desplazarse por los cielos, como las aves…

La idea se me antojó decididamente plausible cuando contemplé largamente una estatuilla de exquisita calidad artística perteneciente a la colección privada de Terry y Kim Young que actualmente se exhibe en The Young Museum of Ancient Cultural Arts de Texas, EUA. Hallada en Veracruz, México, y datada entre el 600 y 900 A.D., la pieza representa a un individuo con dos grandes alas – identificado como un “jugador de pelota alado” (?) – que están unidas a un espaldar. En su mano derecha lleva un “instrumento” y sobre sus hombros asoman dos cabezas de animales; el ornamento del tocado muestra sobre su frente algo como “gafas de aviador”

Terry Young tuvo la gentileza de autorizarme la publicación de estas imágenes, que le pertenecen, la cuales me eximen de abundar en más detalles…

img_Reyes27_03Personaje alado de la colección privada de Terry y Kim Young

The Young Museum of Ancient Arts – Copyright, Terry & Kim Young.

“Gryphon”

Admito que puede sonar a una simpleza abrumadora que uno pretenda repensar la exégesis de los seres alados elevando la apuesta en lo que hace a su contenido simbólico. Pero si nos detenemos a considerar que es posible que visitantes extraterrestres hayan recorrido los cielos utilizando dispositivos portátiles de alta tecnología, no muy diferentes, aunque sí, seguramente, más avanzados que los nuestros de hoy, la idea puede resultar, por lo menos, potable.

Para hablar en concreto de tales dispositivos no hace falta echar mano de los superhéroes de Marvel Comics que salieron de la rica imaginación de Stan Lee. De hecho, basta con acceder a la información acerca del “Gryphon attack glider”, diseñado recientemente para uso militar por la empresa SPELCO (Special Parachute Equipment and Logistics Consortium), un consorcio formado por dos compañías muy bien conocidas en sus respectivos campos de tecnologías de última generación, ESG Elektroniksystem- und Logistik-GmbH y DAe Systems GmbH.

El “Gryphon”, denominación que alude significativamente a un animal fabuloso (el Grifo, o Griffon) que tenía la mitad superior de su cuerpo de águila y la inferior de león, es en realidad un equipo de avanzado diseño, provisto de un ala delta de 1,5 metros de envergadura, que lleva incorporado un paracaídas, y dos micro-turbojets que pueden propulsar al piloto durante 200 km…saltando desde un avión a 4.000 metros de altura. Las imágenes que vemos a continuación (abajo), cedidas amablemente por la empresa SPELCO para su publicación aquí, son del todo elocuentes si las comparamos acto seguido con, por ejemplo, las del personaje alado de la colección privada de Terry y Kim Young que se exhibe en The Young Museum of Ancient Arts (arriba).

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Paracaidista equipado con “Gryphon” – Copyright, SPELCO

¿Pudo ser algo semejante a esto lo que vieron antaño unas personas que ignoraban por completo la existencia de una simple tuerca o tornillo?

¿Qué palabras hubiera utilizado usted en el lugar de ellos para explicarlo? ¿Qué elementos del arte mueble hubiera empleado por aquel entonces cualquiera de nosotros para representarlo de la manera más fiel posible?

En torno a la verdad oculta

Cuando el hombre llegó a la Luna, todos entendimos muy bien lo que significaba la frase “Eagle has landed” (el águila ha aterrizado), porque, acostumbrados a la tecnología, no teníamos ninguna duda acerca del contenido figurativo de tal expresión. Y tampoco nos confundiremos ahora si alguien nos dice que hoy un Grifo (Gryphon) surcó los cielos por encima de nuestras cabezas…porque sabremos a ciencia cierta que no se trata de ningún animal mitológico sino de una cosa tecnológica. Pero esas construcciones mentales son propias de nuestra época, y son por lo tanto inmensamente diferentes a las que podrían caber dentro del umbral de comprensión de nuestros prístinos ancestros.

Como quiera que este ensayo ha estado signado por el mito que hace referencia a personajes alados que nuestras civilizadas mentes del siglo XXI prefieren, desde luego, poner en el entrepaño donde se apilan las fábulas y otras ficciones, dedico a los que aún se muestran reacios a admitir lo posible del enfoque que he propuesto aquí una cita del emperador Juliano que es, por lo menos, apropiada: “Lo que en los mitos se presenta como inverosímil, es precisamente aquello que nos abre camino a la verdad. Efectivamente, cuando más paradójico y extraordinario es un enigma, tanto más parece advertirnos para no confiar en la palabra desnuda, sino padecer en torno a la verdad oculta.”

Agradecimientos:

Deseo expresar mi sincero agradecimiento al señor Terry Young por la autorización para publicar las imágenes del personaje alado que forma parte de su apreciada colección privada que actualmente se exhibe en The Young Museum of Ancient Arts (www.youngmuseum.com ).

Asimismo, agradezco mucho al señor Erich Jelitko, y en su persona a la empresa SPELCO GbR

(www.spelco.eu ), el permiso otorgado para reproducir las imágenes del dispositivo “Gryphon”.

por: CÉSAR REYES DE ROA

EL AUTOR estudió abogacía en la Universidad de Buenos Aires (Argentina). Es periodista versado en ciencia y fue coordinador documental de la revista Cuarta Dimensión, jefe de redacción de otras publicaciones especializadas y actualmente es el editor de antiguosastronautas.com. Desde 1980 ha publicado gran número de artículos referidos a la hipótesis de las paleovisitas extraterrestres


http://www.antiguosastronautas.com/
Fuente: mparalelos.com

miércoles, 18 de marzo de 2015

Tres vacas, las protagonistas del tratado internacional en vigor mas antiguo de Europa

TRES VACAS, LAS PROTAGONISTAS DEL TRATADO INTERNACIONAL EN VIGOR MÁS ANTIGUO DE EUROPA

El hito fronterizo entre España y Francia nº 262, entre el valle navarro del Roncal y el francés de Baretous, es testigo cada 13 de julio desde 1375 de la ceremonia del Tributo de las Tres Vacas. Con ella se cumple la carta de paz o “facería” (acuerdo para resolver un conflicto por pastos entre municipios) que se dictó en Ansó (Huesca) en 1375 para resolver las disputas entre estos valles, y que supone el Tratado internacional actualmente en vigor más antiguo de toda Europa.

En realidad, el origen del tributo y de la ceremonia parece ser incluso anterior a esa fecha, y desconocido, pero el conflicto que dio lugar al Tratado tal y como ha llegado hasta nuestros días se produjo en 1373, cuando el roncalés Pedro Karrika asesinó al baretonésPierre Sansoleren en una disputa por fuentes y pastos para sus rebaños en territorio de frontera. Y la sangre llamó a la sangre: Pedro Karrika y otros 25 roncaleses murieron al ser emboscados cuando regresaban de matar a la familia de Pierre Sansoler en represalia por la muerte violenta de la familia de Karrika a manos francesas. Estas reyertas y venganzas culminaron en la batalla de Aguincea, en la que intervinieron por parte roncalesa los pueblos de Isaba, Uztarroz, Urzainki y Garde, y donde perecieron 53 navarros y 200 franceses.

Ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos y al fracaso en la búsqueda de una solución por parte del rey Carlos II de Navarra y del vizconde Gaston III de Foix–Bearne, ambas partes aceptaron solicitar la mediación de “seis hombres buenos” de la villa de Ansó, aragonesa y vecina de las citadas villas roncalesas, encabezados por su alcalde Sancho Gracia. Aunque pueda parecer extraño que se eligiese como árbitro a otro pueblo del lado sur de la cordillera pirenaica, lo cierto es que las relaciones entre valles pirenaicos vecinos nunca han entendido de fronteras políticas, sino más bien de las que marcan la propia naturaleza. Así, al conocer mejor las costumbres y usos de los territorios implicados, no tenían ninguna duda de que la resolución que se adoptase sería mucho más justa y eficaz que cualquier otra que procediera de lejanos tribunales.

Finalmente, en el atrio de la iglesia de San Pedro de Ansó, el 16 de octubre de 1375 se dictó la sentencia por la que el valle de Baretous (en donde se encuentra el pueblo de Aramitz y del que tomó nombre el célebre mosquetero) debía compensar al valle de Roncal cada 13 de julio con tres vacas de dos años “sine mácula” y del mismo “astaje, pelaje y dentaje”. El fallo fue bien acogido por las partes, ya que desde aquel lejano 1375 no se registraron más enfrentamientos entre el Valle de Roncal y Baretous. Desde entonces, y superando conflictos y guerras entre España y Francia que se sucedieron en los siglos posteriores, el Tributo de las Tres Vacas se ha venido pagando hasta la fecha tal y como se acordó. Un momento clave en su supervivencia se produjo en 1856, cuando se firmó el Tratado de Límites entre España y Francia que delimitaba la frontera actual entre ambos países, derogando toda la legislación fronteriza anterior. ¿Toda? No, el Tributo de las Tres Vacas se recoge en el anexo cuatro de dicha norma, superando una vez más los avatares del tiempo y de las nuevas relaciones entre países.

La ceremonia actual es muy sencilla y breve. En el collado de Ernaz, todos los 13 de julio, previa revisión de las reses por parte del veterinario de Isaba, los alcaldes franceses y los de Uztarroz, Urzainki y Garde, ataviados con sus trajes tradicionales, ponen un mano sobre otra alternativamente encima del hito fronterizo de la Pierre de St. Martin, siendo el alcalde de Isaba el que coloca su mano sobre las de los demás y repite en voz alta por tres veces la expresión latina Pax avant (paz en adelante). El alcalde de Ansó, por su parte, supervisa el correcto cumplimiento de lo que sus antepasados acordaron. El destino de las vacas también quedó estipulado: dos son para la villa de Isaba y la tercera se distribuye de forma rotativa cada año entre Uztarroz, Urzainki, Garde y el resto de pueblos que tomaron parte en la batalla de Aguincea.


Hoy en día, la jornada es, sobre todo, una fiesta de amistad transfronteriza entre pueblos vecinos, con muestras folclóricas de ambos territorios, muy lejos de los sucesos que lo originaron. El Gobierno de Navarra declaró al Tributo de las Tres Vacas como Bien de Interés Cultural Inmaterial el 24 de enero de 2011 y, como curiosidad, este año 2015 se celebrará el día inmediatamente anterior a que una etapa del Tour de Francia de alta montaña finalice precisamente ahí, en la Pierre de St. Martin.

Colaboración Miguel Ángel Aznárez Murillo
http://historiasdelahistoria.com/2015/03/18/tres-vacas-las-protagonistas-del-tratado-internacional-en-vigor-mas-antiguo-de-europa

3 visiones del futuro, ¿El Ángel mensajero?

Este vídeo informa acerca de la visión dada a George Washington durante el duro invierno de 1777 y 1778, mientras se encontraba en el Valley Forge, donde al parecer se muestra tres visiones de futuro para América, de un mensajero o ángel del viajero del tiempo futuro.

El hecho es que esta historia tiene un simbolismo muy fuerte o un juego oculto con palabras enigmáticas.

¿Pudo tratarse de un mensajero, o un ángel de Dios? ¿Quienes eran los futuros viajeros del tiempo?, Tal vez utilizando métodos que desconocemos se pueden realizar este tipo de viajes.

¿Nuestro mundo se prepara para un conflicto global entre las naciones ..?

          

Dart para Anunnakis