martes, 20 de junio de 2017

La edad de los Esclavos

Lo peor que le puede suceder a un prisionero es que acabe sintiendo los muros de su celda como su hogar.

Cuando un ser humano llega a este estado, ya no sabe ser libre; es el máximo nivel de esclavitud al que se puede llegar.

Y parece que todos hemos llegado ya a ese punto.

Todos vemos las cadenas que nos aprisionan como algo natural y cotidiano; forman parte integral de nuestra vida de tal manera, que ya creemos que son una extensión de nuestros propios cuerpos y de nuestras propias mentes.

Una de esas cadenas que tanto nos inmoviliza, es la concepción que tenemos sobre nuestra EDAD y las obligaciones que conlleva.


Cuando venimos a este mundo, se extiende ante nosotros un terreno fértil e inexplorado, sin barreras ni muros de ningún tipo. Se trata de nuestro tiempo de vida, un mapa en blanco que debemos dibujar a medida que lo recorremos.


Pero la sociedad jamás nos permite que lo exploremos libremente, como el territorio virgen que es.

Desde muy temprana edad, el Sistema inocula en nuestro cerebro fronteras imaginarias, lineas divisorias y caminos de obligado recorrido, que acaban configurando la única forma de explorar nuestro tiempo vital.

Así es como ese territorio virgen queda dividido en regiones ficticias formadas por las diferentes edades de nuestra vida: la adolescencia, la juventud, la madurez, la vejez, cada una de las cuales debemos vivir obligatoriamente de determinada manera si queremos ser aceptados por los demás e integrarnos en los mecanismos sociales.

LA EDAD: HERRAMIENTA DE CONTROL SOCIAL

La edad se ha convertido en una de las herramientas más eficientes creadas por el Sistema para controlar nuestras existencias.

Su función es sincronizar nuestros pasos con los de los demás esclavos, hasta igualarnos a todos y convertir nuestras vidas en estructuras temporales clonadas perfectamente predecibles, como si todos formáramos parte de un mismo mecanismo de relojería.

La sociedad utiliza nuestra edad para dictar los hitos que debemos conseguir según sus reglas de programación. Son como muescas en una tarjeta perforada, que sirven para programar todos nuestros actos futuros, como simples autómatas.

Conseguir o no esos hitos dentro del plazo prefijado por el Sistema, nos clasifica como aptos o ineptos, como triunfadores o como perdedores.

Así, nuestras vidas se convierten en una carrera continua a contrarreloj en la que debemos ir cruzando las metas volantes antes de que se acabe el tiempo que el sistema estipula para ello: mantener la primera relación sexual, sacarse los estudios, entrar en la universidad, obtener el primer trabajo, sacarse el carnet de conducir, comprar el primer coche, marcharse de casa, ganar dinero, casarse o vivir en pareja, tener un hijo…

Llegar tarde a esas metas o directamente saltárselas, nos conduce a ser clasificados de determinada manera por los demás, incluso como fracasados o inadaptados.

Y lo más curioso es que todos lo aceptamos como si fuera la única realidad posible.

Nos han hecho creer a todos que la vida solo puede vivirse de esta manera, siguiendo este plan prefijado, como si fuera algo natural e inevitable, como la ley de la gravedad o las leyes de la física.

Nadie se da cuenta de que todos los hitos relacionados con la edad que nos impone el Sistema son elementos externos arbitrarios cuya existencia y valor dependen única y exclusivamente de convenciones sociales o de nuestra aceptación y acatamiento.

No hay ninguna fuerza real en el universo que determine que a los 40 años no podamos jugar con los clicks de Playmobil, que a los 60 no podamos hacer el payaso o que a los 15 no nos atraigan más las discusiones filosóficas que ir a bailar a una discoteca.

La Sociedad ha llenado nuestra mente de muros relacionados con la edad, traducidos en expresiones del tipo “esto aún no lo puedes hacer”, “eres demasiado mayor para comportarte así” o “debería darte vergüenza hacer estas cosas a tu edad”

Multitud de barreras psicológicas que el sistema levanta en nuestras vidas, hasta convertir una fértil y amplia pradera en un laberinto de paredes de ladrillo: la barrera de la infancia, de la adolescencia, la barrera psicológica de los 30, de los 40, de la jubilación…

Pero son solo muros ficticios, como esas líneas imaginarias que llamamos fronteras, que dividen la tierra en países que no existen en el espacio natural; o los calendarios, que dividen imaginariamente nuestro tiempo en paquetes de 7 días a los cuales hemos llamado “semanas”.

En realidad, tener tal o cual edad no tiene por qué determinar ni nuestra actitud, ni nuestros anhelos, ni nuestros sueños, ni nuestros actos.

Los únicos condicionantes reales relacionados con nuestro tiempo de vida, los determinan nuestra capacidad física, nuestro desarrollo psicológico, nuestros conocimientos, nuestra energía vital, nuestra ilusión por soñar y luchar y ante todo, nuestra voluntad como individuos.

Elementos todos ellos que son diferentes para cada persona, dependiendo de sus características y de sus circunstancias personales.

MADUROS Y RESPONSABLES: LA GRAN MENTIRA

Una de las grandes mentiras de nuestra vida es la de “hacerse mayor”. Aquello que pomposamente llamamos “madurar” y que aplicamos a las personas que están “plenamente desarrolladas”.

Pero, ¿Qué es una persona madura?

¿Aquella que no escucha su propia voz y sumisamente obedece los dictados establecidos por los demás?

¿Aquel que se somete sin rechistar al destino que le escribe el Sistema, aunque lo haga con renglones torcidos y letra ilegible?

¿Aquel que cree que el tiempo y el calendario son una misma cosa y se ha rendido a su implacable dictadura?

¿Aquel que no se atreve a jugar, o a saltar y bailar como un niño cuando le viene en gana, pero que espera ansioso que lleguen las fechas programadas del Carnaval para que él y otros borregos como él puedan hacer el imbécil con el debido permiso de la sociedad y nadie les mire mal por ello?

¿Eso es ser maduro?

¿Y ser responsable?

Se supone que es responsable aquél “que pone cuidado y atención en lo que hace o decide”. Es decir, aquel que asume las consecuencias sobre sus propios actos.

Pero estas definiciones son un completo engaño. Porque lo cierto es que si tus actos o decisiones no obedecen a las reglas previstas, jamás serás considerado alguien “maduro” y “responsable”

Si en un acto de madurez y responsabilidad, asumiendo las consecuencias de tus decisiones, decides dejarlo todo y irte a vagar desnudo por bosques y llanuras bajo la luz del sol y de la luna, por mucho que hayas tomado esa decisión a conciencia y de forma meditada, por mucho que hayas valorado los peligros que conlleva y hayas aceptado las posibles consecuencias, y por muy desarrollado que estés a nivel psicológico, la sociedad no te tratará como a una persona madura y responsable, sino como a un demente o un desequilibrado.


Sin embargo, un hombre que despilfarra todo el tiempo de su vida pagando la hipoteca de un apartamento y cuyo único sueño es comprar productos clónicos fabricados en serie hasta el día de su muerte, es considerado una persona “equilibrada”, “responsable” y “madura”. Aunque tenga tan bajo nivel de conciencia que ni tan solo llegue a preguntarse por qué razón emplea todo su tiempo en hacer eso, qué sentido tiene hacerlo, ni qué consecuencias tiene para el resto de la humanidad que siga haciéndolo.


Así pues, los conceptos de madurez y responsabilidad en la sociedad nada tienen que ver con la toma de conciencia individual, ni con la asunción de las consecuencias de tus actos.

En realidad significan Obediencia.

Para el Sistema, una persona madura y responsable es una persona que acepta obedecer, como un caballo salvaje que ha sido domado y que sumisamente se somete a su jinete, bajando la cabeza…

UNA VIDA MOLDEADA

Es así de triste.

Desde que vemos la primera luz, hay un molde esperando para configurar la forma que tomará nuestro futuro, a través de objetivos de forzoso cumplimiento, ordenados cronológicamente.

Es como si al nacer nos presentaran un examen con todas las preguntas que deberemos responder, obligatoriamente y por orden estricto, bajo la amenaza permanente de ser castigados si al responder cada una de ellas nos equivocamos o si nos atrevemos a escribir lo que nos viene en gana y no lo que se supone que debemos decir para ser aprobados.

¿Y cuál es la recompensa que nos espera por realizar este examen social?

Si seguimos las instrucciones sin rechistar y vamos respondiendo a las preguntas en el orden establecido y sin escribir fuera de los márgenes, la sociedad nos dará un golpecito en la espalda y con tono condescendiente nos dirá que “hemos llevado una vida provechosa”.

Ese es el gran premio.

Sin embargo, todo aquel que ose responder a las preguntas según el orden que le plazca o se dedique a hacer dibujitos en los márgenes del examen, será etiquetado como fracasado o irresponsable.

Y aquel que se atreva a alzar la voz con demandas impertinentes, se niegue a responder a las preguntas o se levante del pupitre para hacer lo que le venga en gana, será considerado un excéntrico, un inadaptado o directamente, un loco.

El Sistema no se conforma con reducir el valor de la vida del individuo, arrebatarle su soberanía, reducir al mínimo el significado de su tiempo y ensuciar el concepto de individualidad de forma sibilina convirtiéndolo en sinónimo de “discordancia inarmónica”.

El objetivo final de este examen social, hábilmente tejido sobre la dictadura de la edad, es el de someternos a juicio como individuos y clasificarnos como “triunfadores” o “fracasados”, “adaptados” o “inadaptados”, dependiendo de nuestro nivel de sumisión a los mecanismos del Sistema.

Y lo que es peor: se trata de un juicio en el que, inadvertidamente, nosotros mismos ejercemos de jueces y acusados a la vez.


EL AUTOCASTIGO DE LA CULPA

Una de las grandes herramientas del Sistema para conducirnos con el resto del rebaño, es hacernos sentir culpables ante nosotros mismos.

Si alguien se atreve a saltarse la programación temporal relacionada con su edad, será calificado por los demás como inadaptado o perdedor y esa presión insoportable del entorno se traducirá en su mente en un sentimiento de culpa ante su presunto fracaso.

En ese momento, se convertirá en juez de sí mismo; un juez que intentará aplicar las leyes del Sistema con toda la severidad, aunque ello implique hundirse en el fango de la baja autoestima.

Conseguir escapar de ese juicio, que irremisiblemente se traduce en un sentimiento de culpa ante el presunto fracaso social, es una tarea titánica, solo al alcance de personas psicológicamente muy fuertes.

La única forma de acabar con ese sentimiento de culpa y de fracaso, es levantarse enmedio del juicio y no reconocer al juez; y no reconocer al juez, esa voz castigadora que se autoflagela por no haber cumplido con el programa establecido, es algo que solo puede conseguirse si esa persona se niega a reconocer las leyes del Sistema con las que se está juzgando a sí mismo.

Algo que implica, no solo enfrentarse con esa parte de sí mismo que está aceptando como reales las reglas del Sistema, sino enfrentarse cara a cara con el Sistema al completo, incluidas todas aquellas personas que le rodean y que le consideran un inadaptado.

Conseguir eso, es un acto de conciencia, valentía y fortaleza extremas, que muchas veces conduce a la soledad más absoluta.

Un precio muy alto que no todo el mundo está capacitado para soportar.

EL JUEZ SUPREMO

Y es que aquí, la pregunta clave es: ¿quién debe decidir el éxito o el fracaso sobre la propia vida?

¿Quién debe ser el juez supremo sobre la propia existencia?

¿La sociedad, con esas reglas externas que solo viven en la mente de los demás?

¿Tiene algún sentido someter toda tu vida a normas abstractas cuya única fuerza viene determinada por el propio sometimiento voluntario a ellas?

Hacerlo es sencillamente absurdo, por más que lo haga todo el mundo.

Porque lo cierto es que cuando venimos a este mundo llegamos sin ninguna de esas normas y reglas instaladas en nuestra mente.

Nuestra psique está libre de esos muros ficticios y nuestro tiempo de vida es un terreno despejado que se extiende ante nosotros para que lo exploremos como más nos plazca.

Porque es nuestro patrimonio. Nuestro gran tesoro, personal e intransferible. Nuestra única propiedad real.

Como también lo son todas nuestras decisiones a lo largo de la vida, fruto de la voluntad individual, que es la única autoridad real con derecho a determinar cómo usamos ese tiempo.

Entonces, si nuestro tiempo de vida y nuestras decisiones son la única propiedad real que tenemos y nuestra voluntad es la única autoridad con derecho sobre ellas, ¿por que acabamos sometidos a un conjunto de reglas abstractas y a las opiniones de los demás?

¿Cómo podemos calificar a una renuncia de este calado, a una derrota voluntaria de tal magnitud?

Nadie nos lo dirá jamás y mucho menos la sociedad…pero esa renuncia al propio poder es la mayor pérdida que podemos tener en la vida.

Eso es, realmente, fracasar en la vida.

Así pues, rompamos ese molde inmovilizante que nos aplicaron nada más nacer; olvidemos nuestra edad y lo que se supone que debe implicar en nuestra toma de decisiones o en nuestra actitud ante las cosas.

La edad solo es un número, un dígito abstracto y vacío, que no puede determinar ni lo que somos, ni lo que deseamos hacer, ni lo que queremos o podemos llegar a ser.

Solo nuestra voluntad y el vigor de nuestros cuerpos pueden hacerlo.

¿De verdad quieres triunfar en la vida?

Pues recupera el poder que por naturaleza te corresponde…

GAZZETTA DEL APOCALIPSIS
https://elrobotpescador.com/2017/06/16/la-edad-de-los-esclavos-b/

viernes, 16 de junio de 2017

​Esfinge de Guiza: 800,000 años de antigüedad

esfinge-inundada
Uno de los monumentos más misteriosos y emblemáticos del mundo es objeto de una extrema e insólita hipótesis sobre su verdadera antigüedad. Hace pocos años, dos geólogos ucranianos lanzaron una nueva propuesta de datación del todo provocativa; tan provocativa, de hecho, que hubiera valido la pena ver las caras de sorpresa que pusieron los egiptólogos más ortodoxos. ¡La Gran Esfinge tendría una edad cercana al millón de años!

Esta novedosa interpretación fue hecha pública en forma de ponencia en la Conferencia Internacional sobre Geoarqueología y Arqueomineralogía celebrada en Sofía (Bulgaria) en 2008, con el título en inglés de Geological aspect of the problem of dating the Great Egyptian Sphinx construction. 

Los autores de este trabajo son los científicos Vjacheslav I. Manichev (Instituto de Geoquímica ambiental de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania) y Alexander G. Parkhomenko (Instituto de Geografía de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania).



El punto de partida de estos dos expertos se sitúa en el cambio de paradigma iniciado por West y Schoch, que pretendía superar la visión ortodoxa de la egiptología aludiendo, por un lado, al posible origen remoto de la civilización egipcia y, por otro, a la prueba física de la erosión por agua. Y así, al inicio de su argumentación encontramos un firme alegato a favor de una datación basada en fundamentos geológicos, pero también una muy infrecuente alusión —por lo menos para un científico ortodoxo— a Helena Petrovna Blavatsky, promotora de la llamada Teosofía. 

Pues bien, según estos geólogos, debía tenerse en cuenta que esta autora, gran referente de una historia de la Humanidad en clave esotérica u ocultista, había afirmado que la construcción de la Gran Esfinge debía datarse en una época muy anterior a la raza actual de hombres, por lo menos en más de 750.000 años. Así pues, los autores dedican el contenido del artículo a aportar un compendio de pruebas de carácter geológico que, de alguna manera, podría corroborar esta hipótesis proveniente del mundooculto.esérico.

Las teorías de Blavatsky han vuelto a la actualidad gracias a esta nueva datación.
Las teorías de Blavatsky han vuelto a la actualidad gracias a esta nueva datación.

Pero vayamos al núcleo de la cuestión. Las observaciones de Manichev y Parkhomenko se centran en el aspecto muy deteriorado que presenta el cuerpo de la Esfinge, dejando de lado los rasgos erosivos del recinto o cubeta donde se encuentra, que sí habían sido objeto de estudio por parte de Schoch. Así, los geólogos ucranianos se fijan especialmente en el relieve ondulado que presenta la Esfinge en forma de salientes y oquedades. 

La explicación ortodoxa para esta acusada característica se basa en el supuesto efecto abrasivo del viento y la arena. Concretamente, las ondulaciones se deberían a que las capas de roca más duras soportarían mejor la acción erosiva y se convértirían en salientes, mientras que las capas más blandas habrían resultado más afectadas, formando huecos. Sin embargo, como apuntan Manichev y Parkhomenko, este argumento no explica por qué la parte frontal de la cabeza de la Esfinge carece de tales características.

Con respecto a la tesis de las fuertes lluvias formulada por Schoch, los autores apenas le conceden unas pocas líneas, reconociendo que hacia el 13000 a.C. se dio un periodo de alta humedad. No obstante, insisten en que los efectos erosivos sobre la Esfinge deben remontarse a una época mucho más antigua. Pero… ¿sobre qué indicios o pruebas? Esto es lo que vamos a abordar seguidamente.
Fue el impacto de las olas

Lo que Manichev y Parkhomenko argumentan es que las zonas montañosas y litorales del Cáucaso y Crimea, que ellos conocen bien, presentan un tipo de erosión eólica que morfológicamente difiere en mucho de la erosión apreciada en la Esfinge. Esencialmente, alegan que tal erosión eólica tiene un carácter muy suave, independientemente de la composición geológica de las rocas. En cambio, su investigación previa sobre cierto tipo de erosión en las áreas costeras les había llamado la atención por cuanto podía tener una conexión con lo que se puede advertir en el cuerpo de la Esfinge.

Informe completo AQUI

Así pues, estos geólogos proponen un nuevo mecanismo natural que puede explicar las ondulaciones de la Esfinge. Este mecanismo no es ni más ni menos que el impacto de las olas sobre las rocas de la costa. En concreto, esta acción acuática produce —a lo largo de cientos o miles de años— la formación de una o varias capas de ondulaciones, hecho que es bien visible, por ejemplo, en las costas del Mar Negro. Este proceso, que actúa de forma horizontal (esto es, cuando las olas golpean la roca a la altura de la superficie), va produciendo un desgaste o disolución de la roca, ya sean aguas dulces o saladas. Además, estos acantilados «ondulados» permiten apreciar los diversos niveles de la costa a lo largo de extensos periodos de tiempo, siendo la oquedad superior la que muestra el mayor nivel alcanzado por las aguas.

El caso es que la observación de estas oquedades en la Gran Esfinge les hizo pensar que tal vez este gran monumento habría sido afectado por este proceso en un contexto de inmersión en grandes masas de agua, y no en las regulares inundaciones del Nilo, que no habrían jugado ningún papel destacado. Acto seguido, Manichev y Parkhomenko apuntan a que la composición geológica del cuerpo de la Esfinge es una secuencia de estratos o capas de piedra caliza con pequeñas capas intermedias de arcillas, y que una erosión abrasiva por arena y viento hubiera afectado de manera uniforme al monumento siguiendo las diferentes capas geológicas, pero lo cierto es que las oquedades se presentan dentro de diferentes estratos o bien sólo afectan a una parte de un estrato homogéneo.

Muro oeste de la Gran Esfinge mostrando las marcas de erosión —según los geólogos ucreanianos— producto de las olas.Muro oeste de la Gran Esfinge mostrando las marcas de erosión —según los geólogos ucreanianos— producto de las olas.

A partir de este punto, los geólogos consideran que la Esfinge tuvo que estar sumergida durante muchísimo tiempo bajo las aguas y, para sustentar esta hipótesis, echan mano de la literatura existente acerca de los estudios geológicos realizados en la meseta de Guiza. Según estos estudios, al final del periodo geológico del Plioceno (entre 5,2 y 1,6 millones de años), las aguas marinas penetraron en el valle del Nilo inundándolo progresivamente y creando en la zona de Guiza grandes depósitos lacustres. De este modo, como se puede observar en la oquedad más alta que presenta la Esfinge, la cota superior a la que habrían llegado las aguas sería de unos 160 metros por encima del nivel actual del mar Mediterráneo (hoy en día la meseta de Guiza se encuentra a 149 metros de altitud sobre el nivel del mar).
Humanos antes de la Humanidad

A continuación, Manichev y Parkhomenko, basándose en un trabajo de 1963 del profesor ruso F. Tseiner que identifica las diferentes fases o niveles de las aguas en el Mediterráneo durante el Pleistoceno (entre 1,6 y 0,01 millones de años), toman la altura de la oquedad superior apreciable en la Esfinge y la relacionan con el nivel de la fase Calabríense, que correspondería —según Tseiner— a una antigüedad aproximada de unos 800.000 años.

Posteriormente, afirman los autores, una vez superada la etapa de inmersión lacustre, otros procesos naturales habrían deteriorado más el monumento, en particular la acción abrasiva de la arena, que habría suavizado las formas en los salientes y oquedades.

En definitiva, ¿qué tenemos? En primer lugar, un nuevo golpe a la teoría convencional del deterioro a causa exclusivamente del viento y la arena, que de todas formas ya había sido fuertemente criticada por West y Schoch, quienes recordaron que, durante muchísimos siglos, el cuerpo de la Esfinge estuvo sepultado por las arenas del desierto, con lo cual poco efecto podría haber tenido la erosión eólica. Sin embargo, donde Schoch veía claramente la acción de los regueros de agua a causa de las continuas lluvias, los geólogos ucranianos ven el efecto de la erosión producida por el contacto directo de las aguas de los lagos formados en el Pleistoceno sobre el cuerpo de la Esfinge.

Por otra parte, para añadir más leña al fuego, cabría recordar que el también geólogo K. Lal Gauri, colaborador de Lehner, había rechazado el argumento de la erosión por agua, proponiendo en su lugar la acción de otros factores erosivos de tipo químico, como la exfoliación o la lluvia ácida, que habrían agravado el problema original de la erosión eólica.

¿Y quién tiene razón? Para un lego en cuestiones geológicas se hace complicado emitir un juicio equilibrado, más si cabe viendo que los propios profesionales no se ponen de acuerdo sobre observaciones supuestamente objetivas. Al final, cada facción parece recurrir a sólidos argumentos y, en este caso, para no ser menos, los geólogos ucranianos han tomado referencias contrastadas de los estudios geológicos de la meseta de Guiza y de otras fuentes.

Ahora bien, desde el punto de vista arqueológico, la teoría de Manichev y Parkhomenko se muestra muy extrema por cuanto coloca un gran monumento en una era donde ni siquiera había Homo sapiens sobre el planeta, de acuerdo con los patrones evolucionistas actualmente aceptados. Pero hay más. Recordemos que —según se ha demostrado— los dos templos megalíticos adyacentes a la Esfinge fueron construidos con la piedra extraída de la cubeta de ésta. En otras palabras, cualquier propuesta de datación de la Esfinge arrastra directamente a estos dos destacados monumentos a la misma época. O sea, ¿qué civilización pudo realizar tales construcciones hace 800.000 años? Si ya para la Egiptología era un despropósito situar la Gran Esfinge hacia el 10000 a.C. —porque supuestamente «no había civilización» en tal época en ningún lugar de la Tierra—, hablar de humanos civilizados en el Pleistoceno debe ser todo un anatema. Claro está que para la Teosofía esto no sería ningún disparate, pues en aquella época existiría una raza humana más evolucionada que la actual…
Crónicas antiguas

Sea como fuere, antes de cerrar esta nueva —y muy audaz— intrusión de la geología en el ámbito arqueológico, sería oportuno señalar que el tema de los antiguos monumentos egipcios afectados por una gran inundación no es una propuesta nueva. Por un lado, tenemos las referencias de los cronistas árabes que hablan directamente de un Diluvio que afectó a las pirámides. Así, Ibn Afir, citado por Al-Maqrizi, dice textualmente: «Las huellas del Diluvio y del nivel alcanzado por las aguas se distinguen todavía hacia la mitad de la altura de las pirámides, pues no pasaron de ese límite. Dicen que cuando las aguas del Diluvio se retiraron, encontraron solamente el pueblo de Nehauend (…), las pirámides y los templos de Egipto».

No hace falta añadir que tales afirmaciones no son tomadas seriamente por los académicos, al considerarlas como parte de las muchas leyendas surgidas con el paso de los siglos y que los árabes recogieron en la Edad Media sin ningún tipo de ánimo historicista. Pero, por otro lado, existen otras opiniones y observaciones modernas que de algún modo podrían apoyar indirectamente la propuesta de Manichev y Parkhomenko, si bien la gran cuestión por aclarar seguirá siendo —obviamente— determinar en qué periodo concreto tuvo lugar dicha inundación parcial o total de la meseta.

A este respecto, el investigador independiente egipcio Sherif El-Morsi, tras estudiar la meseta de Guiza durante 12 años, escribió un artículo en el que sostenía que existe una clara prueba de erosión por agua en las partes más bajas de la necrópolis, pero no por fuertes lluvias, sino por una gran inundación que situó el nivel de las aguas a 75 metros por encima del actual nivel del mar. Para El-Morsi, no hay duda de que la inundación cubrió varios monumentos de la meseta, según ha podido observar en el templo de la Esfinge, los restos del templo de Menkaure, los fosos de las barcas solares y al menos veinte hiladas de la Gran Pirámide.

Para el investigador egipcio, la acción de las aguas, su paulatina retirada y la erosión sufrida por las piedras una vez expuestas a la intemperie, han dejado huellas físicas inequívocas, sobre todo apreciables en los enormes bloques megalíticos de caliza de los templos ya citados. Para no extendernos en detalles técnicos, diremos que El-Morsi advierte un fuerte desgaste de los bloques por saturación de agua; luego, al retirarse las aguas, se acumularon sedimentos y se formaron típicos taffoni, unos pequeños huecos redondeados en la piedra producidos por una reacción química salina que erosiona la superficie de ésta. Además, alude al aspecto tan corroído de algunos bloques, hasta presentar formas grotescas, lo que sería el testimonio irrefutable de la acción de la fuerza de las aguas (mareas, oleajes, rocío de la bruma marina, turbulencias…), a lo que habría que sumar la habitación de organismos acuáticos.

Fósil de erizo de mar.
Fósil de erizo de mar.

Y precisamente para rematar su tesis, El-Morsi destaca como prueba definitiva de la inundación en relación con los monumentos el hallazgo que él mismo hizo sobre la superficie de un desgastado bloque megalítico. Allí identificó un fósil de erizo de mar —o sea, su exoesqueleto petrificado— prácticamente entero. A esto cabe decir que los escépticos han refutado este fósil como «moderno», al considerarlo parte integrante de la propia roca calcárea formada hace unos 30 millones de años, que luego fue trabajada y convertida en bloque. Esto es, el erizo simplemente habría quedado expuesto por la erosión y en modo alguno sería un añadido «reciente». 

No obstante, El-Morsi sigue creyendo que el fósil no tiene un origen tan remoto, pues estaba asentado en una posición horizontal «natural» sobre el bloque y mostraba un notable estado de conservación, tanto en su tamaño como en sus detalles, a diferencia de los minúsculos fragmentos de fósil que suelen hallarse en las formaciones calcáreas… En resumidas cuentas, sigue la polémica geológica. Schoch ya había apreciado erosión por agua no sólo en la Esfinge, sino también en sus templos contiguos. A su vez, Manichev y Parkhomenko afirman que la Gran Esfinge habría estado parcialmente sumergida en las aguas que cubrían Guiza en el Pleistoceno, según el típico patrón de erosión acuática en forma de salientes y oquedades. Y finalmente, El-Morsi nos habla de una gran inundación que cubrió buena parte de la meseta de Guiza, tal como se observa en el deteriorado aspecto de muchos bloques de los antiguos monumentos. De todas formas, el experto egipcio no se atreve a poner una fecha a tal inundación.

Preguntas cruciales Así pues, la pregunta final sería: ¿En qué momento de la Prehistoria se habría producido la inundación que habría afectado a ciertas obras humanas? ¿Se trata del testimonio del Gran Diluvio que supuestamente tuvo lugar al final de la última Edad del Hielo, hace unos 12.000 años? ¿O estamos hablando de unas remotísimas inundaciones que los geólogos ucranianos sitúan en el distante Pleistoceno, hace 800.000 años? La datación de la Esfinge y otros monumentos de la Antigüedad dependería de una respuesta certera a esta cuestión, cuyas repercusiones afectan al origen mismo de la especie humana.

Octubre 14, 2016
https://mundooculto.es/2016/10/800000-anos-de-antiguedad-tiene-la-gran-esfinge-de-guiza/
http://mysteryplanet.com.ar/site/gran-esfinge-de-guiza-800-000-anos-de-antiguedad/

Antigua estatua Annunaki encontarda en Marte

La imagen intrigante representa lo que muchos creen son los restos de una antigua estatua en la superficie de Marte.


La comparación de la imagen se disparó en Marte a algunas de las antiguas estatuas sumerias de la Tierra, algunos dirían que hay una conexión definitiva.

Desde que la NASA empezó a explorar la superficie del planeta rojo con sus carismáticos exploradores, la gente comenzó a buscar las imágenes transmitidas de los propios robots alienígenas de la NASA con la esperanza de encontrar indicios de que Marte había sido habitado.



El rover de la Curiosidad de la NASA y sus compañeros en Marte, Oportunidad y Espíritu han tomado infinidad de imágenes extremadamente extrañas en Marte.

Desde ver las cúpulas en la superficie del planeta rojo hasta una estatua y lo que parecen ser estructuras enteras enterradas bajo la superficie del planeta rojo, hemos visto innumerables imágenes de nuestro vecino planeta que desafían la explicación.

Mientras que algunos escépticos argumentan que no es nada más que Pareidolia nuestro cerebro jugando trucos con nosotros que nos hacen ver “cosas y formas familiares” otros creen que hay más a Marte que nos han dicho.

Curiosamente, hay varios científicos que están de acuerdo en que Marte no es un lugar desolado y que en el pasado lejano, el planeta rojo estaba habitado por civilizaciones alienígenas inteligentes.

El Dr. John Brandenburg, que tiene un Ph.D. En la Física de Plasma Teórica de la Universidad de California y que es un científico que trabajó con la NASA dice que hay pruebas en Marte de que el planeta estaba habitado en el pasado lejano.

Según el Dr. John Brandenburg, hay suficiente evidencia para demostrar que al menos dos grandes explosiones nucleares se dispararon en la superficie del planeta rojo en el pasado lejano. La teoría propuesta por el Dr. Brandenburg se basa en las huellas de uranio y torio que se han registrado en la superficie de Marte. Esta civilización marciana fue aniquilada por otra raza alienígena hostil de otras partes del universo. El Dr. Brandenburg advierte que nuestra civilización podría enfrentar la misma fe.

Aparentemente, tenemos evidencia física (la imagen se disparó en Marte) y la declaración y la evidencia científica que apunta a la posibilidad de que Marte estuviera en realidad habitado por civilizaciones inteligentes.

Entonces, ¿cuál es el curioso ‘objeto’ disparado por el rover Curiosity? ¿Es de hecho una antigua estatua de Alien en ruinas en Marte? ¿O es este objeto-junto con los innumerables artefactos que se dice que son la prueba definitiva de los extraterrestres en Marte-sólo otro truco causado por Pareidolia?



Esta muy extraña imagen de Marte ha sido interpretada por muchos como los restos de una antigua estatua que asombrosamente se parece a las representaciones de la antigua civilización sumeria y los dioses creadores Anunnaki que vinieron a la Tierra en busca de oro. La imagen RAW de la NASA se puede encontrar aquí. (Imagen mejorada por Martine Grainey)

He visto muchas veces formas curiosas en las nubes, tal vez esto es precisamente lo que está sucediendo en Marte, después de todo, todo el mundo quiere oír que Marte está habitado.

junio 15, 2017 
Via: www.ancient-code.com

jueves, 15 de junio de 2017

Mejores OVNIS 2017 ( hasta la actualidad)





El Sol podría tener un 'gemelo malvado' llamado Némesis

Un estudio nuevo apunta a que nuestra estrella nació junto con un gemelo que orbitaba alrededor del mismo punto. 

Los resultados de un reciente estudio realizado por astrofísicos de las universidades de Harvard y Berkeley publicado en el portal especializado arxiv.org sugieren que en el momento de su nacimiento, el Sol podría haber tenido un 'gemelo' llamado Némesis. 

Se trata de un fenómeno llamado sistema binario, que es bastante habitual en el universo, cuando dos estrellas cercanas orbitan alrededor de un centro de masa común. En su investigación, los científicos suponen que el nacimiento de la mayoría de las estrellas va acompañado de la creación de un sistema binario, lo que puede significar que nuestro astro rey tuvo un gemelo. 



Gemelo 'malvado' 

Los investigadores recuperaron la hipótesis de Némesis (bautizado así en honor a la diosa de la venganza), propuesta por el físico R. A. Muller en 1984. Según el científico, Némesis podría haberse convertido en una enana marrón que aún no habría sido descubierta. 

Este gemelo del Sol, además, fue denominado como 'malvado' debido a una teoría que sugiere que fue de Némesis desde donde llegó el asteroide que provocó la desaparición de los dinosaurios al impactar en la Tierra. 

Sistemas binarios 

La investigación llegó a esta conclusión en base a la observación de las estrellas de reciente formación de la constelación de Perseo y a un modelo matemático que solo podía explicar estas observaciones en caso de que todas las estrellas similares a nuestro Sol hubieran nacido con un gemelo. 

Tras estudiar diferentes modelos estadísticos, "el único modelo que podía reproducir los datos era uno en el que todas las estrellas se formaron como binarias extensas", señala Steven Stahler, coautor de la investigación. 

"Extensa", en esta investigación, hace referencia a una distancia de más de 500 unidades astronómicas (UA) -cada unidad equivale a 150 millones de kilómetros, la distancia media que separa a la Tierra del Sol-. Esto supone una distancia 17 mayor a la existente entre nuestra estrella y Neptuno, el planeta más lejano del Sistema Solar. 

¿Ha existido? 

Esta puede ser la razón de que Némesis nunca haya sido encontrada. De haber existido, habría escapado hace millones de años de la atracción gravitatoria del Sol y se habría mezclado con otras estrellas existentes en nuestra Vía Láctea. 

"Decimos que sí, que probablemente existió una Némesis hace mucho tiempo", comenta Stahler. 

Sin embargo, los autores aclaran que los resultados obtenidos durante su estudio deben ser verificados mediante las futuras investigaciones de otras constelaciones.

Comentario: Desde SOTT, hemos estado hipotetizando que la enana marrón, hermana del sol, sigue "viva", pero aún no ha sido observada debido a las dificultades que conlleva detectar una enana marrón y a la naturaleza elíptica de su órbita. Además, se plantea la idea de que su acercamiento podría estar relacionado con muchos de los cambios terrestres de los cuales estamos siendo testigos. 

Esta hipótesis también podría asociarse con el hecho de que nuestro planeta experimenta períodos de catástrofes cíclicas que tienen un gran impacto en la historia de la evolución terrestre. La teoría del universo eléctrico plantea que los fenómenos naturales en la Tierra, están conectados a una dinámica de intercambio de potenciales eléctricos (que se presenta entre todos los planetas), con el condensador solar. 

Cada vez que un objeto extraño entra en la heliosfera, crea variaciones o descargas eléctricas en el Sol, lo que se ve reflejado en innumerables fenómenos eléctricos en todos los planetas. La baja actividad solar actual (manchas solares, por ejemplo), podría deberse a que algo con una masa considerable ha realizado su entrada en la heliosfera, y uno de los "síntomas" tangibles en la Tierra son las bajas temperaturas y cambios de naturaleza eléctrica que pueden causar todo tipo de fenómenos climáticos anormales. 

Se especula que la baja actividad eléctrica del condensador solar actual, podría ser provocada por la compañera del sol, lo que también explicaría el incremento en el número de asteroides y cometas que han hecho su viaje hacia dentro del sistema solar, provenientes de la Nube de Oort, disparados por el paso de la hipotetizada enana marrón.


jue, 15 jun 2017 10:58 UTC
https://es.sott.net/article/53129-El-Sol-podria-tener-un-gemelo-malvado-llamado-Nemesis

El libro secreto ruso de las razas extraterrestres

El siguiente escrito está basado en un supuesto archivo sobre razas extraterrestres, en este documento la URSS habría clasificado a las razas extraterrestres conocidas que visitaron nuestro planeta.

Además de su constelación de origen y descripción física, podemos encontrar el número de veces que visitaron la Tierra, la cantidad de especímenes que habitan aquí, sus interacciones, su modus operandi, el tipo de nave en el que viajan, cuántos planetas han colonizado, entre otra variedad de información. En total el libro cataloga 58 razas extraterrestres.

Según la información disponible en este documento, el mismo habría sido descubierto por el hijo de un ex diplomático ucraniano, un hombre llamado Petro, y su amigo a mediados del año 2008 mientras hurgaban en las pertenencias del diplomático.



En la portada se puede ver que el libro comenzó a ser escrito en 1951, pero habría sido actualizado a través de los años, incluyendo ilustraciones obtenidas de películas y videojuegos que, según el libro, fueron producidas por el mundo del entretenimiento basándose en razas extraterrestres reales.

Desafortunadamente es imposible confirmar la autenticidad de este material. Sin embargo, para los amantes de las buenas teorías de conspiración es una información de mucho interés. A continuación te presentamos algunas de las razas extraterrestres citadas en el libro secreto ruso de razas alienígenas.

Allgruulk: los constructores.

Provienen de la constelación Sculptor.

Son descendientes de una raza reptiliana que se extinguió.

Se especializan en la construcción de naves y otros dispositivos usados para los viajes en el espacio.

Su promedio de vida es de 230 años.

Se divisaron por última vez en la ciudad de Tokio, Japón, en el año 2005.


Kiily-Tokurt.

La raza es oriunda de la constelación Velame, cerca de la Estrella Suhail al Muhlif.

Pueden llegar a crecer hasta los dos metros de altura y su promedio de vida es de dos siglos.

Pueden cambiar de forma y son increíblemente difíciles de detectar.

Al cambiar de forma, lo único que no pueden modificar es la forma y el color de sus ojos.

Es una de las razas más antiguas conocidas.

Abducen seres humanos.

Se vieron por última vez en la Tierra en el mes de julio del año 2008.

Pleidianos.

Esta raza es oriunda de sistemas solares junto a las Pléyades, específicamente del planeta Erra, cerca de la estrella Taygeta. Frecuentemente se les asocia con el mundo espiritual.

Pueden alcanzar una estatura de hasta 2.5 metros.

Practican el “cultivo sexual”, con una diferencia específica entre las expresiones sexuales y las emociones.

Sus naves se conocen cómo “Beamship”.

Aunque ya visitaron la Tierra, se han mantenido en silencio desde el año 10,000 a.C.

Es una de las razas más antiguas conocidas.

Siguen desarrollando capacidades mentales necesarias para alcanzar un estado espiritual aún más elevado.

Kyllimir-Auk.

Provienen de la constelación Volans.

Los encuentros con esta raza son muy raros en la Tierra. Se le considera una “raza misteriosa”.

Se dice que les prohibieron visitar la Tierra alrededor del año 1000 a.C., pero no perdieron el vínculo con el planeta gracias a sus aliados: la raza Maitre.

La última vez que se les vio en el planeta fue en el mes de diciembre de 1989.

Kurs: los dioses de las tierras.

Se cree que esta raza tiene relación con los Anunnaki.

Provienen del planeta Dillimuns.

Están detrás del mito de Enlil y Ninlil.

Se involucraron activamente con el desarrollo de la raza humana al inicio de nuestra civilización.

Después de cientos de años alejados de la Tierra, recientemente retornaron.

El propio jefe de la raza se encuentra entre los últimos visitantes.

Planean quedarse en la tierra de forma permanente, pues tendrán un papel importante en los años venideros.

Pasan largos lapsos sumergidos en un líquido dorado que se cree aumenta la duración de su vida.

Hav-Hnnuae-Kondros.

Provienen de la Galaxia Enana de Sextans.

Visitaron la Tierra por primera vez en el año 934 a.C., en la región que actualmente pertenece a Rumanía.

Frecuentemente abducen y asesinan seres humanos, también suelen retirar y beber sangre humana y animal.

Se les responsabiliza por el mito de los vampiros.

Varios gobiernos están al tanto de sus acciones, y algunos las respaldan.

Los cuerpos humanos que abdujeron jamás fueron devueltos.

La última vez que se les vio en la Tierra fue en el año de 1996 en Escocia.

Mazarek.

Son originarios de la constelación Camelopardalis.

Entre el siglo XIV y hasta principios del siglo XX (del calendario humano) otras razas extraterrestres les prohibieron abandonar el planeta.

Se trata de una raza sumamente violenta y depredadora.

En algún momento se aliaron con la raza Maitre.

Pueden alcanzar hasta 1.6 metros de estatura.

Se les vio por última vez en la Tierra en el año 2001.

Al-Grualix.

Son oriundos de la constelación Cetus, cerca de Iota Ceti.

Aunque muchas veces se les haya confundido con reptilianos, más allá de su apariencia, no tienen nada en común con la raza.

Pueden alcanzar una altura promedio de 2 metros y llegar a vivir hasta 250 años.

Esta es una de las 21 razas que tienen más de dos géneros.

La raza presenta 8 sexos distintos y todos pueden reproducirse a través del contacto sexual con cualquiera de los otros.

Se desconocen los fines con que visitaron la Tierra. Se les detectó por última vez en diciembre 2004, cerca de la Ciudad de Lima, en Perú.

Los Mensajeros.

Probablemente es la más enigmática de las razas. No se sabe mucho de ellos.

Visitan la Tierra en intervalos aproximados de tres siglos. Su próxima visita puede tener lugar en cualquier momento.

Jamás se han revelado. No han hecho contacto directo con los humanos.

Suelen dejar grabados en las rocas (texto e ilustraciones), y símbolos en los monumentos históricos.

Sus naves tienen la forma de una lágrima y son completamente plateadas.

Ramay.

Son originarios de Capella, en la constelación Cochero.

Se trata de una raza sumamente pacífica.

En algún momento intentaron coexistir con los humanos. “Crearon” la civilización maya tomando a seres humanos de varias regiones del mundo para llevarlos a América del Sur.

Es una raza enfocada en la ciencia. Enseñaron a los mayas la astronomía y conceptos sobre el tiempo.

Dejaron a los mayas cuando la civilización alcanzó su mayor esplendor. Sería después de este evento que los mayas empezaron a sacrificar humanos en su nombre.

La raza nos visitó varias veces después de esto.

Se les vio por última vez en Bora Bora en el año 2001.

Moovianthan-Kayphik: los “brillantes”.

Son originarios de la constelación Vulpecula.

Tuvieron encuentros con al menos dos presidentes estadounidenses y con muchos líderes de La Unión Soviética.


Intercambian tecnología a cambio de que se les autoricen abducciones “a voluntad”. No involucran a otras razas extraterrestres en este proceso.

Tuvieron una gran participación en la cultura siberiana y tibetana. Aún cuentan con bases en estas zonas, ocultas al norte de las montañas.

Han colonizado más de 40 planetas. Sin embargo, todos fuera del Sistema Solar.

Rak.

Entre las 58 razas descritas en el libro, esta es la que menos veces ha visitado la Tierra (solo cinco ocasiones).

Su paso breve por Medio Oriente dio origen a la creencia de los Jins, o “genios” de la mitología islámica.

Según los musulmanes, habitan en un mundo invisible, en dimensiones más allá del universo visible para el hombre.

Según las declaraciones de otras razas extraterrestres, dejaron de visitar la Tierra pues su sistema inmunológico no resistió la flora del planeta.

Nos visitaron por última vez en el 712 d.C.

Los invisibles.

La raza se hizo conocida por ser avistada en sitios considerados de alta seguridad.

Son casi completamente invisibles a simple vista.

Tanto el ejército ruso como el estadounidense desarrollaron tecnologías que les permiten detectar sus naves en el radar. Sin embargo, los seres aún resultan indetectables.

Dejan un característico olor ácido en los lugares donde se presentan.

Cuando se posan frente a las ventanas, se aprecia una figura distorsionada (como si se tratara de un fantasma).

Han sido detectados por las cámaras de seguridad.

Cuando los perros empiezan a ladrar sin motivo aparente, es probable que se encuentren cerca (o que se trate de los reptilianos).

Provienen de la constelación Mensa.

Se desconocen los fines de su presencia en nuestro planeta.

Allmahuluk-Strat-163.

Tras perder la batalla contra los reptilianos en la antigua India (una fecha sin especificar), fueron obligados a abandonar el planeta que habían visitado dos siglos antes.

Reanudaron sus visitas en el año de 1948.

Tecnológicamente, se trata de una raza muy avanzada.

Generalmente sus naves son invisibles (en los radares y ante la vista humana) y los seres portan un tipo de vestimenta que también los hace invisibles.

Se cree que son oriundos de Júpiter o de una de sus lunas.

Se les vio por última vez en el año 2005 en Portugal.

Ainanna.

Los miembros de esta raza son la razón por la que los humanos crearon el término “marcianos”.

Provienen de la constelación Gemini

Tienen bases permanentes en Marte desde hace miles de años, donde recolectan un material muy parecido al oro.

Indugutk: los blancos altos.

La raza cuenta con varias bases en la superficie lunar, de donde extraen un mineral desconocido.

La mayor parte del trabajo es realizada por esclavos.

Al considerarlos indispensables, ofrecen un excelente trato a sus esclavos.

Sus operaciones en la Luna son totalmente secretas.

Se encuentran en contacto permanente con agentes de alto rango en el gobierno ruso, chino y estadounidense.

Poseen la capacidad de cambiar de forma, convirtiéndose en seres prácticamente idénticos a los seres humanos.

Se les conoce como “Hombres de Negro”, pues portan una vestimenta especial de color negro (para proteger su piel) cuando adoptan su forma humana para realizar operaciones especiales en la Tierra.

Killimat-Arr.

Provienen de la constelación Crux, cerca de la estrella Gacrux.

Se trata de una raza muy difícil de detectar o perseguir.

Tanto el ejército ruso como el ejército soviético desarrollaron una cámara especial y un sistema de radar que les permite detectarlos cuando están entre nosotros. Pese a esto, sólo se han detectado 8 veces en la historia.

Generalmente se les ve en la zona conocida como el Triángulo de las Bermudas.

“2017-2022”.

Han hecho contacto con los humanos una sola vez: con la URSS en 1935.

Según los informes, hablan una especie de dialecto eslavo.

Dejaron un mensaje de 10 frases.

Provienen de la galaxia UDFJ-39546284, a una distancia estimada de 13.2 mil millones de años luz.

De acuerdo con los relatos, son seres rubios, de cabellos largos y con un particular “olor a flores”.

Nota del autor: en el libro original (nuestra copia), 9 de las frases que dejó la raza fueron cubiertas, con excepción de “2017-2022”.

El-Manouk.

Provienen de la constelación Grus, cerca de la estrella Al Nair.

Es una de las razas más pacíficas.

Fue una de las razas que propuso la “Alianza de las cinco razas” (El consejo de los cinco), pero no forma parte de ella.

El consejo de los cinco es un grupo de cinco razas extraterrestres que protege a los humanos de razas menos pacíficas.

Crearon el lema “5 universos, 2500 especies, 1 raza”.

El consejo debió reunirse en la Tierra en los últimos 10 días del mes de agosto del 2013, el motivo es que la Tierra recibió muchas visitas de nuevas razas alienígenas en los últimos 500 años.

Se les vio por última vez en el planeta en septiembre del 2002, sobre el mar de Cortés.

Ji Ghantik.

Sostienen encuentros esporádicos con tres gobiernos de la tierra, pero no con los más poderosos (Rusia o China).

Las otras razas los consideran seres de naturaleza violenta.

Nos han visitado desde hace 3000 años.

Provienen de la constelación Horologium, y son aliados muy cercanos de la raza Maitre.

Se les vio por última vez el 1 de febrero de 2003 en Houston.

Jefok.

Provienen de la constelación Indus.

Las otras razas los conocen cómo “los pacificadores”.

Son tecnológicamente muy avanzados.

El primer avistamiento en la Tierra se dio en el 1500 a.C.

Se reunieron con JFK tres semanas antes de su asesinato.

También se reunieron con otros líderes en torno a la misma fecha.

No han sido vistos en el planeta desde la muerte de JFK.

En 1965 enviaron un mensaje a los líderes mundiales de países con un gran poderío nuclear. El contenido del mensaje es desconocido.

Dorsay.

Alcanzan una altura máxima de 0.5 metros.

Han visitado la Tierra en al menos 250 ocasiones.

Provienen de la constelación Cassiopéia, donde tienen dos planetas de origen.

Comen a otros tipos de extraterrestres y también a los humanos.

La raza ha existido desde hace 4000 millones de años, y han estado en guerra con otra especie extraterrestre desde hace 2000 millones de años.

Se les vio en los Alpes italianos por última vez en noviembre de 2001.



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