viernes, 17 de abril de 2015

Julio César pudo sufrir derrames cerebrales en lugar de epilepsia

Cuando iba a comenzar la decisiva batalla de Tapso (en la actual Túnez) contra los restos del ejército de Pompeyo en el año 46 a.C., Julio César se desvaneció cayendo entre convulsiones. Sus hombres tuvieron que apartarlo de las miradas llevándolo a un fortín. 

Para narrar el episodio, el historiador griego Plutarco usó la palabra epileptikos y desde entonces han sido muchos los que han dado por bueno que el caudillo romano sufría epilepsia. Sin embargo, ahora, dos investigadores aportan otra teoría: una serie de ictus habría protagonizado los últimos días del creador del Imperio.

 Plutarco tuvo que escribir de oídas ya que no estuvo en la llanura de Tapso. De hecho, escribió sobre César 10 años después de su muerte. El propio Cayo Julio César (100-44 a.C.), gran escritor, además de militar, político y libertino, no dejó nada registrado sobre sus ataques. 

Ni siquiera eruditos coetáneos como Cicerón o inmediatamente posteriores, como el cordobés Lucano, lo hicieron. Solo el biógrafo de emperadores Suetonio volvería a hablar de la enfermedad de César un siglo después, aunque llamándola morbus comitialis, refiriéndose a un ataque que obligaba a detener una asamblea o reunión. 

La enfermedad tenía un halo divino, como si fuera una intervención de los dioses. Sobre esa base, buena parte de los historiadores clásicos y de la medicina han mantenido que Julio César era epiléptico. 

De hecho, la mayoría de los artículos científicos recientes parten de la epilepsia y se dedican a aventurar sobre su etiología: que si fruto de un tumor cerebral, que si de origen genético, que si provocada por la sífilis o por un parásito intestinal… «La nuestra es una teoría más completa, clara y simple, las otras son muy complicadas», dice el investigador de la facultad de medicina del Imperial College de Londres, Francesco Galassi.

Junto a su colega Hutan Ashrafian, Galassi ha rearmado el rompecabezas de la enfermedad de Julio César. Revisitando los clásicos y las investigaciones modernas con otros ojos, donde los demás vieron epilepsia ellos ven ictus y no uno, sino varios. 

Siguiendo a Plutarco, Julio César sufrió su primer derrame cerebral en Corduba (la actual Córdoba), posiblemente en el 49 a.C., es decir, tres años antes que el de Tapso, o en el 46, al regresar a Hispania desde África. Si fue en la primera fecha, tenía entonces 51 años. «Un primer ataque de epilepsia rara vez se presenta en la edad adulta», recuerda Galassi. 

Y no hay registros de que el caudillo romano sufriera alguno en su infancia. Tras salir vencedor de la guerra civil, Julio César regresó triunfante a Roma en el 46 a.C. Allí sucedieron otros dos hechos que, aunque poco documentados y detallados, sirven a los investigadores para apuntalar su tesis del ictus. En uno, senadores y grandes patricios romanos salen al encuentro de César para tributarle honores y cargarlo de títulos. 

Sin embargo, el aspirante a emperador rehusó el encuentro alegando que se encontraba indispuesto. Lo que se sabe es que sufrió fuertes mareos, vértigo e intenso dolor de cabeza. Pero nada de la pérdida de consciencia o temblores propios de la epilepsia. Como recuerdan estos investigadores en su artículo en la revista Neurological Sciences, un último episodio tuvo lugar cuando su amigo Cicerón loaba sus hazañas en el Senado. 

Julio César tembló, de emoción según Plutarco, escapándosele unos legajos de las manos. «El ataque ante Cicerón encaja con un cuadro general de ictus», asegura Galassi. El ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. También se la conoce como Accidente Cerebro Vascular (ACV), embolia o trombosis. 

Ocurre cuando un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro se rompe o es taponado por un coágulo u otra partícula. Para completar su argumentario a favor, los investigadores recuerdan que el gran general romano tuvo, en los años posteriores al ataque de Corduba, continuos dolores de cabeza, repentinos cambios de humor y una tendencia a la depresión. 

Por ejemplo, depresivo estaba cuando, aún estando al tanto del complot contra él, César no dejó de acudir a su cita con el destino para ser asesinado por un grupo de senadores en los idus de marzo del año 44 a.C. «El comportamiento de César cambió en estos años y nosotros tenemos una posible explicación», sostiene Ashrafian. «Los datos siempre han estado ahí pero han sido interpretados partiendo de la epilepsia, nosotros lo vemos con otra óptica», añade. 

Para él, es muy posible que los historiadores como Plutarco, Suetonio y otros, apostaran por la epilepsia por su halo divino. «Alejandro Magno tenía epilepsia y era visto como una divinidad. César pudo aprovecharse de eso», comenta.

 Los Julia, una familia plagada de ataques Para armar su teoría, los defensores de la epilepsia han querido ver en la repentina muerte tanto del padre de Julio César como de su bisabuelo lo que hoy se conoce como SUDEP, o muerte súbita inexplicada del paciente epiléptico. Incluso hay quienes sostienen que Cesarión, el hijo que tuvo con Cleopatra, sufría de convulsiones. 

Y sería una epilepsia de origen genético: el emperador Calígula y Británico, el hijo asesinado del emperador Claudio, también tuvieron ataques epilépticos. Los dos eran descendientes de la familia de Julio César. Pero, como recuerdan Ashrafian y Galassi, no hay datos que señalen que Julia, la hermana de César sufriera de epilepsia. 

En cuanto a Cesarión, es complicado comparar ambos casos dado que apenas hay datos sobre el hijo nunca oficialmente reconocido de Julio César y Cleopatra. Además, recalcan estos investigadores, también puede existir una predisposición genética al ictus, lo que explicaría las muertes de su padre y su bisabuelo por un infarto. 

El problema es que, como dice el neurólogo de la Universidad Western (Canadá), el doctor Richard S. McLachlan, «no hay manera alguna de probar una teoría u otra». Este experto en epilepsia recuerda que «partiendo de los documentos históricos escritos solo unos pocos años después de la muerte de César, la mayoría aceptan que tenía una forma suave de epilepsia».

 Y añade que «existen muchas causas de epilepsia, entre las que están el infarto cerebral, infecciones, tumores, etcétera; solo podemos especular con cuál de ellas le provocaba los ataques». McLachlan es de los que defienden la tesis de la epilepsia. 

En un artículo publicado hace unos años aventuraba incluso su origen: neurocisticercosis, una enfermedad provocada por la tenia y que tiende a inducir ataques epilépticos. Este neurólogo canadiense no descarta sin embargo la tesis de Ashrafian y Galassi pero «en aquellos tiempos, el riesgo de un ictus era probablemente menor que hoy y él no presentaba los factores de riesgo asociados al ictus».

 En lo que coinciden los investigadores es en que solo una hábil utilización de la morbus comitialis pudo hacer que unos ataques que implican pérdida de control fueran vistos por los que le rodeaban como una señal de que era el elegido por los dioses para ser su Dictator. Y eso solo lo pudo hacer alguien como Julio César.

Artículo publicado en MysteryPlanet

Grecia negocia la compra de misiles rusos para sus sistemas antiaéreos

El anuncio del ministro de Defensa heleno llega una semana después del encuentro entre Putin y Tsipras

El ministro de Defensa griego, Panos Kamenos, ha anunciado este miércoles que su país negocia la compra de una nueva partida de misiles para equipar los sistemas antiaéreos S-300, similares a los que Moscú suministrará a Irán. 

A su llegada a la capital rusa para participar en una conferencia internacional de seguridad, Kamenos aseguró que "entre Rusia y Grecia hay negociaciones" para "la compra de nuevos misiles para los sistemas S-300", informa Efe.

"Nos limitaremos a cambiar los viejos misiles por los nuevos", ha precisado Kamenos. Ambas partes también abordan el mantenimiento técnico de dichos sistemas y de las también baterías antiaéreas Tor M-1 y Kornet.

Las declaraciones del titular heleno griego de Defensa llegan una semana después de que el primer ministro Alexis Tsipras se reuniese en Moscú con el presidente ruso Vladímir Putin y recibiese el visto bueno del Kremlin a una cooperación de largo plazo entre ambos países pero no ayuda económica para aliviar la difícil situación de sus arcas públicas. Tras el encuentro bilateral, Putin negó que Grecia hubiese pedido dinero a Rusia.

Grecia dispone de baterías S-300 —de fabricación rusa— desde finales de los noventa, informa Reuters. Posteriormente, en 2007, compró otros seis a Chipre después de que este país se viese forzado a renunciar a ellos por las presiones turcas. Los S-300 tienen un alcance de hasta 200 kilómetros y pueden derribar aviones, misiles estratégicos y de crucero que vuelen a una velocidad de hasta 2.800 metros por segundo.

El lunes Putin levantó la prohibición de suministrar los sistemas S-300 a Irán, lo que ha desatado las alarmas de Israel, que ha alertado sobre un rearme por parte de Teherán tras su preacuerdo nuclear con las grandes potencias.

Fuente: El País

4 millones de muertos en Afganistán, Pakistán e Irak desde 1990

En los países occidentales, la opinión pública vive convencida de que el colonialismo es cosa del pasado, cree que sus Estados ya no practican las matanzas en masa. 

La realidad es muy diferente. Varias asociaciones internacionales acaban de demostrar que sólo en Afganistán, Pakistán e Irak, las guerras impuestas por las naciones occidentales ya han dejado probablemente más de 4 millones de muertos.

Vistas desde Asia, las guerras occidentales no han aportado ayuda ni democracia. Tampoco han vengado los atentados del 11 de septiembre de 2001. Sólo han sembrado muerte y desolación.

Un importante estudio demuestra que la «guerra contra el terrorismo» encabezada por Estados Unidos ha matado a 2 millones de personas. Pero sólo se trata de un conteo parcial de las muertes de las que Occidente es responsable en Irak y Afganistán desde hace más de 2 décadas.

El mes pasado, Physicians for Social Responsibility (PSR), prestigiosa ONG con sede en Washington DC, publicó un estudio clave [disponible para su descarga a través del vínculo que aparece al final de este trabajo]. Ese estudio demuestra que el balance sobre las pérdidas de vidas humanas de más de una década de «guerra contra el terrorismo», desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, se eleva como mínimo a 1,3 millones de muertos. Según esta ONG, ese conteo podría alcanzar incluso los 2 millones.

Publicado por un equipo de doctores que obtuvo el Premio Nobel de la Paz [En 1985, cuando ganar ese premio todavía significaba algo. Nota de la Red Voltaire.], este informe de 97 páginas es el primer conteo del número total de bajas civiles provocadas por las intervenciones «antiterroristas» desatadas bajo la égida de Estados Unidos contra Irak, Afganistán y Pakistán.

Este informe del PSR fue redactado por un equipo interdisciplinario de expertos de primera línea en materia de salud pública, entre los que se encuentra el Dr. Robert Gould, director a cargo de la sensibilización y la educación de los profesionales de la salud en Centro Médico de Universidad de California (San Francisco). Entre sus redactores también podemos citar al profesor Tim Takaro, quien enseña en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Simon Fraser (Canadá).

Sin embargo, este estudio ha sido casi totalmente ignorado por los medios de difusión anglófonos [al igual que por la prensa francófona y por la prensa en español. Nota de laRed Voltaire.]. Se trata del primer intento –realizado por una organización mundialmente prestigiosa– de presentar un cálculo científicamente realizado del número de personas muertas a causa de la «guerra contra el terrorismo» desatada por Estados Unidos [, Francia] y Gran Bretaña.
Cuidado con las lagunas

El Dr. Hans von Sponeck, ex secretario general adjunto de la ONU, describe este informe del PSR como una «importante contribución para reducir el abismo entre los estimados confiables sobre las víctimas de la guerra –en particular la cifra de civiles en Irak, Afganistán y Pakistán– y los balances tendenciosos, manipulados e incluso falsificados».

Este estudio contiene un reexamen científico de los antiguos estimados sobre el número de víctimas de la «guerra contra el terrorismo». En el caso de Irak, el estudio es particularmente crítico al referirse al balance habitualmente citado por los grandes medios de difusión, o sea los 110 000 muertos que expone el Iraq Body Count (IBC). Esas cifras se obtuvieron mediante el conteo de las bajas civiles anunciadas en los medios de prensa. Pero el PSR ha encontrado graves lagunas y otros problemas metodológicos en esa forma de conteo.

Por ejemplo, de los 40 000 cadáveres enterrados en Nayaf desde el inicio de la guerra de Irak en 2003, el IBC contó solamente 1 354 muertos en esa ciudad durante el mismo periodo. Ese ejemplo indica la gran diferencia entre las cifras del IBC en la ciudad de Nayaf y el balance real. En este caso, las cifras reales son 30 veces superiores.

La base de datos del IBC está llena de esas diferencias [entre las cifras que registra y la realidad]. En otro ejemplo, esta organización registró solamente 3 incursiones aéreas en cierto momento de 2005. En realidad, la cantidad de ataques aéreos había aumentado aquel año de 25 a 120. Nuevamente, los datos reflejados son 40 veces inferiores a la realidad.

Según el informe del PSR, el controvertido estudio de la revista británica The Lancet, que había estimado en 655 000 el número de muertos en Irak entre 2003 y 2006 –y en más de 1 millón hasta hoy, mediante una extrapolación– estaba probablemente mucho más cerca de la realidad que las cifras del IBC. En realidad, este informe confirma un cuasi consenso entre los epidemiólogos sobre la confiabilidad del estudio publicado en The Lancet.

A pesar de una serie de críticas justificadas, la metodología estadística aplicada en ese trabajo es el modelo universalmente reconocido para determinar la cantidad de muertos en las zonas de conflicto. Por cierto, es la que utilizan los gobiernos y las agencias internacionales.
Una negación politizada

El PSR analizó también la metodología y las conclusiones de otros estudios que indican un balance inferior de pérdidas humanas, como un artículo del New England Journal of Medicineque también contiene cierta cantidad de lagunas.

El mencionado artículo no tiene en cuenta las cifras de las provincias más afectadas por las operaciones militares, o sea Bagdad, al-Anbar y Ninive. En realidad, el artículo del New England Journal of Medicine se basa en los datos erróneos del IBC al extrapolar las cifras sobre esas regiones. Y también impuso «restricciones motivadas por razones políticas» a la recolección y análisis de los datos. Por ejemplo, las entrevistas fueron realizadas por el ministerio iraquí de Salud, en aquel momento «totalmente dependiente de la potencia ocupante». Bajo la presión de Estados Unidos– ese ministerio iraquí se había negado a publicar sus datos sobre las muertes de iraquíes oficialmente registradas.

En particular, el PSR analizó las alegaciones de Michael Spaget, John Sloboda y otros críticos que describieron como «fraudulentos» los métodos de recogida de datos del estudio deThe Lancet. Según la ONG, tales argumentos carecen de fundamento.

Las pocas «críticas legítimas», según el PSR, «no afectan la credibilidad de los resultados de las investigaciones de The Lancet en su conjunto. Esas cifras siguen siendo los mejores estimados actualmente disponibles». Las conclusiones de «The Lancet» también se ven corroboradas por los datos de un nuevo estudio realizado por la revista científica PLOS Medicine, que contabilizó 500 000 víctimas de la guerra en Irak. En total, el PSR ha logrado determinar que la cantidad más probable de muertos civiles en ese país desde 2003 asciende a 1 millón.

El estudio del PSR agrega a ese balance al menos 220 000 muertos en Afganistán y 80 000 en Pakistán, víctimas directas o indirectas de la campaña militar encabezada por Estados Unidos. En otras palabras, esta ONG presenta un «estimado conservador» que se eleva a 1,3 millones de muertos en Irak, Afganistán y Pakistán. Sin embargo, las cifras reales podrían fácilmente «sobrepasar los 2 millones».

Pero el propio estudio del PSR también presenta ciertas lagunas. Primeramente, la «guerra contra el terrorismo» iniciada después del 11 de septiembre de 2001 no era nada nuevo sino una simple prolongación de las políticas intervencionistas ya iniciadas anteriormente en Irak y Afganistán.

Por otra lado, la carencia de datos sobre Afganistán significa que el estudio del PSR probablemente subestimó el balance de bajas humanas en ese país.
Irak

La guerra de Irak no comenzó en 2003 sino en 1991, con la primera guerra del Golfo, a la que siguió la aplicación de un régimen de sanciones impuesto a través de la ONU.

Un estudio anterior del propio PSR, realizado por la entonces demógrafa del Buró de Censos de Estados Unidos Beth Daponte, ha demostrado que la cantidad de muertes de iraquíes provocadas por la primera guerra del Golfo se elevaba a cerca de 200 000, principalmente víctimas civiles [1]. Aquel estudio fue censurado por las autoridades.

Después de la retirada de la coalición encabezada por Estados Unidos, [la primera guerra del Golfo] prosiguió en el plano económico, a través de las sanciones de la ONU, impuestas por Estados Unidos y Gran Bretaña. El pretexto que se invocó para justificar aquellas sanciones fue impedir que el presidente Sadam Husein lograse tener acceso a los elementos necesarios para la fabricación de posibles armas de destrucción masiva. Pero bajo aquel embargo, los bienes cuyo acceso se prohibió a Irak incluían gran cantidad de productos de primera necesidad, indispensables para la población civil.

Cifras de la ONU, que nunca han sido puestas en dudas, demuestran que alrededor de 1,7 millones de civiles iraquíes murieron por causa de ese brutal régimen de sanciones impuesto por Occidente y que la mitad de esos muertos fueron niños [2].

Y parece que las sanciones tenían como objetivo provocar esa gran cantidad de muertos. Entre los bienes prohibidos [a Irak] por las sanciones de la ONU estaban los productos químicos y el equipamiento esencial para el funcionamiento del sistema iraquí de tratamiento del agua. El profesor Thomas Nagy, de la Escuela de Comercia de la Universidad George Washington, descubrió un documento secreto de la agencia de inteligencia del Pentágono (la DIA, Defence Intelligence Agency), documento que, según el profesor Nagy, constituye

«un plan inicial de genocidio contra el pueblo iraquí».

En un artículo científico redactado en el marco de la Asociación de Investigadores sobre los Genocidios de la Universidad de Manitoba (Canadá), el profesor Nagy explicó que el documento de la DÍA revelaba con «lujo detalles, un método perfectamente operacional para “degradar completamente el sistema de tratamiento de aguas” de toda una nación» a lo largo de una década. De esa manera, la política de sanciones crearía


«las condiciones favorables a la amplia propagación de enfermedades, como epidemias de gran envergadura (…) liquidando así gran parte de la población iraquí» [3].

Por consiguiente, sólo en el caso de Irak, la guerra de Estados Unidos contra ese país mató 1,9 millones de iraquíes, desde 1991 hasta 2003. Y a partir de 2003 se registran más o menos 1 millón de muertes más. Así que la agresión de Estados Unidos contra Irak costó en total cerca de 3 millones de vidas de iraquíes.
Afganistán

En Afganistán, el número total de víctimas mencionado en el estimado del PSR también parece estar muy por debajo de la realidad. Seis meses después de la campaña de bombardeos de 2001, el periodista del Guardian Jonathan Steele reveló que entre 1 300 y 8 000 afganos habían sido víctimas mortales directas [4]. Steele agregaba que las consecuencias de la guerra habían provocado un exceso de mortalidad al provocar la muerte de unas 50 000 personas.

En su libro, Body Count: Global Avoidable Mortality Since 1950, el profesor Gideon Polya aplicó la misma metodología que el Guardian para analizar los datos anuales de mortalidad de la División de Población de la ONU [5]. Así pudo calcular las cifras plausibles del exceso de mortalidad en Afganistán. Bioquímico retirado de la Universidad de La Trobe (Melbourne, Australia), Polya llegó a la conclusión de que el total de decesos evitables en Afganistán –país en estado de guerra permanente desde 2001 y sometido a las privaciones que le impone el ocupante– se elevaba a 3 millones (entre los que se cuentan los fallecimientos de 900 000 niños de menos de 5 años).

Aunque ninguna revista universitaria publicó los descubrimientos del profesor Polya, el estudio que presenta enBody Count, su libro de 2007, ha sido recomendado por Jacqueline Carrigan, profesora de sociología de la Universidad del Estado de California [6]. Jacqueline Carrigan ha presentado este estudio como «una mina de datos sobre la situación global de la mortalidad» en una reseña publicada en la revista Socialism and Democracy de las ediciones universitarias Routledge.

Como en el caso de Irak, la intervención de Estados Unidos en Afganistán comenzó, mucho antes del 11 de septiembre de 2001, en 1992 bajo la forma de una ayuda militar, logística y financiera clandestina de Estados Unidos a los talibanes. Aquella ayuda secreta favoreció la conquista violenta de cerca del 90% del territorio afgano por parte de los talibanes [7].

En 2001, la Academia Nacional de Ciencias publicó un informe titulado Forced Migration and Mortality [8]. En ese estudio, Steven Hansch –epidemiólogo de primer plano y director de Relief International– subrayaba que el incremento de la mortalidad provocado en los años 1990 por las consecuencias de la guerra había dejado entre 200 000 y 2 millones de muertos en Afganistán. Por supuesto, la Unión Soviética es en parte responsable de la devastación de la infraestructura civil de ese país, la cual creó las bases de ese desastre humanitario.

Al adicionarlas, esas cifras sugieren que en Afganistán el balance total de las consecuencias directas e indirectas de las operaciones estadounidenses [y occidentales] desde el inicio de los años 1990 hasta el día de hoy podría ser estimado entre 3 y 5 millones de muertos.
La negación

Según las cifras que acabamos de estudiar, el total de muertes provocadas por las intervenciones occidentales en Irak y Afganistán desde los años 1990 –entre las muertes provocadas directamente por la guerra y las que se deben a las privaciones provocadas a largo plazo por la guerra– podría elevarse a unos 4 millones: 2 millones de muertos en Irak entre 1990 y 2003 y 2 millones a causa de la «guerra contra el terrorismo». Si tomamos en cuenta los elevados estimados sobre el exceso de mortalidad [consecuencia de la guerra] en Afganistán, este balance podría elevarse incluso a 6 u 8 millones de muertos.

Es posible que esas cifras sean demasiado altas pero nunca podremos saberlo con certeza. En efecto, las políticas de las fuerzas armadas de Estados Unidos y de Gran Bretaña consisten en no contabilizar las muertes de civiles provocadas por sus operaciones, muertes consideradas como incidentes sin interés.

Debido a la grave carencia de datos en Irak, a la cuasi total inexistencia de archivos en Afganistán así como a la indiferencia de los gobiernos occidentales ante todo lo concerniente a las muertes de civiles, resulta literalmente imposible determinar la verdadera cantidad de fallecimientos que esas intervenciones han provocado.

Al no existir ni la más mínima posibilidad de comprobarlas, esas cifras proporcionan estimados plausibles basados en la aplicación de la metodología estadística basada en las mejores pruebas disponibles –aún tratándose de pruebas particularmente escasas. A falta de datos precisos, estos estimados nos proporcionan una idea de la magnitud de la destrucción.

La mayoría de esas muertes fueron justificadas invocando la lucha contra la tiranía y contra el terrorismo. Sin embargo, gracias al silencio cómplice de los medios masivos de difusión, la mayoría de la ciudadanía no tiene la menor idea del verdadero alcance de este terror permanente que la tiranía estadounidense y británica impuso en Afganistán e Irak, en nombre de los ciudadanos de Estados Unidos y del Reino Unido.


Documentos adjuntos

(PDF - 3.3 MB)

[1] “Toting the Casualties of War”, Bloomberg Business, 5 de febrero de 2013.

[2] Behind the War on Terror: Western Secret Strategy and the Struggle for Iraq, Nafeez M. Ahmed, New Society Publishers, 1º de septiembre de 2003).

[3] “The Role of Iraq Water Treatment Vulnerabilities in Halting One Genocide and Preventing Others”, Thomas J. Nagy, Association of Genocide Scholars, 12 de junio de 2001.

[4] “Forgotten victims”, Jonathan Steele, The Guardian, 20 de mayo de 2002.

[5] Body Count Global Avoidable Mortality Since 1950, Gideon Polya, G.M. Polya, Melbourne (2007).

[6] “Body Count: Global Avoidable Mortality Since 1950”, Jacqueline Carrigan, Socialism and Democracy, 13 de abril de 2011.

[7] “Islamic State is the cancer of modern capitalism”, Nafeez M. Ahmed, Middle East Eye, 27 de marzo de 2015.

[8] Forced Migration and Mortality, Holly E. Reed and Charles B. Keely, Editors; Roundtable on the Demography of Forced Migration; Committee on Population; Division of Behavioral and Social Sciences and Education; National Research Council (2001).

RED VOLTAIRE | LONDRES (INGLATERRA) | 13 DE ABRIL DE 2015
http://www.voltairenet.org/article187311.html

Ziane confirma que hubo contactos entre la Generalitat y Marruecos para favorecer la inmigración magrebí y el aumento de mezquitas en Cataluña a cambio de apoyo al independentismo

VG.- El abogado, exministro y portavoz internacional del Gobierno marroquí, Mohamed Ziane, confirmó hoy la existencia de contactos “al más alto nivel”entre la Generalitat y representantes políticos de su país para propiciar la llegada de inmigrantes magrebíes a Cataluña a cambio del apoyo del Reino alauita a la hoja de ruta separatista.

En declaraciones a Alerta Digital, el exministro Ziane insistió en que estos contactos contaron en todo momento con el placet de los dirigentes nacionalistas catalanes, y culpó sin ambages al Ejecutivo autonómico presidido por Artur Mas de la conversión de Cataluña en uno de los principales focos yihadistas de Europa.

“Los dirigentes separatistas catalanes ofrecieron su mano tendida a los inmigrantes marroquíes y al incremento del número de mezquitas en esa región, con imanes controlados directamente por Marruecos, a cambio del apoyo marroquí al proceso de ruptura de Cataluña con España”, señaló el político y abogado.

“Algunos ya advertimos que esa estrategia sólo beneficiaría a los islamistas residentes en Cataluña. Lo que es malo para España no puede ser bueno tampoco para Marruecos. Islamismo y separatismo catalán se han retroalimentado todos estos años. Y esa realidad no puede ser ocultada”. añadió Ziane. Apoyó en este sentido las recientes declaraciones del ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, en las que acusaba a CiU de ser la principal responsable de la masiva presencia de musulmanes radicales en Cataluña.

Ziane ofrecerá más detalles del acuerdo catalano-marroquí en la próxima edición de La Ratonera.

http://www.alertadigital.com/2015/04/15/el-portavoz-internacional-del-gobierno-marroqui-confirma-la-existencia-de-contactos-entre-la-generalitat-y-marruecos-para-favorecer-la-inmigracion-magrebi-en-cataluna/

El Extraño ser que bajo del cielo.04/04/2015

Atent@ al minuto 03:35, aparece un objeto, creo que es un ser que tiene la facultadad de brillar y de desaparecer, fotograma a fotograma se puede ver como se mueve por la montaña, es un puntito de color anaranjado, también es interesante observar como parece que hay una cierta fuerza invisible como cuando el asfalto esta muy caliente por los rayos del sol.


            
Publicado el 4 de abr. de 2015

El nuevo presidente del Parlamento andaluz, un sancionado por quebrar Cajasur

La Cámara nace en mitad de una gran bronca de PSOE y PP, con Podemos, Ciudadanos e IU como espectadores mudos, que bloquea a Susana Díaz y aleja la posibilidad de acuerdos

Juan Pablo Durán, nuevo presidente del Parlamento andaluz en una imagen de archivo (EFE)

16.04.2015 – 13:40 

El socialista Juan Pablo Durán ha recibido el apoyo de los 47 diputados del PSOE en el Parlamento andaluz para ser el próximo presidente de la Cámara. Durán, secretario general del PSOE de Córdoba, figuraba en el consejo de administración de Cajasur sancionado por la Audiencia Nacional y expedientado por el Banco de España por la quebrar la entidad de ahorros cordobesa. El perfil de Durán ha sorprendido no solo por su antecedentes como miembro de Cajasur sino también por su perfil netamente político y orgánico, es secretario general del PSOE de Córdoba, alejado de la experiencia institucional y la larga trayectoria política de prestigio que habían sido señalados como requisitos dentro de las propias filas socialistas para acceder a este puesto. Susana Díaz ha optado por blindarse en el Parlamento en una legislatura muy difícil con personas del partido de su estricta confianza. Una especie de guardia pretoriana del PSOE en lugar del perfil dialogante y de mano izquierda que esperaba el resto de partidos. Durán fue sancionado con una multa de 44.000 euros, tal y como publicó El Confidencial.

Durán ha obtenido la mayoría simple necesaria en segunda votación y sin que los partidos hayan sido capaces de alcanzar un acuerdo previo para configurar la Mesa del Parlamento. Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida han renunciado a presentar candidato a la presidencia y han votado en blanco. El PP ha puesto sobre la mesa el nombre de Manuel Andrés González, que ha obtenido el apoyo de sus 33 diputados. No ha habido maniobras ni pactos antinatura para desplazar de la presidencia a los socialistas, aunque fuentes de todos los partidos admiten que ha habido contactos y que esa posibilidad ha existido. PP y Podemos hablaron sobre la posibilidad de dar la presidencia a IU, pero los minoritarios abortaron esa jugada política de difícil explicación.

Díaz y Moreno Bonilla durante el pleno constitutivo celebrado hoy (EFE)

Los socialistas han aupado también a la vicepresidencia primera de la Cámara aTeresa Jiménez, secretaria general del PSOE de Granada, y a la secretaría primera a Verónica Pérez, otra persona del círculo íntimo de Díaz y máxima responsable del partido en Sevilla. 

El PP ha logrado la vicepresidencia segunda, que desempeñará Esperanza Oña, de larga experiencia y aguerrida portavozen los tiempos de Javier Arenas. Podemos tendrá la vicepresidencia tercera de la Cámara que recaerá en el abogado Juan Manuel Moreno Yagüe, activista contra los abusos bancarios. Ciudadanos, con Julio Díaz, e Izquierda Unida, conJosé Antonio Castro, estarán en las secretarías de la Mesa.

El pleno no ha estado exento de bronca. El altercado más duro lo han protagonizado PSOE y PP casi al final. El portavoz popular, Carlos Rojas, ha acusado al socialista que se sentaba en la mesa de edad para constituir el Parlamento, Luis Pizarro, de cometer un "ilícito perseguible penalmente" y le ha advertido sobre "el robo" de los socialistas. El PP, con 33 diputados, aspiraba a tener dos representantes en la Mesa y se ha quedado con un solo sillón, equiparado al resto de fuerzas con menos escaños.

El pleno de constitución del Parlamento andaluz ha estado muy lejos de quedar en un trámite, como ha ocurrido en otras ocasiones. Aunque siempre han existido tirones por los representantes en el órgano de poder de la Cámara lo tradicional era alcanzar un primer acuerdo que en esta décima legislatura ha sido imposible tras horas de fracasadas negociaciones.

Si esta primera jornada es preludio del tono general de la legislatura será bronca, dura y hostil. Ahora queda lo más difícil, investir presidente y formar gobierno. Ese pleno se celebrará dentro dos semanas y de momento solo el PSOE ha anunciado como candidata a Susana Díaz. El resto de partidos se mantienen en su rechazo a la presidenta, que está bloqueada y sin mayoría en la Cámara. No se lo van a poner nada fácil. Si hay voces en el PP que advierten del daño electoral que puede conllevar ante las próximas municipales y autonómicas mantenerse en una posición de bloqueo político y apuestan por la abstención, desde luego no se han notado en absoluto en el Parlamento. La dureza de los populares y el voto en blanco de Ciudadanos y Podemos distan mucho del clima de consenso necesario para que Andalucía no tenga que celebrar nuevas elecciones en septiembre. Quizás cuando pasen las municipales todo cambie. De momento, la pluralidad y la nueva etapa de diálogo y pacto han brillado por su ausencia.

http://www.elconfidencial.com/espana/2015-04-16/el-nuevo-presidente-del-parlamento-andaluz-un-sancionado-por-la-audiencia-nacional-juan-pablo-duran_761080/

Acusan a cuatro militares de preparar un golpe de Estado y el asesinato de Obama

Cuatro soldados estadounidenses supuestamente estaban preparando un golpe de Estado y el asesinato del presidente Barack Obama, según anunció este martes la Fiscalía del estado de Georgia.

Durante la investigación en la base de la Tercera División de Infantería Motorizada en Fort Stewart (estado de Georgia), donde servían los conspiradores anarquistas, se encontró un escondite de armas y municiones. Para la compra de armas se gastaron 87.000 dólares, según considera la Fiscalía estatal.

Según Isabel Pauley, asistente del fiscal que investiga el caso, se reveló que los detenidos formaban parte de un grupo antigubernamental bajo el nombre Forever Enduring Always Ready, FEAR (Por siempre duraderos siempre preparados, aunque el acrónimo significa 'miedo').

Un integrante del grupo, el soldado Michael Burnett, se declaró culpable en la corte estatal de Georgia de matar a tiros a Michael Roark, de 19 años, que pertenecía al comando, y a su novia Tiffany York, de 17 años, para que no revelaran el complot a las autoridades. La masacre de los jóvenes tuvo lugar en diciembre del año pasado en un bosque junto a la base militar.

Según los fiscales, los conspiradores planeaban apoderarse de los depósitos de armas de Fort Stewart y hacer explotar el edificio del Departamento de Seguridad Interna, así como el sistema hidráulico en el estado de Washington. Después de esto, planeaban asesinar al presidente Obama y derrocar el Gobierno actual.

Tim Sloan
http://actualidad.rt.com/actualidad/view/52468-acusan-cuatro-militares-preparar-golpe-asesinato-obama-eeuu