La NASA estudia el asteroide 1998 QE2, de unos tres kilómetros de diámetro, que se está acercando a la Tierra.
© NASA
Aunque la distancia más cercana a la que se va a situar esta roca en relación a la Tierra --el próximo 31 de mayo-- será de casi seis millones de kilómetros, sus características son tan significativas como para que los científicos hayan decidido prestarle atención.
Los astrónomos han planeado, entre el 30 de mayo y 9 de junio, una extensa campaña de observaciones y para ello cuentan con una antena de 70 metros de ancho en Goldstone (California) y el Observatorio de Arecibo (Puerto Rico). Los dos telescopios trabajarán bajo un sistema de imágenes complementarias.
"El asteroide será un objetivo en las imágenes de radar de (los observatorios) Goldstone y Arecibo y se espera obtener una serie de imágenes de alta resolución que podrían revelar una gran cantidad de características de su superficie", ha comunicado el astrónomo especialista en radar, Lanza Benner, del Centro Propulsión a Chorro de la NASA (JPL).
Benner ha explicado que "siempre que un asteroide se acerca a esta estrecha conjunción, proporciona una importante oportunidad científica para estudiarlo en detalle, para entender su tamaño, forma, rotación, características de la superficie, y los que pueden, dicen algo acerca de su origen".
Del mismo modo, ha apuntado que, "además de examinar los riesgos potenciales, el estudio de los asteroides y cometas permite una valiosa oportunidad de aprender más acerca de los orígenes del Sistema Solar". "La fuente de agua de la Tierra, e incluso el origen de las moléculas orgánicas que conducen al desarrollo de la vida, pueden llegar en una de estas rocas", ha indicado la NASA.
Europapress
En nuestro Sistema Solar se tiene constancia de la existencia de 600.000 asteroides, de los cuales 10.000 están catalogados como objetos próximos a la Tierra o NEO en sus siglas en inglés, cometas y asteroides atrapados por la atracción del Sol o los distintos planetas, en órbitas que podrían hacerlos penetrar en las cercanías de la Tierra.
© Agencias
Recreación del asteroide que impactó en RusiaSon datos difundidos en un encuentro de expertos internacionales organizado en Tres Cantos (Madrid) por Deimos Space, uno de los socios industriales de la Agencia Espacial Europea (ESA) en el programa para el Conocimiento del Medio Espacial (SSA).
Uno de los objetivos de este encuentro de dos días es discutir sobre aspectos como las consecuencias del impacto de un NEO o medidas para mitigar sus amenazas, ha informado la ESA.
Objetos que han impactado en la Tierra
El pasado 15 de febrero un objeto desconocido de unos 17-20 metros de diámetro explotó en el cielo sobre Chelyabinsk, Rusia, liberando una energía equivalente a 20-30 veces la de la bomba atómica de Hiroshima, según los expertos.
La onda expansiva de la explosión causó cientos de heridos y daños generalizados, ha señalado la ESA, que ha agregado que fue el mayor objeto natural en entrar en la atmósfera terrestre desde el que en 1908 destruyó un área forestal en Tunguska, Siberia.
Prevenir los posibles riesgos de los NEO
"Es importante que seamos conscientes de la posición de los NEO con relación a la de nuestro planeta y que evaluemos la probabilidad de impacto y sus posibles consecuencias", ha detallado Detlef Koschny, responsable de las actividades relacionadas con estos asteroides en la oficina del Programa SSA.
A su juicio, "lo que es más importante es considerar cuándo y cómo alertar a la población y las posibles medidas que se podrían tomar para desviar su trayectoria o mitigar los riesgos".
No obstante, todavía queda mucho trabajo por hacer, reconocen, como perfeccionar los modelos matemáticos que simulan las consecuencias de un impacto, diferenciando entre las explosiones en el aire o los impactos contra el suelo, o evaluar las distintas estrategias cinéticas o explosivas para desviar sus trayectorias, entre otras muchas cosas.
El objetivo de este encuentro es desarrollar una serie de hojas de ruta que guíen la investigación y el desarrollo actual y futuro en materia de NEO, ha precisado Gerhard Drolshagen, del Programa SSA.
En última instancia, el Programa SSA de la ESA tiene como objetivo desarrollar la capacidad de integrar los recursos europeos ya existentes -como los telescopios automatizados- para crear un sistema coordinado y eficaz para la detección de NEO, capaz de escanear el cielo nocturno y de emitir alertas avanzadas.
"Este sistema nos permitirá trabajar junto a otras agencias, científicos, industria y organismos internacionales como las Naciones Unidas para ofrecer opciones realistas a los gobiernos", ha indicado Nicolás Bobrinsky, responsable del citado programa.
Los sucesos como el de Chelyabinsk, ha agregado, demuestran que la amenaza de los NEO no es sólo teórica, y que: "Tenemos que invertir en medidas prácticas en el presente para estar preparados en el futuro".
Comentario: Desde SOTT hemos estado siguiendo de cerca fenómenos cósmicos de esta naturaleza desde hace varios años, como bien puede ver el lector accediendo a nuestra sección "Fuego en el Cielo". A partir de este seguimiento y de las investigaciones realizadas por Laura Knight-Jadczyk, hemos establecido que éstos fenómenos no solamente no son tan raros como se tiende a pensar, sino que, además, se han ido incrementando en los últimos años. Así mismo, tras un enorme trabajo de reconstrucción de la historia humana, se ha acumulado más que suficiente evidencia de que la ocurrencia de estos eventos y sus consecuencias en el pasado reciente de la humanidad, no han sido triviales, por lo contrario, han afectado inumerable cantidad de veces el rumbo de la civilización, extinguiendo enormes grupos humanos y barriendo vastas regiones del planeta.
EFE
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