Algo no cuadra en las prisas por la independencia catalana de la masonería internacional y la misma española de doble cara como sus mentores.
Si el País Vasco quiso durante 40 años una lucha violenta por la independencia contando con Eta para ello, y una calle desbordada contra una policía sin dudas de su cometido (no como la de ahora), no toca ahora proporcionalmente que una muchedumbre tome una semana las calles de Barcelona y otros municipios, y les regalen la independencia porque unilateralmente proclaman la escisión con el resto de España.
El gobierno catalán pretende empezando por atrás una mesa Osce (otan), como la del Palacio de Miramar. Y esperan que así sea con el guión televisivo machacón y una prensa que dan por sentada la independencia.
Realmente extraño. A esta paradoja solo se puede llegar por varios motivos.
Que realmente el poder de la masonería se ha instalado hegemónicamente en los poderes españoles, que así es.
Que sea un farol estrategia ¿para lograr la caída de una monarquía que también es masona para subir al poder a la esencia de la misma masonería franco británica?. Algo no cuadra.
Que han logrado enfervorizar a las masas para que cuando lleguen las armas, y en su ignorancia de lo terrible que es una lucha armada, y no manifestaciones amañadas dónde no sale un solo porrazo bien dado, acepten cogerlas para morir a cientos y pensar que eso motivará la toma de las armas. No hay ignorancia mayor. Los bravitos conocieron en Vietnam la derrota y que no era la guerra tan fácil como pensaban, y lo peor que su propio pueblo los rechazaba en el vació social más absoluto.
Que crean que creando un escenario de toma de la calle y quema y destrucción de contenedores de basura, logran alguna intervención de la ONU que proclame la independencia por encima de la soberanía española.
La ingeniería judicial, mediática, y pensar que con una cuantas urnas de plástico y banderitas chinas compradas al por mayor pensar la masonería que España y Cataluña puedan enfrentarse en un Maidán exitoso; nada más lejos. en cualquier caso será un mini Kosovo.
Pensemos que la motivación de un conflicto de verdad es la necesidad y el hambre, y estos niños de papá que viven con sus padres y de sus padres sin dar palo al agua opositando al catalán oficial para colocarse de putillos en alguna dependencia oficial de mangantes no tiene peso para lograr más que ruido y ser una masa de muertos que podríamos llegar a ver.
Si no logran más que una declaración y sin violencia organizada como la vasca, Cataluña habrá demostrado ser un pueblo altamente manipulable y sin pelotas. Una vergüenza nacional para cincuenta años de humillación propia y buscada.
Y como en efecto no las hay veremos qué se inventa el servicio de inteligencia de Jonathan Soros. La única cosa que pudiera dejarles algo de dignidad es el suicidio colectivo de Torras, Puigdemont, Mas, y los que duermen ya en sus casas, y los que están muertos de miedo en Suiza.
Y como eso no lo van a hacer porque eso es cosa de valientes de honor, veremos la chapuza más grande humillante para el pueblo catalán que quedará humillado cinco décadas con una fama de perritos falderos de los judíos en ISRAELUÑA.
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