Ultraizquierdistas apalean a un constitucionalista durante la cacerolada de Moratalaz
- M.A. RUIZ COLL Y TERESA GÓMEZ
Un taxista de 34 años residente en el barrio de Moratalaz, Alberto, tuvo que ser atendido anoche en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid con contusiones múltiples, tras ser agredido por un grupo de jóvenes de ultraizquierda.
Era la primera vez que Alberto y su novia, Mamen, salían a la calle a manifestarse con la bandera española contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Ambos son autónomos (él taxista y ella peluquera) y llevan dos meses sin poder trabajar y sin cobrar ninguna prestación.
Como en los últimos días, decenas de personas salieron a manifestarse en la Avenida Moratalaz, en un barrio madrileño de clase trabajadora, para exigir la dimisión del Gobierno. Pero esta vez se encontraron enfrente a un grupo de jóvenes de extrema izquierda, que acorralaron a Alberto y le propinaron varios golpes y patadas en la cabeza. Cuando llegó la Policía, el joven taxista sangraba abundantemente.
«Era la primera vez que salíamos a manifestarnos para protestar por todo lo que está ocurriendo y para defender nuestros derechos y a nuestro país», ha explicado a OKDIARIO su novia, Mamen, pasada la una de la madrugada, mientras Alberto permanecía en observación en el servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón.
«Nadie nos ha ayudado»
«Dos perroflautas, porque no son otra cosa», añade, «han pasado a nuestro lado y han empezado a increpar a todos los que llevábamos banderas españolas. Me han empezado a decir cosas, me han sacado el dedo y me han llamado puta y fascista. Cuando yo les he respondido han venido a pegarme. Se ha tenido que meter Alberto para defenderme».
Se ha iniciado entonces una trifulca en la que hasta una decena de jóvenes antisistema han propinado a Alberto patadas y puñetazos en la cabeza. «He salido detrás de ellos, pero nadie nos ha ayudado», prosigue Mamen, «no había Policía y ha tardado bastante en llegar».
Cerca de las tres de la madrugada era dado de alta Alberto, que ratifica esta versión: «Dos chavales han ido a incitar a mi novia, a insultarla y pegarla. La han llamado puta fascista. Por defenderla me han cogido, primero me han empezado a pegar entre dos, luego han venido cinco, diez… lo cobardes que son. Me he partido la mano, me han hecho una fisura, tengo cortes por todo».
Jóvenes con antecedentes policiales
La Policía ya tiene la grabación de lo ocurrido, en la que son perfectamente reconocibles los autores de la agresión. Se trata de jóvenes vinculados, presuntamente, a la asociación Distrito 14, que ha colgado el vídeo en las redes sociales.
Esta asociación se define como «un colectivo de jóvenes de Moratalaz cuya principal tarea es organizar a la clase obrera en el barrio para, de esta manera, poder crear una respuesta eficiente a las agresiones que las trabajadoras sufrimos día a día». En su perfil de Twitter añaden: «Haciendo barrio contra el capitalismo, el patriarcado, el fascismo y racismo».
Perfil de Twitter de la asociación Distrito 14.
La Policía detuvo en 2016 a ocho jóvenes vinculados a esta asociación por delitos de lesiones y desórdenes públicos después de que salieran «a la caza del pijo» durante las fiestas de Moratalaz y agredieran a varias personas.
Pese a ello, el equipo de Gobierno de la alcaldesa Manuela Carmena mimó especialmente a esta asociación durante el pasado mandato, invitando a sus portavoces a participar en el Pleno del distrito de Moratalaz. Algo que en diciembre de 2018 provocó el plante del PP y PSOE, que habían sufrido ataques a sus sedes que atribuían a jóvenes de esta misma asociación.
‘Cacerolada antisistema’ de Distrito 14
Desde el fin de semana, numerosos vecinos de este barrio madrileño salen cada tarde ataviados con banderas españolas para exigir la dimisión del Gobierno. Los jóvenes de Distrito 14 decidieron darles respuesta este miércoles y convocaron en las redes una cacerolada paralela a la misma hora para exigir «más sanidad» pública.
Tan sólo unas horas antes, el vicepresidente Pablo Iglesias había animado a montar escraches contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y contra el presidente de Vox, Santiago Abascal, para dar respuesta a quienes se manifiestan a las puertas de su mansión de Galapagar.
Las palabras del vicepresidente del Gobierno han desatado la espiral de violencia que ha terminado con Alberto ingresado en el servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón por defender a su novia de los violentos seguidores de Pablo Iglesias.
El joven agredido en Moratalaz por ultraizquierdistas: «Sólo soy un currante, no soy un pijo»
- TERESA GÓMEZ Y M.A. RUIZ COLL
La gestión del Gobierno socialcominista frente a la crisis sanitaria también ha hecho mella en su hogar, como en la de miles de españoles que ahora están pasando por unas circunstancias económicas críticas. Esa fue la razón por la que este autónomo y su pareja, Mamen, decidieron salir este miércoles a la calle para sumarse a las protestas contra el Ejecutivo.
A pesar de que Pablo Iglesias y miembros de Podemos ridiculizan a quienes se manifiestan en contra del Gobierno, asegurando que son «pijos» del barrio de Salamanca con un estatus económico alto, lo cierto es que son muchos los trabajadores que durante estos días salen cacerola en mano a exigir la dimisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Alberto y su novia, Mamen, una peluquera, son dos de los españoles que –según han manifestado a este periódico– se encuentran «cansados de la situación actual». Sólo piden poder seguir trabajando como lo han hecho hasta el momento. Reclaman «libertad» y salen para «defender nuestros derechos y a España«.
Esa es la razón por la que han sido agredidos este miércoles. «Por llevar una bandera española«, aseguran. «Dos perroflautas, porque no son otra cosa», añade Mamen, «han pasado a nuestro lado y han empezado a increpar a todos los que llevábamos banderas españolas.
Para Alberto el responsable de lo ocurrido tiene nombre y apellidos: «Todo esto ha pasado porque el vicepresidente Pablo Iglesias ha incitado a la gente a que se pegue». Hasta el momento, las manifestaciones de los ciudadanos que reclaman «libertad» y exigen la dimisión del Gobierno se han realizado de manera pacífica.
«Nosotros nos estábamos manifestando porque somos personas trabajadoras, que quieren que España vaya mejor. Porque este Gobierno no ha hecho nada bien, ni ha cuidado a los sanitarios, ni a los ancianos ni a las empresas», afirma Alberto.