16 de mayo de 2020
“A veces el gobierno se preocupa más por uno muerto que por uno vivo”: (Las uvas de la ira, de John Ford).
El proyecto del NOM se ha logrado. Someter a España al hambre y necesidad, con la imposibilidad de cumplir con los pagos de servicios básicos de luz, teléfono, agua, créditos, e impuestos como IBI, circulación.
Para someter al comunismo se necesitaba, primero una pandemia de laboratorio, segundo erradicar el confort, desde el confort no se puede llegar al comunismo. Tercero, hacerse con el poder de Comunidades Autónomas en dónde no tienen su feudo socialista como la Comunidad de Madrid.
El hambre acabará en otra clase de enfermedades y la muerte. El hambre provocará muchas más muertes que el coronavirus.
Las cartillas de racionamiento se hacen imprescindibles, y la superación de la vergüenza (un objetivo de humillación de los madrileños), necesaria para hacer las colas en todos los segmentos de la sociedad.
“El gobierno de España con gravísimos problemas de financiación se podría plantear las cartillas de racionamiento y ceder la gestión de comedores sociales a Cáritas”.
Madrid es una comunidad con perfiles muy polarizados de segundas viviendas contrastadas con modestísimas rentas. El confinamiento por el alargamiento artificial de la cuarentena en fase 0 es una afrenta a la realidad.
Un ataque directísimo a los madrileños para provocar disturbios y violencia en las calles. El lenguaje del bolchevismo logrado con las necesidades básicas y que despegará en cuanto la gente salga a la calle muerte de hambre literalmente. España tiene un cáncer: el gobierno socialista que es muy superior al Covid 19.
Una gente dispuesta a todo, hasta matar de hambre, con tal de perpetuarse en el poder.
Seis años para la vacunación total, eliminar ancianos, expropiar a la población de todo, y el microchip en la piel y en sangre”.
“Nacionalizaciones marxistas: Planes quinquenales de seis años para los cuatro países socialistas mediterráneos.
15 de mayo de 2020
Hay una gran diferencia con las empresas nacionales durante Franco, y es que Franco creó todas las empresas de servicios, carreteras, pantanos, y cajas de ahorro, que luego privatizaron empezando por Telefónica.
Bruselas permite la nacionalización de empresas durante seis años.
“Bruselas aprueba la nacionalización temporal de empresas en la UE.
Los países miembros deberán abandonar estas posiciones antes de seis años en caso de las empresas que cotizan en bolsa o siete en las que no”.
Muchos ingenuos lo verán como una buena noticia para pagar facturas de 15 euros por la luz o el teléfono como en los países del norte de Europa. Pero es la entrada a la pobreza, a la falta de capitalismo, y de estimulación empresarial.
La UE y los gobiernos europeos a excepción de Francia que atajó los recibos de servicios de luz, teléfono, agua, y créditos, entrarán en una fase comunista durante seis años.
El exprópiese anuncia países bolivarianos del Mediterráneo.
El error grave de las compañías de servicios en no excluir las facturas durante la cuarentena de dos meses (de momento), ni tampoco el evitar el corte de luz por más que diga el gobierno y la prensa mucha gente ya ha recibido aviso de corte y ser trasladados a empresas de morosos con graves recargos.
El preludio del comunismo, quedarse con los hijos, nacionalizar no solo empresas de cualquier clase para su colectivización, y por supuesto la propiedad de la vivienda que pasará a ser bien público en cuanto comiencen la purga, y especialmente si la vivienda tiene un préstamo hipotecario de un banco expropiado.
Seis años es una excusa, y una vez implantado el estado comunista serán 50 años de alambradas y campos de concentración, de aniquilamientos en masa, y paseítos.
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