El surgimiento de China
como nueva potencia económica mundial con intereses propios ha llevado a
la administración Obama a adoptar, en 2011, una nueva estrategia “de
defensa” en la región del Pacífico.
Desde ese momento, el Pentágono viene posicionando sus fuerzas alrededor de la nueva potencia asiática, cumplimentando así, con la importante cooperación de Australia, un despliegue de instalaciones y medios de combate que le permitiría cortar las rutas comerciales por las que fluye hacia China el petróleo proveniente de África y del Medio Oriente. William Engdahl explica a fondo los detalles del viraje geopolítico estadounidense en el Pacífico, que puede dar lugar a un nuevo conflicto militar de gran envergadura en un futuro no muy lejano.
Desde ese momento, el Pentágono viene posicionando sus fuerzas alrededor de la nueva potencia asiática, cumplimentando así, con la importante cooperación de Australia, un despliegue de instalaciones y medios de combate que le permitiría cortar las rutas comerciales por las que fluye hacia China el petróleo proveniente de África y del Medio Oriente. William Engdahl explica a fondo los detalles del viraje geopolítico estadounidense en el Pacífico, que puede dar lugar a un nuevo conflicto militar de gran envergadura en un futuro no muy lejano.
Desde el colapso de la Unión Soviética y
el fin nominal de la Guerra Fría hace unos 20 años, lejos de reducir el
gigantesco gasto militar estadounidense, el Congreso de Estados Unidos y
todos sus presidentes han expandido enormemente el gasto para nuevos
sistemas de armamento. Han incrementado el número de bases militares
permanentes en todo el mundo y ampliado la OTAN no solamente hacia
países del antiguo Pacto de Varsovia en la periferia inmediata de Rusia,
sino que también han expandido la presencia militar de la OTAN y
Estados Unidos al interior de Asia, en los límites de China a través de
su guerra en Afganistán y campañas relacionadas.
Parte I: el Pentágono apunta a China
Sobre la base de simples desembolsos de
dólares para gasto militar, el presupuesto combinado del Pentágono, y
dejando de lado los enormes presupuestos para agencias relacionadas con
la defensa y seguridad nacional del gobierno de Estados Unidos, como el
Departamento de Energía y el Tesoro y otras agencias, el Departamento de
Defensa estadounidense gastó alrededor de US $739 mil millones en 2011
para sus requisitos militares. El resto del gasto vinculado a la defensa
y seguridad nacional de incluyó, de acuerdo con cálculos del Instituto
Internacional para Estudios Estratégicos con sede en Londres, un gasto
militar anual de más de US $1 billón. Es una cantidad mayor que el gasto
total destinado para defensa de los siguientes 42 países juntos, y más
del Producto Interno Bruto de la mayoría de países.
China oficialmente gastó apenas 10%
en la inversión de EUA en defensa, unos US $90 mil millones, o, si se
incluyen algunas importaciones de armas relacionadas con defensa y otros
costos, quizá US $111 mil millones al año. Incluso si las autoridades
chinas no publican datos completos sobre tales áreas sensibles, es
evidente que China gasta apenas una fracción de lo que gasta Estados
Unidos y parte de una base tecnológica-militar bastante atrasada
respecto a la estadounidense.
Hoy en día, debido a su dinámico
crecimiento económico y a su determinación para proteger sus intereses
nacionales, China se ha convertido con su mera existencia en la nueva
“imagen del enemigo” del Pentágono, reemplazando ahora a la anterior
“imagen del enemigo” del Islam utilizada después de septiembre de 2001
por la administración Bush-Cheney para justificar la búsqueda de poder
mundial del Pentágono, o a la del comunismo soviético durante la Guerra
Fría. La nueva postura militar de Estados Unidos contra China no tiene
nada que ver con ninguna amenaza agresiva por parte del gran país
asiático. El Pentágono ha decidido intensificar su agresiva postura
militar hacia China solamente porque ésta se ha vuelto un sonoro polo
independiente en la economía y geopolítica mundial. En el mundo
globalizado de Washington sólo hay cabida para estados vasallos.
En la Doctrina Obama: China es la nueva «imagen del enemigo»
Después de casi dos décadas de descuidar
sus intereses en Asia Oriental, en 2011, la administración Obama anunció
que Estados Unidos realizaría “un giro estratégico” en su política
exterior a fin de enfocar su atención política y militar a la región
Asia-Pacífico, particularmente al sureste asiático, es decir, a China.
El término “giro estratégico” es una página del libro de texto clásico
del padre de la geopolítica británica, Sir Halford Mackinder, que habló
varias veces de Rusia y posteriormente de China como “potencias pivote”
cuya posición geográfica y geopolítica implicaba retos extraordinarios
para los anglosajones, y después de 1945, para la hegemonía
estadounidense.
Durante los meses finales de 2011, la
administración Obama definió claramente una nueva doctrina pública de
amenaza militar para la disponibilidad militar de Estados Unidos tras
sus fracasos militares en Iraq y Afganistán. Durante un viaje
presidencial a Lejano Oriente, mientras se encontraba en Australia, el
presidente de Estados Unidos reveló lo que se define como la Doctrina
Obama [1].
Obama dijo entonces a los australianos:
Con la mayoría del poder nuclear
mundial y casi la mitad de la humanidad, Asia definirá en buena parte si
el siglo venidero quedará marcado por el conflicto o la cooperación (…)
Por lo tanto, como presidente he tomado una decisión deliberada y
estratégica — como nación del Pacífico, Estados Unidos desempeñará un
papel más amplio y a largo plazo en la conformación de esta región y su
futuro (…) He instruido a mi equipo de seguridad nacional para hacer de
nuestra presencia y misión en la región Asia-Pacífico una prioridad de
alto nivel (…) Como planeamos y presupuestamos para el futuro,
asignaremos los recursos necesarios para mantener nuestra fuerte
presencia militar en esta región. Conservaremos nuestra capacidad
extraordinaria para proyectar poder y disuadir amenazas a la paz. (…)
Nuestros intereses duraderos en la región demandan nuestra presencia
duradera en la región.
Estados Unidos es una potencia del
Pacífico, y estamos aquí para quedarnos. De hecho, ya estamos
modernizando la postura de defensa de Estados Unidos en la región
Asia-Pacífico. Se desplegará más ampliamente — manteniendo nuestra
fuerte presencia en Japón y la península de Corea, reforzando
simultáneamente nuestra presencia en el sureste asiático. Nuestra
postura será más flexible — con nuevas capacidades para garantizar que
nuestras fuerzas puedan operar libremente. Creo que podemos abordar
retos compartidos, tales como la proliferación y la seguridad marítima,
incluyendo la cooperación en el mar del Sur de China. [2]
El eje de la visita de Obama fue el
anuncio de que al menos 2,500 marines estadounidenses serán emplazados
en Darwin, en el Territorio del Norte de Australia. Además, en una serie
de significativos acuerdos paralelos, hubo pláticas con Washington para
usar aviones estadounidenses no tripulados de vigilancia de largo
alcance provenientes de las remotas Islas Cocos — un territorio
australiano en el Océano Índico. Estados Unidos tendrá también acceso a
un mayor uso de las bases de la Fuerza Aérea Australiana y más visitas
de embarcaciones y submarinos al Océano Índico a través de una base
naval a las afueras de Perth, en la costa occidental de Australia.
El blanco del Pentágono es China
Para dejarles claras las cosas a los
miembros europeos de la OTAN, en comentarios realizados en Washington en
julio de 2012, Phillip Hammond, Secretario de Estado para la Defensa
del Reino Unido declaró explícitamente que el nuevo rumbo de la defensa
estadounidense hacia la región Asia-Pacífico apuntaba de lleno a China.
Hammond dijo que, “la creciente importancia estratégica de la región
Asia-Pacífico demanda que todos los países, pero sobre todo Estados
Unidos, reflejen en su postura estratégica la emergencia de China como
una potencia global. Lejos de preocuparse por la acometida hacia la
región Asia-Pacífico, las potencias europeas de la OTAN deben darle la
bienvenida al hecho de que Estados Unidos desea embarcarse en este nuevo
reto estratégico en representación de la alianza.” [3]
Como con muchas de sus operaciones, el
despliegue del Pentágono es mucho más profundo de lo que pudiese sugerir
el número relativamente pequeño de 2,500 nuevos soldados
estadounidenses.
En agosto de 2011 el Pentágono presentó
su informe anual sobre el ejército chino. Se establece que China había
cerrado brechas tecnológicas fundamentales. El Secretario Adjunto de
Defensa para Asia Oriental, Michael Schiffer, dijo que el ritmo y
alcance de las inversiones militares le habían “permitido a China luchar
por capacidades que consideramos son potencialmente desestabilizadoras
para los equilibrios militares regionales, incrementar el riesgo de
malentendidos y errores de cálculo y puede contribuir a tensiones y
preocupaciones regionales.” [4] Citó la restauración por parte de China
de un portaaviones de la era soviética y el desarrollo del avión furtivo
chino de combate J20, como indicios de la nueva capacidad que demanda
una respuesta militar más activa de Estados Unidos. Schiffer citó
también las operaciones espaciales y cibernéticas de China, diciendo que
estaba “desarrollando un programa multidimensional para mejorar sus
capacidades para limitar o impedir el uso de activos espaciales por
adversarios durante momentos de crisis o conflictos.” [5]
Caza de 5 generación Chino J 20
Parte II: la «Batalla Aire-Mar» del Pentágono
La estrategia del Pentágono para derrotar
a China en una guerra venidera, estraegia cuyos detalles se han
filtrado a la prensa estadounidense, es llamada la “Batalla Aire-Mar.”
Esto hace un llamado a un agresivo ataque coordinado de Estados Unidos.
Los submarinos y bombarderos furtivos estadounidenses destruirían los
radares de vigilancia de largo alcance y sistemas de misiles de
precisión de China en el interior del país. Esta “campaña cegadora”
inicial sería seguida por un asalto aéreo y naval más amplio sobre China
misma[6]. Crucial para la estrategia avanzada del Pentágono, cuyo
despliegue ya ha comenzado discretamente, es la presencia naval y aérea
del ejército de Estados Unidos en Japón, Taiwán, Filipinas, Vietnam y en
todo el Mar del Sur de China y el Océano Índico. El despliegue naval y
de tropas australianas tiene como objetivo acceder al estratégico Mar
del Sur de China así como también al Océano Índico. El motivo estipulado
es “proteger la libertad de navegación” en el estrecho de Malaca y en
el Mar del Sur de China. En realidad se pretende cortar las rutas
petroleras estratégicas de China en caso de un conflicto total.
El objetivo de la Batalla Aire-Mar es
ayudar a las fuerzas estadounidenses a resistir un asalto inicial chino y
a contraatacar para destruir los sofisticados sistemas de radar y
misiles chinos construidos para mantener a las embarcaciones
estadounidenses alrjadas de la costa china.[7]
La ‘Batalla Aire-Mar’ EEUU vs China
La “China Blinding” Air Sea Attack Strategy concebida por el Pentágono para eliminar los radares chinos.
Además del destacamento de marines
estadounidenses en el norte de Australia, Washington planea utilizar sus
aviones no tripulados de vigilancia de largo alcance, provenientes de
las remotas Islas Cocos —un territorio australiano en el
estratégicamente vital Océano Indico. También tendrá acceso a las bases
de la Fuerza Aérea Australiana y habrá más visitas de embarcaciones y
submarinos al Océano Índico a través de la base naval a las afueras de
Perth, en la costa occidental de Australia.[8]
El arquitecto de la estrategia anti-China
del Pentágono de la batalla Aire-Mar es Andrew Marshall, el hombre que
ha delineado la estrategia de guerra avanzada del Pentágono por más de
40 años y entre cuyos pupilos se cuentan Dick Cheney y Donald Rumsfeld
[9]. Desde los años 1980, Marshall ha sido un promotor de una idea
postulada primeramente, en 1982, por el mariscal Nikolai Ogarkov, el
entonces jefe de los generales soviéticos, estrategia denominada RMA
(por sus siglas en inglés ‘Revolution in Military Affairs’ – ‘Revolución
en Asuntos Militares’). Marshall, actualmente con 91 años de edad, aún
atiende su escritorio y evidentemente tiene mucha influencia dentro del
Pentágono.
La mejor definición de la RMA fue la que
proporcionó el propio Marshall: “Una Revolución en Asuntos Militares es
un reto de envergadura en la naturaleza de la guerra provocada por la
aplicación innovadora de nuevas tecnologías que, combinadas con cambios
dramáticos en la doctrina militar y con conceptos operacionales y
organizacionales, fundamentalmente altera el carácter y conducta de las
operaciones militares.” [10]
También fue Andrew Marshall quien
convenció al Secretario de Defensa Donald Rumsfeld y a su sucesor Robert
Gates para desplegar el Escudo de “defensa” antimisiles en Polonia, la
República Checa, Turquía y Japón como estrategia para reducir cualquier
amenaza nuclear potencial proveniente de Rusia y, en el caso de la
defensa de misiles balísticos, cualquier amenaza nuclear potencial
proveniente de China.
PARTE III: la estrategia del «collar de perlas» del Pentágono
En
enero de 2005, Andrew Marshall envió al Secretario de Defensa Donald
Rumsfeld un informe interno clasificado titulado “Futuros de la energía
en Asia.” El informe Marshall, que se filtró totalmente a un periódico
de Washington, acuñó el término de la estrategia del “collar de perlas”
para describir lo que llamó la creciente amenaza militar china a los
“intereses estratégicos de EUA” en el espacio asiático.[11]
El informe interno del Pentágono afirmaba
que “China está construyendo relaciones estratégicas a lo largo de las
rutas marítimas desde Medio Oriente hasta el Mar del Sur de China de
manera que sugieren un posicionamiento defensivo y ofensivo para
proteger los intereses energéticos de China, pero también para atender
vastos objetivos de seguridad.”
La “String of Pearls” Strategy, concebida por el Pentágono para bloquear el suministro de petróleo a China.
En aquel informe de Andrew Marshall se
utilizó por vez primera el término estrategia del “collar de perlas” de
China. Es un término del Pentágono y no un término chino.
El informe afirmaba que China estaba
adoptando una estrategia del “collar de perlas” de bases y vínculos
diplomáticos desde el Medio Oriente hasta el sur de China, estrategia
que incluye una nueva base naval en construcción en el puerto paquistaní
de Gwadar. Aseguraba que “Pekín ha establecido puestos de escuchas
electrónicas ilegales en Gwadar, en el extremo suroccidental del país,
la parte más cercana al Golfo Pérsico. El puesto monitorea el tráfico de
embarcaciones a través del estrecho de Ormuz y el Mar Arábigo.” [12]
El informe interno Marshall continuaba advirtiendo sobre otras “perlas” en la estrategia de rutas marítimas de China:
Andrew Marshall (1921- ). Nombrado director del Office of Net
Assessment desde la creación misma, bajo la administración Nixon, en
1973, de esa dependencia del Departamento de Defensa, Andrew Marshall
sigue hoy en ese puesto, a los 91 años.
• Bangladesh: China está fortaleciendo
sus vínculos con el gobierno y construyendo instalaciones portuarias
para contenedores en Chittagong. Los chinos están “buscando un acceso
naval y comercial mucho más extenso” en Bangladesh.
• Birmania: China ha desarrollado
vínculos estrechos con el régimen militar en Rangún y ha convertido una
nación que no se fiaba de China en un “satélite” de Pekín cercana al
estrecho de Malaca, a través del cual pasa el 80% petróleo importado de
China. China está construyendo bases navales en Birmania y tiene
instalaciones de recolección de inteligencia electrónica en islas en la
Bahía de Bengala y cerca del Estrecho de Malaca. Pekín también le
suministra a Birmania “miles de millones de dólares en ayuda militar
para apoyar una alianza militar de facto”, afirma el informe.
• Camboya: China firmó un acuerdo militar
en noviembre de 2003 para proporcionar entrenamiento y equipo. Camboya
está ayudando a Pekín a construir vías férreas desde el sur de China
hacia el mar.
• Mar del Sur de China: Las actividades
chinas en la región tienen que ver menos con reivindicaciones
territoriales que con “la protección o denegación del tránsito de buques
cisternas a través del Mar del Sur de China”, afirmaba el informe.
China está construyendo sus fuerzas militares en la región para poder
“proyectar poder aéreo y marino” desde el continente y la isla Hainan.
China mejoró recientemente una pista de aterrizaje militar en la isla
Woody incrementó su presencia mediante plataformas de perforación
petrolera y buques oceanográficos.
• Tailandia: China está considerando
financiar la construcción de un canal de US $20 mil millones a través
del istmo de Kra, lo cual permitiría a los barcos desviarse del Estrecho
de Malaca. El proyecto del canal otorgaría a China instalaciones
portuarias, almacenes y otra infraestructura en Tailandia con el
objetivo de reforzar la influencia china en la región, afirmaba el
informe. El Comando Sur del ejército de Estados Unidos produjo, a
finales de los años 1990, un informe clasificado similar que advertía
que China pretendía utilizar instalaciones portuarias comerciales en
todo el mundo para controlar “cuellos de botella” estratégicos. [13]
Romper el Collar de perlas
Desde ese informe de 2005, las acciones
del Pentágono y de Estados Unidos han tenido como objetivo contrarrestar
los intentos de China o defender su seguridad energética mediante ese
“Collar de perlas”. Las intervenciones de Estados Unidos, desde 2007, en
Birmania/Myanmar ha tenido dos fases.
La primera fue la llamada “Revolución
azafrán”, una desestabilización apoyada en 2007 por el Departamento de
Estado y la CIA para llamar la atención internacional sobre las
prácticas de derechos humanos de la dictadura militar de Myanmar. El
objetivo era reforzar el aislamiento internacional de ese país,
estratégicamente ubicado, de todas las relaciones económicas, además de
China. Los antecedentes de las acciones de Estados Unidos eran la
construcción por China de oleoductos y gasoductos provenientes de
Kunming, en la suroccidental provincia china de Yunnan, a través de la
vieja Carretera de Birmania a través de Myanmar hacia la Bahía de
Bengala desde la India y Bangladesh, al norte del Océano Índico.
Forzar a los líderes militares de
Birmania a una mayor dependencia respecto a China fue uno de los
factores que provocaron la decisión de los militares de Myanmar de
abrirse económicamente a Occidente. Declararon que el recrudecimiento de
las sanciones económicas de Estados Unidos había dañado enormemente al
país y el presidente Thein Sein realizó su mayor apertura de
liberalización, así como también le otorgó la libertad a la disidente
Aung San Suu Kyi, apoyada por Estados Unidos, para que pueda contender
por un cargo de elección popular por su partido; a cambio, recibió
promesas de la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, de inversiones
estadounidenses en el país y el posible levantamiento de las sanciones
económicas. [14]
Las empresas estadounidenses que se
relacionan Birmania son seleccionadas cuidadosamente en Washington para
introducir las más destructivas reformas de “libre mercado” que llevarán
la inestabilidad a Myanmar. Estados Unidos no permitirá inversiones en
entidades que sean propiedad de las Fuerzas Armadas de Myanmar o de su
Ministerio de Defensa. También podrá imponer sanciones a “aquellos que
socaven el proceso de reforma, involucrados en abusos a los derechos
humanos que hayan contribuido a conflictos étnicos o participado en
intercambios militares con Corea del Norte.” Estados Unidos impedirá que
empresas o personas establezcan transacciones con todo “ciudadano o
empresa designado(s) especialmente” que controlen — permitiéndole a
Washington, por ejemplo, detener la canalización de recursos económicos a
grupos que “interrumpan el proceso de reforma”. Es el clásico
planteamiento de “la zanahoria y el garrote”, donde la zanahoria está
representada por fabulosas riquezas si Birmania abre su economía a las
empresas estadounidenses y castiga a quienes intentan resistirse a la
absorción de los principales activos del país. El petróleo y el gas,
vitales para China, serán un objetivo especial de la intervención
estadounidense. Las empresas y ciudadanos estadounidenses podrán
invertir en empresas de petróleo y gas propiedad del estado (Myanma Oil
and Gas Enterprise).[15]
Obama también creó una nueva fuerza para
que el gobierno imponga “sanciones de bloqueo” a cualquier persona que
amenace la paz en Myanmar. Las empresas con más de US $500,000 inversión
en el país deberán presentar un informe anual al Departamento de
Estado, con detalles sobre derechos laborales, adquisición de tierras, y
pagos superiores a US $10,000 a entidades gubernamentales, incluyendo
empresas estatales de Myanmar. Las empresas y ciudadanos estadounidenses
podrán invertir en la empresa Myanma Oil and Gas Enterprise, de
propiedad estatal, pero los inversores deberán informarle al
Departamento de Estado en el término de 60 días.
También, las ONGs estadounidenses de
“derechos humanos”, muchas de ellas asociadas estrechamente con los
planteamientos geopolíticos del Departamento de Estado, incluyendo a
Freedom House, Human Rights Watch, Institute for Asian Democracy
(Instituto para la Democracia en Asia), la Open Society Foundation,
Physicians for Human Rights (Médicos por los derechos humanos), U.S.
Campaign for Burma (Campaña de EUA por Birmania), United to End Genocide
(Unidos para terminar el genocidio )— podrán operar en Myanmar de
acuerdo con una decisión de la Secretaria de Estado en abril de
2012.[16]
Tailandia, otra clave en la estrategia
defensiva del Collar de perlas de China, también ha sido sometida a una
intense desestabilización en estos años. Ahora con la hermana de un
corrupto ex primer ministro en el poder, las relaciones EEUU-Tailandia
ha mejorado significativamente.
Rutas maritimas china
Después de choques sangrientos, el
multimillonario apoyado por Estados Unidos, el ex primer ministro
tailandés Thaksin Shinawatra, consiguió imponer a su hermana, Yingluck
Shinawatra como primera ministra, y según se informa, sigue moviendo los
hilos desde el extranjero. El propio Thaksin disfruta de una cómoda
estadía en Estados Unidos al momento de este escrito, en el verano de
2012.
Las relaciones de Estados Unidos con la
hermana de Thaksin, Yingluck Shinawatra, están encaminadas a satisfacer
plenamente el “giro estratégico” de Obama para enfocarse en la “amenaza
china”. En junio de 2012, el General Martin E. Dempsey, Jefe del Estado
Mayor Conjunto de Estaods Unidos, declaró a su regresp de una visita a
Tailandia, Filipinas y Singapur: “Queremos asociarnos con naciones y
tener una presencia alternada que nos permita construir capacidades
comunes para intereses comunes.” Éstas son precisamente las cuentas
principales en lo que el Pentágono define como el Collar de Perlas.
El Pentágono está negociando
discretamente regresar a las bases abandonadas después de la guerra de
Vietnam. Está negociando con el gobierno tailandés para crear un nuevo
centro de “ayuda para desastres” en el campo de aviación de la Armada
Real Tailandesa en U-Tapao, a 144 km al sur de Bangkok.
El ejército etadounidense construyó la
pista de 3 km de largo, una de las más largas de Asia, en los años 1960
para servir de base principal de escala y reabastecimiento de
combustible durante la guerra de Vietnam.
El Pentágono también está trabajando para
garantizar más derechos a las visitas de la marina de guerra
estadounidense a puertos tailandeses a fin de coordinar vuelos de
vigilancia para monitorear rutas comerciales y desplazamientos
militares. Y pronto tendrá a Singapur como base para cuatro de sus más
recientes buques de guerra — buques de combate litoral — y los alternará
periódicamente a Tailandia y a otros países del sureste asiático. La
Armada de EEUU pretende opciones para realizar misiones de vuelos de
vigilancia ordenados desde Tailandia.[17]
Además, el subsecretario de Defensa
Ashton Carter visitó Tailandia en julio de 2012 y el gobierno tailandés
invitó al secretario de Defensa Leon Panetta, quien se reunió con el
ministro tailandés de Defensa en una conferencia en Singapur en junio
[18]. En 2014, marina de guerra estadounidense tiene agendado comenzar
el despliegue de una nueva aeronave antisubmarinos y de reconocimiento
P-8A Poseidon en el Pacífico, reemplazando a los aviones de vigilancia
P-3C Orion. También está preparando el despliegue de nuevos aviones no
tripulados de vigilancia de gran altura en la región Asia-Pacífico en
esos tiempos. [19]
PARTE IV: Defensa India-EEUU «Política de mirar hacia el este»
El
Secretario de Defensa, Leon Panetta, estuvo en la India en junio de
2012. Allí proclamó que la cooperación en materia de defensa con la
India es el eje de la estrategia estadounidense de seguridad en Asia. Se
comprometió a ayudar a desarrollar las capacidades militares de la
India y a colaborar en la producción conjunta de “artículos” de defensa
de alta tecnología. Panetta fue el quinto secretario del gabinete de
Obama en visitar la India este año. El mensaje que todos llevaron es
que, para Estados Unidos, la India será la relación más importante del
siglo XXI. La razón es el surgimiento de China. [20]
Hace varios años, durante la
administración Bush, Washington realizó un paso de envergadura al
asegurar a la India como aliado militar de Estados Unidos frente a la
creciente presencia china en Asia. La India lo define como la “Política
de mirar hacia el este”. En realidad, a pesar de todas las afirmaciones
sobre lo contrario, es una política militar de “mirar hacia China”.
En comentarios realizados en agosto de
2012, el subsecretario de Defensa Ashton Carter declaró, “la India es
también una parte fundamental de nuestro reequilibrio en la región
Asia-Pacífico, y, creemos, para más seguridad y prosperidad en el siglo
XXI. Las relaciones EEUU-India tienen un alcance mundial, como al
alcance influencia de ambos países.” [21] En 2011, el ejército
estadounidense realizó más de 50 actividades militares significativas
con la India.
Carter continuó haciendo observaciones
después de un viaje a Nueva Delhi, “Nuestros intereses de seguridad
convergen: en seguridad marítima, en toda la región del Océano Índico;
en Afganistán, donde la India ha realizado muchísimo por el desarrollo
económico y las fuerzas de seguridad afganas; y en temas regionales más
amplios, donde compartimos intereses a largo plazo. Estuve en la India a
solicitud del secretario Panetta y con una delegación de alto nivel de
expertos técnicos y de política de Estados Unidos.” [22]
Océano Índico
La
estrategia del “Collar de perlas” del Pentágono contra China no tiene
hermosas perlas, sino una soga de verdugo alrededor de China, diseñada
para aislar completamente a China de su acceso a materias primas
vitales, muy particularmente del petróleo proveniente del Golfo Pérsico y
de África.
El ex consejero del Pentágono, Robert D.
Kaplan, que ahora trabaja con Stratfor, ha observado que el Océano
Índico se ha vuelto un “centro de gravedad estratégico” mundial y que
quien controle ese centro, controla Eurasia, incluyendo a China. Ese
océano es un corredor marítimo vital para flujos de energía y comercio
entre los países de Medio y Lejano Oriente. Más estratégicamente, es el
corazón de un eje económico sur-sur en desarrollo entre China, África y
América Latina.
Desde 1997, el comercio entre China y
África se ha incrementado en más de 20 veces y el comercio con América
Latina, incluyendo a Brasil, se ha incrementado en 14 veces en apenas 10
años. De continuar esa dinámica, puede acabar eclipsando en menos de
una década la importancia económica de la Unión Europea, así como
también la decreciente economía industrial de Norteamérica, algo que los
grupos de poder de Washington y Wall Street están determinados a
impedir a toda costa.
Tratando de eludir el arco islámico, que
se extiende desde Somalia hasta Indonesia pasando por los países del
Golfo y de Asia Central, la región que rodea el Océano Índico se ha
vuelto definitivamente el centro de gravedad estratégico del mundo.[23]
Ningún bloque económico rival puede
permitirse desafiar la hegemonía estadounidense. El ex consejero
geopolítico de Obama, Zbigniew Brzezinski, un estudiante de la
geopolítica de Mackinder y aún hoy junto con Alfred Heinz (alias Henry
Kissinger) una de las personas más influyentes de la élite política de
Estados Unidos, sintetizó la posición vista desde Washington en su libro
de 1997, El gran tablero de ajedrez: La superioridad estadounidense y
sus imperativos geoestratégicos (The Grand Chessboard: American Primacy
and It’s Geostrategic Imperatives):
Es imperativo que no surja ningún
contendiente euroasiático capaz de dominar Eurasia y, por lo tanto, de
desafiar también a Estados Unidos. La formulación de una geoestrategia
euroasiática global e integral es, por lo tanto, el propósito de este
libro. [24]
Para Estados Unidos, el premio
geopolítico más importante es Eurasia… La superioridad mundial de
Estados Unidos depende directamente de cuánto y cómo se mantenga
efectivamente su preponderancia sobre el continente euroasiático. [25]
En ese contexto, resulta esencial cómo
‘administra’ Estados Unidos a Eurasia. Se trata del más grande del mundo
y es axial geopolíticamente. La potencia que domine a Eurasia
controlará dos terceras partes de las regiones más avanzadas y
económicamente más productivas del mundo. Un vistazo al mapa sugiere
también que el control sobre Eurasia casi supondría también la
subordinación automática de África, volviendo al hemisferio occidental y
a Oceanía geopolíticamente periféricos con respecto al continente
central del mundo. Aproximadamente el 75% de la población mundial vive
en Eurasia, la mayor parte de la riqueza física mundial también se
encuentra allí y, tanto en sus empresas como debajo de su suelo. Eurasia
representa el 60% del PIB mundial y aproximadamente tres cuartas partes
de los recursos energéticos conocidos a nivel mundial. [26]
El Océano Índico está coronado por lo que
algunos llaman un arco islámico de países que van de África Oriental a
Indonesia incluyendo a los países del Golfo Pérsico y del Asia Central .
El surgimiento de China y de otras potencias asiáticas más pequeñas en
las pasadas dos décadas ha desafiado la hegemonía de Estados Unidos en
el Océano Índico, por vez primera desde el inicio de la Guerra Fría.
Especialmente en los años recientes, a medida que la influencia
estadounidense ha declinado vertiginosamente y que la de China ha
aumentado espectacularmente, el Pentágono ha comenzado a rediseñar su
presencia estratégica en el Océano Índico. El “viraje asiático” de Obama
se centra en asumir un control decisivo del Pentágono sobre las rutas
marítimas del Océano Índico y las aguas del Mar del Sur de China. La
base militar de Estados Unidos en Okinawa, Japón, se está remozando como
un centro esencial para proyectar al ejército estadounidense hacia
China. Para 2010 había más de 35,000 militares del ejército
estadounidense destacados en Japón, además de 5,500 civiles
estadounidenses empleados allí por el Departamento de Defensa de Estados
Unidos. La Séptima Flota de Estados Unidos tiene base en Yokosuka. La
3ª Fuerza Expedicionaria Marina en Okinawa. 130 aviones de combate de la
US Air Force están destacados en la base aérea de Misawa y en la base
aérea de Kadena.
El gobierno japonés comenzó en 2011 un
programa de armamento diseñado para contrarrestar lo que se interpreta
como la creciente amenaza china. El comando japonés ha instado a sus
líderes a solicitar a Estados Unidos la venta de jets de combate F-22A
Raptor, cuya venta se prohibe actualmente por la legislación
estadounidense. Los ejércitos surcoreano y estadounidense han ampliado
su alianza estratégica y más de 45,000 soldados estadounidenses han sido
destacados ahora en Corea del Sur. Los surcoreanos y estadounidenses
afirman que ello se debe a la modernización del ejército de Corea del
Norte. China y Corea del Norte denuncian que se trata de una medida
innecesariamente provocativa.[27]
Pretextando su guerra contra el
terrorismo, Estados Unidos ha desarrollado acuerdos militares de
envergadura con Filipinas y con el ejército de Indonesia.
Situación estratégica de la base militar de Diego Garcia.
Base Militar USA en la Isla Diego Garcia
La base militar de la isla Diego García
es el eje de control estadounidense en el Océano Índico. En 1971 el
ejército de Estados Unidos expulsó a los pobladores de Diego García para
construir una vasta instalación militar y lanzar posteriormente
misiones contra Iraq y Afganistán.
China tiene dos talones de Aquiles — el
estrecho de Ormuz en la entrada de Golfo Pérsico y el estrecho de Malaca
cerca de Singapur. Aproximadamente un 20% del petróleo de China pasa
por el estrecho de Ormuz. Y alrededor del 80% del petróleo chino pasa
por el estrecho de Malaca, al igual que un comercio de carga relevante.
Para impedir que China emerja
exitosamente como un competidor económico de peso a nivel mundial para
Estados Unidos, Washington lanzó la llamada Primavera Árabe a finales de
2010. Aunque las aspiraciones democráticas y libertarias de millones de
ciudadanos árabes en Túnez, Libia, Egipto y algunos países más es
auténtica, estos fueron utilizados en realidad como carne de cañón
involuntaria para desatar una estrategia estadounidense de caos, guerras
y conflictos intra-islámicos en todo el mundo islámico, rico en
petróleo, desde Libia, en el norte de África, hasta Siria y, en último
término, Irán, en el Medio Oriente. [28]
La estrategia estadounidense en los
países del arco islámico asentados en el Océano Índico es, como lo
definió el analista estratégico Mohamed Hassan:
Estados Unidos pretende controlar estos
recursos para evitar que lleguen a China. Esta guerra era un objetivo
principal de las guerras en Iraq y Afganistán, pero estas se han
convertido en fracasos. Estados Unidos destruyó estos países para
imponer gobiernos dóciles, pero ha fracasado. ¡La cereza sobre el pastel
son los nuevos vínculos entre los gobiernos iraquí y afgano con China!
Por lo tanto, Pekín no ha necesitado gastar miles de millones de dólares
en una guerra ilegal para influir en el oro negro de Iraq: las empresas
chinas simplemente compraron concesiones petroleras en subasta con
total legalidad.
La estrategia de Estados Unidos ha
fracasado de cabo a rabo. Sin embargo, aún hay una opción abierta para
EEUU: mantener el caos para evitar que estos países logren estabilidad
en beneficio de China. Esto implica continuar la guerra en Iraq y
Afganistán y extenderla a países como Irán, Yemen o Somalia.[29]
PARTE V: Mar del Sur de China
Disputas en mar del Sur Chino
La República Popular China, así como
Taipei, Vietnam, Filipinas, Malasia y Brunei, reclaman la posesión total
o parcial de las aguas de la región, potencialmente ricas en petróleo y
minerales y de gran valor estratégico como vías marítimas comerciales.
La culminación de la soga de verdugo del
llamado “Collar de perlas” del Pentágono alrededor de China como medio
de aislarla de la energía vital y de otras importaciones en caso de
guerra, se centraba en 2012 en la creciente manipulación de los
acontecimientos en el Mar del Sur de China. El Ministerio de Recursos
Geológicos y Minería de la República Popular China calculaba que el Mar
del Sur de China puede contener 18 mil millones de toneladas de petróleo
crudo (en comparación con los 13 mil millones de toneladas de Kuwait).
El cálculo más optimista sugería que los recursos petroleros potenciales
(reservas no probadas) de las islas Spratly y Paracelso, en el Mar del
Sur de China, podrían elevarse a 105 mil millones de barriles de
petróleo, y que el total del Mar del Sur de China podría llegar a los
213 mil millones de barriles. [30]
Sorprendentemente, la existencia en la
zona de tan vastas reservas de energía no se ha vuelto un tema de
seguridad energética fundamental para China. Washington ha implementado
una intervención calculada en los años recientes para sabotear los
intereses chinos, utilizando especialmente a Vietnam como cuña contra la
exploración petrolera china. En julio de 2012, la Asamblea Nacional de
Vietnam aprobó una ley que demarcaba los límites marinos vietnamitas
incluyendo a las islas Spratly y Paracelso. La influencia estadounidense
en Vietnam se ha vuelto decisiva desde que el país se abrió a la
liberalización económica. En 2011 el ejército de Estados Unidos comenzó
la cooperación con Vietnam, incluyendo ejercicios militares “pacíficos”
conjuntos. Washington ha apoyado tanto a Filipinas como a Vietnam en sus
reivindicaciones territoriales sobre territorios reivindicados por
China en el Mar del Sur de China, fomentando que los mencionados países
pequeños no busquen una solución diplomática.[31]
En 2010, las grandes empresas petroleras
de Estados Unidos y del Reino Unido ingresaron a la oferta para la
exploración en el Mar del Sur de China. La oferta de Chevron y BP se
sumó a la presencia en la región de la Anadarko Petroleum Corporation,
con sede en Estados Unidos. Esa transacción es esencial para
proporcionar a Washington el pretexto de la “defensa de los intereses
petroleros estadounidenses” en el área. [32]
En abril de 2012, el buque de guerra
filipino Gregorio del Pilar estuvo involucrado en un altercado con dos
barcos de vigilancia chinos en el Arrecife de Scarborough, un área
reivindicada por ambas naciones. La marina de guerra de Filipinas
incluso prentendió arrestar a pescadores chinos que supuestamente
estaban capturando especies marinas en el área protegida por el
gobierno, pero embarcaciones patrulleras lo impidieron. El 14 de abril
de 2012, Estados Unidos y Filipinas realizaron sus ejercicios anuales en
Palawan, Filipinas. El 7 de mayo de 2012, el viceministro chino de
Relaciones Exteriores Fu Ying convocó a una reunión con Alex Chua,
encargado de negocios de la embajada filipina en China, para hacerle un
grave reclamo sobre el incidente en el Arrecife de Scarborough.
Desde Corea del Sur hasta Filipinas y
Vietnam, el Pentágono y el Departamento de Estado impulsan la lucha por
los derechos sobre el Mar del Sur de China para introducir furtivamente
la presencia militar estadounidense en la zona a fin de “defender” los
intereses vietnamitas, japoneses, coreanos o filipinos. La soga de
verdugo militar alrededor de China se va tensando poco a poco.
Aunque el acceso de China a vastos
recursos petroleros y gasíferos marítimos está siendo restringido,
Washington estaba tentando activamente a estimulando a China para que
esta explote masivamente las vetas de gas dentro de su territorio. No
por buena voluntad de Estados Unidos hacia China. De hecho, se trata de
otra arma principal en la destrucción de China: la guerra ambiental.
por F. William Engdahl
Notas:
[1] Presidente Barack Obama,
comentarios del presidente Obama al parlamento australiano, 17 de
noviembre de 2011, http://www.whitehouse.gov/the-press….
[2] Ibid.
[3] Otto Kreisher, Jefe de Defensa del RU ante la OTAN: 22 de julio de 2012, http://defense.aol.com/2012/07/19/u… .
[4] BBC, el ejército chino ‘cierra
brechas fundamentales’, dice el Pentágono, 25 de agosto de 2001,
http://www.bbc.co.uk/news/world-asi… .
[5] Ibid.
[6] Greg Jaffe , El modelo de EUA
para una guerra futura aviva las tensiones con China y al interior del
Pentágono, Washington Post, 2 de agosto de 2012,
http://www.turkishweekly.net/news/1….
[7] Ibid.
[8] Matt Siegel, como parte del
pacto, marines estadounidenses llegan a Australia, en China’s Strategic
Backyard, The New York Times, 4 de abril de 2012,
http://www.nytimes.com/2012/04/05/w….
[9] Greg Jaffe, op. Cit.
[10] F. William Engdahl, Espectro de
dominación total: Democracia totalitaria en el Nuevo Orden Mundial,
Wiesbaden, edición de 2009, Engdahl, pág. 190.
[11] The Washington Times, China forma rutas marítimas estratégicas, 17 de enero de 2005, http://www.washingtontimes.com/news…
[12] Ibid.
[13] Ibid.
[14] Wall Street Journal, Una
abertura en Birmania: Wall Street Journal, 22 de noviembre de 2011,
http://online.wsj.com/article/SB100…
[15] Radio Asia Libre, US invertirá en el petróleo de Birmania, 7 de noviembre de 2011, http://www.rfa.org/english/news/bur…
[16] Shaun Tandon, US levanta las
restricciones de Myanmar para las ONGs, AFP, 17 de abril 2012,
http://www.google.com/hostednews/af…
[17] Craig Whitlock, los ojos de EUA
regresan a algunas bases militares del sureste asiático, Washington
Post, 23 de junio de 2012, http://www.washingtonpost.com/world…
[18] Ibid.
[19] Ibid.
[20] Premvir Das, llevar los vínculos
de defensa de EUA-India al siguiente nivel, 18 de junio de 2012,
http://www.rediff.com/news/slide-sh…
[21] Zeenews, Los vínculos de
EUA-India son de alcance mundial: Pentágono, 2 de agosto de 2012,
http://zeenews.india.com/news/world…
[22] Ibid.
[23] Gregoire Lalieu, Michael Collon,
¿Se está decidiendo hoy el destino del mundo en el Océano Índico?, 3 de
noviembre de 2010, http://www.michelcollon.info/Is-the…
[24] Zbigniew Brzezinski, El gran
tablero de ajedrez: La superioridad estadounidense y sus imperativos
geoestratégicos, 1997, Basic Books, pág. Xiv.
[25] Ibid., pág. 30.
[26] Ibid., pág. 31.
[27] Cas Group, Antecedentes sobre la crisis del Mar del Sur de China, http://casgroup.fiu.edu/pages/docs/…
[28] Gregoire Lalieu,, et al, op. Cit.
[29] Ibid.
[30] GlobalSecurity.org, Petróleo y gas natural del Mar del Sur de China, http://www.globalsecurity.org/milit…
[31] Agence France Presse, EUA, Relación militar inicial con Vietnam, 1 de agosto de 2011, http://www.defensenews.com/article/…
[32] Zacks Equity Research, Las
grandes petroleras se enfocan en el Mar del Sur de China, 24 de junio de
2010, www.zacks.com/stock/news/360…
F. William Engdahl
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Fuente: Global Research / Red Voltaire, 23 de agosto de 2012.
Traducido por: Yaotl Àltan.
http://www.dossiergeopolitico.com/2012/09/china-en-la-mira-del-pentagono.html?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=china-en-la-mira-del-pentagono