Este extraño, y supuestamente autopropulsado objeto metálico, sin fisuras, fue descubierto por miembros de la familia Betz en 1974, y rápidamente se convirtió en un objeto de fascinación, controversia y alarma para los científicos, militares, ufólogos y público en general.
La historia de esta misteriosa esfera se extendió como un reguero de pólvora a través de los medios de comunicación internacionales.
El 26 de mayo de 1974, Terry Matthew Betz, un joven de 21 años de edad, estudiante de medicina, junto a su madre Gerry y su padre Antoine, un ingeniero naval, estaban inspeccionando los daños causados por un incendio forestal que arrasó una franja de 88 hectáreas de bosque que habían adquirido recientemente en Fort George Island, que se encuentra justo al este de Jacksonville, Florida.
Al principio, el trío no encontró nada fuera de lo común, pero antes de que su expedición acabara , tropezaron con una esfera de metal pulido, de unos 20 cm de diámetro. Tenia una marca de forma alargada triangular estampada en su superficie como único distintivo.
Extrañados, Terry y sus padres se preguntaban si podrían haber tropezado con algún tipo de artefacto caído de la NASA o incluso de un satélite soviético.
Pensaron que la fricción inducida de este objeto cayendo de su órbita podría haber tenido algo que ver con el incendio que asoló su propiedad, pero ninguno de ellos encontró un cráter de impacto o alguna indicación de colisión, ni daños en la esfera de metal reluciente, producidos por el calor.
El trío entonces conjeturó que podría ser una "bola de un antiguo cañón, que alguien había bañado en plata", como recuerdo. Terry decidió meter la esfera en su coche y llevarla de vuelta a su casa.
Terry Matthew puso su extraño objeto al lado de la ventana de su dormitorio, y allí permaneció el objeto, prácticamente olvidado, hasta aproximadamente dos semanas después, cuando Terry decidió entretener a su amiga, Teresa Fraser, con un recital de guitarra en su cuarto, provocando algunas reacciones inusuales en esta enigmática esfera.
La misteriosa esfera despierta.
Según el informe de Terry, momentos después de que comenzó a tocar la guitarra, la bola metálica comenzó a "vibrar como un tenedor", y comenzó a emitir un sonido punzante en respuesta a ciertas notas. Este sonido fue acompañado por lo que parecía ser una inaudible - por lo menos para el oído humano - resonancia que si sentía el perro de la familia Matthew.
Días después, el 15 de abril de 1974, en la edición del periodico Palm Beach Post, Gerri Betz declaro: "Debe emitir algún tipo de ondas de alta frecuencia. Cuando ponemos nuestra caniche al lado de la esfera, ella gime y pone sus patas sobre las orejas".
En los días que siguieron, la familia Betz comenzó a descubrir algunos nuevos atributos de la esfera. Ellos observaron que cuando la esfera era empujada por el suelo, cambiaba de dirección (a menudo más de una vez) y siempre volvía al principio. En una circunstancia sin precedentes la esfera rodó durante 12 minutos seguidos sin una sola pausa.
Como si esto no fuera suficientemente sorprendente, Terry y su familia pronto se dieron cuenta de que la esfera parecía ser sensible a las condiciones meteorológicas, era más activa en los días soleados en comparación con los nublados, como si se viera afectada por la energía solar. A pesar de que estaba claramente influenciada por la luz solar, la esfera no registró ningún cambio obvio cuando se le expuso al calor o la luz infrarroja.
El globo de acero también esporádicamente vibraba a una frecuencia baja, como si "un motor funcionara dentro".
Terry comenzó a realizar una serie de experimentos caseros sobre el objeto.
Sus experimentos iniciales eran rudimentarios, pero las cosas se pusieron interesantes cuando Terry puso el objeto en la superficie de cristal de la mesita de café de su madre.
La esfera empezó a rodar por la superficie de la mesita para detenerse en el borde, y luego revertir su dirección, sólo para detenerse de nuevo en el borde opuesto y repetir la maniobra. La familia de Betz comenzó a considerar la posibilidad de que este objeto estuviera equipado con un sistema de guía sofisticado o fuese controlado inteligentemente ya sea desde dentro de la esfera o por alguna fuerza externa. La familia comprendió que la esfera parecía estar tratando de llegar a salvo al suelo sin caerse.
Un hecho aún más extraño ocurrió cuando uno de los miembros de la familia decidió inclinar la mesa en un ángulo hacia arriba y la esfera comenzó a subir por la pendiente utilizando su propio impulso. Este desafío aparentemente imposible de la ley de gravedad de Newton dejo a la familia Betz completamente desconcertada.
La familia de Betz viendo la capacidad evidente de la esfera para moverse independientemente por su casa decidieron colocarla en una bolsa sellada por la noche para que el objeto no pudiera escapar. Después de días de observación de la esfera haciendo hazañas increíbles, la familia Betz decidió que era hora de irse a la opinión pública y tratar de averiguar qué era lo que en realidad tenían en su poder.
Comienza el show mediático
La primera llamada que hizo Gerri Betz fue al Diario local Jacksonville. El diario estaba intrigado por la historia y envió a un fotógrafo experimentado, Lon Enger, para conocer la historia y tomar una cuantas fotos. Enger, escéptico, aceptó el encargo, pero pensaba que pudiera estar entrando en una cueva de chiflados ... iba a abandonar esa teoría muy pronto.
Cuando Enger llegó a la casa de los Betz, fue recibido con entusiasmo por Gerri quien no perdió tiempo en enseñarle la esfera. Enger describió el momento el 12 de abril de 1974, edición del St. Petersburg Times: "Yo soy muy receloso de este tipo de cosas. Cuando llegué allí, la Sra. Betz dijo: no vas a creer esto si no lo ves."
Fue entonces cuando la matriarca del clan Betz encargó a Enger todavía dudoso que le diera un pequeño empujón por el suelo. Enger describe el suceso con estas palabras:
"Ella me dijo que le diera un empujón. Rodó por el suelo y se detuvo. ¿Y qué? Ella dijo, 'espera un minuto. Se movió por sí mismo y rodó un trecho de poco mas de 1 metro. Se detuvo. Luego se volvió de nuevo y rodó hacia la izquierda unos dos metros y medio, hizo un arco grande y volvió derecho a mis pies."
Enger examinó la bola de acero con atención y, al igual que la familia de Betz antes que él, no pudo encontrar las costuras y ni la indicación de un fabricante en la superficie, a excepción del símbolo inescrutable triangular estampada en su cara. El fotógrafo llevó esta fantástica historia a su editor, el articulo no perdió tiempo en ser publicado y en pocos días una tormenta mediática surgió en todo el mundo.
Los reporteros de publicaciones tan prestigiosas como el New York Times, the London daily y decenas de otros periódicos de lugares tan lejanos como Japón, llamaron o viajaron a St. George Island para ver esta misteriosa esfera con sus propios ojos, pero no era sólo periodistas cuya curiosidad se despertó por este extraño caso. Las comunidades científicas y militares también estaban pidiendo a gritos echar un vistazo a este inusual objeto.
Los representantes del Cuerpo de Marina de EE.UU. y la NASA se pusieron en contacto con la familia Betz, al igual que investigadores del fenómeno ovni que representaban a la Organización de Investigación de Fenómenos Aéreos (APRO). Los visitantes llegaban escépticos, pero casi todo el mundo se quedo impresionado y perplejo por las habilidades de la extraña esfera.
Un portavoz de la Marina de los EE.UU. incluso fue tan lejos como para admitir en la televisión que la bola se comportó extrañamente en su presencia y reconoció que él era incapaz de explicar su origen. Un comunicado de prensa oficial emitido por la marina declaraba públicamente que la esfera no era propiedad del gobierno de los Estados Unidos.
En este punto el patriarca de la familia, había sido obligado a volver a su trabajo en la mar en un barco de carga y Gerri y sus hijos fueron arrastrados por un torbellino de medios de comunicación del que no parecía haber ningún indulto.
La familia, que había elegido deliberadamente un lugar aislado donde vivir, se habían visto abrumados por el frenesí de la prensa y en el 14 de abril 1974 de la edición del Palm Beach Post, Gerri declaró:"Vinimos a Fort George Island buscando tranquilidad. Ahora no puedo alejarme del teléfono. Llaman a todas horas, sea de día o de noche ".
En la cima de este frenesí, el astrónomo y ufólogo de renombre, el Dr. J. Allen Hynek, pidió que la familia Betz enviara la esfera a su oficina en la Universidad Northwestern en Chicago, así que él, personalmente, podría inspeccionarla, pero Gerri se negó porque pensaba que la esfera podría ser robada o perderse.
El Dr, Hynek estubo de acuerdo. Un informe publicado en el 16 de abril de 1974, edición del News Sentinel, el Dr, Hynek declaró:"Ella [Gerri Betz] dijo que los expertos con los que ella había hablado en la Universidad Northwestern le dijeron que sería" demasiado ariesgado "enviar la esfera a Chicago para su análisis."
Para disgusto de decenas de científicos y militares la esfera quedó firmemente arraigada en la casa de los Betz, y ahí es donde el extraño objeto se mantuvo hasta que una extraña serie de eventos inexplicables obligó a la familia a preguntarse si la esfera era inocua, o era capaz de canalizar fuerzas sobrenaturales.
Justo cuando la familia Betz comenzó acostumbrarse a la vorágine mediática, las cosas de repente dieron un giro de lo más raro.
Gerri Betz explicó que ella y su familia comenzaron a escuchar un extraño sonido, en la oscuridad de la noche, oían el sonido de un órgano, aunque no había dicho instrumento en su casa. Como si eso no fuera lo suficientemente espeluznante, las puertas comenzaron a cerrarse, aparentemente por su propia voluntad, a todas horas del día y de la noche.
Mientras que la familia Betz contó que no tenían miedo a las fuerzas de poltergeist que parecían haber invadido su hogar, este nuevo desarrollo motivó que Antoine y Gerri decidieran que ya era hora de llegar al fondo de este misterio . Para ayudar a alcanzar ese objetivo se pusieron en contacto con ...
La marina de guerra de EE.UU.
Tras una serie de espantosos sucesos durante la noche, la familia Betz finalmente renunció a la esfera y la envió a la base Naval de Jacksonville. Los esfuerzos iniciales de los expertos de la Armada les llevaron a callejones sin salida ya que sus máquinas de rayos X no eran lo suficientemente fuertes como para penetrar en la esfera.
Según el portavoz de la Marina, Chris Berninger:"Nuestros primeros intentos de rayos X nos llevó a ninguna parte. Vamos a utilizar una máquina más potente en ella y también realizar pruebas de espectrógrafo para determinar de qué metal está hecha... Ciertamente hay algo extraño en ella. "
Eventualmente, los científicos de la base fueron capaces de determinar que el tamaño exacto de la esfera era de 20,21 cm de diámetro y que pesaba exactamente 9,67 kg. También concluyeron que la cáscara de la esfera era de aproximadamente de 1,25 cm de espesor que, según el informe, podría soportar una presión de 54.431 kg por pulgada cuadrada, era de acero magnético, que contienen níquel inoxidable diseñado para el tratamiento térmico de las más altas propiedades mecánicas y resistencia a la corrosión.
Con el potente equipo de rayos X de la Marina 300 KV se descubrieron dos objetos redondos dentro de la esfera rodeada por un "halo" hecho de un material con una densidad inusual. También observaron que la esfera muestra cuatro polos magnéticos diferentes, dos positivos y dos negativos.
La Armada también concluyó que si bien la esfera era intensamente magnética, no mostró signos de radiactividad y no pareció ser un explosivo.
En este punto los científicos de la Armada querían cortar en el objeto para conseguir una mejor información, pero Gerri Betz se negó rotundamente, declarando a la prensa:"Les dije que quería un informe completo en dos semanas, y si no se puede identificar como propiedad del gobierno ha de ser devuelta a nosotros."
La Armada cumplió su promesa y le devolvió la esfera, pero las preguntas sobre el origen y la identidad del objeto se mantuvo. En este punto la familia Betz comenzó a considerar seriamente la posibilidad de que estaban en posesión de tecnología extraterrestre o un "dispositivo de espionaje extranjero" como algunos de sus vecinos lo llamaron.
El portavoz de la marina, Berninger, era reacio a considerar incluso la hipótesis del origen extraterrestre, declarando el 15 de abril de 1974, en la edición del Palm Beach Post: "No sé quién lo fabrica, pero me dicen que vino de la Tierra. Sabemos que no es explosivo y no presenta ningún peligro ".
Las palabras Berninger sobre la supuesta seguridad, así como el origen terrestre de la esfera no sería compartida por otros científicos que vieron la bola de acero.
Homega Minus One Institute
El 13 de abril de 1974, el Dr. Carl Wilson, que representa a una firma de investigación de Louisiana conocida como Minus One Omega Institute en Baton Rouge, apareció en escena.
El Dr. Willson examino la esfera durante más de 6 horas y descubrió lo que parecían ondas de radio procedentes de la misma y un campo magnético a su alrededor.
Dr. Willson confirmó el descubrimiento de la Marina de polos múltiples dentro de la esfera y como la densidad de flujo del campo parecía fluctuar. Esto, según él, desafía las leyes conocidas de la física.
El buen doctor, evidentemente, llegó a sugerir que el metal que compone la cáscara de la esfera, es comparable al acero inoxidable, pero contiene un elemento desconocido por lo que es ligeramente diferente de la del acero.
Dr. Willson al parecer también fue testigo de la capacidad de la esfera para impulsarse a través de superficies y cambiar de dirección bruscamente, pero "no pudo determinar un patrón en el movimiento" o explicar cómo eso era posible. Una de las teorías postuladas fue que podría ser una sonda extraterrestre dañada o quizás incluso algún tipo de dispositivo anti-gravitacional.
Al final, las conclusiones del Instituto Omega Minus One con respecto a la identidad de la esfera misteriosa eran tan concluyentes como el de la marina de guerra, y la familia Betz no estaban más cerca de la verdad. Fue entonces que miembros de la APRO lograron convencer a la familia que podría estar en posesión de la existencia de inteligencia extraterrestre, y como tales tendrían legítimamente derecho a reclamar la recompensa de 50.000 $ al National Enquirer ...
Prueba positiva de OVNIs
A principios de 1970, el equipo editorial de la revista National Enquirer y la mayoría de otras publicaciones populares, tomaron un interés serio en temas como la criptozoología, ufología y lo sobrenatural.
El 12 de marzo de 1972, la publicación ofreció una recompensa de 10.000 dólares para la "mejor evidencia científica de la realidad de los ovnis" y 50,000$ a la primera persona que pueda probar que un objeto volador no identificado (OVNI) vino del espacio exterior. Esta suma ya abundante se elevó a 1.000.000 dólares en 1976.
Mientras que el Enquirer es considerado por la mayoría como poco más que un tabloide, la publicación hizo grandes esfuerzos para reunir a un "Panel de Alto Nivel", compuesto de destacados científicos como el Dr. J. Allen Hynek, el Dr. Albert James Harder, Dr. R. Leo Sprinkle, el biólogo Frank B. Salisbury y de la Universidad del Estado de Nueva York, el profesor de filosofía, el doctor Robert F Creegan.
Además de los cientificos, el panel se completó con miembros tan apreciados como un ex juez del Tribunal Supremo, un ex Fiscal General de los Estados Unidos y un ex periodista del New York. Los jefes de la ORAP, MUFON (Mutual UFO Network) y NICAP (Comité Nacional de Investigaciones sobre Fenómenos Aéreos) también formaban una especie de "mini panel," que era el encargado de decidir qué casos irían al primer panel .
El equipo se reunía una vez al año y se encargaba de la difícil tarea de designar a los casos más legítimos de los encuentros OVNI reportados en el último año, así como el examen de cualquier evidencia física de dichos encuentros.
Sería decisión del panel, decidir si alguna de estas pruebas representaba una prueba incontrovertible de vida extraterrestre y por lo tanto merecedor del premio.
Hasta este momento, el único ganador fue Durel Johnson y su familia que estuvieron involucrados en los encuentros OVNI de Delphos, Kansas, gracias a una intrigante serie de fotos, que les hizo ganar 5.000 dólares por "evidencia científica valiosa sobre OVNIs".
En 1974, el grupo se reunió en Nueva Orleans y la familia decidió enviar la esfera misteriosa al evento. Aunque sin duda la esperanza de convertirse en los beneficiarios de la recompensa era muy atractiva, el objetivo principal de la familia era exponer la esfera a estos científicos que podrían ser capaces de sugerir de que se trataba en un análisis más detallado.
Terry fue designado como el mensajero personal del objeto y fue enviado a Nueva Orleans con la esfera en el maletero. Ni que decir tiene, la esfera misteriosa se convirtió en el centro de atención y entre el 20 y el 21 de 1974, el dispositivo fue sometido a una nueva batería de pruebas.
Mientras que el grupo confirmó gran parte de lo que el Instituto Omega Minus One y los investigadores de la Marina ya había revelado, incluyendo el hecho de que el objeto se comportaba como un transpondedor de audio, no podían discernir el origen de la esfera. El hecho de que no tenía una conexión directa a cualquier avistamiento OVNI, negó cualquier posibilidad de que la familia Betz ganara la recompensa de 50.000$.
Al final, Hynek conjeturó que el objeto era probablemente fabricado por el hombre, aunque reconoció que no tenía ni idea de lo que era o de dónde vino. Pero la esfera también llamó la atención de uno de sus colegas en el jurado el Dr. Albert James Harder,y es aquí cuando la investigación tomaría un giro potencialmente terrorífico, lo que le obligó a preguntar...
El Dr. Albert James Harder, profesor de ingeniería civil e hidráulica en la Universidad de California en Berkeley, estaba muy intrigado por los informes que estaba leyendo acerca de la esfera Betz y estaba encantado de poder examinar de primera mano el objeto.
A continuación se muestra un extracto del informe que ayuda a ilustrar la escena:"Dr. James A. Harder, consultor de la ORAP en ingeniería civil, comentó que en una radiografía de la esfera se ve una presentación en forma de anillo. Sin embargo, los rayos X de la Marina mostraron dos esferas internas.
Esto indica que el material interior es más denso que la cubierta de acero inoxidable. Así, una porción sustancial del peso es el material interno, y el depósito podría ser mucho más delgado que media pulgada. "
Si todo lo anterior parece un poco decepcionante, entonces todo lo que hay que hacer es leer las conclusiones finales que el Dr. Harder sobre la naturaleza de la esfera y de sus contenidos internos. En un anuncio realizado en el Congreso Internacional OVNI en Chicago el 24 de junio de 1977, el Dr. Harder presentó sus hallazgos realmente sorprendentes y aterradores, con respecto a la esfera Betz. Según su historia:
"Él [el Dr. Harder] afirma, basándose en sus estudios de rayos X, que las dos esferas interiores están hechas de elementos más pesados que todo lo conocido por la ciencia. Mientras que el elemento más pesado producido en cualquier reactor atómico aquí en la Tierra tiene un número atómico de 105, y el elemento más pesado creado naturalmente en la Tierra es el uranio, con un número atómico de 92, la esfera Betz tiene números atómicos mayores que 140. Si uno fuera a perforar en la superficie, afirmó, tal vez se crearían una situación criticas en las masas interiores y explotaría como una bomba atómica".
Como si esto no fuera suficiente grave, Harder llegó a advertir a la audiencia reunida de científicos e investigadores de ovnis que cualquier intento de discernir el contenido de la esfera sin querer podría desencadenar ... o, peor aún, ofender ostensiblemente a sus creadores extraterrestres:"Debido a este peligro, y debido a que el objeto sigue estando presumiblemente bajo la vigilancia de, supuestamente, sus creadores extraterrestres, Harder advirtió a la audiencia en contra de cualquier intento de seguir investigando la esfera Betz".
No sabemos si la familia Betz coincidía con las conclusiones potencialmente apocalípticas del Dr. Harding, pero es difícil creer que no estarían por lo menos un poco nerviosos acerca de los efectos potencialmente devastadores si se manipula el juguete favorito de la familia.
Es en esta época que la historia que rodea la misteriosa esfera parece desvanecerse sin dejar rastro, al menos desde el ojo público. Esto es desconcertante teniendo en cuenta el hecho de que es precisamente en este momento en que la historia se hace verdaderamente fascinante, sin mencionar que puede ser peligrosa. Con los años dos preguntas han perseguido a los investigadores. La primera pregunta sin contestar es ...
Es la pregunta del millón: ¿Terry Betz y sus padres se encontraron en realidad con un artefacto alienígena un día de primavera o hay una explicación más normal de todo el asunto?"
Algunas de las hipótesis propuestas han oscilado entre un cojinete adicional dentro de la bola grande, a una válvula de una fábrica de papel, a un dispositivo de almacenamiento, a una válvula de retención utilizada en una línea de bombeo de fosfato, pero parece poco probable que los científicos e ingenieros que examinaron la esfera no se hubieran dado cuenta de cualquier herramienta industrial común.
Sin embargo, existe un mecanismo que numerosos investigadores han destacado sobre la identidad real de la esfera, y es que la esfera no era más que un ...
Es un marcador submarino?
El hecho de que la Armada negó la propiedad del dispositivo es notable, especialmente a la luz del hecho de que en los años que seguirían habría numerosos investigadores OVNI, incluido el autor, Roland D. Story, que sugirieron que el objeto podría haber sido un marcador submarino, que se utilizaría para ayudar a lanzar misiles submarinos, dándoles puntos de referencia estables para los cálculos balísticos.
Según se explica, el fracaso de la Armada para identificar la esfera podría ser debido a las restricciones relativas a los archivos clasificados secretos.
El fallo en esta teoría reside en el hecho de que incluso si Berninger y su equipo no tenían acceso a informes "top secret", el alboroto que ocasionaría el descubrimiento de esta esfera, habría echo saltar algún tipo de alarma, incluso en los círculos clandestinos del ejercito.
La familia de Betz habían acordado renunciar al dispositivo si se demostraba de propiedad militar y habrían tenido muy poco esfuerzo en quedarse la esfera en su poder si la tecnología eran tan sensible.
La otra cara de esta moneda es que la esfera Betz podría haber sido una pieza de alto secreto (o quizás incluso extraterrestre) y la Marina la hubiera sustituido con una réplica exacta, pero eso es pura especulación.
También se debe considerar el hecho de que Antoine Betz era ingeniero naval. Aunque no es probable que sea un experto en tecnología militar, parece improbable que no iba a reconocer el origen marítimo del dispositivo. Así, en el supuesto de que no fuera era un marcador balísticos, tal vez se debería considerar la posibilidad de que la familia de Betz se encontró con una ...
El 23 de abril 1974 en la edición del Ocala Star-Banner, un escultor con el nombre de James Durling-Jones dijo haber perdido la esfera, cuando un grupo de ellas se le cayó del portaequipajes de su furgoneta Volkswagen mientras conducía a través de el área de Jacksonville en 1971.
Durling-Jones afirmó que había conseguido las esferas gracias a un amigo anónimo que había adquirido los objetos de forma ilegal.
Dijo además que el ruido que los Betz decían oír dentro de la esfera era debido al hecho de que la empresa que había fabricado la esfera, había perforado el interior del objeto permitiendo que las virutas metálicas cayeran en el interior, antes de volver a soldarla.
Esto parece ir en contra del hecho de que ninguno de los expertos que examinaron el objeto vieran marcas de soldadura y que los rayos X parecía revelar estructuras distintas de virutas dentro del objeto.
Su testimonio es aún más dudoso debido al hecho de que el artista, aparentemente en un esfuerzo por proteger a su amigo y sus actividades ilícitas, se negó a nombrar la empresa que fabricó las esferas, lo que podría haber resuelto todo el asunto de una vez por todas.
Si bien, para muchos el objeto parece de fabricación humana, puede que este haya caído de la más elevadas alturas de la tierra en forma de un ...
Un satelite caido
Es difícil afirmar que la esfera Betz no se parece a un satélite soviético Sputnik sin sus antenas, o tal vez incluso una versión simplificada del satélite experimental Shijian-1 de China, que fue lanzado en 1971.
Por muy tentador que sea suponer que la esfera era un subproducto artificial de la carrera espacial, el hecho es que que no había absolutamente ninguna indicación de un impacto en la propiedad de los Betz (salvo el incendio forestal) y no había señal alguna de quemaduras en el objeto, por el reingreso en la atmósfera. Estos dos hechos parecen descalificar por completo la idea de que la esfera era un objeto terrestre en órbita.
Así que dejando atrás las teorías industriales y satélite, echemos un vistazo a algunas de las opciones menos comunes, incluyendo el hecho de que la esfera parecía tener una extraña semejanza con informes de la II Guerra Mundial sobre unas anomalías conocidas como.
Bomba atomica alienigena
En su influyente libro de 1969, "Chariots of the Gods" el autor Erich von Däniken introdujo la teoría de Robert Charroux que podrían haber sido armas atómicas extraterrestres las responsables de la destrucción total de las ciudades bíblicas de Sodoma y Gomorra como así de otros desastres antiguos.
Los partidarios de la teoría de la bomba atómica extraterrestre sostienen que antiguos extraterrestres o, posiblemente, una civilización perdida, como la Atlantida, logró detonar armas nucleares en la Tierra. La venerada historia épica hindú conocida como el Mahabharata incluso describe un proyectil "un objeto cargado con todo el poder del universo. Una columna incandescente de humo y llamas tan brillante como diez mil soles se elevó en todo su esplendor ".
Esto, hay que reconocerlo, suena sospechosamente como una explosión atómica y su hongo atómico resultante. El Mahabharata se refiere también a las grandes batallas que se libraron en el pasado antiguo con aeronaves y armas de rayos, que se asemejan a algunos informes modernos de tecnología OVNI.
Ni que decir tiene, que los académicos descartan esta teoría de pleno, pero si creemos que los extraterrestres estaban de visita en la Tierra en un pasado remoto y de vez en cuando entraban en guerra con nuestros antepasados, entonces ¿no es posible que el dispositivo del juicio final descrito por el Dr. Harding pueda ser un arma alienígena que accidentalmente (o intencionadamente) cayó en las manos de los seres humanos? La premisa es ciertamente delgada, pero no totalmente descartable.
La verdad es que nunca sabremos lo que era la esfera Betz, pero para tratar de poner fin a este enigma es necesario resolver el segundo misterio que rodea el dispositivo y es que cuando todas las teorías y especulaciones son puestas a un lado, el misterio más grande y único que queda es ¿que le pasó a la esfera Betz?.
En los años que han seguido otra serie de esferas misteriosas han sido encontradas en diferentes países del mundo, como Rusia, Australia, Irak, Brasil, Peru y Alabama, México, Costa Rica y más... pero ninguna ha logrado captar la atención del mundo absolutamente como la esfera Betz.
¿Esta Terry Betz, o uno de sus familiares, todavía en posesión del objeto?. ¿A sido confiscado por el ejército de Estados Unidos? Esto último tendría sentido si la advertencia Dr. Harding sobre el potencial destructivo del objeto resultó ser cierto.
Lamentablemente, a raíz de la advertencia calamitosa del Dr. Harding en 1974, ha habido muy poca mención de la esfera en los medios de comunicación. Al igual que muchas historias curiosas, ésta probablemente siguió su curso y el interés del público fue capturado por alguna otra noticia que apareció, antes de concluir este rompecabezas.
Fuente:
Extranotix.