9 SEPTIEMBRE, 2022 - 18:00 DHWTY
Dunhuang está situada en la parte noroccidental de la provincia de Gansu, al oeste de China. La antigua ciudad ocupaba una posición estratégica en el cruce de la antigua Ruta de la Seda del sur y la carretera principal que conducía desde la India hasta Mongolia, a través de Lhasa, así como controlaba la entrada del corredor Hexi, que conducía al corazón de las llanuras chinas del norte y de las antiguas capitales de Chang'an (hoy en día Xi’an) y Loyang. La posición única de Dunhuang también la convertía en un punto de encuentro de diferentes culturas, algo que queda de manifiesto en los manuscritos de Dunhuang.
Los manuscritos de Dunhuang son unos 20.000 rollos encontrados en las cuevas de Mogao, en Dunhuang. Datan de entre los siglos V y XI D.C., y fueron guardados en una cámara oculta de una cueva, durante 900 años.
El redescubrimiento de estos preciosos documentos, sin embargo, fue una casualidad. Aunque Dunhuang solía ser una importante ciudad de la Ruta de la Seda durante la Edad Media, no era tan importante ya en el siglo XX.
Como resultado de este declive, los numerosos santuarios budistas en las cuevas se hallaban en un estado de completo deterioro. Eso motivó a un monje taoísta itinerante, Wang Yuanlu, autonombrarse como guardián de las cuevas e intentar restaurar los templos decrépitos.
Entrada a las cuevas de Mogao, China. Fuente: BigStockPhotos
La historia cuenta que un día Wang Yuanlu notó cómo el humo de su cigarrillo volaba hacia la pared posterior de una gran cueva santuario (cueva 16, como se conoce hoy en día). Decidió derribar el muro para ver qué había detrás. Con gran sorpresa encontró una “montaña” de documentos apilados en una cámara secreta.
Aunque Wang era incapaz de leer las antiguas escrituras, sabía que tenían un valor increíble. Así, el monje decidió contactar con los funcionarios locales y se ofreció a enviar sus hallazgos a la capital provincial. Dado que las autoridades chinas no tenían recursos y estaban preocupadas por la actual Rebelión de los Boxer (un violento movimiento contra los extranjeros y contra los Cristianos, que se desarrolló en China hacia el final de la dinastía Qing), rechazaron su oferta.
Las noticias del descubrimiento, sin embargo, no se quedaron en Dunhuang y pronto se extendieron a lo largo de las rutas de caravanas de Xinjiang. El explorador de origen húngaro Aurel Stein, fue uno de los primeros en enterarse, y organizó una expedición arqueológica a Asia Central.
Tras un delicado proceso de negociación, Stein logró convencer a Wang para que le vendiera unos 10.000 rollos por 130 libras afirmando que estaba siguiendo las huellas de Xuanzang, un monje budista que hizo un viaje de China a la India durante el siglo VII d. C., en busca de los textos sagrados budistas.
La compra de Stein desató grandes problemas con otras potencias europeas y 10 años más tarde, cuando las autoridades chinas trasladaron los documentos restantes a Beijing pudieron comprobar que sólo quedaba alrededor del 20% del material original.
Uno de los manuscritos de la colección de Dunhuang. Fuente de la foto.
Aunque los manuscritos de Dunhuang contienen principalmente textos budistas, también hay otras formas de textos sagrados incluyendo textos taoístas, cristianos nestorianos y maniqueos. Además, también hay textos seculares que se ocupan de diversas áreas del conocimiento como astronomía, matemáticas, historia y literatura.
Uno de los aspectos más significativos de los manuscritos de Dunhuang es la gran cantidad de literatura popular que contienen. Esta forma de literatura trata sobre la vida de la gente común y proporciona una perspectiva única sobre sus experiencias, la manera en que se asociaban con las demás clases sociales y el gobierno, así como sus relaciones con familiares y amigos.
Estos conocimientos han conducido a la revisión de algunas opiniones generalizadas sobre los agricultores y el gobierno de las comunidades agrícolas, dado que los eruditos han sido capaces de obtener una idea mejor de la sociedad china de la época.
Además, el Proyecto Internacional de Dunhuang que comenzó en 1994, ha permitido a los eruditos de todo el mundo estudiar copias digitales de los distintos documentos de los manuscritos de Dunhuang, que ahora residen en varios museos. Sin duda esto conducerá a nuevos y excitantes descubrimientos en el futuro.
Imagen de portada: Crescent Lake, 6 km al sur de la ciudad de Dunhuang en la provincia de Gansu, China. Fuente: BigStockPhoto
Autor Dhwty
https://www.ancient-origins.es/artefactos-escritos-antiguos/manuscritos-dunhuang-002400