Crédito: Museo Nacional de Costa Rica.
En el año 2014, la Unesco declaró como patrimonio cultural de la humanidad las esferas de piedra precolombinas, únicas en el mundo y elaboradas por el pueblo indígena con fines astronómicos, sociales y artísticos.
La peculiaridad de estos monolitos radica en la perfección de sus formas, así como la gran cantidad, el tamaño y la densidad de las mismas.
Existen esferas de 0,7 y 2,57 metros de diámetro cuya fabricación, utilización y significación siguen constituyendo en parte un misterio.
Ahora, arqueólogos del Museo Nacional de Costa Rica han identificado una nueva petroesfera de 1,23 metros de diámetro y en perfecto estado de conservación.
La misma fue hallada por trabajadores en Palmar Sur de Osa, quienes preparaban un camino interno en una hacienda privada del sector de Finca 12 —uno de los sitios ticos de hallazgos de estos monolitos precolombinos—. Este nuevo descubrimiento se suma a las ya más de quinientas petroesferas precolombinas de la cultura del Diquís ubicadas principalmente en el sur del país centroamericano.
El arqueólogo Francisco Corrales comentó que la esfera estaba enterrada y sobresalía ligeramente en la superficie, pero había sido cubierta con la tierra proveniente de un canal cercano. «Esta pudo ser la causa por la cual hasta ahora se realiza este hallazgo», comentó.
Corrales indicó que en los alrededores de esta esfera encontraron piedras de río que habían sido removidas de su sitio original para construir zanjas de drenaje, y añadió que estas formaban parte de una estructura precolombina que podría ser la base de viviendas o empedrados.
Asimismo, los arqueólogos constataron mucho material cerámico fragmentado y algunos restos de herramientas de piedra, lo cual estaría reflejando la presencia de un antiguo asentamiento indígena.
«El hallazgo de esta esfera y el estudio de su contexto permitirá actualizar información sobre el asentamiento y el papel que el artefacto pudo tener en la comunidad antigua que habitó el lugar y su relación con otros asentamientos cercanos como Finca 6, que forma parte de los sitios con esferas de piedra declarados Patrimonio Mundial por la Unesco», exaltó.
La petroesfera luego de ser limpiada.
Crédito: Museo Nacional de Costa Rica.
El Museo Nacional recuerda que ese sitio forma parte de un amplio asentamiento, el cual es visitado desde 1940 por diversos arqueólogos, quienes registraron presencia de otras esferas, estructuras pétreas diversas y material fragmentario, en una amplia extensión.
Posteriormente, esas esferas registradas fueron removidas, perdiendo así la información asociada a ellas, refiere el Museo.
Por la relevancia y complejidad del lugar, el Museo propone conservar la esfera en su sitio y hacer investigaciones que permitan conocer mejor el entorno arqueológico y diseñar acciones de conservación y gestión cultural.
El último hallazgo de este tipo tuvo lugar en 2017, cuando unas 15 esferas fueron desenterradas en el sector de Finca 6 de la misma zona.
Fuente: Museo Nacional de Costa Rica/El País. Edición: MP.