21 SEPTIEMBRE, 2021 - 16:23 NATALIA KLIMCZAK
El 18 de marzo de 1314, Jacques de Molay y un puñado de sus caballeros templarios, tras soportar torturas y muchas otras humillaciones, fueron enviados a la muerte. De Molay era un hombre ya anciano, cansado de la vida y orgulloso de sus logros. Sabía que la tragedia que se había abatido sobre sus hermanos y sobre él mismo era el resultado de una conspiración. También estaba al corriente de que el rey de Francia había decidido torturar y finalmente ejecutar a estos hombres inocentes, leales caballeros de Francia. Por esta razón, en el momento de su muerte maldijo a todo aquel que había participado en la maquinación para asesinarle.
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La Orden Templaria, también conocida como Caballeros Templarios, Orden del Templo de Salomón, Orden del Temple, o simplemente Templarios, existió durante casi dos siglos en la época medieval. Su historia comenzó en torno al año 1129, cuando se convirtió en una de las organizaciones más prestigiosas de la Cristiandad.
Crecieron rápido, ya que muchos deseaban pasar a formar parte de la orden de los caballeros de la capa blanca con la cruz roja. Fueron combatientes muy diestros en las Cruzadas, y sus técnicas financieras fueron innovadoras en su época, en lo que fue una de las formas más antiguas de la banca moderna. Los templarios fueron también grandes constructores de fortalezas en Europa y en Tierra Santa.
El último Gran Maestre de la Orden Templaria
Jacques de Molay nació en torno al año 1243. Fue el 23º y último Gran Maestre de la Orden de los Caballeros Templarios. Estuvo al mando de la orden desde el 20 de abril de 1292 y fue su gran reformador.
Hay muchas más y menos historias reales sobre él, pero hay poca información cierta sobre sus raíces y su vida. Una leyenda cuenta que durante su recorrido por el Camino de Santiago a finales del siglo XIII dejó su espada en el castillo de Ponteferrada en España.
Como he mencionado, los Templarios lucharon en las cruzadas, lo que les trajo mucho dinero. De Molay también pasó mucho tiempo en el Medio Oriente, y finalmente se convirtió en el jefe de la Orden.
Ordenación de Jacques de Molay como caballero templario en 1265 en la comandancia de Beaune. Pintura de Marius Granet (1777-1849) (Public Domain)
En ese momento, los Templarios eran famosos por tener un tesoro legendario. La realeza y los nobles de Europa creían que eran muy ricos y algunos incluso pensaron que durante la visita a Oriente Medio los templarios habían redescubierto el tesoro del rey Salomón y se lo habían llevado.
Al escuchar estos rumores, el rey de Francia, Felipe IV, decidió pedir dinero prestado a la Orden, creyendo que podía hacerlo sin límites. Los Templarios manejaban bien el dinero, pero cuando se lo prestaban a alguien, esperaban recibir el reembolso.
Ese fue el comienzo del fin para los Templarios: Felipe IV de Francia no tenía la intención de pagar su gran deuda con la Orden. En lugar de devolver el dinero a los Templarios, decidió aprovechar la situación. Pidió el apoyo del Papa Clemente V, y en 1307 muchos miembros de la Orden fueron arrestados en Francia.
Comenzó la pesadilla de las torturas para recibir confesiones falsas que probaran que los templarios colaboraban con el diablo. De Molay también fue relevado de sus funciones por orden del Papa Clemente V en 1307.
La ejecución de los templarios
Debido a las órdenes de Felipe IV, las torturas a los templarios se completaron de las formas más aterradoras que se conocen. Uno a uno, los hombres torturados por la Inquisición medieval, dieron confesiones falsas para detener su sufrimiento.
Sin embargo, el valiente Gran Maestre se retractó de su confesión y Felipe decidió quemarlo en la isla frente a la catedral de Notre Dame de París.
Jacques de Molay sentenciado a la hoguera en 1314, de la Crónica de Francia o de St. Denis. (Public Domain)
Después de siete largos años, finalizó el dolor diario de las torturas a Jacques de Molay y los cardenales acordaron la pena de muerte para él. Según los testigos presenciales de la ejecución, De Molay no mostró señales de miedo, y trató de no mostrar dolor durante su lenta muerte en la hoguera en llamas.
La mayoría de las piras se prepararon de tal manera que las víctimas murieran rápidamente. Sin embargo, en el caso de De Molay, prepararon una pira que ardería lentamente. Antes de morir, hizo que su voz se escuchara en voz alta una vez más. Los resultados del discurso pueden haber llevado al rey y a los cardenales a lamentar no permitirle morir en unos minutos, como los demás Caballeros.
Una maldición que aterrorizó a toda Europa
Mientras ardía en la hoguera, Jacques De Molay maldijo al rey Felipe IV de Francia, a sus descendientes, al papa Clemente V y a todos aquellos que habían sido responsables de su ejecución. De Molay exclamó que en el plazo de un año y un día, Clemente V y Felipe IV morirían. Predijo además que el linaje de Felipe IV dejaría de reinar en Francia.
Templarios quemados en la hoguera. (Public Domain)
Sucedió como deseaba De Molay, y la muerte llegó primero para Clemente. Perdió la batalla con una enfermedad dañina el 20 de abril de 1314. Poco después del Papa, Felipe murió de un derrame cerebral mientras cazaba. Una muerte trágica también fue el destino de todos los sucesores de Philip.
Entre 1314 y 1328 murieron los tres hijos y nietos del rey francés. A los catorce años de la muerte de De Molay, la Casa de Caped ya no existía, después de haber estado en pie durante 300 años.
Retrato del papa Clemente V de Aviñón, Francia. (Public Domain)
¿Fue real la maldición de De Molay? ¿O sus Caballeros lograron la venganza del Gran Maestre? La historia del último Gran Maestre y su horrible maldición se convirtió en un shock en todas las cortes europeas. También arruinó la política de Francia porque algunos de los gobernantes temían colaborar con la familia real maldita.
Inspirados por la maldición
La historia se convirtió en el eje principal de la famosa serie de novelas históricas de Maurice Druon Los Reyes Malditos. Estos libros fueron publicados entre los años 1955 y 1977, y describen cómo era la realidad en tiempos de Jacques de Molay. También han sido adaptados para diversas películas y mini-series de televisión.
En septiembre de 2001, Barbara Frale, paleógrafa italiana de los Archivos Secretos del Vaticano, descubrió un documento conocido como Pergamino de Chinon. Afirma que en 1308 el Papa Clemente V absolvió a Jacques De Molay y al resto del liderazgo de los Caballeros Templarios de los cargos presentados contra la Inquisición.
Seis años después, el Vaticano publicó el documento como una edición limitada de 800 copias.
En junio de 2011, el Papa Benedicto XVI se disculpó por el asesinato de De Molay y reconoció que fue víctima de acusaciones falsas. Siglos después de ocurrida la tragedia, el Vaticano admitió que el Papa había apoyado los asesinatos, aunque los Templarios no eran culpables.
Jacques de Molay, Gran Maestre de los Templarios. Fuente: dominio público
Autor: Natalia Klimczak
Traducido por Armando Gutiérrez
Fuentes:
M. Barber, The New Knighthood: A History of the Order of the Temple, 1994.
M. Barber, The Trial of the Templars, 2001.
H. Nicholson, The Knights Templar: A New History, 2001.
A. Demurger, Jakub de Molay. Zmierzch templariuszy, 2012.
https://www.ancient-origins.es/historia-personajes-famosos/jacques-de-molay-003289