LOS ENANITOS VERDES DE LA PLATA: EL CASO VILLA MONTORO
El barrio de Villa Montoro, en las afueras de la ciudad de La Plata (capital de la provincia de Buenos Aires, Argentina) se convirtió hacia fines de noviembre y durante el mes de diciembre del año 1983 en epicentro de una serie de denuncias por parte de vecinos (principalmente niños y adolescentes) que aseguraban haber sido testigos de las apariciones de pequeños seres color verde de aspecto humanoide.
Al caso se lo conoció como “los enanitos verdes” de la plata, y causó un llamativo interés a nivel local en aquellos años de reinstaurada democracia en el país.
Por Carlos Sainz
Ilustración del encuentro de Julio Cesar Masei con las extrañas entidades.
Los hechos:
Una casa abandonada, ubicada en un terreno de la calle 600, entre 2 y 3 del barrio Villa Montoro fue el principal escenario de las supuestas apariciones de estas pequeñas criaturas, que según los relatos de testigos tenían piel color verde y un tamaño no mayor a 0,60 cm.
La visualización de estas pequeñas entidades no se limitó a la casa mencionada, sino que los testimonios y reportes se extendieron varias cuadras a la redonda. Lo que motivó entre otras cosas un verdadero aluvión de periodistas, investigadores, expertos en fenómenos sobrenaturales y curiosos que merodeaban constantemente la zona.
Primeros avistamientos:
El niño Diego Illi, de 7 años de edad en ese momento, con domicilio en la calle 600, entre 1 y 2 fue quizás el primero en tener un “encuentro cercano” con los enanitos, sucedió el día domingo 27 de noviembre entre las 14.30 y 19.30 hs: “Fuimos a jugar con Walter (un amigo) a la casa abandonada. Estábamos subiendo a un árbol, cuando los vimos…Walter se asustó y se escapó, yo quedé y jugué mucho con ellos. Nos subíamos a las ramas, después también hicimos pocitos con ellos…yo jugué también a luchar con uno. Se me subían a la espalda…Después me dijeron que ya era tarde y que me tenía que ir” [1]
Sobre la descripción de los seres, Diego señala: “Son muy chiquitos, llegan hasta acá – señala su rodilla – son verdes y tienen la cara arrugada como de viejitos”. Continúa su relato: “tenían uñas largas, estaban vestidos de verde, tenían una especie de botitas y un gorro verde”. Diego dice que vio a los enanitos comer membrillo y miel.
“Volví a la casa pero no los encuentro más. Ojalá vuelvan. A mi me gustaría volver a verlos”.
Diego Illi, 7 años, uno de los primeros testigos
Claudia Ortiz de Viguera, de 21 años de edad, vive en frente del terreno en dónde se habrían sucedido las apariciones. Ella recuerda que en la noche del mismo día domingo 27 decide salir al patio de su casa a fumar un cigarrillo:
“Yo primero escuché risas como de chicos que venían del campito, pero si bien es cierto que allí juegan habitualmente, me pareció raro que lo hicieran a esa hora de la noche…fue entonces que se asomó el enanito. La noche era bastante clara y fue así que lo pude ver, pero fue una cosa muy rápida…”.
Otro de los testimonios que se suman al anterior es el de Julio Cesar Masei, un adolescente de 14 años quien al día siguiente, lunes 28 asegura haber vivido la siguiente experiencia:
“Eran cerca de las 16.30 y yo estaba cruzando el campo para tomar por calle 90 porque iba para lo de un amigo que vive allí entre 4 y 5. En el medio del campo hay como un arroyito y una especie de terraplén. Al pasar por ahí escuché risas y ruidos y me acerqué. Al terraplén lo tapa un arbusto de cina-cina y cuando lo levanté vi como 4 o 5 de esos enanitos. Cuando me vieron treparon y me corrieron. Yo salí a toda velocidad y traté de cruzar el arroyo de un salto pero no pude. De todos modos, todo embarrado pude cruzar. Los enanitos se quedaron del otro lado. Nos quedamos mirándonos un rato, como 5 minutos. Ellos gritaban y gemían como los gatos, y me amenazaban con ramas de cina-cina. Unos de ellos, el que mas gritaba estaba como rabioso”.
La descripción que hace Julio de los seres es la siguiente: “Enanitos como de medio metro. Estaban vestidos con un trajecito verde enterizo, pero la piel era como la nuestra, del mismo color. No tenían orejas y eran muy viejos, como de 70 años”.
El joven relata a continuación: “Le tiré un ladrillo a uno y le pegué en la pierna. Gritaba y saltaba y los demás miraban”. Julio se dirige raudamente a encontrarse con sus amigos, quienes se burlan de él. Entonces, asustado se dirige a su casa.
Horas más tarde, ya anocheciendo, el joven decide regresar “Salí a buscarlos otra vez, con una linterna. Los volví a encontrar en un baldío debajo de un árbol. Me acerqué despacio y tuve a uno muy cerca. Estiré la mano y lo toqué sin sentir nada raro”.
Julio César Massei, 14 años, aseguró haber sido perseguido por los enanitos.
Más testimonios.
Guillermo Insaurralde de 11 años luego de escuchar lo que contaban los vecinos de la zona, decide ir hacia el lugar acompañado de varios amigos.
“Estábamos todos dando vueltas por la casa cuando detrás de una pared salió corriendo uno. Era verde, tenía como escamas y hasta me pareció que tenía un solo ojo. Estaba oscuro y yo grité para que vinieran a alumbrar con la linterna. La cosa esa corrió hacia los arbustos en zig-zag y desapareció. Caminaba en dos patas, era como un enanito, y hacía un ruido raro, como el de un perro cansado”.
El niño hace más tarde una ampliación (requerido por periodistas) sobre las características de las criaturas: “Tendrían unos 50 centímetros de alto, era verde, y el cuerpo era escamado, como el de un pescado, estaba como asustado y daba chillidos…parecía que la luz de las linternas que lo iluminaban le hacía mal. Casi lo agarramos, pero se movía muy rápidamente y se nos perdió luego de casi correrlo dos cuadras de distancia de dónde lo habíamos encontrado…vi que tenía un solo ojo en la frente, era negro, no le vi que tuviera pelo, su cabeza era muy grande, tenía la forma de un huevo o zapallo medio achatado…”
Beatriz Piñeyro tenía 8 años en aquel entonces, ella vivía con sus padres a los fondos de la casa abandonada. Le relata a su padre que el día lunes en dos ocasiones pudo ver a los enanitos sobre la copa de los árboles. En principio éste resta importancia a los dichos de su hija, y al acercarse, momentos después, a los árboles no ve nada fuera de lo común.
Sobre el desarrollo de los hechos.
Durante el transcurso de los sucesos de Villa Montoro, se presentaron en el lugar numerosos investigadores de todo tipo de fenómenos extraños.[2] Aparte claro está, de los periodistas y cronistas de los medios de comunicación. Contactados con extraterrestres, canalizadores, personas que recibían mensajes de la virgen y quienes decían estar en contacto telepático con duendes y gnomos. Entre ellos un parapsicólogo platense de nombre Oscar Avendaño, quien aseguró recibir llamados telepáticos de parte de estos pequeños seres en los cuales le habrían dado un mensaje para transmitirle al entonces presidente Raul Alfonsín.[3] El parapsicólogo aseguró haberse contactado con uno de los enanitos de nombre “Clatú”[4], comandante de la nave Astro-Galáctica: “Alfonsín no debe permitir que se siga trabajando con energía nuclear y deseche la idea de construir la bomba atómica” – sería parte del mensaje recibido por Avedaño.
El comisario Amador Alfredo Villar titular de la Comisaría Octava de la ciudad, reconoce que fueron numerosas las personas que se presentaron en dicha seccional a contar lo que habían visto, pero aclara que en ningún caso se asentó la denuncia correspondiente. En sus palabras:
“Hemos ido al lugar varias veces, yo mismo lo he hecho y hasta ahora no encontramos nada…nosotros seguimos investigando, haciendo patrullajes a ver si encontramos algo”.
Consultado sobre su parecer con respecto a los testimonios de los vecinos:
“Yo no sé que han visto. No lo sé. A lo mejor es cierto. Es difícil de creer, por supuesto, pero quien sabe: La gente estaba muy inquieta anoche, fuimos y nos encontramos con cualquier cantidad de gente recorriendo los pastizales con linternas o allí conversando sobre el tema”.
Algunos habitantes del lugar se manifestaron molestos con la situación que se vivía, sobre todo la falta de seguridad al terminar el día. Denuncian que por la noche suelen escucharse disparos, arrojan piedras sobre las viviendas cercanas a la casa en cuestión. Ellos reclaman más presencia policial debido a la gran cantidad de gente que merodea la zona: [5]
“A mi vecina, doña Lucía Segovia le han cascoteado la casa porque incluso han dicho que los enanitos se esconden allí, que nosotros los protegemos” – declara el vecino Osvaldo Piñeyro.
Apariciones posteriores:
Expondremos a continuación solo algunos acontecimientos posteriores al caso que tratamos en este informe, y que de alguna manera reflejan ciertas similitudes tanto en la descripción de los seres observados, como así también en lo errático e insólito de su comportamiento.
En diciembre de 1983 en la ciudad de Gobernador Ingeniero Valentín Virasoro en el Departamento de Santo Tomé en la Provincia de Corrientes, varios niños afirmaron haber visto varias pequeñas criaturas color verde y de un solo ojo en proximidades de una casa abandonada. Los describieron como: “de unos 60 centímetros de estatura, piel rugosa y mirada penetrante”.[6]
En el mes de abril de 1984 varios vecinos de Coghlan, un barrio ubicado al norte de la ciudad de Buenos Aires, aseguraron haber tenido encuentros frente a frente con los pequeños hombrecitos, y no solo de color verde. Según se desprende de los relatos, las entidades observadas en esta ocasión presentaban color naranja, a los que describen como “simpáticos y bondadosos”.[7]
En agosto de 1988 en la escuela Nro. 35 (Perito Moreno) de la ciudad de Mar del Plata, varios alumnos de dicho establecimiento aseguraban haber observado en distintas ocasiones a pequeños hombrecitos verdes. Según relatan, los enanitos de unos 0,60 a 0,80 cms fueron vistos durante 3 o 4 días consecutivos en el patio, sobre los techos, dentro de los baños o sobre los tanques de agua. A pesar de lo dicho por los escolares, las autoridades de la escuela restaron importancia al hecho, adjudicándolo a fantasías de los pequeños.
Ese mismo año en Pergamino, el 28 de octubre, a eso de las 0,30 hs un grupo de cuatro amigos fueron testigos de la presencia de varios enanitos. Los describieron de la siguiente manera: “Eran 5 o 6 enanitos, como de 70 cm de altura, piel verde, estaban desnudos, tenían un solo ojo, sin pelo, movían los brazos y se notaban tres dedos, no tenían muñecas y no le vimos los pies”
Algunas consideraciones:
El caso de los enanitos verdes dejó cierta huella en la sociedad, y actuó de impulso para posteriores relatos de manifestaciones en diversos lugares, como vimos anteriormente. Incluso se popularizó aún más el término debido al famoso grupo de rock formado en 1979 en la ciudad de Mendoza. Pero contrariamente a lo que se piensa a priori, el grupo tomó ese nombre por otro conocido caso sucedido en 1979 en Mendoza. Así lo relata Felipe Staiti, guitarrista de Los Enanitos Verdes: “Corría el año 1979 y una familia de turistas, mientras visitaba en Mendoza el Puente del Inca, se toma una fotografía. Al revelarla aparecen a un lado de dicha familia unos enanitos verdes en ronda. Al momento de sacar la fotografía obviamente no los vio nadie pero luego del revelado allí estaban. Este hecho tuvo una trascendencia pública notoria saliendo en los periódicos locales. E inclusive dicen algunos que llegó la fotografía hasta la Nasa para comprobar su autenticidad. Leyenda o realidad un amigo nuestro que era periodista de una revista bautizó a nuestro novato grupo con el nombre de Los Enanitos Verdes de Puente del Inca y así apareció en la primera crónica. Los integrantes optaron por la mitad del nombre: “Los Enanitos Verdes”, pero bien podrían haberse llamado también Puente del Inca.”
Diversos medios periodísticos llegaron hasta el lugar y desde allí día tras día se armaban informes para noticieros de televisión que mantenían en vilo al espectador ansioso de consumir las nuevas aventuras del cronista de turno.[8] Otro aspecto a destacar fueron los recientes y resonantes estrenos cinematográficos relacionados a visitantes extraterrestres (algunos fueron un verdadero suceso a nivel nacional y mundial) cuyos personajes principales tenían la característica de presentar el aspecto típico del humanoide pequeño.[9]
No faltan quienes teniendo en cuenta el panorama reinante que mencionamos más arriba, sumado al trabajo de los diversos medios al difundir estos hechos en forma desmedida y con dudosa finalidad, hayan jugado un papel importante en ayudar a disparar la imaginación que luego se reflejaría en los testimonios que brindaron los vecinos, llegando a crear sugestivas historias y relatos. Sin embargo, historias y relatos de “encuentros con extraños seres” no son exclusivos de nuestra sociedad ni cultura actual. Basta profundizar un poco en viejas leyendas y mitos de diversas culturas para encontrar varias similitudes llamativas en lo que a este tipo de apariciones fantásticas se refiere.
Así, de la misma manera que comenzó todo, alborotando la tranquilidad del barrio, movilizando a vecinos y curiosos, generando situaciones insólitas, no exentas de ciertos momentos de violencia y descontrol, un día se dejó de hablar de los pequeños intrusos, dejando atrás una de las historias más bizarras y curiosas referidas a la supuesta presencia de criaturas no humanas entre nosotros.
Bibliografía
Rodríguez, Claudio Omar 2013:
Encuentros cercanos con raros tipos. Enanitos verdesalienígenas en tiempos del ‘E-T´, Yoda y Luciano el marciano.
Jarré, Sebastián 2007:
Enigmas Extremos.
Los Ángeles, California,Agosto 2010.
Una ciudad de fábula.
en Tiempos: de La Plata para la Provincia. 18-03-2007. pp.14-17.
Continúa el misterio en Villa Montoro.
en El Día (La Plata), 02-12-1983, pág 7.
Afirman que hay indicios de los enanitos verdes.
en El Día (La Plata), 04-12-1983, p. 8.
Dieguito vio a los gnomos verdes que viven en una casa abandonada.
en Semanario, 07-12-1983
Salvador, Andres 2013:
Posibleenmascaramiento de una figura mítica de la culturacriolla del litoral argentino por humanoides en el CasoGobernador Virasoro (1983).
en Alternativa Ovni, año 1 Nº 3, noviembre 2013 pp 11-15.
Grosso Eduardo, Flotta Liliana. Espectacular caso de enanitos verdes y ovnis.
en Cuarta Dimensión (ed. Uritorco, Buenos Aires) 1988, Nº 172, pp 18-23.
Equipo ONIFE-Cep. Mar del Plata, Argentina: aparecen los “enanitos verdes”
en Cuarta Dimensión (ed. Uritorco, Buenos Aires) 1988, Nº 169, pp 18-26
En Coghlan aparecieron mas enanitos verdes y una vecina asegura
que tuvo relaciones con uno de color naranja.
en Libre, año 1988.
Misteriosa aparición en La Plata: enanitos verdes que conmocionan
a la población.
en Shock, Diciembre 1983.
Aquí está la verdad sobre los enanitos verdes de La Plata.
en Aquí está. Diciembre 1983
Notas y Referencias:
[1] Mirta, la madre del niño dice sobre este: “Es muy serio para su edad y no miente” Interrogada por periodistas de la revista “shock”
[2] Se presentó en el lugar la licenciada Marta B: Peyrou de Patínni, (psicóloga, parapsicóloga y arqueóloga) quien decía pertenecer al Instituto Cosmobiológico Internacional de Vivencia Extraterrestre, asegurando haber captado sonidos y extrañas figuras de voluminosa cabeza utilizando fotografía infrarroja.
[3] El mensaje transmitido por el líder de los enanitos al parapsicólogo comienza diciendo: “yo soy Clatú, y pertenezco a la Comandancia de Astra Galáctica, te hemos hecho venir para darte un comunicado para toda la humanidad. En otra oportunidad hemos hecho lo mismo. Fue un día 26 de noviembre a las 05.00 horas del meridiano ya pasado. Muchos al enterarse de esto recordarán a que hora fue y en que lugar del planeta se escuchó nuestro mensaje”
[4] Nótese la similitud del nombre “Clatú” con Klaatu, el extraterrestre protagonista de la película “El día que paralizaron la Tierra” (1951)
[5] Declaran molestos varios vecinos: “Es inconcebible lo que pasa aquí durante las noches. Son los muchachones que tiran piedras y hasta tiros. A dona Lucía Segovia le han cascoteado la casa porque incluso han dicho que los enanitos se esconden allí”
[6] Unos de los integrantes del grupo -que prefirió no ser identificado- dijo que el “hombrecito verde parecía querer comunicarnos algo, pero cuando nos aproximamos huyó despavorido hacia el campo”. Revista Alternativa Ovni num. 3, noviembre 2013. Pág. 11.
[7] Una de las entrevistadas con respecto a este hecho afirmó en la revista “Libre” de 1984: “Me acerqué (a los hombrecitos) porque me inspiraban confianza. Son muy tranquilos, a pesar de moverse rápido. Estaban reunidos donde está el árbol caído. Estuvimos un buen rato juntos. ..Sucede que hay hombrecitos y mujercitas. Y estábamos todos juntos haciendo el amor”
[8] La Revista semanal Tiempos del 18 /03/ 2007 realiza un breve resumen de que acontecido en aquel lugar: “ José de Zer todos los días armaba un nuevo informe para Nuevediario, en los diarios se publicaban fotos difusas de los seres que, ya casi nadie lo dudaba, debían ser extraterrestres. Un policía que patrullaba la zona pidió licencia, aduciendo haber sido mordido por una de esas criaturas. Un chico lo vio en la escuela de 72 y 19 y suspendieron las clases. Y hasta una de las secretarias del colegio fue atacada por el enanito, por lo que también pidió licencia laboral. La noticia traspasó las fronteras. Desde el Instituto de Ovnilogía de Suecia llegaron investigadores para estudiar el fenómeno. Pero los enanitos nunca aparecieron, y encima a los suecos les robaron todos los equipos (¿habrá sido un enano?). Otros aprovecharon para hacer su negocio. Como el Loco Córdoba, que vendía los muñequitos de “Luciano, el marciano”. Los fundadores de la secta Lus no se quisieron quedar afuera y llamaron a conferencia de prensa para contar que ellos habían mantenido una comunicación en vivo “con el capitán de la nave”, y que se trataba de “viajeros en el tiempo”. El líder de la secta, un tal Andrade, no tuvo suerte con sus dichos. Encima fue procesado por la justicia, por difamaciones. Y la gente comenzó a descreer de los enanitos verdes. Como el fenómeno se diluía con el paso de los días, José de Zer se fue a buscar ovnis al Uritorco. El Loco Córdoba no vendió un muñequito más, y ya nadie acampó ni habló de marcianos ni de enanos en el barrio de Villa Montoro.”
[9] El 23 de Diciembre de 1982 se estrena en cines la película “ET” dirigida por Steven Spielberg, en la cuál el pequeño visitante espacial entabla una profunda amistad con un grupo de niños.
El 14 de Julio 1983 se estrena en los cines nacionales la película “El Extraterrestre” con Alberto Olmedo y Jorge Porcel, una sátira del film de S. Spielberg.
El 8 de Diciembre de 1983 se estrena en cines “El Retorno del Jedi” de George Lucas, en esta tercera entrega de la saga toma mayor protagonismo el personaje del maestro Yoda, un diminuto ser de características particulares: rostro avejentado, orejas puntiagudas y piel verde.
* Trabajo publicado originalmente en Revista Alternativa Ovni – Nº 5 correspondiente a Julio de 2014
Fuente: http://alternativaovni.blogspot.com.ar/2014/08/los-enanitos-verdes-de-la-plata-el-caso.html