Diario de Avisos
La expansión marítima que quiere hacer Marruecos ha levantado gran revuelo en las Islas. La decisión de ampliar su frontera unilateralmente repercute directamente a Canarias, y por tanto a los intereses de España, pues quedará dentro de la nueva zona delimitada por parte del país africano como aguas marroquíes.
Aprovechando la incertidumbre política del país, igual que hicieran cuando ocuparon el Sáhara Occidental en los últimos días de vida de Franco, Marruecos ha roto un pacto diplomático no escrito.
¿Por qué expande Marruecos su frontera marítima?
Esta decisión que ha tomado el reino alauí no está tomada a la ligera. Las 350 millas a las que aspiran ampliar su frontera pueden llevarlos a reclamar, al igual que lo hace España, la propiedad de los recursos naturales de Tropic, que hoy día es como la isla del tesoro del Océano Atléntico. Tropic es un monte submarino que salió a la luz en 2017, y alberga las mayores reservas conocidas de varios minerales -como el telurio o el cobalto- que serán claves en la revolución verde que se espera que venga, imprescindibles para fabricar coches eléctricos o paneles solares.
Geológicamente, esta montaña submarina es una de las más antiguas de las que componen la ‘Provincia Volcánica de las Islas Canarias en el Océano Atlántico’. Tropic se sitúa al sudoeste de Canarias -a 499 kilómetros de la isla de El Hierro- y se encuentra a 1.000 metros de profundidad, si bien se cree que antiguamente pudo haber llegado a ser una isla que ahora permanece hundida.
El descubrimiento de este monte, y otros siete más que también están bajo mar, ha ayudado a conocer el origen de las islas, pues se creen que son “descendientes” de ellos, conociéndose como una de “las Abuelas de Canarias”.
El ministro de Exteriores del Reino de Marruecos, Nasser Burita, reconocía ayer la posibilidad de “colisión” con las aspiraciones de otros países explicando que, mediante diálogo, “se podría pensar en zonas de cogestión y coexplotación”.
¿Qué es lo que hay en Tropic?
Principalmente, telurio. La importancia de este elemento, el número 52 de la tabla periódica, radica en su uso especial en el sector de la industria electrónica, ya que se trata de un elemento con grandes capacidades de conectividad y es imprescindible para la fabricación, por ejemplo, de paneles solares. En Tropic está el mayor yacimiento del mundo de este mineral con, potencialmente, unas 2.670 toneladas -equivalente al 10% de toda la reserva mundial- y la Unión Europea la considera formalmente como una “materia prima estratégica”.
¿De quién es el mar?
Según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, todo país es soberano sobre las doce primeras millas de mar -22 kilómetros- desde su costa. A esto se le conoce como “mar territorial”, y sobre él, cada Estado puede ejercer su soberanía sobre el espacio aéreo, marítimo, terrestre y submarino.
A partir de ahí, y hasta las 200 millas, equivalente al tramo de 22 a 370 kilómetros de la costa, cada país puede establecer su zona económica exclusiva (ZEE). En ella, cada Estado puede explorar, extraer, conservar y administrar los recursos naturales del mar y del subsuelo, incluyendo animales, minerales y energía.
Por último, cada Estado tiene la posibilidad de solicitar a las Naciones Unidas una ampliación de su plataforma continental para extender sus derechos sobre el subsuelo hasta las 350 millas náuticas -648 kilómetros- en un procedimiento reglado y justificado.
Madrid ha solicitado formalmente este último caso a la ONU para el caso de Canarias, alegando, con informes científicos, que geológicamente el subsuelo al sudoeste de El Hierro no corresponde al continente africano sino a la prolongación natural del archipiélago, con múltiples montes submarinos formados por el mismo vulcanismo que formó Canarias.
¿Qué ocurre cuando se solapan dos países como Marruecos y España?
En el caso de que el mar, según esta convención, pueda pertenecer a uno o más países se abre una negociación entre ellos. Por norma general, se establece una mediana que separe las aguas de manera equitativa, aunque, en caso de no haber acuerdo, puede terminar en una corte internacional.
En el caso de Marruecos y España no hay distancia suficiente para que ninguno de los países se reserve las 200 millas de la ZEE. No obstante, tanto el Gobierno español como el alauí han respetado siempre, sin tener ningún acuerdo formal, una mediana imaginaria que delimita las aguas de cada país.
Esto se ha aceptado y no se ha vulnerado en momentos clave como, por ejemplo, cuando en 2015 Marruecos autorizó prospecciones petrolíferas en su lado de esa mediana imaginaria y España lo hizo en el suyo.
¿El agua con la que negocia Marruecos es suya?
Es una de las principales claves de este problema y una gran controversia desde hace mucho tiempo.
Para la ONU, el Sáhara Occidental es un territorio en proceso de descolonización desde 1960, aún siendo provincia española. Quince años más tarde, en 1975, Marruecos lo ocupa aprovechando el fallecimiento de Francisco Franco y, desde entonces, lo considera parte de su país. Sin embargo, las Naciones Unidas no reconocen este territorio como marroquí.
La clave del problema está en que, ahora, desde Rabat se negocia expandiendo también las aguas del Sáhara Occidental, que no le pertenecen y, por lo tanto, no tienen ningún derecho sobre ellas.
Reacciones de políticos canarios
Ante la aprobación de esta iniciativa en Rabat, a la que le falta pasar por el plenario -que se considera un mero trámite-, la preocupación y la indignación se apoderaron de los políticos canarios. El senador Fernando Clavijo (CC) demandaba al Ministerio de Exteriores una respuesta y saber qué medidas tomará el Gobierno central ante este órdago. Por su parte, Pedro Quevedo (NC), ha exigido al Gobierno una reacción de manera urgente y “contundente” ante un “acto de agresión insólito”.
Asimismo, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, aprovechó su estancia en Madrid durante el día de ayer para conversar de este tema con el ministro, exponiendo que existe un “compromiso del Gobierno de España y del de Canarias de elevar la voz” en caso de que Marruecos “toque una sola milla de las aguas canarias”.