El círculo de piedra de Nabta Playa posee 7.000 años de antigüedad y sirvió a los nómadas para conocer el solsticio de verano y la llegada de la temporada de monzones.
El observatorio astronómico más antiguo de la Tierra está en África
Aunque Stonehenge es el más famoso, Europa posee alrededor de 35.000 megalitos. Esta cifra incluye numerosos círculos de piedra alineados astronómicamente, así como tumbas (o cromlechs) y otras piedras erguidas.
La mayoría de estas estructuras se erigieron hace entre 6.500 y 4.500 años atrás, a lo largo de las costas atlántica y mediterránea.
Hasta ahora, se mantenía que la tradición de construir megalitos surgió en la costa francesa. Bretaña está jalonada por alineaciones increíbles como las de Carnac o Kermario. Fácilmente se puede pensar que atravesó el mar para llegar a Gran Bretaña.
Sin embargo, estas estructuras no son las primeras. El círculo de piedra más antiguo conocido del mundo se ubica en Nabta Playa, a más de mil kilómetros al sur de la Gran Pirámide de Giza, en Egipto, en pleno continente africano.
Nabta Playa es el primer observatorio astronómico de la humanidad
Para J. McKim Malville, profesor emérito de la Universidad de Colorado y experto en arqueoastronomía, se trata del primer intento por establecer una conexión seria con los cielos. Y es que este primitivo círculo de piedras, de 7.000 años de antigüedad, es el observatorio astronómico más antiguo de la humanidad.
Fue descubierto a principios de los setenta cuando un arqueólogo estadounidense, Fred Wendorf, obsesionado con buscar los orígenes del Egipto faraónico se internó en el desierto. Allí conoció a un beduíno llamado Eide Mariff, quien conocía el emplazamiento a raíz de sus viajes por el Sáhara y le condujo a Nabta Playa, a unos 96 kilómetros del Nilo. Pero Wendorf pensó inicialmente que eran formaciones naturales.
De hecho, volvió al lugar muchas veces a lo largo de las décadas hasta que, durante una campaña de excavaciones a principios de los noventa, Wendorf y un equipo que contaba con el arqueólogo polaco Romuald Schild, descubrieron un círculo de piedras que de alguna manera misteriosa parecía estar alineado con las estrellas.
El crómlech medía apenas 4 m. de diámetro y estaba compuesto de una treintena de losas de arenisca nubia de diferentes tamaños dispuestas de modo circular
Para entonces, el equipo ya había efectuado la datación por Carbono 14 de las muestras de chimeneas y material de techo de tamarisco que se encuentran dentro del círculo de piedra.
Descubrieron que las piedras que lo conformaban estaban alineadas desde un túmulo funerario. “Una pila de estos megalitos formaba la cubierta de una tumba, y resultó que cada uno de los megalitos que encontramos enterrados en el sedimento formaban una línea, como los rayos de una rueda que irradia hacia afuera”, explica Malville, experto en arqueoastronomía.
Resulta apasionante conocer que el círculo de piedra alguna vez estuvo alineado con Arcturus, Sirius y Alpha Centauri. Que también había piedras que correspondían a la constelación de Orión. Y lo que es aún más sorprendente: cuando Malville rastreó los movimientos de Arcturus a través del cielo nocturno, resultó que esta brillante la estrella habría coincidido con el círculo de piedra de Nabta Playa alrededor del 4800 a. C.
Hay más. Cuando Wendorf excavó la tumba central del sitio, esperaba encontrar restos humanos. Pero no. Lo que encontraron fueron huesos de ganado y una enorme losa en forma de vaca.
Esto condujo a los investigadores a suponer que en Nabta Playa debió de surgir una suerte de culto al ganado. El ganado debió ser una parte esencial en la cultura de Nabta Playa. Antes de que la agricultura se extendiera por todo el mundo, los nómadas de la región sobrevivieron principalmente de recursos silvestres y de la domesticación de cabras y uros procedentes de Oriente Próximo.
Los nómadas viajaban a través del Sáhara, de un lago estacional a otro, llevando a su ganado a pastar y beber. Por eso era fundamental para ellos establecer calendarios y saber guiarse a través de las estrellas.
Nabta Playa, entonces, debió de ser un centro ceremonial donde se realizaban sacrificios animales hacia 6100-5600 a.C. La estructura entonces debía de ser un punto de reunión para celebrar ceremonias religiosas de algún tipo durante el solsticio de verano, un momento clave que anunciaba en esa época la llegada de las lluvias.