Un niño de 7-8 años deambulaba por las calles de Hong Kong. Miró a su alrededor y se tapó los oídos por el ruido. El niño estaba vestido con ropa antigua, típica del 1-2 milenio antes de Cristo. Cuando los residentes preocupados se volvieron hacia él, el niño respondió en una extraña versión del idioma chino. Solo los especialistas podían entenderlo: era un antiguo dialecto chino.
El nombre del niño era Yung Li Cheng. Cuando se le preguntó por sus padres, dijo que su madre trabajaba en las plantaciones de arroz, pero resultó que en estos lugares había una ciudad desde hace mucho tiempo y no había plantaciones durante varios siglos. El niño fue revisado por médicos, principalmente psiquiatras y psicólogos. Sin revelar ningún problema de salud, las palabras de Cheng fueron escuchadas.
Los historiadores tomaron un fragmento de la ropa del niño y lo analizaron. Resultó que la túnica tiene varios miles de años. Yung Li Cheng contó muchos detalles interesantes de la vida de los antiguos chinos y japoneses. Se convocó una conferencia de destacados historiadores de China y un niño habló ante ellos. El informe del bebé y numerosas cosas que ni siquiera todos los expertos sabían finalmente convencieron a los científicos.
Ying Ying Shao, profesor de historia en la Universidad de Pekín, estaba tan imbuido de la historia del bebé que lo acogió y comenzó a buscar en los archivos al menos alguna información sobre Cheng. Después de trece años de búsqueda y arduo trabajo, Shao tenía en sus manos un documento que mencionaba la desaparición de un niño con exactamente el mismo nombre. Para ese entonces, el niño había desaparecido sin dejar rastro en 1998, y el historiador seguía buscando información, creyendo que había regresado a su tiempo.
Además del informe de la pérdida, también se ha conservado un registro sorprendente que dice que Jung Li Cheng regresó con sus padres. Es cierto que su destino no fue envidiable. Habló con entusiasmo sobre casas enormes, traqueteo de autos multicolores y pájaros y serpientes de hierro voladores. Además, el discurso del niño estaba lleno de palabras desconocidas. Los médicos de esa época pensaron que los demonios se habían mudado al bebé y lo habían vuelto loco. Durante tres semanas intentaron en vano curarlo, después de lo cual murió.
El profesor Ying Ying Shao habló en una conferencia sobre viajes en el tiempo en 2004. Se refirió al incidente de Yung Li Cheng, señalando todas las pruebas. Los físicos ridiculizaron el informe del historiador, pero hoy muchos físicos teóricos creen que es posible viajar del pasado al presente y viceversa. Es cierto, hasta ahora solo en teoría. En la práctica, solo se conocen casos aislados.
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