La huella fue encontrada en 1968 en Antelope Springs, Utah, Estados Unidos.
El coleccionista de fósiles William J. Meister no podía dar crédito a sus ojos, cuando una mañana de 1968, en compañía de su mujer e hijas, estas le mostraron un sorprendente hallazgo. Se hallaban de excursión en la comarca de Antelope Springs, a unos 70 kilómetros de Delta, en el estado de Utah, recogiendo diversas muestras de trilobites (crustáceos prehistóricos), en un terreno de pizarra y al parecer una de sus hijas le acercó una roca que parecía interesante.
Ese día Meister ya había recolectado unas cuantas pequeñas especies fósiles perocuando golpeó una piedra de pizarra de unos 5 cm de espesor con su pico de geólogo, esta se abrió dejando el molde en ambas caras de algo que a primera vista cabe interpretar como una pisada.
Para dejar menores dudas de la datación de la pisada, también aparece aplastado por la huella, los restos de un trilobite, fósil que se utiliza por su abundancia para datar estos yacimientos de pizarra pues son característicos del período Ordovicio, ya que las rocas más famosas del Ordovicio son pizarras y lavas volcánicas.
La pizarra surge como producto del proceso natural de sedimentación y compactación de la arcilla. Las características principales de la pizarra son que puede dividirse en lajas, es resistente, duradera e impermeable.
El período Ordovicio terminó en una extinción masiva de animales ¿qué habrá provocado esa extinción? ¿los humanos que dejaron la huella?
A finales de este período se produjo una extinción masiva muy importante, que acabó casi con la mitad de las especies animales existentes. Estas extinciones sirven a los paleontólogos para marcar el fin del Ordovicense y el inicio del Silúrico.
En esta época desaparecieron toda clase de animales. Los trilobites del Ordovicense se extinguieron, pero rápidamente evolucionaron los nuevos trilobites del Silúrico.
El trilobite es una clase de artrópodos extintos que existieron desde la era Era Paleozoica hace 570 millones de años, hasta finales del Pérmico, hace 250 millones de años.
Los trilobites surgieron ya en los albores del período Cámbrico, alcanzando su mayor propagación durante el Cámbrico (de 570 a 505 millones de años) y el Ordovicio (de 504 a 438 millones de años).
A partir del Silúrico de 437 a 408 millones) y el Devónico (de 407 a 362)estuvieron en regresión, que continuó en descenso en el Carbonífero (361 a 290 millones)hasta que los supervivientes desaparecieron al final de la Era, durante el Pérmico (de 289 a 246), hace 250 millones de años.
De más está decir que, en esta época de los trilobites, según la “Ciencia oficial” el ser humano ni existía, ni mamíferos ni nada. Las medidas de la huella fósil hallada por Meister son las siguientes: 32 cm de largo, 11,25 cm de ancho y 7,5 cm de profundidad en su talón.
Lo más curioso de la historia, detalle que dejó perplejo y desconcertado al Sr. Meister, es que el talón del “calzado” había aplastado precisamente un trilobite, y la huella al menos tuvo que ser impresa hace más de 400 millones de años cuando vivían estos animales.
Es un hecho inconcebible según los expertos, pues la ciencia oficial cifra la aparición de la especie humana hace unos tres millones de años, y tan solo en unos 9.000 años en la utilización de un primitivo tipo calzado.
El asombroso descubrimiento realizado por William Meister, en el área rocosa que se conoce como Formación Wheeler, en Utah, tendría que haber impactado al mundo científico pero no fue así, ya que sistemáticamente los profesionales que tendrían que estudiarla más detenidamente se negaron a hacerlo.
Consciente de la importancia de su descubrimientoMeister, llevó la piedra a los geólogos de la universidad de Utah. No pudo encontrar ninguno dispuesto a examinarla en Utah, por lo que se dirigió un periódico local, TheDesert News, que publicó un artículo.
Todos los hombres de ciencia sabían que no hay duda que se trata de una pizarra y para colmo la huella de pizarra contiene no uno, sino dos trilobites, uno de ellos en tan buenas condiciones que ha sido individualizado y pertenece a la especie Elrathia kingii.
Por tanto,hay una huella fosilizado de una sandalia humana con un trilobite, un animal marino extinto, dentro de la huella marcada por el talón y no hay explicación negativa que valga, un humano estuvo en tiempos de los trilobites.
Meister efectuó su hallazgo en julio de 1968 mientras buscaba fósiles en la zona de Antelope Springs, cerca de Delta, Utah.Como la huella apareció en lo que pudo ser alguna vez una playa arenosa del período cámbrico de la era paleozoica, la sandalia impresa debía tener la increíble, antigüedad de más de 300 millones años y menos de 500 millones de años.
El hallazgo lo forma un negativo y un positivo fósil, que antes de ser separados por la acción humana, formaban una única pieza. Esta huella mide 32 centímetros.
CliffordBurdick (1894-1992), geólogo de Tucson, Arizona, investigó personalmente el descubrimiento de William Meister, y el día 20 de julio de 1968, cavando en esa misma zona en la que se había encontrado la huella de sandalia, él mismo tuvo “la enorme suerte de encontrar en una plancha de pizarra la huella del pie desnudo de un niño, con los cinco dedos claramente marcados”.
Ampliación del trilobite en la huella de Meister.
“La impresión”, dijo, “tenía más o menos 14,4 cm de longitud y mostraba los dedos del pie abiertos, como si nunca hubiese usado calzado, que causa que los dedos se mantengan juntos. El pie no parece haber tenido mucho arco y el dedo pulgar no es muy prominente”.
Pocos días después, el doctor Burdick descubrió una huella humana “parecida a la primera hallada por Meister, y grabada evidentemente por unos zapatos o mocasines”.
Por su parte, Dean Bitter, un docente de la escuela pública de SaltLake City declaró que encontró, en agosto de 1968, más marcas de calzados o sandalias en el área de Antelope Spring.
Pero no había trilobites aplastados por estas huellas, aunque sí se encontró uno pequeño cerca de las marcas de pisadas, en la misma roca.
El 4 de julio de 1969, el Dr. Clarence Coombs, del Columbia UnionCollege de Maryland, y Maurice Carlisle, geólogo, visitaron el lugar del descubrimiento. Carlisle encontró, en el mismo nivel de la huella, una capa de barro que demostraba que era posible la existencia de esa huella, sin embargo, los científicos consideran que se trataba de una rareza, de una casualidad, de un capricho de la erosión. Como el propio Meister dice, “no es posible que eso esté ahí, sin embargo está”.
Respecto a la huella hallada por Meister, muestra incluso que la “sandalia” está bien gastada del lado del talón, lo que indica una distribución característica y natural de peso. Lo que está claro es que si se trata realmente de una “huella humana” y esto echaría por tierra toda la teoría de la evolución.
Los comentarios del doctor Burdick en relación con las huellas humanas descubiertas en Antelope Springs aparecen en su mencionada “declaración de defensa”:
Tales huellas de apariencia humana se conservaron en una roca a cientos de pies por debajo de la actual superficie del suelo, corno si, al comienzo de alguna gran catástrofe, un temblor de tierra hubiese enterrado juntas muchas formas de vida, unas marinas y otras no.
Esta mezcla de tipos de fósiles es muy corriente en todo el mundo… Si se comprueba que son huellas humanas, el descubrimiento tendrá repercusiones de largo alcance en todo el mundo científico, especialmente para los estratígrafos y los palentólogos.
Los fósiles cámbricos, tales como los trilobites, se encuentran tradicionalmente ubicados en el fondo del paleozoico, es decir, unos 600 millones de años antes de la aparición del hombre según la geología evolucionista.
Si demuestran ser ciertas, estas pruebas provocarán prácticamente el colapso o derrumbamiento de la columna geológica… “Doctor Clifford Burdick.
Respecto a la pisada petrificada de William J. Meister, hace pocos años estuvo a punto de ir a parar al Instituto Smithsoniano que deseaba quedarse con esta prueba vital de la existencia del hombre muchos cientos de millones de años atrás, pero argumentó que si la adquiría no iba a exponerla.
Afortunadamente en 2001 intervino el investigador alemán ingenieroHans-Joachim Zillmer que visitó a la posteriormente fallecida Mabel Meister, quien conservaba la evidencia encontrada por su marido y descrita en el libro de Zillmer Darwin se equivocó, el “tesoro” de la geología controversial: una sandalia pisando un trilobite.
Zillmer intervino y logró que la impronta de Meister (Meister Print) fuera trasladada al Creation Evidence Museum en Glen Rose, a orillas del río Paluxy, Texas, donde el público interesado pueda observarla.
Mabel Meister y el investigador alemán Zillmer.
Como vemos, los misterios que rodean a la presencia humana sobre la Tierra en la noche de los tiempos son innumerables y mientras tanto, la comunidad científica sigue mirando hacia otra parte.
21 julio, 2018