3 GRAVES ADVERTENCIAS PARA OTOÑO DE 2015
Nunca desde la crisis financiera de 2008, tantas personas prominentes habían emitido tantas advertencias urgentes sobre un período de tiempo específico.
Hay un creciente número de analistas, periodistas y economistas que vienen advirtiendo sobre lo que puede suceder durante la segunda mitad de 2015.
Algunos de estos personajes tienen que ver con el mundo alternativo, es decir, con aquellas voces que trascienden el discurso oficial de los gobiernos y de los medios de comunicación que siguen sus dictados.
LINDSEY WILLIAMS
Uno de estos personajes es el pastor norteamericano Lindsey Williams.
Williams afirma tener contactos con personas de la élite más privilegiada de EEUU; esta élite estaría formada por aquellas personas que realmente controlan la política y la economía y de las que apenas nadie ha oído hablar, pues no muestran su identidad públicamente, a diferencia de aquellos personajes elitistas y multimillonarios a los que conoce todo el mundo y que en el fondo ocupan un segundo peldaño en el escalafón del poder.
Según Lindsey Williams, esa élite privilegiada que está en contacto con él, le ha advertido de que se producirá un colapso financiero global entre septiembre y diciembre de este año.
Williams tiene un cierto nivel de credibilidad en el mundo alternativo de EEUU, pues ya en 2008, reveló que, según una información privilegiada de esas élites, el precio del petróleo caería de 140 dólares el barril a 40 dólares el barril, algo que al final sucedió.
A su vez, también ha cometido algunos deslices. En 2012 reveló que fuentes de esas élites pretendían provocar un colapso económico durante ese año y que EEUU traicionaría a sus aliados de Arabia Saudita a finales de 2012.
Como todos sabemos, nada de eso sucedió, pero sin embargo, sí podemos constatar que EEUU se ha alejado de Arabia Saudita y ha pactado con su enconado enemigo regional, Irán, lo que ha provocado que Arabia Saudí se haya acercado a Rusia y haya firmado con Putin una serie de acuerdos de colaboración económica y militar, que incluyen la fabricación de centrales nucleares en el país arábigo y la compra de armas a Rusia; algo impensable hace unos meses.
Así pues, la “traición” que predijo Williams en 2012, se ha producido con dos años de retraso y es precisamente ahora, cuando Williams vuelve a advertirnos de que el colapso económico programado para entonces por esas élites, se producirá durante el último tercio de este año.
De hecho, Williams, tras su error de 2012, ha estado diciendo a lo largo de 2013 y 2014 que el temido colapso financiero mundial, no iba a suceder durante esos años, y el tiempo le ha dado la razón.
Con todo esto no estamos diciendo que las advertencias del pastor Lindsey Williams deban ser creídas como algo verdadero e indiscutible y máxime cuando mucha gente lo considera, y con cierta razón, un charlatán.
Simplemente ponemos sobre la mesa los aciertos y los errores de sus revelaciones, que este año coinciden con los temores de muchas otras personas, para que los lectores tengan en cuenta estos datos.
MARTIN ARMSTRONG
Otro de los personajes que advierten sobre lo que puede suceder este otoño, es el economista Martin Armstrong.
De hecho, Armstrong dice que viene advirtiendo del crack financiero de finales de este año desde 1985.
Armstrong es conocido por haber desarrollado su propia teoría de los ciclos económicos, a la que él llama “Modelo de Confianza Económica”. De acuerdo con su teoría o modelo, la gran explosión de la “deuda soberana” está programada para ocurrir a finales de 2015.
Martin Armstrong
Y resulta que el modelo de Armstrong ya se mostró útil en el pasado para predecir crisis económicas.
La crisis de 1987 tocó fondo el día en el los gráficos de su modelo indicaban los puntos más bajos. Lo misma sucedió en 1994, cuando el mercado de acciones de Estados Unidos tocó fondo.
Ahora solo falta saber si esta vez, los modelos predictivos de Armstrong, aciertan con la previsión de un desastre financiero a finales de año, provocado por la explosión del mercado de los bonos.
ALEX JONES
De todas formas, las advertencias más catastrofistas provienen de uno de los personajes alternativos más famosos de la red: Alex Jones.
Mucha gente considera a Alex Jones un charlatán, un agente encubierto de las élites, un mercader del miedo, un paranoico o incluso un ultraderechista.
Alex Jones
Lo cierto es que entre las informaciones que ofrece, se pueden encontrar exageraciones y falsedades mezcladas con verdades, así como predicciones disparatadas y catastrofistas, mezcladas con predicciones que básicamente, sí se cumplen, como su constante advertencia desde hace muchos años, del ascenso de estado policial en EEUU, algo que cada vez es más obvio.
En un reciente video publicado en su canal, Alex Jones revela que recibió “dos llamadas diferentes” de personas “extremadamente prominentes y ricas” advirtiéndole acerca de lo que se acerca a finales de este año y preguntándole por qué no abandonaba los Estados Unidos “antes de octubre “.
Según Jones, estas personas poderosas creen que algo realmente grande va a ocurrir a finales de septiembre, algo que encaja con muchas otras predicciones, más o menos catastrofistas que advierten de lo mismo.
Alex Jones también explica que un gran número de personas con información privilegiada están abandonando en silencio los EEUU.
Uno puede considerar que este tipo de afirmaciones son exageradas y catastrofistas y que solo buscan el sensacionalismo.
Y muy probablemente, sea así.
No obstante, hay elementos que invitan a la inquietud y a no lanzar en saco roto estas advertencias.
Por ejemplo, se sabe que cada vez hay más países que acumulan oro ante un posible desastre financiero global, entre las que obviamente, destaca China.
Pero es que además, un creciente número de países están reclamando el retorno de sus reservas de oro almacenadas en la Fed de Nueva York, como por ejemplo, Holanda y sobretodo el Bundesbank Alemán, que desde principios de este año, mostró su intención de repatriar las 300 toneladas de oro que tiene almacenadas en la Reserva FEderal de Nueva York.
Otro caso similar sucede con el estado norteamericano de Texas, que también pretende repatriar con urgencia 1.000 millones de dólares en oro desde la la Fed.
Ian Spreadbury
Ian Spreadbury, el gerente de uno de los mayores fondos de bonos de Gran Bretaña, ha instado a los inversores a sacar el dinero de los bancos y guardarlo en sus casas.
Según Spreadbury, podríamos estar cerca de un “evento sistémico” que provoque una grave crisis como la de 2008.
Ante esa posibilidad, Spreadbury cree que los inversores deben repartir su dinero ampliamente entre diferentes activos, incluyendo el oro y la plata, tener dinero en efectivo en cuentas de ahorro y lo que es más sorprendente y alarmante en boca de alguien como un gestor de fondos: tener “dinero bajo el colchón”.
Su preocupación se debe a que la deuda mundial, en particular la deuda hipotecaria, se ha disparado hasta niveles récord gracias a los tipos de interés excepcionalmente bajos, algo que pronto podría terminar y no está seguro de que los bancos pudieran hacer frente a las consecuencias, por lo que temería un posible “corralito”.
Este tipo de advertencias, proviniendo de gestores de inversiones “serios y respetados”, deberían alarmar al más pintado, pues son un tipo de declaraciones públicas extremadamente inusuales.
Ron Paul
Asimismo, el ex congresista Ron Paul también ha advertido recientemente de que las políticas de impresión de dinero de la Reserva Federal son insostenibles, y de que el mercado de valores se está aproximando a un “día del juicio final”.
Si a ello añadimos que muchos multimillonarios están comprando “bunkers del fin del mundo” y escondites en lugares remotos como Nueva Zelanda, lo cierto es que se pinta un panorama inquietante.
A estas alturas, nadie puede afirmar de forma concluyente que estas advertencias tengan sentido o no.
Seamos sinceros: lo cierto es que no disponemos de los suficientes datos para distinguir dónde empiezan las exageraciones o las paranoias y dónde termina la realidad tangible.
Pero hay algo que sí esta claro.
Y es que si bien es cierto que nadie debe creer con los ojos cerrados ninguna de estas advertencias, también resulta absurdo negarlas de plano y no querer escucharlas.
Ya son muchos indicios los que apuntan, desde hace tiempo, que se aproxima un nuevo desastre financiero y en estos momentos, muchos de estos indicios apuntan a este otoño, a partir de septiembre.
Eso no significa obligatoriamente que vaya a suceder algo malo, pero dada la cantidad de pistas, debemos estar atentos, y con toda la prudencia, prepararnos en la medida de lo posible “por si acaso”…