Un interesante reporte preparado por las
Fuerzas de la Defensa del Espacio Aéreo (KVO) que circula el día de hoy en el
Kremlin señala que la “subcrítica” prueba nuclear llevada a cabo por los Estados
Unidos el pasado miércoles (5 de diciembre) fue con miras a la preparación de
una explosión atómica mucho más grande planeada por los Estadounidenses cuyos
temores van creciendo por la “repentina” emergencia de una misteriosa pirámide
subterránea en Alaska que se cree esté a punto de salir a la superficie.
Según fuentes noticiosas Occidentales que están confirmando esa
explosión atómica, el 6 de diciembre, la Administración de Seguridad Nacional
Nuclear de los Estados Unidos (NSSA) publicaron en su sitio web que un día antes
de que se llevara a cabo el 27 experimento nuclear subcrítico, “Pollux” de los
Estados Unidos desde que firmaron el Tratado de Prohibición de Pruebas
Comprensivas (CTBT). Pollux fue una prueba subcrítica, la primera de su clase,
que implica un modelo básico a escala de ojiva nuclear, aunque este hecho no se
mencionó en su boletín informativo.
El CTBT permite que estos
experimentos explosivos subterráneos con plutonio, mientras no dé lugar a una
reacción en cadena, sin embargo, los Estados Unidos no le han permitido el
acceso a los inspectores internacionales al sitio de sus pruebas desde fines de
la década de 1990, así que la veracidad de sus afirmaciones – de que no llevaron
a cabo una muy pequeña explosión nuclear – no han podido ser establecida. Desde
la formación del CTBT, los experimentos subcríticos han estado bajo ataque
debido a los riesgos de proliferación.
Aun cuando esta explosión atómica
no anunciada fue ampliamente condenada por virtualmente casi toda nación del
planeta, desde el Japón, aliado de los Estados Unidos, hasta el enemigo, Irán,
ese reporte de las VKO indica que los “temores” y no la “arrogancia” fueron con
mayor probabilidad la motivación del régimen de Obama que llevaba a cabo tal
prueba en primer lugar.
Los temores Estadounidenses mencionados en ese
informe se centran alrededor de los misteriosos eventos que ya están sucediendo
en la región de Preservación Nacional de los ríos Charley y Yukón en Alaska
cerca de la frontera Canadiense, dond
e el 27 de septiembre una tremenda explosión
acabó con la paz de esta región y donde los informes noticiosos locales indican
que nadie ha llegado al lugar todavía, pero fotografías tomadas desde aviones,
han revelado un área deprimida que esta liberando vapor y parece mas bien un
mini volcán.
Las estaciones sísmicas Rusas ubicadas en el Ártico, dice
ese informe, no obstante, pudieron detectar una “anómala estructura con forma de
pirámide” descansando debajo de la superficie del área de explosión en los ríos
Yukon-Charley, ambas el 27 de septiembre, cuando se dio el evento inicial y la
semana pasada debido a la explosión atómica que, igualmente, se extendieron por
toda la superficie del planeta.
Es importante destacar que cuando China
llevó a cabo la explosión de su mas grande prueba nuclear subterránea el 22 de
mayo de 1992, geólogos y sismólogos usaron el evento para estudiar la corteza de
la Tierra y descubrieron otra estructura grande con forma de pirámide debajo de
la superficie en el occidente de Alaska entre el Monte McKinley y Nome en la
Sonda Norton.
Un programa de televisión del Canal 13 de Anchorage,
Alaska se dice que transmitió una reseña noticiosa en el Otoño de 1992 sobre la
prueba nuclear de China y el subsiguiente descubrimiento de la pirámide, pero a
la fecha no se han dado a conocer informes de los Estados Unidos sobre este
extraño suceso.
Llamada ya la “Pirámide Oscura”, por los investigadores
Estadounidenses independientes, la primer anomalía fue investigada por la
periodista investigadora ganadora del premio Emmy, Linda Moulton Howe, que en su
informe de 2012, “Actualización sobre la Supuesta Pirámide Oscura” Subterránea
de Alaska” destacó muchos elementos misteriosos en esa historia, incluyendo que
el área rodeada por esas pirámides subterráneas llamado el Triángulo de Alaska,
se convertido en el “Cementerio del Diablo” de barcos, aviones y personas
desaparecidos, desde 1988, ya que casi 16,000 se han perdido.