19 octubre, 2018
Los datos recogidos por el radar de la sonda Mars Express han revelado que bajo el polo sur de Marte muy probablemente existe una gran masa de agua subterránea o, al menos, una gran acumulación de sedimentos ricos en agua. Estas conclusiones han sido publicadas en Science por un equipo de investigadores dirigidos por Roberto Orosei, del Instituto Nacional de Astrofísica de Bolonia.
Aunque no son una evidencia directa e incuestionable de que allí exista una masa de agua, según estas observaciones es muy probable que se haya encontrado un lago salino y muy frío, próximo a los -68 ºC y de al menos 20 kilómetros de diámetro. Las lecturas de radar han indicado que dicha masa de agua estaría a 1,5 kilómetros de la superficie, pero no permiten deducir qué profundidad tendría dicha formación.
El propio Orosei ha reconocido que este lago salino, frío y sujeto a altas presiones «no se trata de un lugar muy agradable para la vida». Sin embargo, los investigadores ya han explicado que esta reserva de agua es comparable a los lagos subglaciales que se encuentran debajo de las capas de hielo de la Antártida en la Tierra.
Uno de ellos es el célebre lago Vostok, una masa de agua situada a unos cuatro kilómetros de la superficie del hielo antártico en la que los investigadores detectaron hace algunos años la presencia de miles de nuevas especies. ¿Podría haber en Marte algún lago, como el Vostok, en el que vivieran multitud de microbios?
Para responder a esta pregunta, desde hace unos años los astrobiólogos y los científicos planetarios han centrado su atención en los polos norte y sur de Marte, cubiertos por importantes casquetes de hielo de agua y dióxido de carbono.
El efecto de la presión y la salinidad, junto al calor proveniente de las profundidades de Marte, podrían permitir la aparición de agua líquida bajo estas masas, a salvo de la radiación que azota la superficie marciana. Esto, junto a la existencia de moléculas orgánicas complejas en Marte, haría que el planeta rojo fuera un lugar muy prometedor para encontrar vida fuera de la Tierra.
Vida en el límite
Pero, incluso aunque se confirme que los investigadores acaban de encontrar un lago subterráneo en Marte, aún no se podría afirmar que dicho lugar es compatible con la vida. Según ha dicho en «NovaNext» Brent Christner, microbiólogo de la Universidad de Florida (EE.UU.), «si allí hay vida microbiana, está operando bajo condiciones que estarían justo en el límite en el que puede operar aquí, en la Tierra».
John Priscu, biogeoquímico de la Universidad Estatal de Montana en Bozeman (EE.UU.) que estudia la vida en las condiciones extremas de los lagos subglaciales de la Antártida, ha explicado a ABC que cree que «las condiciones físicas y químicas en el lago marciano son compatibles con la vida microbiana terrestre». Este investigador, considera que, a la luz de lo que le ha mostrado su trabajo con el paso de los años sobre «la tenacidad de la vida en la Tierra», concluiría que «este lago es un hábitat viable».
¿Cómo serían estas posibles formas de vida? «Sospecho que allí encontraríamos microbios psicrófilos (que crecen en ambientes muy fríos) que viven de la energía que extraen de los minerales. Nosotros hemos encontrado ese tipo de microorganismos (quimiotrofos) en nuestras investigaciones en lagos subglaciales de la Antártida», ha explicado.
En opinión de Alberto González Fairén, investigador del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), allí la vida «tendría que estar adaptada a las enormes presiones en el interior del lago, que está bajo kilómetro y medio de capas de hielo, a las temperaturas de cerca de 70 grados bajo cero, y a la salinidad extrema, que es justamente la que permite que el agua esté líquida».
Por otra parte, sin embargo, este investigador ha destacado que el peculiar aislamiento del supuesto lago marciano encontrado en esta ocasión permitiría a los posibles microbios estar protegidos de «la altísima radiación que baña toda la superficie marciana y alejados de muchos de los compuestos extremadamente oxidantes de la superficie».
¿Un buen lugar para buscar vida?
En realidad, la pregunta de si este potencial lago marciano alberga vida solo puede responderse desde allí. Por desgracia, esto podría tardar mucho en ocurrir, si es que tiene lugar, porque dicha masa de agua está a 1,5 kilómetros de la superficie. Tal como ha dicho John Priscu, un trabajo así requiere usar toneladas de material y combustible: «Y no hay forma de llevar todo eso a Marte».
A pesar de estas dificultades, varios investigadores han coincidido en señalar la importancia de estos descubrimientos. En «Nature.com» el planetólogo Stephen Clifford ha considerado que, si la vida alguna vez existió en Marte en lagos subterráneos, el último hallazgo «refuerza la idea de que la vida podría persistir todavía en Marte». Tal como ha opinado en «NovaNext» Chris Mckay, científico de la NASA, «este lago de Marte, incluso si es salado, es ahora el mejor lugar para buscar vida existente en Marte».
En todo caso, según González Fairén «el descubrimiento de agua líquida hace mucho más posible que haya vida en Marte. Combinando este descubrimiento con el hallazgo de compuestos orgánicos que hizo Curiosity hace un mes, ahora sabemos que Marte tiene los ingredientes básicos de los que estamos hechos todos los seres vivos: agua líquida y compuestos orgánicos».
Los próximos descubrimientos
De momento, toca esperar varios años hasta el lanzamiento de los próximos rovers de exploración que rastrearán Marte para averiguar hasta qué punto podría albergar vida. Sin embargo, ya desde noviembre de este año la misión «Insight» estudiará el interior del planeta rojo. Gracias a sus sensores podrá estudiar la cantidad de calor que es liberado desde las entrañas del planeta, lo que es crucial para comprender qué capacidad tiene esto de crear lagos bajo los polos helados de Marte.
Además, si bien parece muy difícil acceder al hielo de los polos marcianos con sondas de exploración, recientes investigaciones han mostrado la presencia de grandes cantidades de hielo en el subsuelo de zonas tropicales de Marte. Según Alberto González Fairén, estos depósitos «podrían esconder también lagos o barros de agua líquida, situados mucho más cerca de la superficie. Por lo tanto, serían muchísimo más accesibles para su exploración astrobiológica inmediata».
Sea como sea, esta apasionante búsqueda de vida en el Sistema Solar continuará. Este investigador ha recordado que «sabemos que existen grandes lagos e incluso mares de agua líquida, bajo las cortezas exteriores de hielo de Europa (luna de Júpiter) y Encélado (luna de Saturno)».
Allí, a diferencia de lo que parece ocurrir en Marte, no es necesario perforar para acceder a estas masas de agua: existen «géiseres» que liberan al espacio nubes de agua y moléculas orgánicas procedentes de los mares y lagos del subsuelo. Las misiones que explorarán estas nubes de partículas ya están en desarrollo y podrían arrojar apasionantes resultados científicos en cerca de una década.