Fueron hallados en Iruña-Veleia en el año 2006, en el País Vasco, en Álava. Eran una serie de inscripciones similares a los jeroglíficos egipcios, epigráficos.
En un principio tenían una antigüedad de 1700 años, cuando no se usaba la escritura jeroglífica.
Las inscripciones se encuentran como decoración en fragmentos de piezas de cerámica, tablillas y material de desecho. Los jeroglíficos no tienen traducción.
La localidad de Iruña-Veleia es de origen romano y en la época Flavia tuvo casi 10000 habitantes.
El investigador José Manuel Galán Allué afirmaba:”los supuestos restos no pueden ser clasificados como jeroglíficos egipcios y sólo son de inspiración egipcia por algún falsificador dejando de manifiesto las dudas sobre la autenticidad de estos restos”, “levantan tantas dudas de autenticidad que plantea que sean de factura y manipulación reciente”.
El investigador José Manuel Galán Allué afirmaba:”los supuestos restos no pueden ser clasificados como jeroglíficos egipcios y sólo son de inspiración egipcia por algún falsificador dejando de manifiesto las dudas sobre la autenticidad de estos restos”, “levantan tantas dudas de autenticidad que plantea que sean de factura y manipulación reciente”.
El informe de la comisión inicial de estudio, comentaba:”La excepcionalidad en varios aspectos, como jeroglíficos, un RIP sobre el supuesto Calvario, la palabra Anquises, dobles flechas, la supuesta mención de Nefertiti…, todo ello considerado, como imposible por la comunidad científica, en la época histórica que se afirmaba, entre otras, así como los inexplicables retrasos (hasta seis veces) en la presentación habitual de los materiales a la comunidad científica, fuera en congresos o en revistas científicas de prestigio, llevaron en enero de 2008 a la Diputación Foral de Álava, propietaria del yacimiento, a encargar una evaluación externa de expertos.
Los dictámenes resultantes, presentados en rueda de prensa el 19 de Noviembre de 2008, confirmaron las sospechas manifestadas en Internet desde el principio y, trabajando ya sobre el conjunto de los materiales, revelaron más y múltiples irregularidades, validando la sospecha de fraude.
Como consecuencia de ello, la institución foral revocó aquel mismo día el permiso de excavación a la empresa de Eliseo Gil, Lurmen, S.L. (concesionaria de las excavaciones).
Se daba la circunstancia de que esta empresa disfrutaba desde 2001 de un fuerte presupuesto anual, procedente del patrocino de la empresa pública Euskotren y de otras instituciones.
En la primavera de 2009 se presentaron varias querellas por parte de Euskotren y de la Diputación Foral de Álava contra Lurmen”.
Los dictámenes resultantes, presentados en rueda de prensa el 19 de Noviembre de 2008, confirmaron las sospechas manifestadas en Internet desde el principio y, trabajando ya sobre el conjunto de los materiales, revelaron más y múltiples irregularidades, validando la sospecha de fraude.
Como consecuencia de ello, la institución foral revocó aquel mismo día el permiso de excavación a la empresa de Eliseo Gil, Lurmen, S.L. (concesionaria de las excavaciones).
Se daba la circunstancia de que esta empresa disfrutaba desde 2001 de un fuerte presupuesto anual, procedente del patrocino de la empresa pública Euskotren y de otras instituciones.
En la primavera de 2009 se presentaron varias querellas por parte de Euskotren y de la Diputación Foral de Álava contra Lurmen”.
“En abril de 2010 el Consejo de Gobierno foral ha aprobado un Nuevo Plan Director 2010-2020 para el yacimiento, elaborado por un equipo multidisciplinar dirigido por el profesor titular de arqueología de la Universidad del País Vasco Julio Núñez.
Según el proyecto firmado con la universidad, este profesor será quien lidere la dirección científica y de investigación del proyecto en “las labores referidas directamente al ámbito de la arqueología”
Según el proyecto firmado con la universidad, este profesor será quien lidere la dirección científica y de investigación del proyecto en “las labores referidas directamente al ámbito de la arqueología”
“El supuesto calvario del siglo III, es una representación de Jesús crucificado grabada en una pequeña pieza cerámica de diez centímetros cuadrados.
En la escena del monte Gólgota, junto a Jesús crucificado, aparecen los ladrones Dimas y Jestas, así como dos figuras que podrían representar a la Virgen y San Juan. En la parte superior de la cruz parece leerse el epitafio RIP.
En la escena del monte Gólgota, junto a Jesús crucificado, aparecen los ladrones Dimas y Jestas, así como dos figuras que podrían representar a la Virgen y San Juan. En la parte superior de la cruz parece leerse el epitafio RIP.
Según Eliseo Gil: “se trataría de un calvario tres siglos más antiguo que el hallado en las catacumbas de Roma, del siglo VI, considerado hasta 2006 la representación de Jesús crucificado más antigua del mundo”.
“Pero esta pieza apareció junto a otros dibujos de crucifixiones de dioses paganos y textos cristianos. Lo extraordinario de esta pieza consistiría en que la representación de Jesús en la cruz y su principal anomalía precisamente el “RIP”, ya que es contrario a la fe cristiana en la resurrección. Se hubiera esperado en todo caso el clásico INRI”.
Los jeroglíficos hallados tiene una excelente manufactura, las inscripciones de las referencias a Nefertiti y Nefertari, son las que hacen dudar a los científicos de su autenticidad.
El profesor Marín Almagro Gorbea, el catedrático en Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, calificó los hallazgos de Iruña-Veleia de “estafa” por algunas inscripciones que combinaban euskera, jeroglíficos egipcios y el calvario del siglo III.
El caso se llevó a los tribunales, por vía penal, por presunto delito de estafa y falsificación. Diputación abrió un expediente administrativo sancionador contra Lurmen, S.L., con una sanción máxima administrativa aplicable de 150.000 euros:
“Hemos constatado la falta y/o graves defectos de método arqueológico seguido en la excavación; la manipulación y tergiversación de los informes aportados en garantía de la autenticidad de los hallazgos; la falta de acreditación, requerida por una orden foral previa, sobre la capacitación profesional del asesor científico de Lurmen SL; la negativa a aportar informes de analítica que se dicen realizados por los laboratorios CEA-CNRS de Saclay, en París, y otros; la existencia de hechos de falsificación de inscripciones arqueológicas por un trabajador; y la falta de control de su dirección en la seguridad del yacimiento.”
Una querella presentada por Eliseo Gil contra la Diputación y la UPV fue desestimada en mayo de 2009.
Posteriormente, dos querellas contra Eliseo Gil e Idoia Filloy, presentadas por la sociedad pública ETS de EuskoTren, fueron asimismo desestimadas.
Posteriormente, dos querellas contra Eliseo Gil e Idoia Filloy, presentadas por la sociedad pública ETS de EuskoTren, fueron asimismo desestimadas.
Este intercambio de denuncias, no nos aclara si hubo fraude o no.
En 2009 se constituyó una plataforma para defender la autenticidad de estos hallazgos considerando “una evidencia primaria de autenticidad en arqueología”, la cual Denuncio que no se hayan realizado excavaciones de contraste.
Referencias:
http://www.investigacioncritica.com/?p=97