Nuestro pasado histórico es como un gran puzzle: Mitos, leyendas, excavaciones arqueológicas, antiguas tablillas, extrañas ruinas, dibujos en cavernas, etc… pueden utilizarse para construir una hipótesis de trabajo.
A partir de este material, puede construirse un impresionante e interesante mosaico. Pero tradicionalmente se ha enfocado con un patrón de pensamiento preconcebido en el cual las piezas aparentemente siempre se pueden colocar.
Un evento prehistórico puede haber sucedido de diversas maneras. Tenemos el derecho y el deber de dudar de cada patrón de pensamiento y de cada hipótesis de trabajo aceptados, porque si las ideas existentes no pueden transformarse en preguntas, la investigación ha finalizado.
Así que nuestro pasado es sólo relativamente cierto. Si aparecen nuevos indicios, las viejas hipótesis deben ser reemplazadas. Nuevos conocimientos sobre el universo, el macrocosmos y el microcosmos, en tecnología, etc… han modificado completamente nuestra imagen del mundo en que vivimos. Hoy sabemos que los viajes espaciales no son una utopía.
Estamos familiarizados con el milagro de la televisión y podemos calcular las consecuencias de la teoría de la relatividad. Nuestra idea del mundo empieza a estar sobre bases inestables. Tenemos que entrar en un nuevo mundo de lo improbable con una mente abierta y llena de curiosidad.
Este artículo está basado en escritos de Daniken y otros. Pero tanto Daniken, como otros escritores e investigadores, se han inspirado en obras más antigüas, como “el retorno de los brujos” de Jacques Bergier y Louis Pauwels.
Los mapas de Piri Reis
Por ejemplo, a comienzos del siglo XVIII se encontraron unos antiguos mapas que habían pertenecido a un oficial de la marina turca, el Almirante Piri Reis, en el palacio Topkapi.
Estos mapas fueron entregados al cartógrafo americano Arlington H. Mallerey para su estudio. Mallerey confirmó el extraño hecho que todos los datos geográficos aparentaban ser correctos, pero no dibujados en el lugar correcto. Buscó la ayuda de Walters, cartógrafo de la oficina hidrográfica de la marina de USA. Mallerey y Walters transfirieron los mapas a un moderno globo terrestre.
Hicieron un sensacional descubrimiento. Los mapas eran absolutamente exactos – y no solamente respecto al Mediterráneo o al Mar Muerto. Las costas de Norte y Sudamérica e incluso los contornos de la Antártida estaban precisamente delineados en los mapas de Piri Reis.
Estos mapas no sólo reproducían los contornos de los continentes, sino que también mostraban la topografía del interior: Montañas, picos, islas, ríos y llanuras estaban dibujadas con absoluta precisión.
En 1957, el Años Geofísico, los mapas fueron entregados al Jesuita Lineham, director del Observatorio Weston y cartógrafo en la marina norteamericana.
Después de una serie de pruebas confirmó que los mapas eran increíblemente exactos – incluso en regiones que han sido poco exploradas como las zonas montañosas de la Antártida, que no fueron descubiertos hasta 1952. Han estado cubiertas de hielo durante cientos de años y los mapas actuales se han dibujado con la ayuda de aparatos de ultra sonido.
Los últimos estudios del Profesor Charles H. Hapgood y el matemático Richard W. Strachan, dan una información más demoledora. Comparados con modernas fotografías de nuestro globo, tomadas por satélites, se constata que los mapas de Reis deben haber sido fotos aéreas tomadas desde una gran altura. ¿Cómo puede explicarse esto?
Una nave espacial se cierne sobre Barcelona y apunta su cámara hacia abajo. Cuando la película se revela aparece una foto en la que todo lo que se encuentra en un radio de 5.000 millas de Barcelona se reproduce correctamente, porque está directamente debajo de la lente. Pero los países y continentes se van distorsionando cada vez más a medida que nos alejamos del centro de la foto.
Ello es debido a la forma esférica de la tierra. Los continentes más alejados del centro parecen distorsionarse. Sudamérica, por ejemplo, aparece extrañamente distorsionada en longitud, ¡exactamente como en los mapas de Piri Reis! Y exactamente como sucede con las fotos tomadas desde la Luna.
Aquí se plantea una pregunta: ¿cómo pudieron dibujar estos mapas nuestros antepasados? De lo que no hay duda es que los mapas deben haber sido hechos desde el aire.
¿Cómo explicamos esto? ¿Debemos creer en la leyenda de que un dios se los dio a un humano? ¿O simplemente debemos no darle importancia porque no encaja con nuestra idea del mundo? ¿O debemos declarar que esta cartografía de nuestro globo fue hecha desde una nave volando muy alto o desde una nave espacial?
Es admitido que los mapas del almirante turco no son originales. Son copias de copias. Pero incluso si dataran del siglo XVIII, que es cuando fueron encontrados, los hechos siguen siendo inexplicables. ¡Quien los hizo tuvo que ser capaz de volar y además tomar fotografías!
Las pistas de Nazca
No muy lejos del mar, en la zona de los Andes Peruanos, está la antigua ciudad de Nazca. El Valle Palpa contiene una franja a nivel del suelo de alrededor de 37 millas de largo y 1 milla de ancho, salpicada con trozos de rocas que parecen pedazos de hierro oxidado.
Los habitantes llaman pampa a esta región, aunque no hay en ella ninguna vegetación. Si se vuela sobre este territorio – la llanura de Nazca – se pueden ver unas líneas gigantes, en forma geométrica, algunas corriendo en forma paralela a otras, mientras otras se cruzan o están rodeadas de grandes áreas trapezoidales. Los arqueólogos dicen que son caminos de los Incas.
¡Una idea absurda! ¿Para qué les servirían a los incas caminos paralelos unos con otros? ¿Caminos que se intersectan? ¿Caminos que marchan por una llanura y de repente se terminan?
También se encontraron en la zona vasijas típicas de Nazca y cerámicas. Pero es una simplificación atribuir solamente a esa razón las líneas geométricas a la cultura Nazca.
Ninguna excavación seria se realizó en la zona hasta 1952. No hay una cronología establecida para todas las cosas que se hallaron. Cuando las líneas geométricas fueron medidas, los resultados confirmaron la hipótesis de que las líneas fueron trazadas de acuerdo a planes astronómicos. El profesor Alden Mason, un especialista en antigüedades peruanas, sospecha signos de algún tipo de religión, e incluso tal vez un calendario.
Vista desde el aire, la planicie de 37 millas de largo de Nazca, da la nítida impresión de una pista de aterrizaje. ¿Qué tiene de inverosímil la idea?
La arqueología clásica no admite que los pueblos pre-incaicos tuvieran una técnica perfecta en agrimensura. Y la teoría de que hayan existido aeronaves en la antigüedad se considera inaceptable.
En este caso, ¿para qué sirven las líneas de Nazca?
Pudieron haberse colocado en su gigantesca escala trabajando a partir de un modelo y usando un sistema de coordenadas. O también se pudieron construir de acuerdo a instrucciones desde una aeronave. Pero aún no es posible decir con certeza que la llanura de Nazca haya sido una pista de aterrizaje.
Si se usó hierro, ciertamente no se podrá encontrar, porque no hay hierro prehistórico, ya que los metales se corroen en pocos centenares de años, mientras que las rocas pueden durar decenas de miles de años.
¿Qué tiene de absurdo la idea de que las líneas fueron colocadas para indicar algo a los “dioses”? Los constructores de las figuras geométricas puede ser que no tuvieran idea de lo que estaban haciendo. Pero quizás sabían perfectamente lo que los “dioses” necesitaban para aterrizar.
Dibujos enormes que sin duda son señales para seres que vuelen se encuentran en las montañas en muchas partes de Perú. ¿Para qué otro propósito podrían servir?
Uno de los dibujos más sorprendentes está tallado en la alta pared roja de los acantilados de la Bahía de Pisco. Si se llega por mar, se ve la figura de cerca de 820 pies de altura, desde una distancia de más de 12 millas. Si se piensa a qué se parece, la reacción inmediata es que parece un gigantesco tridente o un colosal candelabro de tres brazos.
Y una larga cuerda se encontró en la columna central de este signo de piedra. ¿Sirvió como un péndulo en el pasado? Para ser honestos, debemos admitir que estamos en la oscuridad cuando queremos explicar para que servía.
¿Pero qué puede haber inducido a los pueblos pre-incaicos a construir las fantásticas líneas en Nazca? ¿Qué motivos los llevaron a crear el gigantesco tridente de 820 pies de altura en los rojos acantilados al sur de Lima?
Estas tareas habrían llevado décadas sin la adecuada tecnología. Toda esta ingente actividad no tendría sentido si no sirviesen como señales para seres acercándose desde grandes alturas. La pregunta del millón todavía está sin contestar: ¿Por qué hicieron todo esto si no tenían idea de que realmente existían seres que volaban?
La identificación de los descubrimientos no puede seguir quedando como una materia solamente de arqueólogos. Un grupo de científicos de diferentes campos de investigación nos acercaría a la solución del rompecabezas.
Pero desgraciadamente los científicos no se toman estas preguntas en serio y existe el riesgo de que la investigación no llegue a conclusiones definitivas. ¿Viajeros espaciales en las brumas grises del pasado? Una pregunta inadmisible para científicos académicos. Cualquiera que haga preguntas de ese tipo se supone que debe estar loco.
Tiahuanaco
Pero las preguntas y los hallazgos están ahí. Y las preguntas permanecen en el aire hasta que son contestadas. Lo significativo es que hay muchas preguntas de este tipo. Por ejemplo, ¿que diríamos si hubiera un calendario que dé los equinoccios, las estaciones astronómicas, las posiciones de la luna para cada hora e incluso el movimiento de la luna, incluso tomando en cuenta la rotación de la tierra?
Pues este calendario existe y fue encontrado en Tiahuanaco. Es un hallazgo desconcertante ya que desvela hechos irrefutables y que los seres que produjeron, dibujaron y usaron el calendario tenían una cultura superior a la nuestra.
Otro descubrimiento asombroso es el Gran Ídolo. Este bloque único de roja roca de arena mide más de 24 pies y pesa 20 toneladas. Fue encontrado en el Viejo Templo. Nuevamente tenemos una contradicción entre la superior calidad y precisión de los cientos de símbolos por toda la superficie del ídolo y la técnica primitiva usada para el edificio que lo alberga. Realmente es llamado el Viejo Templo por su técnica primitiva.
S. Bellamy y P. Allan dieron una interpretación bastante razonable de los símbolos en su libro “El Gran Ídolo de Tiahuanaco”. Concluyen que los símbolos registran un enorme cuerpo de conocimientos. Concluyen que lo registrado allí parece concordar con la teoría de Hörbiger sobre los satélites terrestres, publicada en 1927, 5 años antes de que el ídolo fuera descubierto.
Esta teoría postula que un anterior satélite fue arrastrado hacia la Tierra, provocando un freno en las revoluciones de la Tierra, hasta que finalmente se desintegró y fue reemplazado por la actual Luna.
Los símbolos del ídolo registran exactamente el fenómeno astronómico que podría acompañar esta teoría en un tiempo en que el satélite estaba haciendo 425 revoluciones alrededor de la tierra en un año de 299 días. Y parece que el ídolo registra el estado de los cielos hace unos 27.000 años. Escribieron, “Generalmente, las inscripciones del ídolo dan la impresión de que fueron concebidas como un registro para las futuras generaciones.”
Aquí hay un objeto de gran antigüedad que requiere una mejor explicación que la de “un antiguo dios”. Debemos preguntarnos si este conocimiento astronómico fue desarrollado por un pueblo que aparentemente tenía mucho que aprender en construcción de edificios o si vino de “dioses” extraterrestres. En cualquier caso, la existencia de tan sofisticado cuerpo de conocimientos hace 27.000 años, demostrado tanto en el ídolo como en el calendario, es realmente sorprendente.
La ciudad de Tiahuanaco está llena de secretos y enigmas. La ciudad está a una altura de más de 4000m, y está en una zona realmente inhóspita. Saliendo desde Cuzco, en Perú, se llega a la ciudad y los lugares con excavaciones después de varios días de viaje.
La meseta parece el paisaje de un planeta desconocido. La actividad física es una tortura para cualquiera que no sea un nativo. La presión atmosférica es alrededor de la mitad de lo que es a nivel del mar y el contenido de oxígeno del aire es realmente bajo. ¡Y sin embargo una gran ciudad se ubicó en esta meseta!
No hay tradiciones conocidas sobre Tiahuanaco. Por encima de las ruinas, que son increíblemente antiguas, yace la bruma del pasado, la ignorancia y el misterio.
Bloques de piedra que pesan 100 toneladas tienen una capa de otras rocas de 60 toneladas para formar paredes. Superficies lisas se juntan perfectamente con enormes rocas cuadradas que se mantienen unidas con abrazaderas de cobre.
Todo el trabajo en piedra está hecho con una perfección excepcional. Agujeros de 9 pies de largo, cuyo propósito todavía no ha sido explicado se encuentran en bloques que pesan 10 toneladas. Canales de agua en la roca, de 6 pies de largo y 1,5 de ancho, se encuentran diseminados por una catástrofe de grandes dimensiones.
Estos hallazgos nos dejan anonadados por su precisión. ¿Nuestros antepasados de Tiahuanaco no tenían nada mejor que hacer que pasar años – oficialmente sin herramientas – haciendo canales para agua con tanta precisión que convierten nuestros modernos canales en un modelo de imperfección?
En un patio que ha sido reconstruido hay varias cabezas humanas de piedra que corresponden a varias razas, porque unas tienen labios finos, otras hinchados, algunas las narices largas, otras aguileñas, algunas orejas delicadas, otras gruesas, algunos facciones suaves, y otras angulares. Y algunas cabezas llevan extraños cascos. ¿Acaso estas figuras desconocidas están tratando de dar un mensaje que no podemos o no queremos entender, impedidos por nuestros prejuicios?
Una de las maravillas arqueológicas de Sudamérica es la monolítica Puerta del Sol de Tiahuanaco. Una gigantesca escultura, de casi 10 pies de altura y 16 y medio pies de ancho, tallada en un solo bloque. El peso de esta pieza se estima en más de 10 toneladas. Cuarenta y ocho figuras cuadradas colocadas en tres filas rodean un ser que parece representar un extraño “dios” volador.
¿Qué dice la leyenda de la misteriosa ciudad de Tiahuanaco?
Según Garcilaso de la Vega, se cuenta que una nave espacial dorada vino de las estrellas, con una mujer de nombre Oryana, con la misión de convertirse en la Gran Madre de la tierra.
Oryana sólo tenía cuatro dedos, unidos por membranas. La Gran Madre Oryana tuvo 70 hijos terrestres y después volvió a las estrellas.
Y realmente en Tiahuanaco encontramos dibujos en las rocas de seres con cuatro dedos. Su edad no puede ser determinada. Nadie de las eras históricas vio Tiahuanaco antes de estar en ruinas.
¿Qué secretos guarda esta ciudad? ¿Qué mensaje de otros mundos espera su solución en la meseta boliviana? No hay explicación plausible para el comienzo o el fin de esta cultura. Por supuesto, esto no detiene a algunos arqueólogos que afirman que la antigüedad de Tiahuanaco es de unos 3.000 años. Fijan esta fecha por un par de pequeñas figuras de barro, que no parecen tener nada en común con la época del monolito.
Sacsahuaman
No nos referimos a los fantásticos trabajos de defensa de los Incas que yacen unos pocos pies por encima de Cuzco, ni a los bloques monolíticos que pesan más de 100 toneladas, ni a los muros en forma de terraza, con más de 1.500 pies de largo y 54 pies de ancho, en frente a los cuales los turistas se paran y toman fotos. Nos referimos a la Sacsahuaman desconocida, que está a una media milla de distancia de la conocida fortaleza inca.
No se puede concebir qué recursos técnicos usaron nuestros antepasados para extraer una roca monolítica de 100 toneladas de una cantera y transportarla a un punto distante. Pero cuando nos enfrentamos a un bloque de un peso estimado de 20.000 toneladas, nuestra imaginación ya no tiene límites.
En el camino de vuelta de la fortaleza de Sacsahuaman, en el cráter de la ladera de la montaña, el visitante se enfrenta a algo increible. Hay un bloque de una sola pieza del tamaño de un edificio de cuatro pisos.
Ha sido decorado impecablemente, tiene escalones y rampas y está adornado con espirales y hoyos. Seguramente esto no debe haber sido una actividad de diversión para los incas. Seguramente es mucho más lógico pensar que haya servido para un propósito inexplicable.
Para dificultar más la solución al enigma, el enorme bloque se apoya en su cabeza. Los escalones van hacia abajo; los hoyos apuntan en diferentes direcciones; extrañas depresiones con formas parecidas a asientos parecen estar flotando en el espacio. ¿Quién puede imaginar que manos humanas y esfuerzo humano excavaron, transportaron y decoraron esta roca? ¿Qué fuerzas titánicas trabajaron aquí? ¿ Y con qué fin?
Todavía estupefactos, los visitantes encuentran, apenas a 900 yardas, vitrificaciones de roca de un tipo que sólo sería posible por el derretimiento de la roca a temperaturas extremadamente altas. Al sorprendido visitante le explican que la roca fue molida por glaciares.
La explicación es ridícula. Un glaciar, como cualquier masa que fluye, se inclina hacia un lado. ¡Difícilmente se puede asumir que un glaciar fluyó en seis direcciones diferentes pon encima de un área de unas 18.000 yardas cuadradas!
Sacsahuaman y Tiahuanaco esconden una gran cantidad de misterios prehistóricos para los que se han elaborado explicaciones superficiales pero bastante poco convincentes.
Sin embargo, vitrificaciones de arena también se encuentran en el desierto de Gobi y cerca de antiguos lugares arqueológicos de Iraq. ¿Quién puede explicar por qué estas vitrificaciones se parecen a las producidas por las explosiones atómicas?
¿Cuándo se hará algo decisivo para dar una respuesta convincente para los enigmas prehistóricos? Mientras nuestro pasado esté sin descubrir, una de las vías de entrada al futuro estará sin escribir. ¿Acaso no puede el pasado ayudar a lograr soluciones técnicas que no tendrán que ser encontradas por primera vez porque ya existieron en la antigüedad? Hasta hoy, que se sepa, no se han usado aparatos modernos para medir la radiación en Tiahuanaco, Sacsahuaman, la legendaria Sodoma, o el desierto de Gobi.
Sumer
Los textos cuneiformes y las tablas de Ur (en Sumer), los libros más antiguos de la humanidad, cuentan sin excepción sobre “dioses”, que manejaban barcos en el cielo, sobre “dioses” que vinieron de las estrellas, que poseían armas terribles y que volvieron a las estrellas. ¿Por qué no buscamos a esos antiguos “dioses”?
Nuestros radioastrónomos mandan señales al universo para hacer contacto con inteligencias desconocidas. ¿Por qué no buscamos antes las huellas de inteligencias desconocidas en nuestra tierra, que está mucho más cerca? Las huellas están aquí para los que las quieran ver.
Más de 2.000 años a de C, los sumerios comenzaron a registrar el glorioso pasado de su pueblo. Todavía no sabemos con total certeza de dónde vinieron. Pero sabemos que los sumerios trajeron consigo una cultura superior que impusieron a los semibárbaros semitas.
También sabemos que buscaron siempre a sus dioses en los picos de las montañas y que si no había montañas en las regiones que habitaban, construían montañas artificiales en las llanuras, como las pirámides de Gizeh.
Tenían una astronomía increíblemente desarrollada y sus observatorios lograron estimaciones de la rotación de la luna que difieren de las actuales por no más de 0.4 segundos. Además de la fabulosa Epopeya de Gilgamesh nos dejaron algo sensacional.
El la colina de Kuyunjik (antes Nineveh) fue encontrado un cálculo con el resultado final del 195.955.200.000.000. ¡Un número con 15 dígitos! Nuestros ancestros de la cultura occidental, los griegos, nunca superaron la cifra de 10.000 durante el más brillante período de su civilización. Cualquier cosa por encima era simplemente definida como “infinito”.
Las antiguas inscripciones cuneiformes otorgan a los “dioses” sumerios una vida fantásticamente larga. Los diez reyes originales antediluvianos reinaron por un total de 456.000 años. Y los treinta y tres reyes que tuvieron la dura tarea de reconstrucción después del Diluvio mantuvieron el poder durante más de 24.510 años.
Períodos de años absolutamente incomprensibles, aunque los nombres de los gobernantes existen en largas listas, perpetuados en múltiples sellos y monedas. ¿Qué pasaría si nos animáramos a sacarnos nuestras vendas y mirar a la antigüedad con otros ojos?
Supongamos que astronautas extraterrestres visitaron el territorio de los sumerios hace miles de años. Aceptemos que establecieron los cimientos de la civilización y cultura de los sumerios y regresaron a su planeta, después de estimular su desarrollo.
Vamos a imaginar que la curiosidad los hace volver a la escena de su trabajo cada 100 años terrestres para verificar el resultado de su experimento.
Dados los estándares de nuestra actual expectativa de vida, los mismos astronautas podrían fácilmente haber sobrevivido por 500 años terrestres. La teoría de la relatividad muestra que los astronautas habrían envejecido solamente cuarenta años durante estos vuelos, viajando en una nave a casi la velocidad de la luz.
Durante los siglos, los sumerios habrían construido torres, pirámides y casas con todo confort; habrían ofrecido sacrificios a sus dioses, y habrían esperado su regreso. Y luego de cientos de años terrestres realmente volvieron. “Y vino el Diluvio, y luego la nave reina bajó de los cielos nuevamente” se dice en una inscripción cuneiforme sumeria.
¿En qué forma imaginaron los sumerios a sus dioses? La mitología sumeria y algunas tablas y dibujos dan información sobre esto. Algunos “dioses” sumerios eran antropomórficos y otros no. Y cada símbolo de un dios estaban conectado con una estrella. Las estrellas se ven en las tablas como las dibujaríamos hoy. Lo único llamativo es que estas estrellas están rodeadas de planetas de varios tamaños. ¿Cómo sabían los sumerios, que no tenían nuestras técnicas para observar los cielos, que una estrella fija tiene planetas?
Hay bosquejos en los que se ven personas llevando una estrella en su cabeza, mientras otros viajan en esferas con alas. Hay una figura que instantáneamente nos recuerda el modelo de un átomo: un círculo de pelotas colocadas cerca de otra que irradia, pero no está rodeada de rayos. Si miramos el legado de los sumerios con mentalidad abierta, está lleno de preguntas y enigmas.
Otros enigmas
Dibujos de espirales, una rareza hace 6.000 años, en Geoy Tepe.
Una planta productora de pedernal con una edad de 40.000 años en Gar Kobeh.
Hallazgos similares en Baradostian, con una estimación de 30.000 años.
Figuras, tumbas e implementos en piedra en Tepe Asiab con 13.000 años
Excremento petrificado, posiblemente no humano, hallado en el mismo lugar.
Herramientas e instrumentos para tallar piedras hallados en Karim Shair.
Armas de pedernal y herramientas excavadas en Barda Balka.
Esqueletos de hombres y un niño encontrados en una cueva en Shandiar. Por el método de carbono 14 su procedencia fue fijara en el año 45.000 antes de Cristo.
La lista podría alargarse casi indefinidamente y cada dato refuerza la afirmación de que una raza de hombres primitivos vivía en el territorio de Sumer hace alrededor de 40.000 años. De repente, por razones hasta hoy inexplicables, los sumerios estaban allí con su astronomía, su cultura y su tecnología.
Las conclusiones de la previa presencia en la tierra de visitantes desconocidos procedentes del universo son todavía especulativas. Podemos imaginar que los “dioses” aparecieron y juntaron a los pueblos semisalvajes de la región de Sumer y les transmitieron algo de sus conocimientos.
Las figuras y estatuas que nos miran hoy desde las vitrinas de los museos muestran una mezcla racial, con frentes redondas, labios finos y narices generalmente largas y rectas. Una imagen que es difícil de ubicar en el sistema de pensamiento esquemático y su concepto de los pueblos primitivos.
En el Líbano hay unas rocas parecidas al vidrio, llamadas tectitas, en las que se encontraron isótopos de aluminio radioactivos.
En Egipto e Irak encontramos cortes de lentes de cristal que hoy en día sólo pueden hacerse usando óxido de cesio. En otras palabras, un óxido que debe ser producido mediante un proceso electroquímico.
En Helwan hay una pieza de tela tan fina que hoy en día sólo podría ser tejida en una fábrica especial con gran tecnología y experiencia.
Baterías eléctricas secas, que trabajan con el principio galvánico, se encuentran en el museo de Bagdad.
En el mismo lugar, el visitante puede ver elementos eléctricos con electrodos de cobre.
El las montañas de la región asiática de Kohistan, un dibujo de una caverna reproduce la exacta posición de las estrellas como estaban hace 10.000 años. Venus y la Tierra están unidad por líneas.
Ornamentos de platino derretido fueron encontrados en la meseta peruana.
Partes de cinturones de aluminio yacían en una tumba en Yungjen, China.
En Nueva Delhi hay un antiguo pilar de hierro que no puede ser destruido por fósforo, sulfuro o el efecto del clima.
Conclusiones
Esta extraña mezcla de hechos imposibles debería agitar nuestra curiosidad. ¿Con qué medios, con qué intuición los primitivos habitantes de una caverna se las ingeniaron para dibujar las estrellas en su correcta posición?
¿Cómo pudieron derretir y modelar platino, dado que se derrite solamente a 1800 grados centígrados?
¿Y cómo pudieron los antiguos chinos hacer aluminio, un metal que debe ser extraído de la bauxita con grandes dificultades técnicas? Mientras la arqueología no actúe con mayor amplitud de miras, no tendremos la oportunidad de descubrir si nuestro oscuro pasado fue realmente oscuro o tal vez bastante luminoso.
Debería llegar un momento en el que equipos de arqueólogos, físicos, químicos, geólogos y metalúrgicos concentren sus esfuerzos en una sola pregunta: ¿Nuestros antepasados recibieron visitas del espacio?
Hace quinientos años un científico gritó en una corte legal, “El sentido común debe decirle a cualquiera que la tierra no puede ser una pelota, si no la gente en la mitad inferior caerían al vacío.”
“En ningún lugar de la Biblia” afirmó otro, “dice que la Tierra gira alrededor del Sol. Por lo tanto, esa afirmación es un trabajo del diablo!”
Parece que la estrechez mental siempre fue una característica común ante las nuevas ideas. Pero en pleno siglo XXI el trabajo de investigación debe estar preparado para realidades fantásticas. Nada es increíble hoy en día. La palabra imposible debería ser desterrada.
Algunas partes de nuestra tierra (cada vez menos) todavía están habitadas por pueblos primitivos para quienes un avión puede ser un vehículo de los “dioses”. Estos pueblos salvajes han conservado para nosotros lo que estamos buscando.
Los dibujos de las cavernas en Kohistan, Francia, Norteamérica y Rhodesia del Sur, el Sahara, Perú y Chile, todos contribuyen a desvelar el misterio. Henri Lhote descubrió en Tassili, en el Sahara, paredes pintadas con un ser que vestía un tipo de escafandra y que medía unos 18 pies de altura. Lhote lo bautizó como el gran dios Marte.
Un “salvaje”, quien sin embargo tuvo la habilidad suficiente para ejecutar pinturas rupestres, no puede haber sido tan salvaje. La pintura del muro de La Dama Blanca de Brandenberg (Sudáfrica) podría ser una pintura del siglo XX. Lleva un jersey de manga corta, pantalones ajustados, guantes y zapatillas.
La dama no está sola; detrás de ella está un hombre delgado con una extraña caña en la mano y usando un casco muy complicado con algo como un visor. Esto podría ser aceptado como una pintura moderna sin dudar, pero el inconveniente es que es una pintura rupestre.
Todos los dioses dibujados en las cavernas en Suecia y Noruega tienen cabezas uniformes e indefinidas. Los arqueólogos dicen que son cabezas de animales. ¿Pero no hay algo absurdo en adorar a un dios que también cazamos y comemos? A menudo vemos barcos con alas y también frecuentemente típicas antenas.
Figuras en voluminosos trajes aparecen nuevamente en Val Camonica (Brescia, Italia). Y también tienen cuernos en sus cabezas. La pregunta se mantiene en el aire – ¿por qué los pueblos primitivos crearon figuras en grandes trajes con antenas en sus cabezas en forma independiente unos de otros?
Un animal de una especie desconocida con gigantes cuernos verticales en su cabeza, aparece en una vasija encontrada en Siyak, Irán. Los dos cuernos tienen cinco espirales a izquierda y derecha. Si se imaginan dos antenas con aislantes de porcelana, es más o menos lo que parece este dibujo. ¿Qué dicen los arqueólogos de esto? Simplemente que son símbolos de un dios.
Los dioses son de gran valor. La gente explica muchas cosas refiriéndose a que es algo sobrenatural. En este mundo de lo no demostrable pueden vivir tranquilos. Cada figura encontrada, cada artefacto reconstruido, cada figura restaurada de sus fragmentos, todos son instantáneamente asociados con una religión antigua.
¿Pero qué pasa si los frescos, en Tassili o en los Estados Unidos o en Francia, realmente reproducen lo que los pueblos primitivos vieron? ¿No es posible que las cosas que no deban existir realmente existan? Y estas cosas extrañas e inexplicadas están casi por todos lados.
Tan pronto como miramos al pasado con nuestra mirada de hoy y usamos la fantasía de nuestra era tecnológica para rellenar los huecos, el velo que cubre la oscuridad comienza a levantarse.