Un espectacular (y estremecedor)
vídeo nos muestra cómo ha ido aumentando nuestro conocimiento sobre la
cantidad de asteroides cercanos a la Tierra, muchos de ellos
potencialmente peligrosos para nosotros. El número total, en efecto, ha
pasado de los cerca de 9.000 conocidos en 1980 a los casi 600.000
catalogados en la actualidad.
588.992. Ese es el número total de asteroides cercanos a la
Tierra (es decir, desde aquí hasta Júpiter) descubiertos por la Ciencia
entre 1980 y 2012. Y la cifra crece a ritmo acelerado, al mismo tiempo
que las técnicas y los instrumentos de detección se hacen más y más
sofisticados. Baste decir que en 1980 los astrónomos solo tenían
"controlados" unos 9.000 asteroides. Y muy pocos de ellos, además,
cruzaban la órbita de nuestro mundo, por lo que nadie, o casi nadie,
pensaba que pudieran constituir un peligro para nosotros.
Diez años después, en 1990, la cifra había crecido hasta superar
ligeramente los 15.000. Muy poco si se compara con los cerca de 23.000
que engrosaban las listas apenas cuatro años después, en 1994. Pero fue
precisamente ese año cuando la Ciencia se dió cuenta de repente de la
amenaza potencial que este ejército de vagabundos espaciales podría
suponer para nosotros. En 1994, en efecto, los astrónomos, y el mundo
entero, fueron testigos de un hecho excepcional: la colisión directa de
un cometa, el Schoemaker-Levi, contra Júpiter.
Fue la primera observación directa de una colisión
extraterrestre entre objetos del Sistema Solar. La primera vez que un
acontecimiento así pudo ser fotografiado y filmado con todo detalle. El
gran cometa, descubierto un año antes, se rompió en una decena de
fragmentos (los mayores de ellos de hasta dos km. de diámetro) debido a
la enorme gravedad del planeta. Y esos fragmentos, uno detrás de otro,
chocaron contra Júpiter entre el 16 y el 22 de julio de 1994, a una
velocidad de unos 60 km. por segundo e infligiendo al gigante gaseoso
enormes "heridas", muchas de ellas con un tamaño mayor que el de la
Tierra.
Fue como un jarro de agua fría que, casi de un día para otro, despertó
el interés de los científicos y aflojó el bolsillo de los políticos. ¿Podría
una catástrofe similar suceder también en la Tierra? ¿Cuántos
asteroides y cometas podrían ser peligrosos para nosotros? ¿Con cuánto
tiempo se podría preveer una colisión directa? ¿Qué podríamos hacer para
evitarlo?
Las reacciones no se hicieron esperar. Ambiciosos programas de detección
se pusieron en marcha en numerosos países, liderados por los Estados
Unidos. Una red cada vez más tupida de telescopios empezó a peinar los
cielos con el único objetivo de descubrir a un enemigo que normalmente
no brilla y que es, por lo tanto, muy difícil de detectar. A ellos se
unió pronto toda una flotilla de satélites de observación, equipados con
los más modernos instrumentos de observación.
El resultado fue un incremento espectacular en el número de
descubrimientos, y la catalogación y seguimiento sistemático de un
número creciente de asteroides y cometas que podrían, en algún momento,
impactar contra nuestro planeta. Sabemos lo que una de estas rocas, si
tiene el tamaño suficiente, puede hacer. Una de ellas, de 10 km. de
diámetro, cayó en el mar hace 65 millones de años frente a la península
de Yucatán, en México, y causó la desaparición de casi el 70% de todas
las especies vivas del planeta, entre ellas los dinosaurios.
Para el año 2000, seis años después del gran impacto contra Júpiter, el
número de asteroides cercanos conocidos se había disparado ya hasta los
125.000, cifra que se ha multiplicado de nuevo por más de cuatro hasta
el presente.
En el vídeo que encabeza estas líneas, realizado por el astrónomo Scott
Manley, se aprecia cómo se ha producido esta progresión. Alrededor del
Sol (en amarillo), giran Mercurio, Venus, la Tierra, Marte y Júpiter
(bolas azuladas). A lo largo del vídeo y según transcurren los años, los
nuevos descubrimientos de asteroides se iluminan en forma de puntos
blancos.
Los puntos verdes corresponden a objetos individuales en el cinturón de
asteroides, el "vacío" planetario que existe entre Marte y Júpiter y que
está ocupado por cientos de miles de rocas de todos los tamaños. En
amarillo, los asteroides que cruzan la órbita de Marte y en rojo los que
cruzan la órbita de nuestro mundo. Esos son, sin duda, los más
peligrosos.
A medida que avanzan los años en el vídeo, el panorama se va llenando
con los nuevos hallazgos. Al final, sorprende que la Tierra pueda
siquiera moverse sin chocar con alguno de los numerosísimos puntos rojos
que zumban a su alrededor en todas direcciones.
Se trata, sin duda, de una de las mejores y más ilustrativas
visualizaciones científicas nunca realizadas sobre el tema. Y una prueba
más de que no podemos permitirnos el lujo de bajar la guardia. El
número de asteroides conocidos sigue aumentando, y con él la atención de
los científicos. Cada vez hay menos posibilidades de que uno de estos
vagabundos espaciales nos pille por sorpresa.
Fuente: http://es.sott.net/article/16700-Casi-600-000-asteroides-catalogados-en-la-actualidad-podrian-amenazar-a-la-Tierra