En abril, el Impuesto de Sociedades cae por encima del resto: un 66,9%. El IRPF lo hace en un 16,4% y el IVA en un 18,3%
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
26/07/2020 06:45
Los informes de Hacienda a los que ha tenido acceso OKDIARIO admiten ya el fuerte impacto de la crisis del coronavirus en la
recaudación de los grandes impuestos nacionales: los ingresos por el IRPF, Sociedades, IVA e Impuestos Especiales se han hundido un 30%. El resultado es una pérdida de 10.341 millones en dos meses -abril y mayo-.
Las cifras son rotundas y figuran ya en las bases de datos de la Agencia Tributaria y del Ministerio de Hacienda. De ese modo, si en abril de 2019 la recaudación total por los cuatro grandes impuestos nacionales sumó 26.448 millones de euros, el mismo mes de 2020 se ha quedado en 18.942 millones. Y si el mes de mayo de 2019 alcanzó la cifra de 8.921 millones, el mismo mes de 2020 ha tenido que contentarse con 6.086 millones. Y todo ello por el impacto del coronavirus y el estado de alarma.
Resultado: una caída de un 28,4% de la recaudación en el mes de abril y de un 31,8% en mayo. Dicho de otra manera, Hacienda reconoce un brutal desastre que nos ha costado ya sólo en esos dos meses nada menos que 10.341 millones de euros.
El coste: 10.341 millones de euros
Por impuestos, el golpe es mayor en las empresas: en mayo su recaudación cae un 49%, mientras que la de la renta queda en un descenso del 8,4%, según reconoce Hacienda. El IVA, por su parte, se hunde un 47,9% en ese mes. En abril, el Impuesto de Sociedades igualmente cae por encima del resto: un 66,9%. El IRPF lo hace en un 16,4% y el IVA en un 18,3%.
Los informes de la Agencia Tributaria (AEAT), dependiente del Ministerio de Hacienda, destacan que estos datos «recogen el parón de la actividad en abril» y confirman el avance del impacto que los grandes organismos descuentan para España.
Desde la Comisión Europea, hasta el FMI, o el propio Banco de España descuentan ya un fuerte impacto para la economía española.
La crisis del coronavirus pasará una factura para la economía española innegable. Desde el Gobierno avisan de que la economía española «se está recuperando», en palabras de la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero del mes de junio. Pero en realidad la vuelta real a la normalidad económica no se producirá hasta dentro de varios años. Puede que incluso cinco.
Según las proyecciones del Banco de España, contrastadas por un importante servicio de estudios del país, el peor de los escenarios podría retrasar los niveles previos a la crisis, teniendo en cuenta las gráficas incluidas por el supervisor financiero en sus últimas estimaciones económicas publicadas este lunes, hasta finales de 2024 ó incluso el arranque de 2025.
En el escenario más benévolo, que establece una recuperación temprana, España recuperaría el PIB real de la economía en la segunda mitad de 2022. Es decir, en más de dos años. El escenario de recuperación gradual, el intermedio, del organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos no contempla la recuperación del PIB del cuarto trimestre en todo el año 2022.
De hecho, la tendencia que muestra el informe de este servicio de estudios revela que la recuperación no se produciría hasta la segunda mitad de 2023. En cambio, el «escenario de riesgo» del Banco de España revela que la vuelta a la riqueza del cuarto trimestre de 2019, antes de que estallara la pandemia, no se produciría hasta finales de 2024 o principios de 2025.
Avisan del precedente de la crisis de 2008
Tras el impulso inicial del PIB tras la debacle de 2020 las tasas de crecimiento se irán ralentizando. Y avisan del precedente de la crisis de 2008, que tuvo forma de W -con recaída en 2012-. En ese caso hasta abril de 2017 no se recuperaron los niveles de riqueza previos a la crisis inmobiliaria, agravada por la tormenta de la deuda que estuvo a punto de llevar a la quiebra a países como España y a romper la moneda única europea. Casi una década después del arranque de la recesión.
Pero, sea como sea, lo que está claro es que el impacto de la crisis en España será más grave que en otras economías europeas, según el Banco de España: «Los efectos del Covid-19 estarían siendo asimétricos por países, no solo en cuanto a la severidad de los brotes epidémicos, sino también en términos de su impacto económico». «En particular, España se encuentra entre los países del área del euro que presumiblemente se verán más afectados, como resultado tanto de las medidas de confinamiento más estrictas desplegadas hasta el momento como también a consecuencia de algunas características estructurales de su economía», señala el informe del supervisor.
De hecho, el Banco calcula que la caída del PIB español será 3 puntos porcentuales superior en sus principales escenarios a los del conjunto de la eurozona.
El Banco de España explica cuál es su pronóstico de recuperación de la actividad: «La recuperación del PIB en la parte final del horizonte de proyección no impedirá que, a finales de 2022, el nivel de este agregado sea solamente 0,6 puntos porcentuales mayor que el observado en el cuarto trimestre de 2019, antes de la aparición de la epidemia, en el escenario de recuperación temprana, e incluso 1,6 puntos porcentuales inferior en el de recuperación gradual».
A este ritmo, con 72.000 millones no tenemos ni para empezar
editorial-impuestos-interior
26/07/2020 06:50
Pedro Sánchez ha vuelto de Bruselas eufórico, aunque las ayudas vengan con todo un manual de condiciones. Los 72.000 millones logrados tras durísimas negociaciones son un balón de oxígeno para una economía maltrecha como la española. Ya venía renqueando antes de las crisis sanitaria, pero la pandemia le ha dado la puntilla.
Lo malo es que esos 72.000 millones de euros se antojan pocos para el destrozo de nuestras cuentas públicas. Los informes de Hacienda a los que ha tenido acceso OKDIARIO admiten ya el fuerte impacto de la crisis del coronavirus en la recaudación de los grandes impuestos nacionales: los ingresos por el IRPF, Sociedades, IVA e Impuestos Especiales se han hundido un 30%.
El resultado es una pérdida de 10.341 millones en sólo dos meses -abril y mayo-, porque en marzo conseguimos salvar los muebles. Según las bases de datos de la Agencia Tributaria, en abril la recaudación fue de 18.942 millones de euros, frente a los 26.448 millones que se recaudaron en el mismo mes de 2019. Una caída de un 28,4% por ciento de la recaudación.
En mayo, las cosas han ido un poco peor y la recaudación, respecto al mismo periodo del año anterior, cayó un 31,8%. El agujero en esos dos meses es de 10.341 millones de euros menos.
Lo malo es que el final del estado de alarma -aunque evidentemente han mejorado las cosas- no ha venido aparejado del repunte económico esperado, de forma que ese agujero de 10.341 millones va a crecer y mucho. No ayuda el hecho de que los rebrotes estén limitando la recuperación de muchos negocios, especialmente en el sector del turismo.
Eso sin tener en cuenta el deterioro de la recaudación fiscal en las distintas Comunidades Autónomas, que ha caído en porcentajes similares al de la recaudación nacional. Si le añadimos el multimillonario coste que para las arcas públicas están teniendo los ERTE, los 72.000 millones que han desatado la euforia del presidente del Gobierno, van a durar menos que un caramelo a la puerta de un colegio.